lunes, 8 de julio de 2013

Gregorio Luperón



I COMPENDIO HISTORICO
(Puerto Plata, 1839 - 1897) Político dominicano. Participó de forma determinante en el movimiento independentista de la isla y ocupó la presidencia de un gobierno provisional entre 1879 y 1880.

De orígenes humildes, tuvo que trabajar desde niño para colaborar en la economía familiar. A la edad de catorce años encontró empleo a las órdenes de Pedro Eduardo Dubocq, un comerciante establecido en Puerto Plata a quien algunas fuentes biográficas atribuyen la paternidad del muchacho. Conocía bien la lengua inglesa (su madre era una inmigrante de color de las islas británicas), tenía dotes para la oratoria y en la biblioteca de su patrón pudo iniciar una sólida formación autodidacta.

Comprometido con la causa independentista del país, una pelea contra partidarios de la anexión española, promovida por el gobierno de Buenaventura Báez, le llevó a la cárcel, de donde escapó para buscar refugio primero en Haití y después en los Estados Unidos. En 1863 regresó de forma clandestina a la República Dominicana para participar en varios movimientos de insurrección; las tropas rebeldes le concedieron el grado de general.

El autoproclamado Primer Gobierno Restaurador de Pepillo Salcedo, con sede en Santiago, valoró pronto su patriotismo y su capacidad combativa y le encargó la Jefatura Superior de Operaciones en la provincia de Santo Domingo, con la misión de enfrentarse al ejército anexionista comandado por Pedro Santana. Cumplió con su cometido y consiguió desarrollar una guerra de guerrillas que desgastó severamente las fuerzas militares españolas. Finalmente, España entregó el país a los independentistas el 11 de julio de 1865.

Luperón aceptó la vicepresidencia de la Junta Gubernativa de Santiago y, restaurada la República, regresó a Puerto Plata, donde sus paisanos le recibieron como a un auténtico héroe nacional. Desde su ciudad natal impulsó una severa oposición al régimen de Báez, nuevamente en el poder, y encabezó el triunvirato (Luperón, Pimentel y García) que en 1866 consiguió derrocar al gobierno y ejercer el poder ejecutivo entre los meses de mayo y agosto de aquel año.

Disuelto el nuevo órgano gubernamental en favor de la constitucionalidad, asumió la presidencia el general José María Cabral. Pero Báez derrocó nuevamente al gobierno de Cabral en 1968 con la pretensión de anexionar el país a los Estados Unidos y Luperón se vio obligado a abandonar la República. Desde el exterior desplegó una intensa campaña de oposición al gobierno dominicano e incluso preparó una expedición revolucionaria que no consiguió resolver con éxito. No cejó en su empeño de impedir la anexión y elevó repetidas protestas ante el Senado estadounidense que finalmente evitaron la incorporación de la isla a la superpotencia del norte.

La Revolución Unionista de 1873 expulsó a Báez del poder y colocó a González Santín al frente del gobierno. En 1876, Ulises Espaillat se convertía en presidente del país y Luperón aceptó el cargo de ministro de Guerra y Marina en el nuevo gabinete. La renuncia del presidente devolvió el poder a Báez, el eterno enemigo político de Luperón que, una vez más, tuvo que exiliarse.

Durante el siguiente trienio el país vivió un periodo de inestabilidad política y rápidas alternancias de poder. Finalmente, en octubre de 1879, Luperón accedió a la presidencia de un gobierno provisional que, con sede en Puerto Plata, instauró un régimen liberal, trató de reinstitucionalizar la República y preparó el proceso electoral que, a finales de 1980, otorgó el poder a Fernando Arturo Meriño.


II COMPENDIO HISTORICO
Gregorio Luperón (8 de septiembre de 1839 - 20 de mayo de 1897) fue un militar y político dominicano. Presidente provisional de la República Dominicana entre 1879 y 1880.

INICIOS
Nació el 8 de septiembre en la ciudad de Puerto Plata. Su madre se llamó Nicolasa Luperón y su padre Pedro Castellanos. Su apellido original era francés, pues,  luperón, que luego se castellanizó como se conoce en la actualidad. Desde muy joven, a los 12 años, estuvo dedicado al trabajo productivo al ser encargado, en Jamao, de los cortes de caoba de Pedro E. Dubocq, su protector, en cuya casa leyó, entre otros libros, las Vidas paralelas de Plutarco. Y a los 19 años, en 1858, instaló una casa de comercio en Yásica.

Teniendo Luperón la edad de 22 años, Pedro, líder de la facción de los terratenientes y hateros, quien había sido militar y primer presidente de la República, produce la llamada Anexión a España (1861-1865), con lo cual logró que la monarquía española le concediera el título Marqués de Las Carreras.
Luperón forma parte del grupo de dominicanos que se rebelan contra este hecho. Como producto de esta rebeldía, es hecho prisionero. Logra escaparse, y se va al exilio a HaitíEstados Unidos y Curazao.
Al tiempo, regresa en forma clandestina por Montecristi, y toma parte en el Levantamiento de Saban.
Tras una primera derrota se retira a las montañas y desde La Vega, fomenta la rebelión, hasta que después del llamado Grito de Capotillo el 16 de agosto del 1863, alcanza la jefatura de un Cantón, y luego el rango de general.
Fue un hombre de un fuerte sentido patriótico y de gran valor en el uso de las armas y las estrategias de guerra. Por estos méritos se le designa Jefe Superior de Operaciones en la Provincia de Santo Domingo, se bate de frente al ejército español, que era comandado por Pedro Santana, por entonces, Marqués de Las Carreras.

Pese a ser poderoso y disciplinado, el ejército español, fue derrotado en una estrategia de guerra de guerrillas, debido esto, a la inferioridad en número y en calidad de medios por parte de los rebeldes.
Vencido el ejército español, aceptó el cargo de Vicepresidente de la Junta Gubernativa. Restaurada la República, regresó a su pueblo natal, Puerto Plata, rodeado de la admira­ción y del cariño del pueblo dominicano que lo aclamó y lo aclama desde entonces, como la espada más firme en defensa de sus ideales patrios.
Se opuso al regreso al poder de Buenaventura Báez, lo cual le conlleva al destierro y expulsión del país. Pocos meses después, regresa para integrar el movimento llamado Triunvirato de 1866, que derroca a Báez y se convierte en gobierno.
El Triunvirato es disuelto en 1866 a favor de una constitucionalidad, para que asuma la Presidencia de la República, el General José María Cabral.
Nuevo  expatriación
Este gobierno es derrocado en 1868, y Luperón es obligado de nuevo a salir del país, por oponerse a las pretensiones anexionistas de Báez, quien mira hacia Estados Unidos en este nuevo propósito.
Luperón logra preparar una expedición llamada "El Telégrafo", debido al nombre del barco utilizado para la misma.
Fracasa la expedición revolucionaria por la intervención de los Estados Unidos, con quien Báez estaba teniendo entendimientos para la venta de la península de Samaná. Esto motiva un nuevo extrañamiento de su país. Recabó apoyo de la opinión pública en América Latina en contra del propósito de Báez, y envió protestas al Senado de los Estados Unidos.
Funcionario y Mandatario
Al ascender al poder Ulises Espaillat, Luperón es nombrado en el cargo de "Ministro de Guerra y Marina".
Ante la renuncia de Espaillat, de nuevo Luperón es exilado, y espera cerca de dos años, a que sus antiguos enemigos González y Báez se alternen en el poder para un nuevo regreso al país.
Tras el derrocamiento del gobierno de Cesáreo Guillermo, se establece un "gobierno provisional", el cual es presidido por Luperón, con su sede en Puerto Plata. Los catorce meses de este gobierno fueron de paz, de libertad y de progreso, produciendo unas elecciones limpias en 1880, en donde fue electo Presidente de la República el Presbítero Fer­nando Arturo de Meriño, que también fue respaldado por Luperón.
En este gobierno fue designado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Europa. De regreso al país, es nombrado Delegado del Gobierno en el Cibao durante el régimen de Francisco Gregorio Billini. Tras cuya renuncia en 1885, se une al Vicepresidente Alejandro Woss y Gil.
Rebelión de 1886
Desde su cargo, y tras la revolución de 1886, Luperón se enfrenta a ésta en Puerto Plata, contribuyendo con ello al triunfo de Ulises Heureaux (Lilís) y el ascenso de éste a la Presidencia, en el año 1887.
Heureaux, también de Puerto Plata, y quien había sido un valiente restaurador como Luperón, comenzó a desarrollar un gobierno despótico y dictatorial, lo cual generó en Luperón arrepentimiento y decepción. Esto hizo que se marchara al exterior a combatirlo. Su campaña fracasó por falta de apoyo del gobierno haitiano.
Fallecimiento
Enfermo en la isla de Saint Thomas, fue buscado por el mismo Ulises Heureaux, para morir en su pueblo natal Puerto Plata el 21 de mayo de 1897.
Mausoleo del General Luperón en el Cementerio Municipal de Puerto Plata. Aquí descansaron sus restos desde el 21 de Mayo de 1897 hasta el 14 de Agosto de 1926 en que fueron trasladados a la capilla de los inmortales


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