CONFESION DE
FE BAUTISTA DE 1689
LA CONFESION
BAUTISTA
CAPITULO 1 - 10
PREFACIO
En el año 1855, C. H. Spurgeon, el
conocido pastor de lo que más tarde fue llamado el «Tabernáculo Metropolitano»
en Londres, Inglaterra, publicó de nuevo la confesión de fe que ahora
presentamos a las iglesias bautistas del mundo hispano en este nuevo estilo,
para celebrar el aniversario número 300 de esta declaración de la fe.
Entre aquellas cosas que creemos firmemente es que no
hay nada semejante a la
Biblia. Por eso no atribuimos autoridad alguna a esta
confesión. De hecho, Ud. puede ver en el primer capítulo de esta publicación
que todas las doctrinas de hombres deben decidirse por el veredicto bíblico.
(Cap. 1, par. 10)
A pesar de esto, hay quienes que menosprecian los
documentos llamados confesiones de fe. Otros dicen: «Cristo es nuestro credo».
Sin embargo, todo el mundo sabe que en el momento en que decimos, «La Biblia dice tal o cual
cosa, y yo la creo), ya hemos hecho una confesión de fe. Si algunos no
creen en la utilidad de escribir y publicar su confesión, respetamos su
posición, si bien diferimos. Por nuestra parte, convencidos de que los que
quieren saber en qué creemos deben ser atendidos, estamos dispuestos pasar el
trabajo e incurrir en los gastos necesarios para cumplir con sus esperanzas. En
las siguientes lineas ofrecemos una traducción de parte del prefacio de la
primera edición de esta confesión de fe hecha en 1689, después de mucha
persecución. Dice asi:
Hace muchos años que vimos la necesidad de publicar
una confesión de nuestra fe para informar y satisfacer a aquellos que no
entendían nuestros principios, o que tenían prejuicios contra estos debido a
una presentación defectuosa de los mismos. Esta primera confesión fue publicada
cerca del año 1643 en el nombre de 7 congregaciones que se reunían en Londres.
Desde aquel entonces varias ediciones han salido, cumpliendo con nuestro
propósito básico. Mas, por ahora es difícil conseguir un ejemplar de esa
confesión, si bien muchos han llegado a creer nuestras doctrinas. Por lo tanto,
consideramos como una necesidad el que todos demos un test¿monio unido al mundo
de que aún nos adherimos a estos principios usando como medio esta publicación
que está en sus manos.
Aunque la sustancia de nuestras creencias es la misma,
ustedes observarán que hemos cambiado el método de expresar nuestra fe. De ahí
en adelante ellos explican que la razón por la cual publicaron su confesión no
fue solamente para mostrar su ortodoxia a aquellos que no creían en el bautismo
como los 1 bautistas, sino también para tener un instrumento para la
instrucción y la edificación del pueblo de Dios. Por eso decidieron hacer una
delaración más completa y exacta, aprovechándose de un plan que las iglesias
congregacionalistas habían usado cuando publicaron su confesión de fe (llamado
la «Savoy»), o sea, el de copiar la famosa Confesión de fe Westminster,
cambiando mayormente aquellas cosas que tenían que ver con la iglesia, su
organización y sus ordenanzas. La Westmínster es reconocida como la más exacta
confesión de fe reformada debido a los años dedicados a su preparación por los
mejores ministros de Inglaterra y Escocia. Los bautistas defendieron este
proceder diciendo que así podrían mostrar al mundo su acuerdobásico con todos
los fundamentos de la fe protestante reformada.
También afirmaron que su
propósito no era ser contenciosos o divisivos sino andar en paz con sus
hermanos en todas las doctrinas de la fe. Compartimos los sentimientos de
aquellos ministros que representaban más de cien congregaciones y, animados por
nuestros hermanos hispanos, que rechazan el arminianismo en los países de
Centro y Sudamérica, España, Estados Unidos, República Dominicana y Puerto
Rico, hemos publicado esta traducción. Nos pareció bien seguir el plan de nuestros
antepasados, por lo tanto, copiamos la confesión de fe de Westminster
intercalando aquellos cambios hechos por los bautistas através de los tiempos,
utilizando para este propósito una traducción hecha unos años atrás por el
pastor David Surpless. Terminamos esta breve introducción con una cita del
pastor C.H. Spurgeon hablando de esta confesión: Este documento antiguo es un
excelente resumen de aquellas cosas creidas entre nosotros. Aceptamos el mismo
no como una regla autoritativa, o como un código de fe, sino como una ayuda en
la controversia, una confirmación en la fe y un medio de edificación en la
justicia. En él los miembros de esta Iglesia tendrán un pequeño resumen
doctrinal y por medio de las pruebas bíblicas alli contenidas estarán
preparados para dar una respuesta de la fe que hay en ellos.
LAS SANTAS ESCRITURAS
1. Las Santas
Escrituras son la única toda suficiente, segura e infalible regla del
conocimiento, fe y obediencia salvadoras.1 Aunque la luz de la naturaleza y las
obras de creación y de providencia manifiestan la bondad, sabiduría, y poder de
Dios, de tal manera que los hombres quedan sin excusa, sin embargo, no son
suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es
necesario para la salvación;2 por lo que le agradó al Señor, en varios tiempos
y de diversas maneras revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su
Iglesia;3 y además para conservar y propagar mejor la verdad y para el mayor
consuelo y establecimiento de la
Iglesia contra la corrupción de la carne y la malicia de
Satanás y del mundo, le agradó dejar esa revelación por escrito, por todo lo
cual las Santas Escrituras son muy necesarias, y tanto mas cuanto que han
cesado ya los modos anteriores por los cuales Dios reveló su voluntad a su
Iglesia.
(1)2Ti. 3:15-17; IS.8:20; LC 16:29,31; Ef. 2:20 (2)
Ro. 1:19-21; Ro. 2:14,15; Sal. 19:1-3 (3)He. 1:1 (4)Pr. 22;19-21; Ro. 15:4; 2P. 1:19,20.
2. Bajo el titulo de las Santas Escrituras la
palabra de Dios o escrita, se contienen todos los libros del Antiguo y
Nuevo Testamento, y los cuales son como sigue:
ANTIGUO
TESTAMENTO
Génesis
|
1ero de Reyes
|
Eclesiastés
|
Abdias
|
Exodo
|
2do de Reyes
|
Cantares
|
Jonas
|
Levítico
|
1ero de Crónicas
|
Isaías
|
Miqueas
|
Números
|
2.do de Crónicas
|
Jeremías
|
Nahúm
|
Deuteronomio
|
Esdras
|
Lamentaciones
|
Habacuc
|
Josué
|
Nehemías
|
Ezequiel
|
Sofonias
|
Jueces
|
Ester
|
Daniel
|
Hageo
|
Rut
|
Job
|
Oseas
|
Zacarías
|
1ero de Samuel
|
Salmos
|
Joel
|
Malaquías
|
2 do de Samuel
|
Proverbios
|
Amos
|
|
NUEVO
TESTAMENTO
Mateo
|
Efesios
|
Hebreos
|
Marcos
|
Filipenses
|
Santiago
|
Lucas
|
Colosenses
|
1ra de Pedro
|
Juan
|
1ra Tesalonicenses
|
2da de Pedro
|
Hechos
|
2da Tesalonicenses
|
1ra de Juan
|
Romanos
|
1ra Timoteo
|
2da de Juan
|
1ra Corintios
|
2da Timoteo
|
3ra de Juan
|
2da Corintios
|
Tito
|
Judas
|
Gálatas
|
Filemón
|
Apocalipsis
|
Todos estos fueron dados por inspiración de Dios para
que sean la regla de fe y vida.5
52 Ti.3:16 Toda la Escritura es inspirada
por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección,
para la instrucción en justicia,
3. Los libros comúnmente titulados Apócrifos, por no
ser de inspiración divina, no deben formar parte del canon de las Santas
Escrituras, y por lo tanto no son de autoridad para la Iglesia de Dios, ni deben
aceptarse ni usarse sino de la misma manera que otros escritos humanos.6
6LU 24:27,44 Y les dijo: --Estas son
las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se
cumpliesen todas estas cosas que están escritas de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas
y en los Salmos.Rom 3:2 Mucho, en todo sentido. Primeramente, que las palabras
de Dios les han sido confiadas.
4. La autoridad de las Santas Escrituras,; por la que
ellas deben ser creidas y obedecidas, no depende del testimonio de ningún
hombre o iglesia, sino enteramente del de Dios (quien en si mismo es la
verdad), el autor de ellas; y deben ser creídas porque son la palabra de Dios.7
7 2 Pe 1:19 ¶
También tenemos la palabra profética que es aun más firme. Hacéis bien en estar
atentos a ella, como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que
aclare el día y el lucero de la mañana se levante en vuestros corazones.20 Y
hay que tener muy en cuenta, antes que nada, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada;21 porque jamás fue traída la profecía por voluntad
humana; al contrario, los hombres hablaron de parte de Dios siendo inspirados
por el Espíritu Santo.16 Toda la
Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza,
para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en justicia, 1 Te
2:13 ¶ Por esta razón, nosotros también damos gracias a Dios sin cesar; porque
cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de parte nuestra, la
aceptasteis, no como palabra de hombres, sino como lo que es de veras, la
palabra de Dios quien obra en vosotros los que creéis. 1 Jn 5:9 Si recibimos el
testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el
testimonio de Dios: que él ha dado testimonio acerca de su Hijo.
5 El testimonio de la Iglesia puede movernos e
inducirnos a tener para las Santas Escrituras una estimación alta y
reverencial; a la vez el carácter celestial del contenido de la Biblia, la eficacia de su
doctrina, la majestad de su estilo, la armonía de todas sus partes, el fin que
se propone alcanzar en todo el libro (que es el de dar toda gloria a Dios), el
claro descubrimiento que hace del único modo por el cual puede alcanzar la
salvación el hombre, la multitud incomparable de otras de sus excelencias y su
entera perfección, son todos argumentos por los cuales la Biblia demuestra
abundantemente que es la palabra de Dios. Sin embargo, nuestra persuasión y
completa seguridad de que su verdad es infalible y su autoridad divina,
provienen de la obra del Espiritu Santo, quien da testimonio a nuestro corazón
con la palabra divina y por medio de ella.8 8 Jn.
16:13,14; 1 Co. 2:10-12; 1 Jn. 2:20, 27
6. Todo el consejo de Dios tocante a todas las cosas
necesarias para su propia gloria; y para la salvación, la fe y la vida del
hombre, está expresamente expuesto o implicitamente revelado en las Escrituras
y, a esta revelación de su voluntad, nada será añadido, ni por nuevas
revelaciones del Espiritu, ni por las tradiciones de los hombres.9
Sin embargo, confesamos que la iluminación interna del
Espiritu de Dios es necesaria para que las cosas reveladas en la palabra se
entiendan de una manera salvadora,10 y que hay algunas
circunstancias tocante al culto de Dios y al gobierno de la iglesia, comunes a
las acciones y sociedades humanas, que deben arreglarse conforme a la luz de la
naturaleza y de la prudencia cristiana, pero guardándose siempre las reglas
generales de la palabra. 11
9 2 Ti 3:15-17, Gá 1:8,9 10 Jn
6:45, 1 Co 2:9-12, 11 1 Co 11:13,14 1 Co 14:26,40
7 Las cosas contenidas en las Escrituras, no son todas
igualmente claras ni se entienden con la misma facilidad por todos; 12
sin embargo, las cosas que necesariamente deben saberse, creerse y guardarse
para conseguir la salvación, se proponen y se declaran en uno u otro lugar de
las Escrituras, de tal manera que no sólo los eruditos, sino aun los que no lo
son, pueden adquirir un conocimiento suficiente de tales cosas por el debido
uso de los medios ordinarios.13
122p. 3:16 13 Sal 19:7; Sal 119:130
8. El Antiguo Testamento se escribió en hebreo (que
era el idioma común del pueblo de Dios antiguamente),14 y el Nuevo
Testamento lo es en el griego (que en el tiempo en que fue escrito era el
idioma más conocido entre las naciones), porque en aquellas lenguas fueron
inspirados directamente por Dios, y guardados puros en todos los siglos por su
cuidado y providencia especiales. Por esta razón debe apelarse finalmente a los
originales en esos idiomas en toda controversia.15 Como estos
idiomas originales no se conocen por todo el pueblo de Dios, el cual tiene el
derecho de poseer las Escrituras y tiene gran interés en ellas, a las que según
el mandamiento debe leer16 y escudriñar17 en el temor de
Dios, se sigue que la Biblia
debe traducirse a la lengua vulgar de toda nación a donde sea llevada,18
para que morando abundantemente la palabra de Dios en todos, puedan adorarle de
una manera aceptable y para que por la paciencia y consolación de las
Escrituras tengan esperanza. 1914Ro. 3:2 15Is. 8:20 16Hch.
15:15 17Jn. 5:39 181 Co. 14:6,9,11,12,24,28 19Co1.
3:16; Ro. 15:4
9. La regla infalible para interpretar la; Biblia, es la Biblia misma, y por tanto,
cuando hay dificultad respecto al sentido verdadero y pleno de un pasaje
cualquiera (cuyo significado no es múltiple, sino uno solo), éste se puede
buscar y establecer por otros pasajes que hablan con más claridad del asunto. 20
20 P. 1:20,21, Hch. 15:15,16
10. El Juez Supremo por el cual deben decidirse todas
las controversias religiosas, todos los decretos de los concilios, las
opiniones de los hombres antiguos, las doctrinas de hombres y de espiritus
privados, y en cuya sentencia debemos descansar, no es ningún otro más que el
veredicto biblico dado por el Espíritu Santo. En tal veredicto descansa la fe.21
21Mt. 22:29-32; Ef. 2:20; Hch.
28:23
CAPITULO 2
DIOS Y LA SANTA TRINIDAD
1. No hay sino un solo Dios, el único viviente y verdadero.1
Existe por si mismo2 y es infinito en su ser y perfecciones. Su esencia no
puede ser comprendida.3 El es espíritu purísimo,4 invisible, sin cuerpo,
miembros o pasiones. Solo él posee inmortalidad y habita en luz inaccesible;5
quien es mm utable,6 inmenso,7 eterno,8 incomprensible, todopoderoso,9 e
infinito. Es santo,10 sabio, libre, absoluto, que hace todas las cosas según el
consejo de su propia voluntad (que es inmutable y justísima)'1 y para su propia
gloria.12 También Dios es amoroso, benigno y misericordioso, longánimo,
abundante en bondad y verdad, perdonando toda iniquidad, transgresión y pecado,
galardonador de todos los que le buscan con diligencia,13 y sobre todo muy
justo y terrible en sus juicios,14 que odia todo pecado15 y que de ninguna manera
dará por inocente al culpable.16
11 CO 8:4-6 Dt 6:4 2)Jer
10:10, Is. 48:12 3) Ex 3:14 4)Jn 4:24, 5)1 Ti
1:17; Dt 4:15,16 6) Mal. 3:6
7) 1 R. 8:27; Jer.23:23,24, 8)
Sal 90:2 9) Gn. 17:1 10)Is 6:3 11)Sal 115:3; Is 46:10 12)Pr.
16:4 Ro 11:36 13) Ex 34:6,7; He 11:6 14)Neh. 9:32,33 15
Sal. 5:5,6 16 Ex. 34:7; Nah. 1:2,3
2. Dios posee en si mismo y por si mismo toda vida,17
gloria, 18 bondad 19 y bienaventuranza,' es suficiente en todo en sí mismo y
respecto a si mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las criaturas que él
ha hecho, ni derivando ninguna gloria de ellas, sino que solamente manifiesta
su propia gloria en ellas, por ellas, hacia ellas y sobre ellas. El es la única
fuente de todo ser, de quien, por quien y para quien son todas las cosas,21
teniendo sobre ellas el más soberano dominio, y, haciendo por ellas, para ellas
y sobre ellas toda su voluntad.22
Todas las cosas están abiertas y manifiestas delante
de su vista; 23 su conocimiento es infinito, infalible e independiente de toda
criatura, de modo que para él no hay ninguna cosa contingente o dudosa.24 Es
santísimo en todos sus consejos, en todas sus obras 25 y en todos sus mandatos.
Siendo él el creador de los hombres y lós angeles, éstos le deben a él toda
adoración, 26 servicio y cualquier cosa que él pudiera demandar de ellos.
23
He 4:13 24Ez.
11:5;Hch 15:18, 25 Sal 145:17 26Ap. 5:12-14
3. La
Divinidad se compone de tres personas: Dios Padre, Dios Hijo
(o Verbo) y Dios el Espíritu Santo. 27 Son uno en sustancia, poder y eternidad.
Cada uno es enteramente Dios, pero a la vez Dios es uno e índivisible. 28 El
Padre no es de nadie, ni es engendrado ni procedente de nadie; el Hijo es
engendrado al eterno del Padre, 29 y el Espíritu Santo procede del Padre y del
Hijo. 30 Estas tres personas divinas, siendio un solo Dios eterno, indivisible
en su naturaleza y ser, son distinguidos en las Escrituras por sus relaciones
personales dentro le la divinidad, y por la variedad de obras que efectúan. Su
unidad triple (es decir, la
Trinidad) es la base esencial de comunión con Dios y del
consuelo que recibimos de nuestra confianza en él.
27i Jn. 5:7; Mt. 28:19: 2Co. 13:14
28Ex. 3:14; Jn. 14:11; 1 Co. 8:6 29Jn.
1:14,18 30 Jn 15:26; Gal. 4:6
CAPITULO 3
EL DECRETO ETERNO DE DIOS
1. Dios desde la eternidad, por el sabio y santo
consejo de su voluntad, ordenó libre e inalterablemente todo lo que sucede.1
Sin embargo, lo hizo de tal manera, que Dios ni es autor del pecado ni comparte
con los pecadores la responsabilidad del pecado2 ni hace violencia a la voluntad
de SUS criaturas, ni quita la libertad ni contingencia de las causas
secundarias sino más bien las establece.3 En todo esto se manifiesta la
sabiduria divina al igual que su poder y fidelidad para efectuar aquello que se
ha propuesto.4
1 Is. 46:10; Ef. 1:11; He. 6:17;
Ro. 9:15,18 2Stg. 1:13; 1 Jn 1:5 3Hch. 4:27,28; Jn. 19:11
4Nm. 23:19; Ef 1:3-5
Aunque Dios sabe todo lo que puede suceder en toda
clase de condición o contingencia que se puede suponer, 5 sin
embargo, nada decretó porque lo preveía como porvenir o como cosa que sucedería
en circunstancias dadas.6
5Hch. 15:18 2.6Ro. 9:11,13,16,18
3. Por el decreto de Dios y para la manifestación de
su propia gloria, algunos hombres y angeles son predestinados (o pre-ordenados)
a vida eterna por medio del Señor Jesucristo, 7 para la alabanza y gloria de su
gracia. 8 A
los demás, él ha dejado para que sean condenados en sus pecados, para la
alabanza de su gloriosa justicia.9
Ti. 5:21; Mt. 25:34 8Ef. 1:5,6 9Ro.
9:22,23; Jud. 4
4. Estos hombres y ángeles así predestinados y
preordenados, están designados particular e inalterablemente, y su número es
tan cierto y definido que ni se puede aumentar ni disminuir. 10
10Jn. 13:18; 2Ti.2:19
5. A
aquellos que Dios ha predestinado para vida desde antes que fuesen puestos los
fundamentos del mundo, conforme a su eterno e inmutable propósito y al consejo
y beneplácito secreto de su propia voluntad, los ha escogido en Cristo para la
gloria eterna; mas esto por su libre gracia y puro amor,11 sin
cualquiera otra cosa en la criatura como condición o causa que le mueva a ello.12
11Ef. 1:4,9,11; Ro.8:30; 2TI.1:9; 1 Ts. 5:9 12Ro.
9:13,16; Ef. 2:5,12
6. Así como Dios ha designado a los elegidos para la
gloria, de la misma manera, por el propósito libre y eterno de su voluntad, ha
preordenado también 105 medios para ello.13 Por tanto, los que son elegidos,
habiendo caído en Adam, son redimidos por Cristo,14 y en debido tiempo
eficazmente llamados a la fe en Cristo por el Espíritu Santo; son justificados,
adoptados, santificados,15 y guardados por su poder, por medio de la fe, para
salvación.16 Nadie más será redimido por Cristo, eficazmente llamado,
justificado, adoptado, santificado y salvado, sino solamente los elegidos.17
13 1 P. 1:2; 2Ts.2:13 141
Ts. 5:9,10 15Ro. 8:30; 2Ts.2:13 16 1 P. 1:5 17Jn.
10:26; Jn. 17:9; Jn.6:64
7 La doctrina de este alto misterio de la
predestinación debe tratarse con especial prudencia y cuidado, para que los
hombres, persuadidos de su vocación eficaz, se aseguren de su elección
eterna,18 y atendiendo a la voluntad revelada en la palabra de Dios, cedan la
obediencia a ella. De esta manera esta doctrina proporcionará motivos de
alabanza,19 reverencia y admiración a Dios; y también de humildad,20 diligencia
y abundante consuelo a todos los que sinceramente obedecen al evangelio.21
18 1 Ts. 1:4,5; 2P.1:10 19Ef.
1:6; Ro. 11:33 20Ro. 11:5,6,20 21Lc 10:20
CAPITULO 4
LA CREACION
1. En el principio agradó a Dios Padre, Hijo y
Espíritu Santo,1 para la manifestación de la gloria de su poder,2 sabiduría y
bondad eternas, crear o hacer el mundo y todas las cosas que en él están, ya
sean visibles o invisibles, en el espacio de seis días y todas muy buenas.3
1Jn.
1:2,3; He. 1:2; Job 26:13 2Ro. 1:20 3Col. 1:16; Gn. 1:31 1
2. Después que Dios hubo creado todas las demás
criaturas, creó al hombre, varón y hembra,4 con alma racional e inmortal,5 y en
toda manera posible les preparó para una vida en armonía con él. Fueron creados
a su imagen, dotados de conocimiento, justicia y santidad verdadera,6 teniendo
la ley de Dios escrita en su corazón,7 y dotados del poder de cumplirla; sin
embargo, había la posibilidad de que la quebrantaran dejados a la libertad de
su voluntad que era mudable.8
4
Gn. 1:27 5
Gn. 2:7 6Ec. 7:29; Gn. 1:26 7Ro 2:14,15 8 Gn.
3:6
Además de esta ley escrita en su corazón, recibieron
el mandato de no comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, 9 y mientras
guardaron este mandamiento, fueron felices, gozando de comunión con Dios, y
teniendo dominio sobre las criaturas.10
9Gn.2:17 3 10 Gn
1:26,28
CAPITULO 5
PROVIDENCIA
1. Dios, el buen creador de todo, en su poder y
sabiduría infinita, sostiene, dirige, dispone y gobierna a todas las criaturas
y cosas,1 desde la más grande hasta la más pequeña,2 por su sabia y santa
providencia. Dios cumple con los propósitos para los cuales él creó estas
cosas, conforme a su presciencia infalible, y al libre e inmutable consejo de
su propia voluntad, para la alabanza de la gloria de su sabiduría, poder,
justicia, bondad y misericordia.3
1He. 1:3;Job 38:11;Is.
46:10,11;Sal. 135:6 2Mt. 10:29-31 3Ef. 1:11 4Hch.
2:23 5 Pr. 16:33
6gn. 8:22
2. Aunque con respecto a la presciencia y decreto de
Dios, causa primera, todas las cosas sucederán inmutable e infaliblemente,4 de
modo que nada ocurre por suerte o fuera de la esfera de su providencia;5 sin
embargo, por la misma providencia las ha ordenado de tal manera, que sucederán
conforme a la naturaleza de las causas secundarias, sea necesaria, libre o
contingentemente.6
3. Dios en su providencia ordinaria hace uso de
medios;7 a
pesar de esto, él es libre para obrar sin ellos,8 sobre ellos,9 y contra
ellos,10 según le plazca.
7Hch. 27:31,44; Is. 55:10,11 8 Os. 1:7 9Ro. 4:19-21
10Dn. 3:27
4. El poder todopoderoso, la sabiduría inescrutable y
la bondad infinita de Dios se manifiestan en su providencia de tal manera que
su propósito soberano se extiende aun hasta la primera caída y a todos los
otros pecados de los ángeles y de los hombres,11 y esto no sólo por un mero
permiso, sino que él sabia y poderosamente limita, ordena y gobierna,12 en
varias formas, las acciones pecaminosas de tal manera que éstas llevan a cabo
sus designios santos,13 pero de tal modo, que lo pecaminoso procede sólo de la
criatura, y no de Dios, quien es justísimo y santísimo, y por eso, no es, ni
puede ser el autor o aprobador del pecado.14
11Ro. 11:32-34; 25.24:1; 1 Cr.
21:1 122 R. 19:28; Sal. 76:10 130n. 50:20; Is. 10:6,7,12 14Sa1.
50:21; 1 Jn. 2:16
5. El todo sabio, justo y benigno Dios, a menudo deja
por algún tiempo a sus hijos en las tentaciones multiformes y en la corrupción
de sus propios corazones, a fin de corregirles de sus pecados anteriores o para
descubrirles la fuerza oculta de la corrupción, para humillarlos, y para
infundir en ellos el sentimiento de una dependencia más íntima y constante de
él para su apoyo, y para hacerles más vigilantes contra todas las ocasiones
futuras del pecado, y para otros muchos fines santos y justos.15
152 Cr. 32:25,26,31; 2 Co. 12:7-9 16
Ro. 8:28
Su santo y justo propósito es obrado de tal forma que
todo lo que ocurre a sus elegidos es según su designio, para su gloria y para
el bien de ellos.16
6. En cuanto a aquellos hombres malvadose impíos a
quienes Dios como juez justo ha cegado y endurecido a causa de sus pecados
anteriores,17 no sólo les retira su gracia por la cual podrían haber alumbrado
sus entendimientos y ejercitado sus corazónes,18 sino también algunas veces les
retira los dones que ya tenían,19 y los deja expuestos a objetos que son causa
de pecado debido a la corrupción humana,20 y a la vez les entrega a sus propias
concupiscencias, a las tentaciones del mundo y al poder de Satanas,21 de donde
sucede que se endurecen bajo los mismos medios que Dios emplea para ablandar a
los demás.22
17Ro. 1:24-26,28; Ro. 11:7,8 18Dt.
29:4 19 Mt. 13:12 20 Dt 2:30; 2 R. 8:12,13 2 Ts. 2:10-12
22 Ex 8:15,32; Is.6:9,10; 1 P.2:7,8
7. Así como la providencia de Dios alcanza, en general
a todas las criaturas, así también de un modo especial cuida a su Iglesia y
dispone todas las cosas para el bien de ella. 23
23 1 Ti. 4:10; Am. 9:8,9; Is
43:3-5
CAPITULO 6
LA CAIDA DEL HOMBRE, EL PECADO
Y SU CASTIGO
1. El hombre, según vino de la mano de Dios, su
creador, era perfecto y limpio. La ley justa que Dios le dio hablaba de vida
condicionada a su obediencia y amenazaba con muerte la desobediencia.1 La
obediencia de Adán fue muy corta. Satanás usó la sutil serpiente para traer a
Eva al pecado y entonces ella sedujo a Adán, quien sin ninguna fuerza de
afuera, libremente violó la ley bajo la cual habían sido creados y también el
mandamiento de Dios de no comer del fruto prohibido.2 Plugo a Dios, conforme a
su sabio y santo propósito, permitir este pecado proponiéndose ordenarlo para
su propia gloria.
1Gn. 2:16,17 2Gn. 3:12,13;2 Co.
11:3
2. Por este pecado, nuestros primeros padres cayeron
de su justicia original y perdieron la comunión con Dios. El pecado de ellos
nos envolvió a todos y a través de este pecado la muerte pasó a todos.3 Todos
los hombres vinieron a ser muertos en pecado,4 y totalmente corrompidos en
todas las facultades y partes del alma y del cuerpo.5
3Ro. 3:23 4Ro. 5:12-21 5Tit
1:15;Gn. 6:5; Jer. 17:9; Ro. 3:1~19
3. Siendo ellos la raíz de la raza humana, y por la
ordenanza de Dios estando Adan en el lugar de toda la humanidad, la culpa de
este pecado fue imputada a su posteridad, y la naturaleza corrompida se
transmitió a aquella que desciende de ellos según la generación ordinaria.6
Todos los hombres, siendo concebidos en pecado,7 y por naturaleza hijos sujetos
a la ira de Dios,8 siervos del pecado y sujetos a la muerte,9 son dados a
inexplicables miserias espirituales, temporales y eternas, a no ser que el
Señor Jesucristo los libere.10
6 Ro. 5:12-19; 1 Co. 15:21,22,45,49 7Sal. 51:5; Job 14:4 8Ef.
2:3 9Ro. 6:20; 5:12
10 He.2:14,15;1 Ti. 1:10
4. De esta corrupción original, por la cual carecemos
de disposición y aptitud para todo bien y estamos opuestos a este bien, así
como enteramente inclinados a todo mal,11 dimanan todas nuestras transgresiones
actuales.12
11Ro. 8:7; Col. 1:2112Stg. 1:14; Mt. 15:19
5. Esta corrupción de naturaleza dura toda esta vida
aun en aquellos que son regenerados;13 y, aun cuando sea perdonada y
amortiguada por medio de la fe en Cristo, sin embargo, ella, y todos los
efectos de ella son verdadera y propiamente pecado.14
13Ro. 7:18,23;Ec. 7:20;1Jn. 1:8 14Ro.
7:23-25;Gá. 5:17
CAPITULO 7
EL PACTO DE DIOS
1. La distancia que media entre Dios y la criatura es
tan grande, que aun cuando las criaturas racionales le deben obediencia como
a su creador, sin embargo, ellas no podrán nunca llegar a vida espiritual, si
no es por alguna condescendencia voluntaria de parte de Dios, habiéndole plac
ido a éste expresarla por medio de un pacto.1
1Lc. 17:10; Job 35:7,8
2. Ademas, ya que el hombre, por razón de su caída en
el pecado, se colocó a sí mismo bajo la maldición de la ley de Dios,2 le plació
al Señor hacer un pacto de gracia, según el cual Dios ofrece libremente a los
pecadores vida y salvación por Jesucristo,3 exigiéndoles la fe en éste para que
puedan ser salvos, y prometiendo dar su Espíritu Santo a todos aquellos que ha
ordenado para vida eterna, dándoles así voluntad y capacidad para creer.4
2Gn. 2:17; Gá. 3:10 3Ro.
8:3;Mr. 16:15,16; Jn. 3:16 4 Ez. 36:26,27; Jn. 6:44,45; Sal.
110:3
3. El pacto de Dios es revelado en el evangelio; en
primer lugar a Adán en la promesa de salvación a través de la simiente de la
mujer,5 y luego, paso a paso hasta la entera revelación de salvación en el
Nuevo Testamento.6 La salvación de los elegidos esta basada en un pacto de
redención que fue trazado en la eternidad entre Dios Padre e Hijo,7 y es
únicamente a través de la gracia dada en este pacto que todos los descendientes
del Adán caído, quienes han sidos salvados, han obtenido vida e inmortalidad
bendita, pues los términos de bendición que aplicaban a Adán en su estado de
inocencia no son aplicables a su posteridad para hacerles acceptables ante
Dios.8
5Gn. 3:15 6He. 1:1 7
2Ti. 1:9; Tit. 1:2 8He. 11:6,13; Ro. 4:1,2,etc.; Hch. 4:12; Jn.8:56
CAPITULO 8
CRISTO EL MEDIADOR
1. Agradó a Dios en su propósito eterno, escoger y
ordenar al Señor Jesucristo, su unigénito Hijo, de acuerdo al pacto en el cual
habían entrado, para que fuese el mediador entre Dios y el hombre,1 como tal,
él es pro feta,2 sacerdote3 yrey,4 el salvador y cabeza de su Iglesia,5el
heredero de todas las cosas,6 y juez mundo;7 desde la eternidad le de todo el
dio Dios un pueblo para que fuese su simiente y para que a su debido tiempo lo
redimiera, llamara, justificara, santificara y glorificara.8;
1Is.4Z-1; 1 P. 1:19,20; 2Hch.
3:22 3He. 5:5,6 4 Sal 2:6; 5Ef. 1:22,23 6Hc.
1:2 7Hch. 17:31 8Is. 53:10 Jn. 17:6; Ro. 8:30
2. El Hijo de Dios, la segunda persona de la Santa Trinidad,
siendo verdadero y eterno Dios, la brillantez de la gloria de su Padre, igual y
de una sustancia con Él, quien hizo el mundo y mantiene y gobierna todas las
cosas que ha hecho, habiendo llegado la plenitud del tiempo, tomó sobre si la
naturaleza del hombre con todas sus propiedades esenciales y con sus
debilidades comunes,9 mas sin pecado.10 Fue concebido por el Espíritu Santo en
el vientre de la Virgen
Maria, una mujer perteneciente a la tribu de Judá. El
Espíritu Santo vino sobre ella y el poder de Dios la cubrió. Y así, según las
Escrituras, fue hecho él de una mujer, descendiente de Abraham y David.11 Así
que, dos naturalezas perfectas y distintas, se unieron inseparablemente en una
persona, pero sin conversión, composición o confusión alguna. Esta persona es
verdadero Dios y verdadero hombre, un Cristo, el único mediador entre Dios y el
hombre.12
9Jn.
1:14;Gá. 4:4 10RO. 8:3; He. 2:14,16,17; He. 4:15 11Mt. 1:22,23;
Lc. 1:27,31,35 12Ro. 9:5; lTi.2:5
3. El Señor Jesús, en su naturaleza humana unida así a
la divina, en la persona del Hijo, fue ungido y santificado cón el Espíritu Santo
sobre toda medida,13 y posee todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento,14 pues agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,15 a fin
de que siendo santo, inocente, inmaculado,16 lleno de gracia y de verdad,17
fuese del todo apto para desempeñar los oficios de mediador y fiador.18 Cristo
no tomó por sí mismo estos oficios, sino que fue llamado para ello por su
Padre,19 quien puso en él todo juicio y poder, y le autorizó para que
desempeñara tales oficios.20
13
Sal. 45:7;
Hch. 10:38; Jn 3:34 14Co1. 2:3 15Col 1:19 16He.
7:26 17Jn. 1:14 18He. 7:22 19He. 5:5 20 Jn.
5:22,27; Mt. 28:18; Hch. 2:36
4. El Señor Jesús, con la mejor voluntad tomó para si
estos oficios,21 y para desempeñarlos, se puso bajo la ley,22 la que cumplió
perfectamente. También sufrió el castigo que nos tocaba a nosotros y que
debíamos haber sufrido,23 pues él llevó nuestros pecados y fue acusado en
nuestro lugar.24 Padeció dolores en su alma más allá de nuestro entendimiento y
los más grandes sufrimientos en su cuerpo:25 fue crucificado y murió, y
permaneció bajo el poder de la muerte, aun cuando no vio corrupción.26 Al
tercer día se levantó de entre los muertos27 con el mismo cuerpo que tenía
cuando sufrió,28 con el cual también ascendió al cielo29 donde se sentó a la
diestra del Padre. Allí intercede por su pueblo,30 y cuando sea el fin del
mundo, volverá para juzgar a los hombres y a los ángeles.31
21Sal.
40:7,8; He. 10:5-10; Jn. 5:18 22Gá. 4:4; Mt. 3:15 23 Gá
3:13; Is. 53:6; 1 P. 3:18 24 2 Co. 5:21 25Mt. 26:37,38;Lc
22:44; Mt. 27:46 26Hch. 13:37 271 Co.
15:3,4 28Jn. 20:25,27 29Mr.16:19; Hch. 1:9-11 30 Ro
8:34; He. 9:24 31Hch. 10:42;Ro. 14:9,10;Hch. 1:11;2 P. 2:4
5. El Señor Jesucristo, por su perfecta obediencia y
por el sacrificio de sí mismo que ofreció una sola vez por el Espíritu eterno
de Dios, ha satisfecho plenamente a la justicia de Dios.32 El ha efectuado la
reconciliación y ha comprado un herencia eterna en el reino de los cielos para
todos aquellos dados a él por el Padre.33
32
He. 9:14;
Re. 10:14; Ro. 3:25,26 33 Jn. 17:2; He.9:15
6. Aun cuando el precio de la redención no fue
actualmente pagado, sino hasta la encarnación, sin embargo, la virtud, la
eficacia y los beneficios de ella, se comunicaban a los escogidos en todas las
épocas transcurridas desde el principio, en las promesas, tipos y sacrificios,
y por medio de estas cosas, por las cuales Cristo fue revelado y designado como
la simiente que quebrantaria la cabeza de la serpiente,34 y como el cordero
inmolado desde la fundación del mundo;35 siendo él, el mismo ayer, hoy y por
siempre.36
341 Co. 10:4; He. 4:2; 1 P. 1:10,11 35Ap.
13:8 36He. 13:8
7. Cristo en su oficio de mediador, obra ; conforme a
sus dos naturalezas, haciendo por cada una de éstas lo que es propio de cada
una de ellas; mas por razón de la unidad de la persona, lo que es propio de una
naturaleza, se le atribuye algunas veces en la Escritura a la persona
denominada por la otra naturaleza.37
37Jn.3:13 Hch. 20:28 38 Jn 6:37;
Jn. 10:15,16;Jo. 17:9;Ro. 5:10 39Jn. 17:6;Ef. 1:9;1 Jo. 5:20 40Ro.
8:9,14 41 Sa1. 110:1; 1 Co. 15:25,26 42Jn 3:8;Ef. 1:8
8. A todos
aquellos para quienes Cristo ha obtenido eterna redención, cierta y eficazmente
les aplica y comunica la misma, haciendo intercesión por ellos,38 uniéndoles a
él por su Espiritu, revelándoles en la palabra y por medio de ella el misterio
de la salvación, persuadiéndoles eficazmente a creer y a obedecer,39 gobernando
el corazón de ellos por su palabra y Espíritu,40 y venciendo a todos sus
enemigos por su gran poder y sabiduría,41 y de la manera y por los caminos que
están más en conformidad con su maravillosa e inescrutable dispensación. Todas
estas cosas son hechas en su libre y soberana gracia e incondicionalmente, ya
que nada de mérito es previsto por él en sus elegidos.42 eterno de Dios, ha satisfecho
plenamente a la justicia de Dios.32 El ha efectuado la reconciliación y ha
comprado un herencia eterna en el reino de los cielos para todos aquellos dados
a él por el Padre.33
32He. 9:14; He. 10:14; Ro. 3:25,26
33Jn. 17:2; He.9:15
6. Aun cuando el precio de la redención no fue
actualmente pagado, sino hasta la encarnación, sin embargo, la virtud, la
eficacia y los beneficios de ella, se comunicaban a los escogidos en todas las
épocas transcurridas desde el principio, en las promesas, tipos y sacrificios,
y por medio de estas cosas, por las cuales Cristo fue revelado y designado como
la simiente que quebrantaría la cabeza de la serpiente,34 y como el cordero
inmolado desde la fundación del mundo;35 siendo él, el mismo ayer, hoy y por
siempre.36
34 1Co. 10:4;He. 4:2;1 P. 1:10,1135Ap.
13:8 36He. 13:8
7. Cristo en su oficio de mediador, obra 37 Jn. 3:13;
conforme a sus dos naturalezas, haciendo Hch. 20:28 por cada una de éstas lo
que es propio de cada una de ellas; mas por razón de la unidad de la persona,
lo que es propio de una naturaleza, se le atribuye algunas veces en la Escritura a la persona
denominada por la otra naturaleza.37
8. A todos
aquellos para quienes Cristo ha obtenido eterna redención, cierta y eficazmente
les aplica y comunica la misma, haciendo intercesión por ellos,38 uniéndoles a
él por su Espíritu, revelándoles en la palabra y por medio de ella el misterio
de la salvación, persuadiéndoles eficazmente a creer y a obedecer,39 gobernando
el corazón de ellos por su palabra y Espíritu,40 y venciendo a todos sus
enemigos por su gran poder y sabiduría,41 y de la manera y por los caminos que
están más en conformidad con su maravillosa e inescrutable dispensación. Todas
estas cosas son hechas en su libre y soberana gracia e incondicionalmente, ya
que nada de mérito es previsto por él en sus elegidos.42
38Jn. 6:37; Jn. 10:15,16; Jn. 17:9; Ro. 5:10
39Jn. 17:6;
Ef. 1:9; 1 Jn. 5:20 40Ro. 8:9,14 41Sal. 110:1; 1 Co. 15:25,26 42 Jn. 3:8; Ef. 1:8
CONFESION DE FE BAUTISTA DE 1689
9 Cristo, y Solo Cristo puede ser mediador entre Dios
y los hombres. El es el profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios. Su oficio
de mediador no puede ser transferido a ningún Otro,
10. El triple oficio de Cristo es necesario para
nosotros. Por nuestra ignorancia estamos en necesidad de su oficio profético;44
por nuestra separación de Dios y la imperfección de nuestros servicios, aun
cuando sean lo mejor, necesitamos su oficio sacerdotal para reconciliarnos con
Dios y hacernos aceptables a él;45 y debido a que nosotros hemos dado la
espalda a Dios y estamos completamente incapacitados para volver a él y también
porque necesitamos ser rescatados y asegurados de nuestros adversarios
espirituales, necesitamos su oficio como rey para convencer, controlar, atraer,
sostener, librar y preservarnos hasta que finalmente entremos en su reino
celestial.46
44Jn.1:18
~ 1:21; Gá. 5:17 461n. 16:8; Sal. 110:3; L£. 1:74,75
CAPITULO 9
EL LIBRE ALBEDRIO
1Mt. 17:12; 1. Dios ha dotado la voluntad del Stg.
1:14; hombre de una y un Dt.30:19 libertad natural, poder para actuar a base de
decisión propia, que no es forzada ni obligada a hacer bien o mal, por ninguna
necesidad de la naturaleza.12Ec. 7:29 36n. 3:6 4Ro. 5:6; 8:7
2. El hombre en su estado de inocencia, tenía libertad
y poder para querer y hacer lo que era bueno y agradable a Dios,2 pero era
mutable y podía caer de dicho estado.3 3. El hombre, por su caída a un estado
de pecado, perdió completamente toda capacidad para querer algún bien
espiritual que acompañe a la salvación.4 Así es que como hombre natural que
está enteramente opuesto a ese bien y muerto en el pecado5 no puede por su
propia fuerza convertirse a sí mismo o prepararse para ello.6
5Ef.2:1,5 Tit. 3:3-5; Jn. 6:44
4. Cuando Dios convierte a un pecador y le pone en el
estado de gracia, le libra de su estado de servidumbre natural bajo el pecado,7
y por su gracia solamente lo capacita para querer y obrar libremente lo que es
bueno en lo espiritual;8 sin embargo, por razón de la corrupción que aún queda,
el converso no quiere ni perfecta ni únicamente lo que es bueno, sino también
lo que es malo.9
7Col. 1:13; Jn. 8:36 8FiI. 2:13 9Ro. 7:15,18,19,21,23
10Ef. 4:13
5. El libre albedrío del hombre será perfecto y
inmutablemente l~bre para querer tan sólo lo que es bueno, únicamente en el
estado de la gloria.10
CAPITULO 10
EL LLAMAMIENTO EFICAZ
1. A
aquellos a quienes Dios ha predestinado para vida, le agrada en su tiempo
señalado y aceptado, llamar eficazmente1 por su palabra y Espíritu, sacándolos
del estado de pecado y muerte en que se hallaban por naturaleza para darles
vida y salvación por Jesucristo.2 Esto lo hace iluminando espiritualmente su
entendimiento, a fin de que comprendan las cosas de Dios;3 quitándoles el
corazón de piedra y dándoles uno de carne,4 renovando sus voluntades y por su
poder soberano determinándoles a hacer aquello que es bueno, y llevándoles
eficazmente a Jesucristo;5 de tal manera que ellos vienen con absoluta
libertad, habiendo recibido por la gracia de Dios la voluntad de hacerlo. 6
1Ro. 8:30; 11:7; Ef. 1:10,11; 2Ts.2:13,14
2Ef. 2:16 3Hch. 26:18; Ef. 1:17,18 4Ez.36:26 5Dt.
30: Ez. 36:27; Ef. 1:19 6Sal. 110:3; Cnt. 1:4
2. Este llamamiento eficaz depende de la libre y
especial gracia de Dios y de ninguna manera de alguna cosa prevista en el
hombre, 7 el cual es en esto enteramente pasivo, hasta que siendo vivificado y
renovado por el Espíritu Santo,8 adquiere la capacidad de responder a este
llamamiento y de recibir la gracia ofrecida y trasmitida en él. Esto sucede por
el mismo poder que obró la resurrección de Cristo de los muertos.9
7 2 Ti 1:9; Ef 2:8 81 Co. 2:14;Ef. 2:5; Jn. 5:25 9 Ef.1:19,20
3. Los niños elegidos 10 que mueren en
la infancia, son regenerados y salvados en Cristo por medio del Espíritu,11
quien obra cuándo, dónde y cómo quiere.12 Lo mismo sucederá con todas las
personas elegidas que sean incapaces de ser llamadas externamente por el
ministerio de la palabra.
10 Elegidos no
aparece en la versión original.11Jn 3:3,5,6 12Jn. 3:8
4. Otras personas no elegidas, aun cuando sean
llamadas por el ministerio de la palabra y tengan algunas de las opera 1 in. 2:24,25 ciones comunes
del Espíritu,13 como no son efectivamente traidos por el Padre, no pueden ni
quieren venir verdaderamente a Cristo, y por lo mismo no pueden ser salvas;14
mucho menos pueden los que no reciben la religión cristiana, salvarse de alguna
otra manera, aun cuando sean diligentes en ajustar sus vidas a la luz de la
naturaleza y a la ley de la religión que profesan.15
13Mt. 22:14;Mt.13:20,21; He. 6:4,5
14 Jn 6:44,45,65;15 Hch. 4:12;Jo. 4:22; 17:3