unmh.. unmh... Bien, si ya dejaste de ver a la chica, entonces podemos comenzar...
Durante
la fiesta de Navidad la cual ya todos sabemos que de cristiana solo le queda el
nombre toda vez que está repleta de elementos que nada tienen que ver con la
tradición cristiana tales como el caro y fastidioso árbol navideño y la figura
de Santa Claus ambos provenientes de la cultura escandinava, ambos objetos de
veneración pagana y este último, ya más navideño que el mismo Jesucristo de
quien toma nombre la fiesta pero que todo el mundo parece ignorarlo; esa fiesta
de fin de año que revela su paganismo en el hecho de que el desenfreno con que
se come y se gasta es un signo de carnalidad en su más perversa expresión, es,
sin duda, para los necesitados de adelgazar, uno de los orígenes funestos de
sus grandes penurias con el fastidio de las dietas del demonio.
Todo comienza con ese
“acuerdo” consciente de “darse un gusto en diciembre” esto es, dejar el dominio propio a
un lado y darse la buena vida comiendo y bebiendo a mansalva, porque, por
alguna extraña razón del 15 de diciembre en adelante al menos cada tres días
hay una cena aquí, de la empresa, otra cena allá, del club, otra cena acullá de
la junta de vecinos, y otra más allá de los bomberos, las pro fondos, las que
no tienen ninguna causa más que comer, beber y hartarse, y las de las iglesias
que son interminables.
Pero, después del 24,
que es la cena obligada, “la oficial”
la de los suspiros y pre-deseos, viene la gula del otro día en que se come una
montaña de comida que no pudo ser engullida el 24, es decir, la noche anterior,
y los días siguientes se le hace algo de estomago a la “final cena sentimental”,
la de los “buenos deseos definitivos”, la de fin de año, la del 31. Ese día es
cuando, las damas sobre todo, empiezan a mirarse el abdomen y a notar que les ha
crecido bastante en los últimos días y no porque estén en estado de gestación,
así que una de las promesas y buenos deseos obligados para el año entrante es,
por supuesto, ponerse a dieta.
UNA ADVERTENCIA
Pero de inmediato surgen varios problemas con el tema de la dieta
porque no hay campo más vapuleado y lleno de engañifas que el área de las
dichosas dietas. No soy nutriólogo ni una autoridad en la materia así que lo
que diré de aquí en adelante se enmarca en mi experiencia personal. Si usted
tiene problemas de descontrol con su peso, para obtener una opinión segura debe
consultar a su doctor.
¿CUAL DIETA ESCOGER?
Siendo que hay tantos
tipos de dieta y muchas de ellas además de muy fastidiosas son bastante costosas, la primera
cosa que hacen los pobres para tratar de enfrentar esas sinuosas marcas de la
falta de dominio propio con la quijada es irse al parque más cercano a caminar,
antes la gente mayormente no caminaba, eso se lo dejaban a los ancianos, pero
uno de los cientos y cientos de estudios y “tips” médicos que se viven
contradiciendo unos a otros ha revelado recientemente que supuestamente no hay
mucha diferencia entre correr y caminar por lo cual y apelando siempre a la vía
del menor esfuerzo muchísima gente opta por caminar y no por trotar o correr.
¿TROTAR O CORRER?
Como yo no soy un
experto simplemente le digo que haga lo que a usted le parezca mejor, pero por mi experiencia
he visto que definitivamente caminar es mucho más cómodo, no importa cuántas
vueltas dé, prácticamente al terminar no hay sudor y al llegar a la casa tengo
la sensación de que simplemente di un paseo, bastante aburrido por cierto, y
que lo único que he estado haciendo es controlar mi conciencia. El sudor, hasta
dónde sé, es una señal de que se ha generado calor corporal, y esa agua hedionda
que sale del cuerpo no es más que la respuesta del cuerpo para controlar la
temperatura. También tengo entendido que al sudar esa agua sale salada porque
muchas toxinas, sales y minerales son liberados del cuerpo y junto con ellas
sale también parte de esa grasa inservible que tenemos acumulada allí por si
algún día se necesita.
¿ENTONCES NO SIRVE CAMINAR?
Aparte de que caminar
es más seguro que correr pues la posibilidad de lesionarse disminuye, (aunque yo he visto gente
torcerse el tobillo simplemente moviéndose de una silla a la otra); ¡Si sirve!
Sirve porque sea como sea se ejercitan las articulaciones, se estimula la
oxigenación de la sangre y se le hace frente al dañino sedentarismo. Sin
embargo yo no conozco simplemente a nadie que haya rebajado una panza de 5 ó 6
pulgadas de grasa acumulada únicamente dando una caminata. Si usted quiere
algún efecto levemente visible en su intento por deshacerse de ese mar de grasa
tendrá entonces que correr.
CAFÉ DESCAFEINADO
¿Ha
escuchado eso? Jajaja,… ¡Café descafeinado!, ¡Por Dios, el “café” descafeinado
no es café. Eso es lo mismo que decir, cemento descementado, o pintura
despinturada. Miren queridos lectores, me
precio, como cristiano de tener un vocabulario lo menos prosaico posible, pero,
al escuchar cosas como estas uno no puede más que decir un sonoro……. ¡No me
jodas!
Ese tipo de
expresiones son análogas a Clark Kent quitándose las gafas y “convirtiéndose” en
Superman. Jajaja. Eso es también lo mismo que cuando escucho patrañas tales
como la “Dieta de Daniel”, “La dieta de
la carne” y bobadas por el estilo.
Entienda esto, cuando
una persona empieza a hacer cualquier
actividad física significativa es porque está invirtiendo una cantidad proporcional
de energía en dicha actividad, ciertamente estás sudado, estás perdiendo grasa,
el lento proceso de botar esa grasa vieja y molesta ha empezado, pero en ese
mismo instante comienza una batalla que ahora es mental y física, porque
resulta que el cuerpo le manda una señal al cerebro diciéndole que sus reservas
de “petróleo” que son capaces de suplir cualquier crisis en dos vidas
consecutivas, sobre todo para gente cuya panza esta fuera de control, están bajando;
el cerebro como respuesta genera ansiedad por alimento pues nuestro sistema no
quiere saber ni del hambre ni de la sensación de desaliento por falta de alimento,
así que, después de hacer ejercicios la tentación y la ansiedad por comer
aumenta casi el doble, gran peligro, porque entonces indica que si no te
controlas, mientras más ejercicio hagas, más aumentarás de peso… ¡Que vaina,
eh!
Tengo entendido que
los japoneses están habituados a dejar
de comer desde que su sistema recibe la primera señal de llenura, nosotros los
occidentales en cambio, aun cuando nuestro sistema ha recibido todas las
señales que el policía de tráfico del cerebro pudo enviar, creemos que debemos comer
hasta que nuestros cuerpos sean incapaces de moverse; hasta que no estamos
mareados de la hartura, estamos llevando alimento a nuestras bocas.
“resulta
que el cuerpo le manda una señal al cerebro diciéndole que sus reservas de
“petróleo” que son capaces de suplir cualquier crisis en dos vidas
consecutivas, sobre todo para gente cuya panza esta fuera de control, están
bajando; el cerebro como respuesta genera ansiedad por alimento pues nuestro
sistema no quiere saber ni del hambre ni de la sensación de desaliento por
falta de alimento, así que, después de hacer ejercicios la tentación y la
ansiedad por comer aumenta casi el doble, gran peligro, porque entonces indica
que si no te controlas, mientras más ejercicio hagas, más aumentarás de peso…
¡Que vaina, eh!”
Así
que, si te decidiste a hacer ejercicios como los que enseña “Insanity” por
ejemplo, —que sí funciona— lo sé por experiencia propia. Tienes que prepararte
para saber que, al tiempo que haces “física”, también debes tener una dieta
inteligente. No puede ser un dieta solo comiendo carne porque aunque la carne
es muy buena, todo en demasía harta, además no es cierto que llenando un plato
de carne no obtendrás como resultado un aumento de peso, eso es puro cuento. ¿Me
va usted a decir que se va a meter una bangaña de butifarra todos los días y no
va a engordar?… ¡Por el amor de Dios!
¿Y QUE HAY DE LAS LEGUMBRES?
El
profeta Daniel, bajo una circunstancia especial en la que él y sus compañeros
iban a ser obligados a pecar comiendo comida impura dedicada a dioses paganos
decidió sacrificarse como una muestra de devoción por Dios y solicitó que no se
le proporcionara de la comida que Nabucodonosor había designado para ellos y
que en cambio se les diesen legumbres, lo cual era muy fácil de complacer
excepto porque si él y sus amigos enflaquecían la vida del mayordomo de ellos
pendía de un hilo. No obstante, Dios honró la fe de Daniel y él y sus amigos
por un acto de la misericordia de Dios pudieron mostrar un semblante más sano y
robusto que el de sus compañeros.
Sin
embargo es evidente que una vez terminó esa prueba, Daniel volvió a su dieta
habitual la cual no solo contenía carne, sino también delicatesen. Dn. 10:3.
Ninguna dieta aburrida
puede funcionar porque no hay cosa más
voluble que el corazón humano y si hay algo que influye casi decisivamente en
nuestro estado de ánimo sin duda lo es el alimento, tener hambre aburre, pero comer
desabrido, sin colorido ni variedad aburre casi igualmente, así que, cualquier
dieta debe ser balanceada y divertida.
¿ENTONCES CUAL ES LA DIETA QUE FUNCIONA?
La
dieta que funciona es en primer lugar la que no está motivada por la prisa, por
motivos egoístas o por pura vanidad.
·
La prisa genera ansiedad y donde hay
ansiedad habrá depresión y la manera más común de “enfrentar” la depresión ¿cuál
cree usted que sea? COMIENDO sin control.
·
Usted desea adelgazar porque la esposa de su ex esposo está por la línea,
pero usted desea “echarle una vaina” y ponerse en forma, créame que no lo
logrará y terminará acudiendo al bisturí (si tiene dinero) lo cual, la postre,
será peor.
·
Usted desea adelgazar porque quiere
competir con mujeres que están viviendo una etapa que usted ya vivió pero no se
resigna a entender que las etapas vienen y se van y que simplemente hay que dar
gracias por cada una de ellas y aceptarnos como somos —antes mis glúteos eran
más firmes bueno, ¡ya no son tan firmes!— ¿Me los opero, para ponérmeles como
Superman? ¡Qué vah! La gravedad los volverá a poner flojos no importa cuánto me
los opere, es el ciclo natural de la vida, acéptelo.
·
Pero si usted desea adelgazar porque está consciente de que tiene un
estilo de vida y alimentación poco saludable y por amor a Dios a quien le debe
todo, a si mismo/a y a sus seres queridos usted ha decidido mejorar su calidad
de vida y el tiempo de su peregrinar por la tierra, entonces usted está listo
para la aventura del adelgazamiento. Como ya le dije antes, (no soy un gurú de
las dietas), estos son consejos de amor que pueden servirle, pero si desea iniciar
en serio un plan de ejercicios y dieta debe primero consultar a su médico de
cabecera para obtener de él una opinión más profesional e informada. Dicho esto,
aquí voy:
“The Galva´s Law about
to make thin and diets”
PRINCIPIOS DE SENTIDO
COMUN SOBRE LAS DIETAS Y EL ADELGAZAMIENTO
A- No puede haber adelgazamiento eficaz
sin ejercicio eficaz.
B- Cualquier ejercicio que no implique sudar
es dudoso, a menos que ese ejercicio no sea natación.
C- Es obvio que si una persona tiene una panza del
tamaño de Júpiter, le va a ser muy difícil hacer ejercicios tipo “Insanity”,
bueno, a la velocidad de “Insanity” no los va hacer, pero a su propia velocidad
los puede hacer, más importante que
los ejercicios a la hora de decidirse a adelgazar es el estado de ánimo.
D- Si su ánimo es bueno, su mente y su cuerpo le
indicarán qué clase de ejercicios son apropiados para usted, por qué periodo de
tiempo y a cuál intensidad. Como dije antes, no tiene que ser al estilo
estereotipado de “Insanity”, puede ser algo más básico como cortar el césped, ¡con
un machete por supuesto!, pintar la casa, limpiar, etc, sude, sude, sude.
E- Controle la boca. Tiene que haber un
balance entre el ejercicio físico y la alimentación, y en cuanto a
la alimentación hay varios factores a observar:
1-
LA
CANTIDAD, una dieta que yo, por sentido común y experiencia
personal sé que funciona es la de comer la mitad de todo. Pero, no se engañe,
porque si comienza a llenar el plato con dos veces más comida que de costumbre,
al final ¿no estarás comiendo la misma o más cantidad que la que pretendías
evitar comer?
Una vez
participé de un curso impartido por un nutriólogo naturalista,
él nos hizo a los asistentes una analogía que nunca olvidaré. Nos dijo, ¿han
notado ustedes que mucha gente que se pierde en la selva y luego es rescatada, y
por gordos que sean regresan delgados?… ¿Por qué creen ustedes que rebajan? La
Respuesta fue muy obvia.
En
estado de cautividad o en situación de alerta o tensión constante
los patrones de pensamiento cambian, así que esa grasa de reserva que el
cerebro nunca quiso que bajara de nivel, en esa circunstancia se torna
necesaria y recibirá aprobación del cerebro para su utilización. El cuerpo
siempre está comiendo, incluso cuando usted no ingiera alimento; sin disminución
de alimento jamás puede haber adelgazamiento.
2-
LA
CALIDAD, la comida debe ser nutritiva, esto es, debe haber una
combinación apropiada y balanceada de los nutrientes que su cuerpo necesita para sostener su sistema
funcionando de forma apropiada. Por ello he insistido e insisto que esto debe
ser determinado por un facultativo y no simplemente ser decidido por algo
novedoso o llamativo.
3-
EL
ESTADO DE ANIMO. La disposición del corazón lo es TODO. Dejar
de comer es muy difícil, salir de la comodidad y el sedentarismo es muy
difícil, por tanto algo que necesita la gente obesa, o con algunas libras de más
o que tienen malos hábitos alimenticios es una charla acerca de los graves
peligros que corren y el legado que dejarán a sus seres queridos si mueren inesperadamente.
Por último, pero, no menos importante, antes bien lo más importante, y justo
por ser lo más importante lo dejo para el final:
4-
Sé que
hay personas que nunca bajarán de peso, esto debido a una
serie de complicaciones de salud que les impiden disminuir la cantidad de
comida que ingieren, la frecuencia con que lo hacen e inclusive les impide
ejercitarse como el común de la gente, pero, si no puedes mejorar tu situación,
al menos no la empeores, procura no incurrir en vicios, comer sano, y tener una
mente sana y productiva para la gloria de Dios.
5-
LA
BIBLIA DICE: que nuestros cuerpos son templo de Espíritu Santo y que
nada que tenemos es de nuestra propiedad sino que somos mayordomos de los
bienes de Dios, que deberemos dar cuenta delante de todos los dones que nos han
sido otorgados. La Biblia dice, “Todo lo
puedo en Cristo que me fortalece” y si tú que lees esto, eres cristiano, y
si además de cristiano eres un líder, con mayor razón debes demostrar quien
domina en tu vida y si es Cristo, puedes salir de la esclavitud del
sedentarismo, de hábitos dañinos y vivir una vida saludable y radiante para la gloria
de Dios.
Y si crees que es muy difícil,
te compartiré esta breve reseña sobre alguien que pudo llegar a ser presidente de
los Estados Unidos, tenía sobre peso, y logró vencer con la gracia de Dios ese
terrible problema.
“Cuando fue elegido Gobernador de Arkansas en 1996, Mike
Huckabee sufría de un importante problema de sobrepeso. En 2003 los médicos le diagnosticaron diabetes y le aconsejaron
perder peso. Huckabee inició una dieta que le llevó a perder hasta 50 kilos.
Escribió el libro Quit Digging Your Grave with a Knife and Fork y
en 2006 participó en la Maratón de Nueva York”.