LA IGLESIA IGLESIA BAJO LA
Las catacumbas debajo de Roma fueron el
refugio temporal de las pequeñas comunidades perseguidas. La iglesia viva, la
luz del mundo, la sal de la tierra, el símbolo terrestre de la vida tenía ahora
que compartir sus reuniones devocionales en los cementerios, si el culto en los
hogares era simple, las catacumbas dan muestras de cierta evolución hacia
alguna elaboración ritual, con, también, algún énfasis en el misticismo de los
símbolos cristianos.
Hay que entender que la iglesia en
aquellos días estaba siendo atacada ferozmente por todos los flancos: persecución
imperial, falsos maestros, sobre todo con influencias gnósticas desde dentro,
falsos maestros legalistas judaizantes desde fuera; por lo mismo, el vendaval
doctrinal y el azogue de la persecución oficial amenazaban con desvencijar
todos los andamios del endeble edificio de la iglesia que apenas empezaba a
tomar forma. Al menos tres siglos después de la ascensión de Cristo,
Constantino2 enfrascado en una guerra por la consolidación del trono de Roma en
contra de sus hermanos, Constancio y Constante recibe una “epifanía” que lo
induce a aliarse al movimiento cristiano y a protegerle.
A partir de ese momento, la iglesia
perseguida pasa a gozar del favor del imperio y millares y millares de
creyentes que antes habían sido proscritos de sus tierras podían regresar y
expresar su fe libremente. Igualmente el estado se había convertido ahora en
mecenas de la iglesia y le construía templos y monumentos, y ante el brillo de
la iglesia victoriosa, y los beneficios y exenciones de impuestos de que
gozaba, no pocas personas se unieron a sus filas fundamentalmente por los panes y los peces.
Desde ese momento histórico a la fecha,
muchos aguaceros han caído y de una u otra forma nos vemos en la obligación de
reconocer que la iglesia sigue en pie a pesar de que mucho de lo que se ve es
imposible de reconocer como iglesia.
Me explico, la iglesia sigue viva, pero
no significa que está viva en cada rincón donde hay un rotulo done se lee
“iglesia. Hoy día, sobre todo en América, hay locales de iglesias en cada
esquina. Pero no en todos esos locales hay una IGLESAI IGLESIA. No importa si una iglesia tiene o no un rotulo que
diga: I G
L E S
I A, no interesa si tiene un local grande o
pequeño, ni siquiera importa si tiene altar o no, o si hay un programa de
ayuda, o incluso si son perfectos éticamente hablando o no, ninguna de estas
cosas hace a una iglesia, la iglesia ideal de Cristo, es por esto mismo, que en
todas las épocas ha habido iglesia ideal esto es, IGLESIA IGLESIA; e iglesias falsas e idealizadas o sea IGLESIAS
NO IGLESIAS. Y por lo mismo es tan importante conocer el criterio correcto
para evaluar si estamos en una linda, ordenada y entusiasta asamblea, que se
hace llamar iglesia, pero, que, es en esencia, una invención humana, donde se
usa terminología cristiana, pero su esencia es más la de un club social y no la
de la iglesia viva de Jesucristo, el concepto iglesia emana de su creador,
Jesucristo y en la comprensión de sus intérpretes trasciende muchísimo más allá
de casi todo lo que hemos asimilado por herencia cultural sobre lo que es ante
lo que debe ser “MI IGLESIA” (Cf. Mt. 16:18). Asegúrese pues, de que
la cafetería que usted frecuenta, venda café, aunque también venda algunas
cosas más.
