Holocausto JUDIO
En Historia,
se identifica con el nombre de Holocausto —también conocido en
hebreo como השואה, Shoá,
traducido como «La Catástrofe»— a lo que técnicamente también se conoce, según
la terminología nazi, como «solución
final» —en alemán, Endlösung—
de la «cuestión judía»,1 es
decir, el genocidio en el que aproximadamente seis millones de judíos2 fueron
asesinados por el régimen nazi, bajo el mando de Adolf Hitler,
y sus colaboradores. Los asesinatos tuvieron lugar a lo largo de toda la Alemania nazi y
los territorios ocupados por los alemanes, que se extendían por la mayor parte
de Europa.3 Entre
los métodos utilizados estuvieron la asfixia por gas venenoso,
los disparos, el ahorcamiento,
los trabajos forzados, el hambre, los experimentos pseudocientíficos,
latortura médica y los golpes.4
La decisión nazi de llevar a la práctica el
genocidio fue tomada entre fines del verano y principios del otoño de 19415 y
el programa genocida alcanzó su punto culminante en la primavera de 1942 —desde
finales de 1942, las víctimas eran transportadas regularmente en trenes de
carga especialmente construidos a campos de exterminio donde, si sobrevivían al
viaje, la mayoría eran asesinados sistemáticamente en las cámaras de
gas—.6 A
cargo de su planificación, organización administrativa y supervisión estuvo Heinrich
Himmler.7
Por lo demás, fue la repetida retórica antisemita de Adolf Hitler la
que incentivó la ejecución de las matanzas, que además contaron directamente con su aprobación.8 De
esta forma, entre 1941 y 1945, la población judía de Europa fue perseguida y
asesinada sistemáticamente, en el mayor genocidio del siglo XX.
Sin embargo, este exterminio no se limito
sólo a los judíos, sino que los actos de opresión y asesinato se
extendieron a otros grupos étnicos y políticos.9 Cada
brazo del aparato del Estado alemán participó en la logística del genocidio,
convirtiendo alTercer Reich en un «Estado genocida».10 Las
víctimas no judías de los nazis incluyeron a millones de polacos, comunistas y
otros sectores de la izquierda política, homosexuales, gitanos,
discapacitados físicos y mentales y prisioneros de guerra soviéticos.
En total, un mínimo de once millones de personas murieron, de ellas, un millón
habrían sido niños.11
De los aproximadamente nueve millones de
judíos residentes en Europa antes del Holocausto,
aproximadamente dos tercios fueron asesinados.12 La
maquinaria del Holocausto tenía una red de aproximadamente 42 500
instalaciones por toda Europa para confinar y matar a sus víctimas y contó con
la participación directa de entre 100 000 y 500 000 personas para su
planificación y ejecución.13
Por otro lado, a lo largo del Holocausto se
produjeron episodios de resistencia armada contra los nazis. El
ejemplo más notable fue el Levantamiento del Gueto de Varsovia de
1943, cuando miles de combatientes judíos mal armados se enfrentaron durante
cuatro semanas a las SS.
Se estima que entre 20 000 y
30 000 judíos participaron en Europa del
Este en los movimientos partisanos creados durante la Segunda Guerra Mundial en los países
ocupados por Alemania, que contaron con millones de guerrilleros.14 Los
judíos franceses también tuvieron gran actividad en la Resistencia francesa. En total, se
produjeron alrededor de un centenar de levantamientos judíos armados.
La Unión Europea sancionó
una ley que entró en vigor a finales de 2007 penando el negacionismo del Holocausto y de
todos los demás crímenes nazis;15además,
creó en 2010 la base de datos Infraestructura europea para la
investigación del Holocausto (EHRI), destinada a reunir y unificar
toda la documentación y archivos que conciernen al genocidio.16 Por
otro lado la ONU rinde homenaje a las
víctimas del Holocausto desde 2005, habiendo fijado el 27 de enero comoDía
Internacional de la Memoria de las Víctimas del Holocausto, dado que ese
día de 1945, el Ejército Rojo liberó el campo de concentración de Auschwitz.17
Cadáveres hallados en Bergen-Belsen,
19 de abril de 1945.
Los primeros en usar el
término «Holocausto» fueron los historiadores judíos de finales de la década de 1950; la generalización de
dicho término se produjo a finales de los años sesenta.18
La palabra «holocausto»
proviene de la traducción griega del texto masorético conocida como Versión de
los setenta, en la que el término olokaustos (ὁλόκαυστος: de ὁλον, ‘completamente’, y
καυστος, ‘quemado’) traduce una palabra hebrea que se refiere a un sacrificio
consumido por el fuego.19
También se utiliza para
nombrarlo el término Shoá (Shoah o Sho'ah),20 término
proveniente del hebreo שואה y
cuyo significado es «catástrofe».21 La
palabra forma parte de la expresión Yom ha-Sho'ah, con la que se
nombra en Israel al
día oficial de la Memoria del Holocausto.
En yidis para referirse
al Holocausto se emplea la expresión hurb'n eiropa,22 y
ella posee el significado de "Destrucción [de las comunidades judías] de
Europa", incluyendo esto también la cultura de las mismas.23
En cuanto a la historia del
uso del término «holocausto», desde el siglo XVI se empleó la expresión «holocaust»
en el idioma inglés para catástrofes extraordinarias de incendios con gran
cifra de víctimas. En el siglo XVIII la palabra adquiere un significado más
general de muerte violenta de gran número de personas.24
Antes del genocidio judío
perpetrado por los nazis,
Winston Churchill usó la expresión «holocaust» en su publicación El
mundo en crisis en referencia al genocidio
armenio en Turquía.25
En relación al uso de la
palabra holocausto para referirse al genocidio de
aproximadamente seis millones de judíos europeos
durante la Segunda Guerra Mundial,26en
la entrada "Holocaust" de la Encyclopaedia Britannica (2007),
la definición es la siguiente:
la matanza sistemática, patrocinada por el Estado, de
seis millones de hombres, mujeres y niños judíos, y millones de otros,
[perpetrada] por la Alemania Nazi y sus colaboradores durante la Segunda Guerra
Mundial. Los alemanes la llamaron «la solución final para la cuestión judía».27
La persecución y el
asesinato de los judíos no se desarrollaron exclusivamente en Alemania o en los
distintos campos de exterminio, sino que también tuvieron lugar en Rusia, Europa
Oriental y la península balcánica, donde los alemanes y sus
colaboradores (austriacos, lituanos, letones, ucranianos, húngaros, rumanos,
croatas y otros) llevaron a cabo múltiples matanzas de judíos en fosas,
bosques, barrancos y trincheras.28
La cuestión organizativa y el papel de Hitler[editar]
La historiografía sobre el
nazismo y el Holocausto ha discutido desde siempre el grado de diseño u
organización previa con la que se llevó a cabo el genocidio y, asimismo, el
grado de implicación de Hitler, tanto en lo que se refiere a si hubo una orden
directa y explícita del mismo para que se iniciase, como en si hubo respaldos
explícitos por su parte durante su ejecución.
La imperfección de las fuentes, que en buena medida es
un reflejo del secretismo de las operaciones de asesinato y de la deliberada
falta de claridad en el lenguaje empleado para referirse a ellas, ha llevado a
los historiadores a extraer conclusiones muy diversas, aun a partir de las
mismas evidencias, en cuanto al momento y la naturaleza de la decisión o
decisiones de exterminar a los judíos.29
En el estado actual de
conocimientos, parece asentada la idea de que el Holocausto no se desarrolló
siguiendo las directrices de ningún plan perfectamente definido; de hecho, no
se tiene constancia de ningún documento que recogiese un diseño específico para
el mismo. Así las cosas, se considera que
la Solución Final, tal y como surgió, era una unidad
dentro de un número concreto de «programas» organizativamente distintos, uno de
los cuales, surgiendo de las condiciones específicas del Warthegau y permaneciendo
en todo momento bajo la dirección del mando de la provincia más que bajo el
control central de la oficina principal de la Seguridad del Reich, fue el
programa de exterminio de Chelmno.30
En cuanto al grado de
responsabilidad directa de Hitler, Adolf
Eichmann recordó, años después de terminada la guerra, que Heydrich le
había comunicado que tenía una orden de Hitler para exterminar físicamente a
los judíos.31 En
esta línea, hasta la década de 197032 se
aceptaba que la "solución final" se había puesto en marcha a partir
de una orden directa de Hitler. Sin embargo, en 1977 el historiador Martin
Broszat dio un giro a esta visión de los hechos notando que Hitler no había
dado ninguna «orden exhaustiva de exterminio general», sino que habían sido los
"problemas para aplicar la deportación general", tras la invasión de
la URSS, los que habían llevado a los dirigentes nazis a iniciar los asesinatos
en masa de judíos en las regiones que estuviesen bajo su mandato. Solo
retrospectivamente, esos asesinatos habrían sido notados por la dirección nazi
y reconvertidos en un programa de exterminio más general y concienzudo.33 En
concreto,
el programa de exterminio de los judíos se desarrolló
gradualmente de un modo institucional y fue puesto en práctica mediante
acciones individuales hasta principios de 1942, para adquirir un carácter
definitivo después de la construcción de los campos de exterminio en Polonia
(entre diciembre de 1941 y julio de 1942).34
Esta línea de
interpretación sería respaldada desde 1983 por otro historiador relevante, Hans Mommsen, quien ha
insistido en la idea de que la Solución Final surgió a partir de los
fragmentados procesos de toma de decisiones del nazismo, los cuales permitirían
las iniciativas particulares al respecto y la acumulación de la radicalización
de las mismas. Para él, está claro que Hitler conocía y aprobaba todo lo que
sucedía, pero la improbabilidad de que pudiese haber una orden formal suya en
relación al genocidio se compadece perfectamente con sus intentos explícitos de
ocultar su responsabilidad personal y, subconscientemente, de suprimir la
realidad circundante.35