Como la mayoría de mamíferos predadores, el perro tiene músculos potentes, un sistema cardiovascular que permite una alta velocidad y una gran resistencia y dientes para
cazar, aguantar y desgarrar las presas.
El esqueleto ancestral de los perros les permite correr y saltar. Sus patas se
han desarrollado para impulsarlos rápidamente hacia delante, saltando cuando es
necesario, con el fin de cazar y atrapar las presas. Por tanto, tienen pies
pequeños y apretados y caminan sobre los dedos (digitígrados). Sus patas
traseras son bastante rígidas y sólidas, mientras que las anteriores son laxas
y flexibles, estando unidas al tronco únicamente por músculos.
Aunque la cría selectiva ha cambiado la apariencia de muchas razas,
todos los perros conservan los elementos básicos de sus antepasados.
Los perros
tienen omóplatos desconectados (carecen de clavícula) que permiten hacer zancadas más largas. La mayoría de razas conservan
las garras vestigiales (espuelas) en las patas anteriores y a veces a las
posteriores. Algunas de estas razas, como el perro pastor
catalán, pueden presentar un espolón doble en una o
más patas. En algunos casos, se les quitan esas garras para evitar que el perro
se las arranque sin querer durante la persecución de una presa, pero esta
práctica es ilegal en algunos países.
Sentidos.
Los sentidos del olfato y del oído del perro son superiores a los del ser humano en muchos aspectos.
Algunas de sus habilidades sensoriales han sido utilizadas por los humanos,
como por ejemplo el olfato en los perros de caza, perros buscadores de
explosivos o perros buscadores de drogas.
Vista
La visión del perro parece adaptada para la caza: No tiene gran agudeza visual de detalles, pero
tienen excelente percepción de movimientos. Tiene excelente visión nocturna o
crepuscular, debido al el uso del tapetum lucidum —una pantalla refractiva
dentro del ojo—.21 El campo visual del perro se encuentra entre los 240 - 250 grados,
mucho mayor que el humano que es de aproximadamente 180 grados.
La visión del perro es sensible a los objetos en movimiento o con
desplazamiento repentino, y cuenta con una excelente visión
nocturna o crepuscular.
Los perros tienen una forma de visión dicromática llamada deuteranopía que en los humanos se
considera una forma de daltonismo que afecta
el rojo y el verde. Los perros perciben tonalidades de amarillo y de azul, pero
al rojo lo perciben amarillo y al verde lo ven gris.
El sistema visual de los perros se ha desarrollado para ayudarles en la
caza.22 Aunque es difícil de
medir, la agudeza visual de los caniches ha sido estimada como
equivalente a una puntuación en el test de Snellen de 20/75. Sin embargo, la
discriminación visual es muy superior cuando se trata de objetos en movimiento.
Se ha demostrado que los perros son capaces de distinguir su dueño de otras
personas a distancias de más de un kilómetro y medio.
Como cazadores crepusculares, los perros dependen de su
visión en condiciones de poca iluminación. Para ayudarles a ver en la
oscuridad, los perros tienen pupilas muy grandes, una mayor densidad de
bastoncillos en la fóvea óptica, una mayor velocidad de parpadeo y un tapetum lucidum refractivo.
El tapetum es una
superficie refractiva situada detrás de la retina que refleja la luz para dar a
los fotorreceptores una segunda oportunidad de captar los fotones. Aunque estas
adaptaciones sirven para mejorar la visión en la oscuridad, también reducen la
agudeza visual de los perros.
Como la mayoría de mamíferos,
los perros son dicromatos y tienen una visión en color equivalente al daltonismo rojo-verde en los humanos.23 24 25 Las diferentes razas de
perro tienen diferentes formas y tamaños de los ojos y también tienen una
configuración diferente de la retina.26 Los perros con el hocico
largo tienen una «raya visual» que se extiende por el ancho de la retina y que
les da un campo muy amplio de visión excelente, mientras que los perros con el
hocico corto tienen una área
centralis, una región central con hasta tres veces la densidad de
terminaciones nerviosas de la «raya visual», que los provee una vista
detallada, mucho más similar a la de los humanos.
Algunas razas, particularmente
los galgos, tienen un campo de visión de
hasta 270°, aunque las razas de cabeza ancha con el hocico corto tienen un
campo de visión mucho más estrecho, tan bajo como 180°, similar al de los seres
humanos. Algunas razas también presentan una tendencia genética a la miopía. Aunque la mayoría de razas son nenmetrópicas, se ha descubierto que uno de cada dos rottweilers son miopes.27
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