En el siglo XXI, los
investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que es muy
posible que la domesticación del perro empezara más por la adaptación
espontánea de este al acercarse a vivir junto al hombre que por la voluntad
humana.8 Esto se debe a que vivir junto al hombre siempre fue ventajoso
para el cánido. Un perro viviendo en una comunidad humana, aún en la
Antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno salvaje, podía vivir
en mejores condiciones y disfrutar del afecto y cuidado humano.
El hombre consiguió domesticar a
ejemplares de lobos, o, más probablemente, se demostró incapaz de impedir que
los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a sus cachorros.8 El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y
su morada. Poco a poco, el hombre los adaptó a sus necesidades, creando
diferentes razas para las distintas labores y características ambientales y
geográficas.
El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas genéticos de ambas especies.9 La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado fue
encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31.700 años y al parecer asociado a la
cultura auriñaciense.10 Hasta entonces las pruebas más antiguas se habían encontrado en
Rusia, pertenecientes a hace 14.000 años (Eliseevich).
El hombre se dio cuenta
rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que tenía el perro;[cita requerida] su olfato es más potente
que del humano —su área olfatoria es 20 veces más gruesa, y en el caso
del pastor alemán con una superficie 34
veces mayor y con 40 veces más células olfatorias— y su oído es capaz de
percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oyen los humanos.
Ventaja ésta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda. Su
uso como pastor y protector de los rebaños es bastante posterior, yendo pareja
a la domesticación y explotación de otros animales. Animal de costumbres
sociales, que convive en grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a
convivir con los humano.
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