COMPENDIO HISTORICO
JOAQUIN BALAGUER
(Joaquín Balaguer
Ricardo; Villa Bisonó, Santiago, 1907 -Santo Domingo, 2002) Político
conservador dominicano que fue presidente de la República Dominicana en los
períodos 1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Tras obtener el título de bachiller
en Santiago (1924), estudió derecho en la Universidad de Santo Domingo, por la
que se licenciaría en 1929. Posteriormente viajó a París para cursar estudios
de doctorado en la Sorbona.
Aficionado
a la política y militante antihoracista, Balaguer participó en la conjura de Estrella Ureña y de
Rafael Leónidas Trujillo contra el régimen de Horacio Vásquez en 1930. Desde
entonces y hasta 1961, año de la muerte de Trujillo, ocupó cargos de
importancia: subsecretario de la Presidencia (1936), embajador en varios países
hispanoamericanos y en la ONU (años cuarenta), ministro de Asuntos Exteriores
(1954) y de Educación (1955) y vicepresidente de la República (1957).
BALAGUER EN EL CONGRESO 1966
Cuando Rafael Leónidas Trujillo hubo
de cesar a su hermano de la presidencia a causa de su impopularidad en el
interior y en el exterior, cedió el poder a Balaguer (1960); estrechamente
vigilado por el dictador, Balaguer trató de suavizar el régimen del que se
sentía «prisionero». El posterior asesinato de Trujillo (1961) dejó a Balaguer
como único poder en el país, con el difícil reto de desmantelar la dictadura.
Tras varias semanas de manifestaciones contra la continuación de las
estructuras represivas del trujillismo, el 16 de enero de 1962 Balaguer fue
derrocado en un golpe de Estado encabezado por el general Pedro Rodríguez
Echevarría, y se exilió en Nueva York.
La
grave crisis de 1965, en la que los partidarios y los detractores del presidente
izquierdista Juan Bosch(depuesto en 1963) se enzarzaron en una suerte de
guerra civil, quedó zanjada con una intervención militar de los Estados Unidos
y el compromiso de las partes de celebrar elecciones, lo que permitió el
regreso de Balaguer a Santo Domingo. Joaquín Balaguer concurrió a las
elecciones como candidato del Partido Reformista (el PR, que había fundado en
junio de 1964 en Nueva York) y derrotó en la jornada electoral del 1 de junio
de 1966 a Juan Bosch, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en lo
sucesivo su más enconado rival.
Tras
eliminar la prohibición constitucional de un segundo mandato presidencial, Balaguer obtuvo la
reelección en las elecciones de 1970 y 1974, que se desarrollaron sin verdadero
juego competitivo, pero hubo de reconocer, ante las presiones de los Estados
Unidos, su derrota en las presidenciales de 1978 frente a Antonio Guzmán,
candidato del PRD. Tal hecho se presentó entonces como el final del
pos-trujillismo y como un principio de aceptación de la alternancia en el poder
y de la neutralidad del ejército en las cuestiones políticas. En las elecciones
de 1982, Balaguer volvió a ser derrotado por el candidato gubernamental,
Salvador Jorge Blanco.
Tras
ocho años en la oposición, Balaguer ganó las elecciones de 1986 con el 41% de los votos, no
sin la impugnación del candidato del PRD, Jacobo Majluta. Prácticamente ciego y
con la salud muy quebrantada, Balaguer fue reelegido en 1990 con sólo un punto
de ventaja sobre el también anciano Juan Bosch, del Partido de la Liberación
Dominicana (PLD), quien acusó al PRSC (partido surgido de la fusión del Partido
Reformista de Balaguer y el Partido Revolucionario Social Cristiano, que desde
ese momento pasó a llamarse Partido Reformista Social Cristiano) de haber
cometido fraude.
Aún
insistió Balaguer, pese a los achaques propios de su avanzada edad (86 años), en un
último mandato presidencial. Los resultados oficiales lo dieron como vencedor
con el 42,5%de los votos, pero aquellas elecciones de 1994 destacaron como las
más sucias de los últimos años; fue evidente que sin el fraude habría ganado el
perredista José Francisco Peña Gómez. El gran revuelo generado, más la mala
imagen internacional, forzaron a Balaguer a modificar la Constitución para
prohibir la reelección y a convocar nuevas elecciones en 1996, a las que no se
presentaría.
Como
último gesto de astucia, Balaguer acordó con su inveterado adversario Bosch (escorado desde hacía
tiempo a la derecha) apoyar al nuevo líder del PLD, Leonel Fernández, frente al enemigo común, José Francisco Peña
Gómez. Éste último, que se había impuesto ampliamente en la primera vuelta,
cayó derrotado en la segunda. Balaguer ni siquiera se molestó en hacer campaña
por el candidato de su propio partido, Jacinto Peynado.
El 16 de agosto entregó
el poder a Leonel Fernández, poniendo fin a un ejemplo de perdurabilidad inédita
en la región (exceptuando el régimen de Fidel Castro) y a un estilo de hacer
política paternalista, conservador y caudillista. Sus mandatos se vieron
siempre cuestionados por la desconfianza respecto a las vinculaciones de
Balaguer con la dictadura y por la persistencia de la violencia política.
Todavía
volvió a postularse en 2000 y logró la segunda posición en los comicios que elevaron a la
máxima magistratura del país al socialdemócrata Hipólito Mejía. Dueño de una
prodigiosa memoria y buen orador, Balaguer escribió una treintena de libros y
numerosos artículos de variados géneros: poesía, biografías y ensayos sobre
literatura o historia. Joaquín Balaguer Joaquín Antonio Balaguer Ricardo (1
de septiembre de 1906 - 14 de julio de 2002) fue un abogado, escritor y
político dominicano. Presidente de la República Dominicana en los periodos
1960-1962, 1966-1978 y 1986-1996. Se caracterizaba por su personalidad
enigmática y llena de secretismo heredado de la Era de Trujillo, su afán de
perpetuarse en el poder por medio de cuestionados procesos electorales le ganó el mote
de caudillo. Fomentó el desarrollo de la
infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y
edificaciones; el Faro a Colón es
uno de los monumentos más relevantes construidos en su gobierno.
A su legado de gobierno se le atribuye el
clientelismo político existente hasta estos días.
Balaguer compartió el Premio Nacional de
Literatura de 1990 con su rival político y también escritor Juan Bosch.
II VISION DEL COMPENDIO HISTORICO
Balaguer nació en Villa Bisonó (también conocida como
Navarrete), en la provincia de Santiago. Hijo de Joaquín Balaguer Lespier, puertorriqueño de ascendencia catalana, y Carmen Celia Ricardo Heureaux
hija de Manuel de Jesús Ricardo y Rosa Amelia Heureaux. Balaguer fue el único
varón de una familia de varias mujeres, pero tuvo un medio hermano por parte de
padre.
Desde muy temprana edad se sintió atraído por
la literatura y
la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas locales. Se
interesó en la política debido a la ocupación militar norteamericana (1916-1924).
Después de graduarse de bachiller en ciencias sociales en 1916, Balaguer obtuvo
una licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, mientras asistía a las
clases en la universidad, comenzó a ganarse la vida en el ámbito periodístico,
como corrector de pruebas y, desde 1924 hasta 1928, como articulista en el
diario La Información de Santiago de
los Caballeros, y estudió por un breve período en la Universidad de París I Panthéon-Sorbonne. En su juventud,
Balaguer escribió de la admiración que sentía por el paisano de su padre, el
líder político de Puerto Rico, Pedro Albizu.
A pesar de las profundas diferencias con respecto a la ética y sus visiones del
mundo, la vehemente y carismática retórica de Albizu cautivó la imaginación de
Balaguer a tal punto que motivó su pasión por la política y el debate intelectual.
CARRERA POLITICA
Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes
de que Trujillo tomara
el control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal. Más tarde se inscribe en
el Partido Dominicano y
así pasó a formar parte del círculo de los colaboradores cercanos del dictador
Rafael Trujillo.
Durante la Era de Trujillo se desempeñó como
Secretario de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la
Presidencia (1936), Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador
Extraordinario en Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47 ), Embajador en México
(1947-1949), Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de
Relaciones Exteriores (1955-57).
SU PAPEL DURANTE LA DICTADURA
Ha habido mucha discusión sobre el papel de Balaguer
durante la Era de Trujillo, a lo largo de las tres décadas de trabajo como
político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado
del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo. A pesar de
que Trujillo disfrutaba humillando e insultando sus "sirvientes" en
público, el dictador nunca trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo
durante
los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más eficiente del
régimen, sin parecer perturbado ni mostrar el menor gesto de disgusto por los
excesos y aberraciones que eran comunes en aquella época. Balaguer fue, sin duda,
un ministro útil de Trujillo.
ARRIBO A LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor
Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por
Balaguer como vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de Estados Americanos (OEA) convenció al
dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como
presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en
el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía prácticamente ningún poder, y fue considerado
como un mero títere de Trujillo.
Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de
haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas
para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles
y suavizando la estricta censura que Trujillo tenía sometida a la prensa. La
OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la
República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en
contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
Sin embargo, las reformas provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran
parte de la sociedad, ya que era presionado por la derecha, por los militares,
por la izquierda, por la oposición, era abucheado en las calles por la
ciudadanía y llamado entre otras cosas muñequito de papel.
Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica Nacional,
un Consejo de Estado creado después de la muerte de Trujillo. Balaguer sólo
retuvo el poder hasta 16 de enero de 1962. Un golpe de Estado militar, dirigido por
el jefe de la fuerza aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo obligó a exiliarse
en Nueva York y Puerto Rico.
RETORNO DEL EXILIO
Durante el periodo 1962-1964 la República Dominicana
sólo tuvo siete meses de verdadera democracia, bajo la presidencia de Juan Bosch. Cuando un golpe militar
derrocó a Bosch, el país comenzó un período tumultuoso que dio lugar a la guerra civil del 24 de abril de 1965. Los
militares se habían rebelado en contra de la Junta provisional para restaurar
Bosch, con lo cual el Presidente de EE.UU. Lyndon Johnson, bajo el pretexto de
eliminar la influencia comunista en el Caribe envió 42.000 soldados para anular la rebelión.
El gobierno provisional, encabezado por Héctor García Godoy, anunció
elecciones generales para 1966. Balaguer aprovechó la oportunidad, y con la
enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para regresar del exilio,
el cual le fue concedido. Formó el Partido Reformista y se centró en una lucha política
contra Bosch, en la campaña utilizó la táctica presentándose como un candidato
moderado y conservador. Rápidamente ganó el apoyo del pueblo y derrotó con
facilidad a Bosch.
SEGUNDO PERIODO PRESIDENCIAL
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por
décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente ignorantes
de la democracia y los derechos humanos. Durante su campaña electoral solía
dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesino,
tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más
conservadoras de estos sectores sociales.
Balaguer trató de apaciguar a los
supervivientes antitrujillistas y a los de la guerra civil de 1965,
pero los asesinatos políticos continuaron siendo frecuentes durante su
administración. Tuvo éxito en parte la rehabilitación de las finanzas públicas,
que estaban en un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo
económico. Durante los tres primeros meses de instalado su segundo gobierno,
la Asociación Dominicana de Derechos Humanos, declaró que había
recibido quejas. Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el país
la "Operación Chapeo" con la finalidad de exterminar los remanentes
izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres
anunció la
formación del Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y
desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y
desaparecidos, y revelaron que en los tres primeros años del gobierno, 366
personas fueron muertas o desaparecidas por causas políticas. Con la abstención
electoral del Partido Revolucionario Dominicano, debido a la represión
política y a la participación de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas,
Balaguer fue reelegido para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general
Enrique Pérez y
Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su
aparición en las calles de Santo Domingo un grupo
autodenominado Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista,
mejor conocido como La Banda, un grupo de jóvenes
reclutados por el gobierno de Balaguer con fines de represión. Durante esa
época fueron asesinados numerosos dirigentes de la izquierda dominicana.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido
popularmente en la política dominicana simplemente como "los 12
años"), Balaguer incentivó la construcción de escuelas, hospitales,
presas, carreteras, y muchos edificios importantes. Los proyectos también se
utilizaron como medio para recompensar a sus partidarios políticos con
lucrativos contratos de obras públicas, los favorecidos en dichos contratos se
conocen como "los 300 millonarios". También presidió un sistema de
crecimiento económico estable. Sin embargo, su administración pronto desarrolló
un modelo autoritario, a pesar
de las garantías constitucionales.
Balaguer se consolidaba según algunos como
representante de
la derecha dominicana, iniciando un gobierno caracterizado por la influencia de
Estados Unidos; un gobierno que contribuyó inestimablemente al estado de
subdesarrollo y atraso de la República Dominicana.
La sensación de que en la República Dominicana había
un híbrido de dictadura y democracia, y con más rasgos de la primera que de la
segunda, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos
signatarios del denominado Acuerdo de Santiago retiraron
a su candidato Antonio Guzmán,
por considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los
desafueros de los paramilitares balagueristas. En estas circunstancias,
Balaguer sólo compitió con un rival, el contraalmirante Luis Homero
Lajara Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD).
Balaguer obtuvo el 84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso
donde la abstinencia alcanzó el 50%.
Una coyuntura favorable en los precios
internacionales del azúcar, el auge del turismo estadounidense, las
inversiones privadas foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una
fase de expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad
dominicana de clase media. Balaguer
eludió siempre su responsabilidad en los crímenes cometidos por La
Banda y otras irregularidades vinculadas con las Fuerzas Armadas, siempre
achacó la violencia política a sectores incontrolados del oficialismo y a la
subversión de izquierdas, cuya verdadera fuerza exageró enormemente.
También, incumplió las promesas sobre la
reforma agraria, ya que la pequeña minoría de propietarios autóctonos
y las compañías estadounidenses continuaban poseyendo la mayoría de las tierras
cultivables y las de mejor calidad. Pero cuando anunció su intención de optar a
un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con
un fondo de deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que
la derrota en las urnas ante el PRD se antojó inevitable. Balaguer se enfrentó
a Antonio Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los
resultados electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército
detuvo el conteo. Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una
fuerte presión en el extranjero por parte de Jimmy Carter, el conteo se reanudo. Cuando
se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su
carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la
historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio tranquilamente
cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
CONSECUENCIAS
DEL PERIODO DE LOS DOCE AÑOS
Balaguer se volvió a presentar como candidato en 1986
aprovechándose de una división en el Partido Revolucionario Dominicano para ganar la
presidencia de nuevo después de una ausencia de ocho años, donde derrotó por
escaso margen al candidato por el PRD, Jacobo Majluta. Para entonces, tenía 80
años y casi ciego por completo (había sufrido de glaucoma durante muchos años). El
tercer gobierno de Balaguer fue mucho más liberal que el anterior. En este
periodo Balaguer era mucho más tolerante a los partidos de oposición y los
derechos humanos.
Para el 1984, el Partido Reformista se alía con
el Partido Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC). Siguió con
sus grandes proyectos de infraestructura, tales como la construcción de
carreteras, puentes, escuelas, proyectos de viviendas y hospitales. Siguiendo
el estilo de Trujillo, estos proyectos de gran visibilidad eran muy publicitados
en los medios de
comunicación controlados por el gobierno y través de grandiosas
ceremonias públicas destinadas a mejorar la popularidad de Balaguer. La
economía también mejoró considerablemente. En este período, Joaquín Balaguer
mantuvo una cierta política de populismo, en lo que se refiere a la
entrega de canastas, dinero y otras "dádivas" al pueblo dominicano
con el propósito de gobernar a base de demagogia. El Clientelismo político también
se manifestó en gran medida.
En 1990, con una abstención del 40%, Balaguer logra
reelegirse con el 35.1% de los votos, contra el 33.9% de Juan Bosch del Partido de la Liberación Dominicana, y un Partido Revolucionario Dominicano que mantenía una crisis
interna. Este proceso se caracterizó por la expresión de amplios sectores de la
vida política y social, que criticaban la legitimidad de dichas elecciones, a
lo que Balaguer respondió lanzando los militares a la calle y decretando
un toque de queda.
Balaguer mandó a construir el Faro a Colón, una de las obras más
controversiales de su gobierno. La misma se construyó en conmemoración de los
500 años del Descubrimiento
de América, el cual fue terminado en 1992 En 1992 para el 500
aniversario de la llegada de Cristóbal Colón a América y la visita del Papa Juan Pablo II,
Balaguer gastó millones en la restauración de la histórica ciudad
colonial de Santo Domingo, para que el Papa pueda pasar por ella.
Ese mismo año gastó más de doscientos millones de
dólares en la construcción del controvertido Faro a Colón, un faro de diez pisos en
honor a Colón.
Terminado en 1992, el Faro a Colón fue diseñado para transmitir la imagen de
una cruz cristiana en
el cielo nocturno y
para que sea visible a decenas de kilómetros. Desde que se terminó, el Faro que
supuestamente alberga los restos de Colón, ha sido una atracción turística de
menor importancia. Su luz no se utiliza muy a menudo debido a los costos de
energía y los apagones en el país. Sin embargo, su simbolismo y el gasto fueron
fuente de mucha controversia.
En enero de 1994 Balaguer decidió optar de
nuevo por la presidencia, incluso cuando ya tenía casi 90 años
de edad y ciego por completo. Esta vez, su principal competidor era José
Francisco Peña Gómez del Partido Revolucionario Dominicano. Esta campaña fue una de los
peores de la historia dominicana. Balaguer con frecuencia utilizaba la
ascendencia haitiana Peña Gómez a su favor, el dominicano
históricamente tienden a desconfiar de cualquier persona con sangre haitiana.
Por ejemplo, Balaguer llegó a decir que Peña anexionaría el país con Haití en
caso de ganar. Con igual capacidad de maniobra en las elecciones, se impulsó
con un 42.3%, contra un PRD que obtuvo el 41.6% de los votos, donde se asegura
que ocurrieron alteraciones de actas y del padrón electoral en
la misma Junta Central
Electoral. Peña alegó fraude, y llamó a una huelga general. Las manifestaciones
tuvieron lugar en apoyo a la huelga.
En este periodo se sucedió la misteriosa
desaparición
del profesor universitario y activista Narciso González (Narcisazo), un vehemente crítico de la
política de Balaguer. Su desaparición que hasta la fecha es un misterio, se le
atribuyó a Balaguer. Una investigación posterior reveló que la Junta Electoral
no sabía el número total de votantes registrados, y el resultado en las listas
distribuidas en los colegios
electorales no coincidían con las dadas a los partidos. La investigación
también reveló que unas 200.000 personas habían sido retiradas de las urnas. En
medio de tales preguntas sobre la legitimidad de la encuesta, acordaron
celebrar nuevas elecciones en 1996, pero esta vez Balaguer no sería candidato.
En este sentido, cumplió su palabra de poner su cargo a disposición de la
administración estadounidense.
En los últimos años de su vida, su casa era muy
frecuentada
por personalidades de la política dominicana, quienes lo veían como un
"consejero político". De izquierda a derecha, Balaguer recibe a Leonel Fernández, Temístocles Montás y Miguel Cocco El acuerdo político de los
gobernantes, de sectores del poder fáctico que incluye a la Iglesia Católica,
y de los dirigentes de los partidos políticos, dejaron establecida una reforma
constitucional que se hizo el 14 de agosto de 1994. Este acto de consenso
jurídico fue preferido a la anulación total de las elecciones y fue conocido
como "Pacto por la Democracia".
En las elecciones de 1996, Jacinto Peynado, terminó muy lejos de
llegar a la segunda vuelta. Balaguer entonces dio su apoyo a Leonel Fernández del
Partido de la Liberación Dominicana en una inusual coalición con
Bosch, su enemigo político de más de 30 años. En las elecciones presidenciales
de 2000, Balaguer, a la edad de 94 años, se postuló por novena y última vez a
la Presidencia de la República Dominicana; pese a las enormes limitaciones
físicas debidas a su avanzada edad y al cúmulo de críticas de sus anteriores
gobiernos, logró más del 20% de los votos, ubicándose en el tercer lugar.
Muerte y legado
Joaquín Balaguer murió de insuficiencia
cardíaca en Santo Domingo el 14 de julio de 2002
a la edad de 95 años. Su legado en República Dominicana es contradictorio.
Mantuvo una relativa estabilidad política y económica en el país por muchos
años, centralizó todas las decisiones gubernamentales y lanzó programas masivos
de construcción de carreteras, puentes, hidroeléctricas y monumentos, con la
intención clara de que su impronta personal quedara marcada en piedra. Fue una
figura polarizante que podría incitar tanto al odio como al amor de la
población. Era tradicional en Balaguer facilitarles viviendas a los más pobres
por medio del gobierno donde estos pagaban un módico precio mensual por las
mismas.
También tenía la costumbre junto a su hermana
Emma de regalar juguetes a los niños pobres los Día de Reyes. Ronald Reagan una vez dijo de él:
"El presidente Balaguer ha sido una fuerza impulsora en todo el desarrollo
democrático de su país. En 1966 llevó el retorno de la democracia a la
República Dominicana después de años de incertidumbre política y agitación. En
efecto, él es, en muchos sentidos, el padre de la democracia dominicana" y
Jimmy Carter, lo felicitó diciendo "El presidente Balaguer ha sido un
ejemplo para todos los líderes en esta nación y su gente, que lejos de un
gobierno totalitario lleva al país cada vez más la democracia". Estos dos,
por supuesto, desconocían la reputación de déspota sanguinario de
Balaguer. George Bush le
preguntó: "tiene usted que ser tan represivo en sus métodos de lucha
contra la oposición?" A lo que Balaguer respondió: "yo no le digo
como gobernar su país, no me diga cómo gobernar el mío."
El director cinematográfico dominicano René
Fortunato hizo dos documentales, basándose en la forma de gobierno
de Balaguer y haciendo alusión a su todavía relación ideológica con
Trujillo, Balaguer: La
Herencia del Tirano y Balaguer: La
violencia del poder, lanzados en 1998 y 2002 respectivamente. Junot Díaz en su notas al pie
de La maravillosa vida breve de Óscar Wao es muy crítico de
Balaguer, indicando que él era "un racista, un apologista del genocidio,
un ladrón de elecciones, y un asesino de la gente que escribía mejor que
él".2
Vida personal Balaguer llevaba una vida privada llena
de hermetismo, nunca se casó ni se le conoció hijos reconocidos por él. Vivió
en su casa ubicada en Santo Domingo por más de 50 años, incluso siendo
presidente.
Con el transcurso del tiempo fueron saliendo
mujeres
humildes con quienes Balaguer supuestamente tuvo hijos, pero que él nunca
reconoció. Entre los supuestos hijos de Balaguer se encuentran, Gloria Nilsa
Balaguer Lespier, Joaquín Jesús Balaguer Cuascut ambos hijos de Juana Cuascut,
con quien Balaguer mantuvo una aventura amorosa. También se encuentran César
Joaquín Mallén procreado con Carmen Mallén, Luis Gustavo Bisonó procreado con
Hilda Dolores Bisonó Mera, Mercedes Antonia Solís procreada con Aura Celeste Solís,
Antonio Bastardo y Nieves Bastardo procreados con Cuca Bastardo.3 Balaguer fue pariente del ex
dictador Ulises Heureaux (Lilís)
por parte materna, también de quien fuera la segunda esposa de Trujillo,
Bienvenida Ricardo Martínez.