PERSPECTIVA®
c r
i s t
i a n a
Prof.J.A.Galvá
Pasajes escogidos,
difíciles y especialmente controversiales.
Editorial Perspectiva
Cristiana ® 2013.
Ninguna parte de esta
obra puede reproducida total o parcialmente sin permiso de los editores
exceptuando citas breves.
POESÍA HEBREA
La poesía hebrea posee una estructura
lingüística definida y fácilmente identificable. Diferente del español y otros
idiomas el énfasis en la expresión poética hebrea se halla en la repetición y
en el énfasis de los conceptos expresados. En español e incluso en inglés el
arreglo sonoro de las ideas muchas veces sobrepuja por encima incluso del
mensaje. […] En general, se suelen distinguir tres formas de paralelismo: el sinónimo,
el antitético, y el sintético.
(A) El paralelismo sinónimo consiste en expresar dos veces la misma idea,
con palabras distintas, como en el Salmo 15:1:
“Señor, ¿quién puede residir en tu
santuario?,
¿Quién puede habitar en tu santo monte?”
O bien:
Sal. :148:1.
“¡Alaben a Señor desde el cielo!
¡Alaben al Señor desde lo alto!”
Sal. 150:3
“¡Alábenlo con toques de trompeta!
¡Alábenlo con arpa y salterio!”
(B) El paralelismo antitético se establece por la oposición o el contraste
de dos ideas o de dos imágenes poéticas; por ejemplo,
el Salmo “los que el Señor bendice heredarán la tierra, pero los que él
maldice serán destruidos”.
En esta forma el paralelismo, los contrastes
son a veces bien marcados (como en el ejemplo precedente); otras veces, el
segundo hemistiquio, (o línea de
pensamiento), no expresa exactamente la
idea contraria, sino que invierte con cierta libertad la idea propuesta. En
tales casos la antítesis expresa una posibilidad de oposición entre luchas
otras, dando así lugar a innumerables posibilidades de variación, como en
Proverbios 14:15.
“El imprudente cree todo lo que le dicen; el
prudente se fija por donde anda”. […].
(C) El llamado paralelismo sintético abarca una extensa gama de relaciones
entre el primer hemistiquio, (o línea de pensamiento), y el segundo. El segundo
miembro, no repite, aunque sea modulando, lo expresado en el primero, ni
tampoco dice lo contrario, lo característico s que continua la idea enunciada,
las más de las veces con una gradación que da lugar a una idea nueva. Así el
segundo miembro completa, explica o termina de expresar el pensamiento
enunciado en el primero, avanzando en la misma dirección; obviamente esta prolongación
puede hacerse en varias direcciones posibles. Por ejemplo: “Oh Dios, tú eres
santo en tus acciones; ¿Qué Dios hay tan grande como tú?” Sal. 77:13.
“El Señor es mi pastor; nada me falta” Sal. 2:3-1.
“Tenía hambre y sed, ¡estaban a punto de
morir![1]” Sal. 107:5 Págs. 44 y 46.
Para más
información sobre este tema consúltese: (Descubre la Biblia. Manual de ciencias
bíblicas. Tomo I. Sociedades Bíblicas Unidas. 1998).