Por Juan Alberto Galvá
I-
NO
COBRES ni por cantar, antes PAGA por el privilegio de alabar a Dios
II- NO
PIDAS PAGA por predicar, ni jamás pongas condiciones económicas para hacer lo
que te corresponde. Siempre que la distancia no sea enorme, PAGA TÚ tu pasaje y
da de gracia lo que por gracia has recibido.
III-
NO
AVERGÜENCES A TU SEÑOR reclamando derechos “Ah porque soy un siervo de Dios”
hermano, un siervo es precisamente un esclavo, dónde has visto tú que a los
esclavos se les paga o tienen derecho de reclamar cosa alguna? En el evangelio
no hay derechos, solo hay deberes y privilegios.
IV-
SI
TERMINAS DE HACER TU SERVICIO, tu deber, para qué te quedas ahí pululando o
simulando que saludas, vete de ahí tan pronto tengas oportunidad, porque, si
hiciste bien tu servicio para Dios y no para los hombres, y tu Señor se sintió
agradado, alguien te llamará para bendecirte, ese mismo día o después, deja que
sea Dios quien te premie, no actúes como los mercenarios de la fe, muéstrate en
todo humilde y desinteresado.
V-
NO
INVITES, por famoso que sea, o por espiritual que parezca a tu congregación a
ninguno que, llamándose siervo de Dios, lo primero o lo ultimo que solicite de
ti sea dinero. Pero sé consciente al invitar a los verdaderos siervos de Dios,
que todo obrero es digno de su salario, por tanto no seas mezquino, sino da
generosamente conforme Dios te haya prosperado, porque Dios es vengador de
todas estas cosas.
VI-
NO
TE HAGAS ALIADO DE SATANÁS organizando ningún tipo de actividad que involucre
la impartición o uso de los dones de Dios cobrando dinero para que la gente
pueda participar, bajo el concepto que sea. El don de Dios ni se compra ni se
vende, BALAAM, SIMÓN EL MAGO, JUDAS ellos hicieron esto y ya conocemos bien su
fin. Prácticamente, ninguna causa justifica actividades cobrando, pero pueden
haber muy escasas excepciones.
VII-
NO
VENDAS LOS TALENTOS, no son tuyos, y Dios te pedirá cuentas por ese pecado tan
grave, no importa si gente famosa y “exitosa” lo hace, aquel día, recuérdalo
muy bien, muchos se acercarán al Señor y le dirán:
Señor, Señor, en tu
nombre organizamos conciertos, en tu nombre cantamos y organizamos
conferencias, en tú nombre escribimos libros y tocamos instrumentos de música,
y él les responderá “Pero Yo nunca os conocí, apartaos de mí malditos,
hacedores de maldad, fuera de mi presencia al fuego eterno.
Ninguno que haga o participe de estas cosas quedará sin culpa.
Y si tienes dudas
acerca de cómo entonces podrás sobrevivir en tu ministerio sin cobrar por los
talentos del Señor, gratuitamente te envío mi libro escrito para ayudar a los
siervos de Dios que aunque han caído en esta practica grave, escandalosa y
pecaminosa en verdad aman a su Señor y quieren hacer lo correcto. Solo
escríbeme a albertogalvac@hotmail.com
y con gusto te lo enviaré.
Qué piensas tú de esto? What do you think about it?
COMPÁRTELO COMPÁRTELO COMPÁRTELO,
ESTO NO LO PODEMOS CALLAR MAS, PORQUE SINO,
NOS HACEMOS COPARTÍCIPES DE LO MALO.