SITUACIONES EXTREMAs REQUIEREN MEDIDAS EXTREMAS
Los enemigos han intentado todo para impedir que la obra de
reconstrucción, incluisve ya han logrado que el pueblo declare una palabra de
derrota “no podremos edificar el muro” pero Dios ha suscitado un liderazgo
fuerte y responsable en su pueblo, Nehemias no ha sido indiferente antes las
demandas del pueblo, pero tampoco ha sucumbido ante la tentación de claudicar y
declarar la palabra de Satanas de que “no se puede terminar la obra” antes bien
ha tomado medidas audaces.
En primer lugar se ha encomendado a su Dios, y a renglón seguido a
dispuesto una serie de medidas para garantizar la seguridad y la continuidad de
la obra Cf 4:13-14-16.
Pero al miso tiempo ha pedido inspirado al pueblo para que reenfoquen el
origen de la fuerza de Jerusalen, para que redescubran la razón por la cual
están acometiendo esta obra de reconstrucción:
“14. Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al
resto del pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y
temible, y pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras
hijas, por vuestras mujeres y por vuestras casas”.
A-
NO TEMAIS
B- ACORDAOS
C-
PELEAD
Nehemias habla directamente al corazón de un pueblo que esta en un estado
de mucha tensión, grandemente atemorizados por la posibilidad cierta de que
pueden ser victimas de gran violencia y de que sus fanmiuliares y poseciones
pueden verse gravemente afectadas o en el peor de los casos definitivamente
perdidas, por ello les dice una palabra frecuente en los labios de nuestro
Señor: NO TEMAS. No temas, dijo el Señor a Abrham cuando creía que quizá ya
noveria la promesa cumplirse, No temas, dijo el Señor al pueblo de Israel
cuando estaban por entrar a la batalla contra los Egipcios, “vosotros estaréis
quietos y Jehova peleara por vovptros”, no temas, dijo el Señor a los
disciupulos cuando estaban en la barca y las olas amenazaba con abatir la
embarcación, no temas dijo el Cristo resucitado a Juan cuando tuvo la
revelación del Cristo viviente y glorioso, NO TEMAS. El Señor esta contigo,
hoy mañana y siempre.
Les dice además, ACORDAOS, en otras palabras, hagan memoria, o dicho de otra forma, no se olviden. En momentos de tensión y dificultad solemos olvidar las herramientas con las que contamos, un conductor puede, en un momento de tensión olvidar que tiene a su disposicon el freno y hasta podría pisar el acelerador cuasandose gran daño, una persona en medio de un temblor puede olvidar la dirección hacia donde abre la puerta y quedar atrapada, un buen nadador puede quedar pertrificado por el miedo ante una ola grande y olvidar que sabe nadar. El temor paralizante produce olvido, ese temor es malo, y hay que desecharlo, pero, aquellos que confizan en Dios, no tienen por que temer, sino que son llamados a mantener la ecuainimidad, no a volverse gente sinvergüenza o indifirente, sino, personas centradas, caracterizadas por actuar no reaccionar, dueñas de si mismas, gente con domonio propio cmo dice la Escritura. Aquellos en cuyo pensam,iento esta el Señor siempre no temeran tomaran provecho de la palabra revelada:
Isaías 26
1. En aquel día cantarán este cántico en tierra de
Judá: Fuerte ciudad tenemos; salvación puso Dios por muros y antemuro.
2. Abrid las puertas, y entrará la gente justa,
guardadora de verdades.
3. Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo
pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
4. Confiad en Jehová perpetuamente, porque en Jehová
el Señor está la fortaleza de los siglos.
Por ultimo les
dice pelead y les recuerda algunas de las razones por las cuales deben
esforzarse y pelear:
pelead por vuestros hermanos,
por vuestros hijos
y por vuestras hijas,
por vuestras mujeres
y por vuestras casas”.
Nehemias da 5 razones por las cuales el pueblo debe ser
un pueblo aguerrido:
Primeramente de manera solidaria con el prójimo “por
vuestros hermanos”
Segundo por los hijos, los cual incluye toda la prole
familiar, las raíces ancestrales y tribales, los cabezas de familia y toda la
representación moral, el liderazgo y los vínculos de autoridad, pues entre los
hijos estaban en primer plano los primogénitos, de los primojenitos se
preservaba o se continuaba la línea de autoridad y se mantenía cohesionada la
tradición de las familias de Isarel.
Por las hijas, que eran el recipiente en el cual Jehova
había puesto el gozo de su nación, la esperanza de la posteridad y las
representantes las madres y las matronas, las
10. Y dijo Judá: Las fuerzas de los
acarreadores se han debilitado, y el escombro es mucho, y no podemos edificar
el muro.
11. Y nuestros enemigos dijeron: No sepan,
ni vean, hasta que entremos en medio de ellos y los matemos, y hagamos cesar la
obra.
12. Pero sucedió que cuando venían los
judíos que habitaban entre ellos, nos decían hasta diez veces: De todos los
lugares de donde volviereis, ellos caerán sobre vosotros.
13. Entonces por las partes bajas del
lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, puse al pueblo por familias,
con sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos.
14. Después miré, y me levanté y dije a
los nobles y a los oficiales, y al resto del pueblo: No temáis delante de
ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y pelead por vuestros hermanos,
por vuestros hijos y por vuestras hijas, por vuestras mujeres y por vuestras
casas.
15. Y cuando oyeron nuestros enemigos que
lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos
volvimos todos al muro, cada uno a su tarea.
16. Desde aquel día la mitad de mis
siervos trabajaba en la obra, y la otra mitad tenía lanzas, escudos, arcos y
corazas; y detrás de ellos estaban los jefes de toda la casa de Judá.
17. Los que edificaban en el muro, los que
acarreaban, y los que cargaban, con una mano trabajaban en la obra, y en la
otra tenían la espada.
18. Porque los que edificaban, cada uno
tenía su espada ceñida a sus lomos, y así edificaban; y el que tocaba la
trompeta estaba junto a mí.
19. Y dije a los nobles, y a los oficiales
y al resto del pueblo: La obra es grande y extensa, y nosotros estamos
apartados en el muro, lejos unos de otros.
20. En el lugar donde oyereis el sonido de
la trompeta, reuníos allí con nosotros; nuestro Dios peleará por nosotros.
21. Nosotros, pues, trabajábamos en la
obra; y la mitad de ellos tenían lanzas desde la subida del alba hasta que
salían las estrellas.
22. También dije entonces al pueblo: Cada
uno con su criado permanezca dentro de Jerusalén, y de noche sirvan de
centinela y de día en la obra.
23. Y ni yo ni mis hermanos, ni mis
jóvenes, ni la gente de guardia que me seguía, nos quitamos nuestro vestido;
cada uno se desnudaba solamente para bañarse.