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viernes, 30 de enero de 2015

RESEÑA HISTORICA SOBRE PEDRO SANTANA





RESEÑA HISTORICA SOBRE PEDRO SANTANA

Nació en la región fronteriza, en una comunidad llamada Hincha, el 29 de junio del año 1801. Hijo de Pedro Santana y Petronila, familia de ascendencia canaria y propietaria de tierras en la zona fronteriza. Alrededor de 1805, Santana se trasladó con su familia al Cibao, y luego a El Seibo en la parte oriental del país, donde eventualmente se convirtió en ganadero. Pedro Santana salió de la Región este y llego a Azua. La primera visita que realizó fue al cónsul Francés, Eustache Juchereau de Saint-Denys. Este confesó en una ocasión, que Pedro Santana le habló con el más vivo entusiasmo de su  devoción y admiración por los franceses.

El 7 de marzo de 1844, la Junta Central Gubernativa, presidida por Tomás Bobadilla y Briones, lo nombró Jefe de la Armada Expedicionaria de la Frontera Sur, dándole el derecho de reclutar hombres en edad de integrarse a la milicia. A pesar de su ayuda militar a la República Dominicana en aquellos días, se convirtió en un caudillo militar y luego en un dictador. Pedro y su hermano gemelo Ramón Santana tomaron la comandancia de Armas de El Seybo, que se encontraba en manos de los haitianos y se proclamaron ante la República, frente a la vieja Iglesia del pueblo.
El 9 de junio cuando los trinitarios pasaron a presidir la Junta de Gobierno, Pedro Santana fue destituido del mando del ejército del Sur. Después de este acontecimiento se presentó con su ejército en Santo Domingo y se hizo proclamar Presidente de la Junta Central Gubernativa en julio de 1844. En agosto de 1844 deportó a los Padres de la Patria. El 14 de noviembre de 1844 tomó el cargo de primer Presidente Constitucional de la República Dominicana.

Gobernó la presidencia durante tres periodos. Su primer gobierno tuvo carácter dictatorial. Agregó a la Constitución de la República Dominicana el famoso artículo 210 que le dio poderes para realizar acciones dictatoriales en contra de los ciudadanos.
El 27 de febrero de 1845, al conmemorarse el primer aniversario de la Independencia Nacional Dominicana, Pedro Santana ordenó el fusilamiento de María Trinidad Sánchez, Andrés Sánchez, tía y hermano del patricio Francisco del Rosario Sánchez, y José del Carmen Figueroa, acusados de conspirar contra el gobierno. En 1847 fusiló a los hermanos Puello.

Las ideas anexionistas de Pedro Santana, le consiguieron muchos enemigos políticos, ya que llegó tan lejos que anexó la patria a España, el 18 de marzo de 1861, lo cual fue considerado como la muerte de la nacionalidad. Ocupó el cargo de Gobernador con el rango de Capitán General del territorio. Como premio a su lealtad a España, la Reina Isabel II le concedió el título de Marqués de Las Carreras. Uno de los crímenes que más desacreditó a su gobierno fue el fusilamiento de Francisco del Rosario Sánchez, en 1861, al iniciarse las luchas por la Guerra de la Restauración (República Dominicana). Se retiró de la vida militar y política en el año 1864. Murió en la ciudad de Santo Domingo, el 12 de junio de 1864, y fue sepultado en la Fortaleza junto a la Torre del Homenaje. Sus restos descansan en el Panteón Nacional.

PARTICULARIDADES DE SUS GESTIONES GUBERNAMENTALES
- Durante su primer gobierno estableció impuestos a frutos y productos extranjeros.
- Realizó la primera emisión de papel moneda.
- Reabrió la universidad de santo domingo. - En 1846 se produjo una devaluación de la moneda y prevaleció la corrupción administrativa.
- Decretó la expulsión de los Trinitarios.
- En septiembre de 1858 puso de nuevo en vigor la Constitución de Moca.
- Buscó el reconocimiento internacional.
- En su tercer período de gobierno realizó la Anexión a España.
- Ratificación de los bienes nacionales. Creación del Caudillismo.
Pedro Santana, Presidente de la República Dominicana (1844-1861), llevó a cabo una política dictatorial y tuvo que hacer frente a una nueva invasión haitiana (1855-1856).

Santana, militar y político dominicano. Nació en 1801 en la comunidad de Hincha. Hijo de Pedro Santana y Petronila Familias, hacendados de la línea fronteriza. Pocos años después su nacimiento la familia se trasladó al Cibao y luego a El Seibó, al este del país; en donde al pasar el tiempo Santana se convirtió en hatero.
Santana contrajo matrimonio en dos oportunidades: El primero con Micaela Antonia Rivera, una viuda rica de El Seibo y luego con Ana Zorrilla. Su primer matrimonio lo convirtió en un hombre de influencia en el Este.

Proclamada la independencia Nacional en 1844, fue nombrado general en jefe del ejército libertador. Al imponerse los liberales a los conservadores en la Junta Central, tomó la capital, disolvió la Junta y arrestó a los “Padres de la Patria” (Duarte, Sánchez y Mella). Duarte fue desterrado del país, el 10 de septiembre. Ya libre de los trinitarios, Santana supervisó la redacción de la primera Constitución dominicana, preparada en San Cristóbal, y finalmente se hizo elegir Presidente de la República, siendo juramentado como el primer Presidente Constitucional Dominicano, el 13 de noviembre de 1844, posición que ocupó hasta el 4 de agosto de 1848.

El artículo 210 de la promulgada Carta Magna sirvió para que Santana cometiera en el futuro toda clase de crímenes, excesos y tropelías, puesto que daba al Presidente de la República facultades para tomar cuantas medidas creyera oportunas, sin quedar sujeto por ello a responsabilidad alguna, con lo cual se anularon los principios proclamados se creó, por ende, una grosera dictadura.
La presencia militar del General Santana vuelve a sentirse en la Batalla de "Las Carreras", escenifica el 21 de abril de 1849. En ese mismo año, tras las presiones que ejerció al Gobierno de Jiménez y que le hicieron capitular a su cargo, Santana ocupa la Presidencia de la República una vez más. Este período estuvo comprendido entre el día 30 de mayo hasta el 23 de septiembre del 1849.

El 18 de julio de 1849 el Congreso Nacional otorgó el título de "Libertador De La Patria" al Presidente Santana, por su victoria obtenida en la Batalla de Las Carreras. El 15 de febrero de 1853 Santana vuelve a ocupar la Presidencia de la República, período que duró hasta que, por supuestos quebrantos de salud, renunció al solio presidencial el 26 de mayo de 1856. Volviendo a ocupar tan importante posición el 13 de junio de 1858. Presidente de la República (1844-1861), llevó a cabo una política dictatorial y tuvo que hacer frente a una nueva invasión haitiana (1855-1856). Con el fin de preservar el país de otros ataques haitianos y como forma de perpetuarse en el poder, proclamó la reincorporación de la República a la corona española (1861).
Nombrado capitán general del territorio, su poder quedó muy limitado, por lo que renunció a sus cargos y se incorporó a la lucha restauradora (1863).
El General Pedro Santana se caracterizó por sus grandes dotes militares; por su tendencia dictatorial; su afán anexionista y su pulcritud en el manejo de las cosas públicas. En cuanto a lo político se refiere, sus condiciones son actualmente muy criticadas por muchos historiadores y, sin duda alguna, todos están de acuerdo en que fue un gran militar, demostrándolo en la Batalla del 19 de Marzo, celebrada en Azua en 1844 y en la Batalla de Las Carreras celebrada, también en el sur del país, en el año de 1849; así como también durante la revolución del 7 de julio de 1857, cuando los cibaeños pusieron el ejército revolucionario bajo su mando.

Pedro Santana Familia (29 de junio de 1801 - 14 de junio de 1864) fue un militar y político dominicano. Fue el primer presidente constitucional de la República Dominicana.

DETALLES  DE SU VIDA Y OBRA
Como se ha relatado antes, Pedro Santana nació en la región fronteriza, en una comunidad llamada Hincha (que para entonces pertenecía a la Colonia de Santo Domingo, actualmente pertenece a Haití), el 29 de junio de 1801. Hijo de Pedro Santana y Petronila Familia, de ascendencia canaria1 y propietaria de tierras en la zona fronteriza. Alrededor de 1805, Santana se trasladó con su familia al Cibao, y luego a El Seibo en la parte oriental del país, donde eventualmente se convirtió en ganadero. Pedro Santana padre salió de la Región este y llego a Azua. La primera visita que realizó fue al cónsul Francés, Eustache Juchereau de Saint-Denys.

Este confesó en una ocasión, que Pedro Santana le habló con el más vivo entusiasmo de su devoción y admiración por los franceses. El 7 de marzo de 1844, la Junta Central Gubernativa, presidida por Tomás Bobadilla y Briones, lo nombró Jefe de la Armada Expedicionaria de la Frontera Sur, dándole el derecho de reclutar hombres en edad de integrarse a la milicia. A pesar de su ayuda militar a la República Dominicana en aquellos días, se convirtió en un caudillo militar y luego en un dictador. Pedro y su hermano gemelo Ramón Santana tomaron la comandancia de Armas de El Seybo, que se encontraba en manos de los haitianos y se proclamaron ante la República, frente a la vieja Iglesia del pueblo.

El 9 de junio cuando los trinitarios pasaron a presidir la Junta de Gobierno, Pedro Santana fue destituido del mando del ejército del Sur.
Después de este acontecimiento se presentó con su ejército en Santo Domingo y se hizo proclamar Presidente de la Junta Central Gubernativa en julio de 1844. En agosto de 1844 deportó a los Padres de la Patria. El 14 de noviembre de 1844 tomó el cargo de primer Presidente Constitucional de la República Dominicana.
Gobernó la presidencia durante tres periodos. Su primer gobierno tuvo carácter dictatorial. Agregó a la Constitución de la República Dominicana el famoso artículo 210 que le dio poderes para realizar acciones dictatoriales en contra de los ciudadanos.

El 27 de febrero de 1845, al conmemorarse el primer aniversario de la Independencia Nacional Dominicana, Pedro Santana ordenó el fusilamiento de María Trinidad SánchezAndrés Sánchez, tía y hermano del patricio Francisco del Rosario Sánchez, y José del Carmen Figueroa, acusados de conspirar contra el gobierno. En 1847 fusiló a los hermanos Puello.
Las ideas anexionistas de Pedro Santana, le consiguieron muchos enemigos políticos, ya que llegó tan lejos que anexó la patria aEspaña, el 18 de marzo de 1861, lo cual fue considerado como la muerte de la nacionalidad. Ocupó el cargo de Gobernador con el rango de Capitán General del territorio. Como premio a su lealtad a España, la Isabel II de España le concedió el título de Marqués de Las Carreras.

Uno de los crímenes que más desacreditó a su gobierno fue el fusilamiento de Francisco del Rosario Sánchez, en 1861, al iniciarse las luchas por la Guerra de la Restauración (República Dominicana). Se retiró de la vida militar y política en el año 1864. Murió en la ciudad de Santo Domingo, el 14 de junio de 1864, y fue sepultado en la Fortaleza junto a la Torre del Homenaje. Sus restos descansan en el Panteón Nacional.

DE LA BATALA DEL 19 DE MARZO
El 14 de marzo, el general Pedro Santana salió hacia la frontera, con su ejército de 2,000 hombres, entre los que contaba hateros y monteros de El Seybo, Hato Mayor e Higüey. Pedro Santana con su ejército, se uniría a las tropas de la región Sur que estaban comandadas por Manuel de Regla Mota, Antonio Duvergé, Vicente Noble y José María Cabral, reunidos todos en Azua. El 16 de marzo, los dominicanos recibían la noticia de que el general haitiano Souffront, llegaba a Neyba con 10,000 soldados. Un mensajero enviando al general Pedro Santana, desde El Maniel, ha informado que los ejércitos haitianos “invaden ya el territorio”. Pedro Santana se entera de que las tropas de Souffront han sido retrasadas por las emboscadas, pero las tropas de Charles Hérard ya se encontraban cerca de Azua.

DE LA BATALLA Y SUS INCIDENCIAS
A las tropas que se encontraban inicialmente ya en el campo de combate, se unieron más refuerzos recibidos desde la ciudad de Jacmel, que era la zona que más soldados había “apostados al ejército haitiano en esta campaña”. La llegada de estos refuerzos, indicaba que los haitianos sabían la disposición de ser enfrentados por parte de los dominicanos. Las operaciones del ejército dominicano estaban bajo el control superior del general Pedro Santana. Se hizo acompañar del general Antonio Duvergé, quien estaba encargado de velar por los diferentes flancos durante la batalla. Antonio Duvergé contó con refuerzos llegados desde Baní y de la misma Azua. El ejército dominicano combatió con dos cañones, uno manejado por Francisco Soñé y el otro por el teniente José del Carmen García.

Otros militares que combatieron fueron los fusileros Vicente Noble, Valentín Alcántara, Marcos Trinidad, Hipólito Garabito y un contingente de macheteros entrenados por Francisco Soñé, colocados en el lado derecho. En la retaguardia, Nicolás Mañón con 200 hombres en el Fuerte Resolí.Al centro de la defensa dominicana una pieza de artillería y el grueso de las tropas de hateros y monteros, comandados por Juan Esteban Ceara, Lucas Díaz, Luis Álvarez, en donde también se encontraba el general Pedro Guillermo. A la izquierda, otra pieza de artillería y los fusileros Feliciano Martínez, José Leger y Matías de Vargas.

PRIMER COMBATE
Las tropas haitianas al mando de general Thomas Héctor, entran por el camino de San Juan y fueron rechazadas por el cañón de Francisco Soñé, y la fusileria de Juan Esteban Ceara, Lucas Díaz y José del Carmen García. El ataque provocó la huida de los invasores al río Jura.

SEGUNDO COMBATE
Los haitianos atacan por los caminos de los Conucos, en el ala izquierda dominicana. Allí fueron enfrentados por Matías de Vargas, Feliciano Martínez y José Leger.

TERCER COMBATE
El ala norte del ejército haitiano que se encontraba avanzando por el camino de El Barro, se tropieza con las tropas fusileras de Antonio Duvergé y Vicente Noble. Los macheteros de Nicolás Mañón, que se encontraban en la reataguardia de esta posición, los rechazan en el Fuerte Risolí. El ataque provocó la huida de los invasores en desvandada y una mortandad mayúscula. El éxito fundamental de la batalla, ideada por Antonio Duvergé y Francisco Soñé, (recordemos que Santana llegó a Azua el día 18 cuando ya el campo de batalla estaba dispuesto y cuando habían tenido lugar las refriegas de la Fuente del Rodeo, Las Hicoteas y el Paso del Jura), se basó en la estrategia de hostigar hasta lograr retrasar al enemigo y alejarlo de los lugares donde pudieran encontrar provisiones para mantenerse en el campo de batalla.

DERROTA Y RETIRO DEL GENERAL PEDRO SANTANA
El 19 de marzo por la tarde las tropas dominicanas, tras una acelerada reunión, se retiran a Sabana Buey y dejan sin defensa el campo de batalla en Azua.
La retirada de Pedro Santana, provocó que el Gobierno Dominicano convocara una junta de guerra, en la cual se entrevistaron con Pedro Santana el presidente de la junta Tomás Bobadilla y Briones, y los generales Antonio Duvergé, Buenaventura Báez y Francisco Soñé. Discutieron sobre la retirada de Pedro Santana y explicaron los inconvenientes que esto originaba, debido a que las fuerzas militares a partir de este momento, se reducirían. Pedro Santana argumentó que era una retirada estratégica para preservar la existencia de su ejército.

Mientras se encontraban reunidos, llegó la desagradable noticia de que el general haitiano Souffront se acercaba desde Neyba con un ejército poderoso.
Esta situación, provocó el primer enfrentamiento de Juan Pablo Duarte con Pedro Santana, quien era partidario de combatir en contra de los haitianos. Otra amenaza era la partida de Pierrot, quien había ocupado a Dajabón y de allí se organizaba para llegar a Santiago. El 21 de marzo de 1844 en Talanquera, Pierrot fue enfrentado por el general Tito Salcedo y el 24 de marzo en Escalante.

Ya Pedro Santana exhibía sus rasgos de dictador, oponiéndose en un momento de tanto peligro para la Nación a participar con sus tropas en el combate. Algunas personas para defenderlo, han argumentado que lo hizo, para preservar sus hombres.
Juan Pablo Duarte, indignado con la actitud de Pedro Santana, reaccionó solicitando permiso a la Junta de Gobierno encabezado por Tomás Bobadilla y Briones para atacar al ejército invasor. Se vio claro que la Junta de Gobierno, sentía un gran temor de desautorizar a Pedro Santana. Además el grupo de Buenaventura Báez continuaba con su plan de protectorado o anexión a Francia, atemorizados también por la amenaza de una nueva invasión. No tenían fe en que los dominicanos podían enfrentar y ganar la batalla en contra del ejército invasor.
Estas ideas, eran contrarias totalmente a lo que Juan Pablo Duarte creía. Juan Pablo Duarte era partidario de defender el honor de la patria, sin contar con ninguna potencia extranjera. Confiaba en el valor de los dominicanos para construir su nacionalidad. Al enterarse los haitianos de la retirada de Pedro Santana, Charles Hérard mostró una gran arrogancia. Las intervenciones del general Juan Pablo Duarte y Buenaventura Báez, trajeron como consecuencia, que Tomás Bobadilla y Briones acusara a estos generales de insubordinación y de no querer acatar las órdenes de Pedro Santana.

A su regreso a |Santo Domingo, el 9 de abril de 1844, la Junta encabezada por Tomás Bobadilla y Briones, fue derrocada por los trinitarios y Francisco del Rosario Sánchez, se convirtió en el nuevo Presidente de la Junta. Ramón Matías Mella fue designado gobernador de Santiago y desde allí procedió a organizar la defensa de la ciudad de Santiago de los Caballeros, frente a la amenaza de una nueva invasión.
Primer Gobierno de Santana (1844 - 1848). De finales de mayo de 1844Juan Pablo Duarte junto a José Joaquín Puello, llevaron a cabo un Golpe de Estado, deponiendo a la mayoría conservadora de la Junta Central Gubernativa. La nueva Junta Central Gubernativa estuvo presidida por Francisco del Rosario Sánchez. A principio de junio de ese mismo año, Pedro Santana marchó con sus tropas hacia Santo Domingo logrando destituir a Francisco del Rosario Sánchez.

El general Pedro Santana pasó a ocupar la presidencia de la Junta Central Gubernativa, siendo su primera decisión declarar a Juan Pablo DuarteRamón Matías Mella y Francisco del Rosario Sánchez, junto a otros trinitarios, traidores de la patria, siendo enviados al destierro. A partir de ese momento, los trinitarios quedaron separados del poder. En esta situación se inició la organización del Estado, nombrándose los primeros ministros y gobernadores, y organizándose los ejércitos e instaurándose el servicio militar obligatorio. Al redactarse la primera Constitución, Pedro Santana ejerció presión sobre los constituyentes para que incluyeran el artículo 210 el cual establecía:

Durante la guerra actual y mientras no esté firmada la paz, el Presidente de la República puede libremente organizar el ejército y armada, movilizar las guardias de la nación; pudiendo, en consecuencia, dar las órdenes, providencias y decretos que convengan, sin estar sujeto a responsabilidad alguna. El 27 de febrero de 1845, al conmemorarse el primer aniversario de la Independencia Nacional, Pedro Santana ordenó el fusilamiento de María Trinidad SánchezAndrés Sánchez, tía y hermano del patricio Francisco del Rosario Sánchez, y José del Carmen Figueroa, acusados de conspirar contra el gobierno dominicano. El Presidente Pedro Santana había sido proclamado por dos períodos consecutivos de cuatro años, por lo que debía gobernar hasta el año 1852. Pero al término de su primer período la situación de crisis política y económica que vivía el país hizo que su gobierno perdiera popularidad por lo cual éste argumentó quebrantos de salud, renunciando el 4 de agosto de 1848.

Luego de su renuncia, fue sustituido por Manuel Jiménez González. El gobierno de Jiménez tuvo desde sus inicios la amenaza de nuevas invasiones. Tras la negatividad de estas amenazas por parte de Jiménez González, el Congreso Nacional llamó a Pedro Santana para que se hiciera a cargo de la situación militar, permitiéndose después de sus triunfos recobrar su prestigio político.
Esto llevó a cabo que Pedro Santana hiciera un Golpe de Estado contra Manuel Jiménez, el 29 de mayo de 1849. Gobernó el país desde el 30 de mayo al 23 de septiembre de1849, como proceso de transición de las elecciones convocadas ese mismo año, las cuales fueron ganadas por el candidato sugerido por Santana, Buenaventura Báez.

Finalmente fue un gobierno que administro la administración pública de una forma desproporcionada.

PROTAGONISMO EN LA BATALLA DEL PARAJE DEL NUMERO
La batalla del Número fue escenificada camino a Azua cuando el ejército encabezado por Duvergé logró derrotar a los haitianos quebrando la seguridad psico-militar del ejército invasor. En memoria a esta batalla hoy se encuentra un monumento que lleva como nombre "El Número".

La Batalla de El Número, fue una batalla importante durante los años posteriores a la independencia dominicana y fue librada el 17 de abril de 1849, cerca de Azua de Compostela. Una fuerza de tropas dominicanas, una parte del ejército del sur, dirigida por el general Antonio Duvergé, encontró una fuerza que excedía en número a las tropas dominicanas con 15,000 tropas del ejército haitiano dirigida por el general Jean Francois Jeannot. Participación de la Batalla Las Carreras[editar]
Uno de los combates más grandes Dominico-Haitiano, fue efectuado días después de la batalla de El Número, tras la invasión del enemigo Soulouque. “Las Carreras” fue librada en el lugar del mismo nombre, cercado a la margen oriental del rio Ocoa, entre el 19 y el 22 de abril de 1845.

El ejército dominicano fue comandado por Pedro Santana quien invictamente obtuvo la victoria, luego de días de combates durante los cuales se destacaron Antonio Duvergé, Antonio Abad Aljou, Marcos Evangelista, el Comandante Aniceto Martínez y los capitanes Bruno Arquino y Bruno del Rosario, y aumentó enormemente, por ende, su prestigio.

SU SEGUNDO PERIODO AL MANDO
El 15 de febrero de 1853 se llevaron a cabo elecciones en las que Pedro Santana ganó la presidencia. Su nuevo gobierno no fue muy diferente al anterior, caracterizándose por ser despótico y arbitrario. En un gesto conciliador, Pedro Santana decretó una absolución para gran número de exiliados políticos, aunque entre éstos no se incluyó a Juan Pablo Duarte, que vivía en Venezuela. Pedro Santana, al igual que Buenaventura Báez, se dedicó a hacer gestiones para lograr un protectorado de Estados UnidosEspaña, que hasta entonces no había mostrado gran interés en República Dominicana, se preocupó por el espacio que Estados Unidos podía ganar en el país. Esto motivó que España se apresurara a firmar varios reconocimientos.

Antonio María Segovia, cónsul español, se dedicó a entorpecer las negociaciones de Pedro Santana con Estados Unidos, apoyó a los sectores enemigos del gobierno. Además, en 1856 ofreció la nacionalidad española a todos los dominicanos que la solicitaran. Una avalancha de opositores se beneficiaron de la llamada Matrícula de Segovia, pasando a actuar libremente bajo el amparo español.
Los problemas diplomáticos con España, la crisis financiera y el descenso de la popularidad de Pedro Santana hicieron que éste renunciara el 26 de marzo de 1856. El Vicepresidente Manuel de Regla Mota, ocupó la presidencia y convocó a elecciones para 1856 resultando ganador Buenaventura Báez, aunque en el momento estaba fuera del país desde 1853 por órdenes de Pedro Santana. Buenaventura Báez retornó al país para asumir el cargo gracias a las gestiones realizadas por el cónsul Antonio María Segovia.

TERCER PERIODO Y PLAN ANEXIONISTA
En agosto de 1858 Pedro Santana dio un Golpe de Estado al gobierno del Presidente José Desiderio Valverde, en Santiago. Durante este tercer gobierno, el país enfrentó una grave crisis económica como resultado de la Revolución de 1857. Los cortes de madera, que eran el principal renglón de exportación, se redujeron considerablemente. La explotación era la principal forma de recaudación del pueblo dominicano, por lo que el gobierno estaba sin recursos.

El general Pedro Santana procedió a reubicar la sede del gobierno en Santo Domingo y a legitimar su mandato convocando a unas elecciones en las que resultaron elegidos como Presidente Pedro Santana y Vicepresidente Antonio Abad Alfau.
Políticamente, los continuos rumores de las intenciones de una nueva invasión haitiana por parte de Faustine Soulouque mantenían en tensión al país. Las intenciones de Faustine Soulouque no se concretaron debido a un movimiento de oposición interna, encabezado por el general Fabre Geffrard, que lo derrocó en diciembre de 1858. El general Geffrand tenía una actitud diferente y ofreció garantías al gobierno de que los haitianos deseaban un entendimiento con República Dominicana.

Un problema económico, heredado por Pedro Santana de la gestión de Buenaventura Báez, era la gran cantidad de papel moneda devaluada circulante. Este dinero había sido emitido por Buenaventura Báez para estafar a los tabaqueros del Cibao, en 1857. Pedro Santana siguió haciendo en secreto grandes cantidades de emisiones monetarias sin respaldo, perjudicando las finanzas nacionales. La justificación para estas emisiones era la necesidad de prepararse militarmente para resistir una posible invasión haitiana.

A pesar de las garantías ofrecidas por el Presidente Geffrand, Pedro Santana retornó sus intentos de búsqueda de un protectorado con España bajo la premisa de la inminencia de un ataque haitiano. En 1859 el general Felipe Alfau viajó a España para gestionar un protectorado con la Reina de España Isabel II. El mismo Pedro Santana escribió una carta a la reina en la que le expresaba su interés, no en un simple protectorado, sino en la Anexión a España. Pedro Santana y los sectores de poder interesados en la Anexión esperaban que con ésta pudieran beneficiarse de diferentes maneras, principalmente garantizar sus puestos y sus privilegios sociales. España deseaba que la Anexión pareciera en todo momento como la voluntad del pueblo dominicano. Para tales fines, Pedro Santana procedió a reunirse con los jefes militares y sectores políticos más importantes a lo que informó y convenció de que apoyaran la Anexión. Cada uno de ellos debía garantizar la adhesión de la población. Aquellos que manifestaron desacuerdo fueron enviados al exilio.
El 18 de marzo de 1861, cuando se proclamó la Anexión a España, el pueblo dominicano confirmó los rumores que habían corrido durante meses. Inmediatamente empezaron a salir los manifiestos de apoyo, tal y como había sido acordado por los seguidores de Pedro Santana. Santana fue nombrado gobernador de Santo Domingo, pero pronto descubrió que las cosas no serían como él había planeado, ya que las directrices españolas tomaban todas las decisiones.
El descontento alcanzó incluso a los sectores anexionistas que no lograron conseguir los beneficios que esperaban. El mismo Pedro Santana se sentía incómodo con la pérdida de su influencia y autoridad. Alegando quebrantos de salud, renunció a su cargo el 20 de julio de 1862.


Gregorio Luperón, nació el 8 de septiembre de 1839, hijo de Pedro Castellanos y Nicolasa






Gregorio Luperón, nació el 8 de septiembre de 1839, hijo de Pedro Castellanos y Nicolasa Duperón (apellido francés que luego se convirtió en Luperón), mujer vigorosa, trabajadora infatigable, sostén del hogar de quien aprendió Gregorio, el amor al trabajo responsable y honesto, así como su fuerza y valor ante los afanes del diario vivir.
El misionero protestante William Towler, le enseñó las primeras letras, le infundió el hábito por la lectura y despertó en él su capacidad comprensiva que le ayudaron a alcanzar una amplia cultura universal y nacional.

Desarrolló su liderazgo, su gran resistencia física y el carismático don de mando trabajando como capataz en una hacienda en Jamao, propiedad del francés don Pedro Eduardo Duboq; cualidades que le favorecieron en sus posteriores hazañas militares y políticas como defensor de los ideales patrios. La vida militar de Gregorio Luperón, se inicia cuando fue escogido para el puesto de comandante auxiliar en la Cantonal de Rincón donde manifiesta su carácter enérgico y disciplinado.

La anexión de la República Dominicana a España proclamada por el presidente Pedro Santana el 18 de marzo de 1861, las protestas del pueblo frente a este acontecimiento, su amor al suelo patrio y a la libertad le impulsan a mostrar su oposición y toma la firme decisión de unirse a las acciones conspirativas contra el gobierno español.

E
n Puerto Plata fue encarcelado, se escapa y perseguido pasó a Haití, luego a México y después a Estados Unidos. Consigue entrar clandestinamente al país en febrero de 1863. A su llegada se une al movimiento contra la anexión organizado por los pueblos del Cibao que se concreta con el inicio de la Gesta Restauradora el 16 de agosto de 1863; siendo reconocido como General por su magnetismo, su capacidad y sagacidad militar y nombrado jefe superior de operaciones en la zona de Santo Domingo por el gobierno provisional.

En esta misión se enfrenta a las tropas españolas comandadas por Pedro Santana, logra su cometido haciendo retroceder el ejército español y mantener triunfante la Bandera Nacional en el Noroeste del país, gracias a su patriotismo y valentía. Sus hazañas militares unidas a su amor por la libertad y el derecho del pueblo a la soberanía, revestido de ideales puros y nobles, alejados de bajas pasiones y glorias personales le ganaron muchos enemigos aún en el seno del gobierno restaurador, no obstante continuó en pos de su ideal:
“ Unión, independencia, libertad o muerte ”.

Al lograr el pueblo dominicano restaurar la República y el retiro de las tropas españolas, comienza un período histórico que se conoce come Segunda República a partir de 1865, período caracterizado por crisis económicas, políticas y sociales. Gregorio Luperón, tuvo que enfrentar las ambiciones de poder de los antiguos restauradores, las luchas internas, combatiendo con arrojo cualquier medida política tendente a lesionar la soberanía nacional. Así lo vemos rechazar nombramientos y honores si estos representaban menoscabo de los principios nacionalistas que defendió con alma y corazón.

Por circunstancias históricas, Gregorio Luperón, tuvo que volver a enfrentar con valor revolucionario los intereses políticos de hombres que como, Buenaventura Báez, trabajaron incesantemente por quebrantar la integridad nacional. En 1866 y luego durante el gobierno de los Seis Años de Báez (1868-1876) se enfrentó Luperón a Báez con el propósito de detener las negociaciones de arrendamiento de la bahía de Samaná y su gestión por anexionar el país a los Estados Unidos de Norteamérica. Este es el momento de la vida de Luperón, más dramático y emocionante de defensa del nacionalismo y enfrentamiento de las ideas anexionistas y las ambiciones imperialistas de gobiernos extranjeros.

En toda la República Dominicana y en el exterior, Luperón, simbolizaba las “fuerzas patrióticas nacionales”.
Para combatir al gobierno de Buenaventura Báez, busca apoyo en las antillas hermanas, en países latinoamericanos y en el corazón de los nacionalistas. El general Gregorio Luperón, combatió con las armas el gobierno de Báez, enfrentándolo y atacando los puertos principales del Norte y Sur del país al mando del vapor “El Telégrafo” llegandos apoderarse de la ciudad de Samaná con la finalidad de impedir a toda costa las actividades antinacionales de Báez de “ americanizar el país con la venta de Samaná “. Por estas hazañas militares fue declarado fuera de la ley por el gobierno de Báez, perseguido por buques militares norteamericanos y secuestrada la embarcación por ingleses al considerar a Luperón, un pirata.

Aunque la expedición de “El Telégrafo” no dio los beneficios deseados, sí causó un fuerte impacto en la conciencia dominicana. Alcanzado el objetivo de deponer a Buenaventura Báez, del poder y después de enfrentar múltiples momentos donde las ambiciones y la traición a los ideales nacionalistas caracterizaron a diferentes gobiernos dominicanos desde 1876; es en 1879 que Luperón, asume el poder político, teniendo la oportunidad de instaurar un régimen democrático, tomando medidas que favorecían el desarrollo del país.

Le sucede en el gobierno el padre Fernando Arturo de Meriño, a quien confió Luperón, el bienestar de la nación por considerarlo hombre de carácter, cultura y patriotismo que continuaría las reformas que inició el gobierno liberal de Gregorio Luperón.  Fue designado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Europa donde continuó manifestando su gran amor a la patria; promocionando acciones de desarrollo como fue la instalación del primer cable trasatlántico, buscó nuevos mercados a los productos agrícolas y gestionó la reducción a la deuda externa contraída por los gobiernos de Báez.

Regresa al país en el momento de nuevas elecciones obteniendo la presidencia Ulises Heureaux (Lilís). A partir de 1882 y al consolidarse Heureaux, en el poder con un régimen dictatorial, corrupto y antagónico con los valores y principios del Partido Nacional decide salir del país fijando su residencia en Saint Thomas. Desde el exilio, su protesta contra el régimen de Heureaux, se hace sentir, con escaso respaldo económico para una expedición revolucionaria, tuvo que limitar su lucha a la propaganda y a mantener la esperanza en el pueblo dominicano.
En esta isla escribe sus obras “Notas Autobiográficas y Apuntes Históricos sobre la República Dominicana“.

Afectado de una enfermedad incurable el presidente Heureaux, fue a visitarlo y lo invita a regresar al país, a lo que accedió Luperón conciente de la cercanía de su muerte. Embargado de gran nostalgia por su amada patria llegó a Puerto Plata y a las pocas semanas muere el 20 de mayo de 1897, recibiendo honrosa sepultura el día 21.

Secretaría de Estado de Educación y Cultura - Dirección General de Cultura. Autora: Licda. Yrma M. Stamers. Revisión: Dra. Celsa Albert Batista.
Gregorio Luperón

II RESEÑA
Gregorio Luperón (8 de septiembre de 1839 - 20 de mayo de 1897) fue un militar y político dominicano. Presidente provisional de laRepública Dominicana entre 1879 y 1880.

INICIOS
Nació el 8 de septiembre en la ciudad de Puerto Plata. Su madre se llamó Nicolasa luperon y su padre Pedro Castellanos. Su apellido original era francés, pues, Duperón, que luego se castellanizó como se conoce en la actualidad. Desde muy joven, a los 12 años, estuvo dedicado al trabajo productivo al ser encargado, en Jamao, de los cortes de caoba de Pedro E. Dudocq, su protector, en cuya casa leyó, entre otros libros, las Vidas paralelas de Plutarco. Y a los 19 años, en 1858, instaló una casa de comercio en Yásica.



Estatua Ecuestre del General Luperon en la Puntilla del Malecón cerca de la fortaleza San Felipe, Puerto Plata. Teniendo Luperón la edad de 22 años, Pedro Santana, líder de la facción de los terratenientes y hateros, quien había sido militar y primer presidente de la República, produce la llamada Anexión a España (1861-1865), con lo cual logró que la monarquía española le concediera el título Marqués de Las Carreras. Luperón forma parte del grupo de dominicanos que se rebelan contra este hecho. Como producto de esta rebeldía, es hecho prisionero. Logra escaparse, y se va al exilio a HaitíEstados Unidos y Curazao.

Al tiempo, regresa en forma clandestina por Montecristi, y toma parte en el Levantamiento de Saban. Tras una primera derrota se retira a las montañas y desde La Vega, fomenta la rebelión, hasta que después del llamado Grito de Capotillo el 16 de agosto del1863, alcanza la jefatura de un Cantón, y luego el rango de general. Fue un hombre de un fuerte sentido patriótico y de gran valor en el uso de las armas y las estrategias de guerra. Por estos méritos se le designa Jefe Superior de Operaciones en la Provincia de Santo Domingo, se bate de frente al ejército español, que era comandado por Pedro Santana, por entonces, Marqués de Las Carreras. Pese a ser poderoso y disciplinado, el ejército español, fue derrotado en una estrategia de guerra de guerrillas, debido esto, a la inferioridad en número y en calidad de medios por parte de los rebeldes.

Vencido el ejército español, aceptó el cargo de Vicepresidente de la Junta Gubernativa. Restaurada la República, regresó a su pueblo natal, Puerto Plata, rodeado de la admira­ción y del cariño del pueblo dominicano que lo aclamó y lo aclama desde entonces, como la espada más firme en defensa de sus ideales patrios. Se opuso al regreso al poder de Buenaventura Báez, lo cual le conlleva al destierro y expulsión del país. Pocos meses después, regresa para integrar el movimento llamado Triunvirato de 1866, que derroca a Báez y se convierte en gobierno.
El Triunvirato es disuelto en 1866 a favor de una constitucionalidad, para que asuma la Presidencia de la República, el General José María Cabral.

SEGUNDO EXODO AL OSTRACISMO
Este gobierno es derrocado en 1868, y Luperón es obligado de nuevo a salir del país, por oponerse a las pretensiones anexionistas de Báez, quien mira hacia Estados Unidos en este nuevo propósito. Luperón logra preparar una expedición llamada "El Telégrafo", debido al nombre del barco utilizado para la misma. Fracasa la expedición revolucionaria por la intervención de los Estados Unidos, con quien Báez estaba teniendo entendimientos para la venta de la península de Samaná. Esto motiva un nuevo extrañamiento de su país. Recabó apoyo de la opinión pública en América Latina en contra del propósito de Báez, y envió protestas al Senado de los Estados Unidos.

Cuando Báez es expulsado del poder por la "Revolución Unionista" en 1873, Luperón pudo regresar a Puerto Plata. Ministro y Presidente  Al ascender al poder Ulises Espaillat, Luperón es nombrado en el cargo de "Ministro de Guerra y Marina". Ante la renuncia de Espaillat, de nuevo Luperon es exilado, y espera cerca de dos años, a que sus antiguos enemigos González y Báez se alternen en el poder para un nuevo regreso al país. Tras el derrocamiento del gobierno de Cesáreo Guillermo, se establece un "gobierno provisional", el cual es presidido por Luperón, con su sede en Puerto Plata. Los catorce meses de este gobierno fueron de paz, de libertad y de progreso, produciendo unas elecciones limpias en 1880, en donde fue electo Presidente de la República el Presbítero Fer­nando Arturo de Meriño, que también fue respaldado por Luperón.

En este gobierno fue designado como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario en Europa. De regreso al país, es nombrado Delegado del Gobierno en el Cibao durante el régimen de Francisco Gregorio Billini. Tras cuya renuncia en 1885, se une al Vicepresidente Alejandro Woss y Gil. Revolución de 1886  Desde su cargo, y tras la revolución de 1886, Luperón se enfrenta a ésta en Puerto Plata, contribuyendo con ello al triunfo de Ulises Heureaux (Lilís) y el ascenso de éste a la Presidencia, en el año 1887. Heureaux, también de Puerto Plata, y quien había sido un valiente restaurador como Luperón, comenzó a desarrollar un gobierno despótico y dictatorial, lo cual generó en Luperón arrepentimiento y decepción. Esto hizo que se marchara al exterior a combatirlo. Su campaña fracasó por falta de apoyo del gobierno haitiano.

FALLECIMIENTO
Enfermo en la isla de Saint Thomas, fue buscado por el mismo Ulises Heureaux, para morir en su pueblo natal Puerto Plata el 21 de mayo de 1897. Mausoleo del General Luperón en el Cementerio Municipal de Puerto Plata. Aquí descansaron sus restos desde el 21 de Mayo de 1897 hasta el 14 de Agosto de 1926 en que fueron trasladados a la capilla de los inmortales
Homenajes. En la actualidad uno de los municipios de la provincia de Puerto plata, tierra del Gral. Gregorio Luperón, ostenta su nombre el cual fue aprobado el 21 de noviembre de 1927 en el período de gobierno de Horacio Vásquez, cuando se le cambia el nombre de Blanco por el actual, Luperón, en honor al prócer, quien luchó hasta restaurar la independencia en el 1865.

Este poblado, sito a orillas de una imponente bahía bautizada por el almirante Colón como Puerto de Gracia es de gran hermosura, y en sus linderos alberga importantes recursos turísticos, como son sus bellas playas y la gran zona de manglares en cuyo seno se alberga una de las más grandes y ricas reservas ecológicas del país, tanto por su variado contenido como por su ubicación geográfica. Actualmente se llevan a cabo importantes inversiones en el sector turismo, destacándose el proyecto Puerto Luperón, cuyo valor se acerca a una suma de mil millones de dólares, lo que de seguro convertirá este municipio en un importante lugar de veraneo para propios y extranjeros. La tercera parada de la primera línea del Metro de Santo Domingo lleva su nombre.

CARRERA POLITICA
(Puerto Plata, 1839 - 1897) Político dominicano. Participó de forma determinante en el movimiento independentista de la isla y ocupó la presidencia de un gobierno provisional entre 1879 y 1880. De orígenes humildes, tuvo que trabajar desde niño para colaborar en la economía familiar. A la edad de catorce años encontró empleo a las órdenes de Pedro Eduardo Dubocq, un comerciante establecido en Puerto Plata a quien algunas fuentes biográficas atribuyen la paternidad del muchacho. Conocía bien la lengua inglesa (su madre era una inmigrante de color de las islas británicas), tenía dotes para la oratoria y en la biblioteca de su patrón pudo iniciar una sólida formación autodidacta.

Comprometido con la causa independentista del país, una pelea contra partidarios de la anexión española, promovida por el gobierno de Buenaventura Báez, le llevó a la cárcel, de donde escapó para buscar refugio primero en Haití y después en los Estados Unidos. En 1863 regresó de forma clandestina a la República Dominicana para participar en varios movimientos de insurrección; las tropas rebeldes le concedieron el grado de general.

El autoproclamado Primer Gobierno Restaurador de Pepillo Salcedo, con sede en Santiago, valoró pronto su patriotismo y su capacidad combativa y le encargó la Jefatura Superior de Operaciones en la provincia de Santo Domingo, con la misión de enfrentarse al ejército anexionista comandado por Pedro Santana. Cumplió con su cometido y consiguió desarrollar una guerra de guerrillas que desgastó severamente las fuerzas militares españolas. Finalmente, España entregó el país a los independentistas el 11 de julio de 1865.

Luperón aceptó la vicepresidencia de la Junta Gubernativa de Santiago y, restaurada la República, regresó a Puerto Plata, donde sus paisanos le recibieron como a un auténtico héroe nacional. Desde su ciudad natal impulsó una severa oposición al régimen de Báez, nuevamente en el poder, y encabezó el triunvirato (Luperón, Pimentel y García) que en 1866 consiguió derrocar al gobierno y ejercer el poder ejecutivo entre los meses de mayo y agosto de aquel año.

Disuelto el nuevo órgano gubernamental en favor de la constitucionalidad, asumió la presidencia el general José María Cabral. Pero Báez derrocó nuevamente al gobierno de Cabral en 1968 con la pretensión de anexionar el país a los Estados Unidos y Luperón se vio obligado a abandonar la República. Desde el exterior desplegó una intensa campaña de oposición al gobierno dominicano e incluso preparó una expedición revolucionaria que no consiguió resolver con éxito. No cejó en su empeño de impedir la anexión y elevó repetidas protestas ante el Senado estadounidense que finalmente evitaron la incorporación de la isla a la superpotencia del norte.

La Revolución Unionista de 1873 expulsó a Báez del poder y colocó a González Santín al frente del gobierno. En 1876, Ulises Espaillat se convertía en presidente del país y Luperón aceptó el cargo de ministro de Guerra y Marina en el nuevo gabinete. La renuncia del presidente devolvió el poder a Báez, el eterno enemigo político de Luperón que, una vez más, tuvo que exiliarse. Durante el siguiente trienio el país vivió un periodo de inestabilidad política y rápidas alternancias de poder. Finalmente, en octubre de 1879, Luperón accedió a la presidencia de un gobierno provisional que, con sede en Puerto Plata, instauró un régimen liberal, trató de re institucionalizar la República y preparó el proceso electoral que, a finales de 1980, otorgó el poder a Fernando Arturo Meriño.


RESENA HISTORICA DE LA LOCALIDAD MUNICIPAL DE LUPERON
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DATOS BIOGRÁFICOS DEL GENERAL GREGORIO LUPERÓN
Restaurador y patriota nativo de Puerto Plata. Nació en el año de 1839. Hijo de Nicolasa Luperón una inmigrante de color, inglesa, dueña de un ventorrillo y para quién de niño, tuvo que vender piñonate en una bandeja por las calles, para ayudar al sostenimiento del hogar. Aprendió primero el inglés, lengua que se hablaba en su casa, más que el español. Cuando apenas tenía catorce años, mostraba una fuerza de carácter y una dedicación al trabajo de hombre hecho y derecho, lo que hizo que Pedro Eduardo Dubocq, comerciante establecido en Puerto Plata, lo encargara de dirigir los trabajos de cortes de madera que tenía en Jamao. Desempeñó este trabajo a cabalidad, aprovechando además la biblioteca existente en la casa de campo que el señor Dubocq poseía en el lugar, para cultivar su espíritu.

Teniendo solamente veintidós años cuando se produce la anexión, el joven Luperón siente en lo más íntimo de su ser, la rebeldía contra el nuevo estado de cosas y, solo, castiga a los malos dominicanos que se atreven, en su presencia, a menospreciar lo dominicano. Habiéndole dado una paliza a uno de éstos, fue hecho preso pero escapó de la cárcel, buscando refugio en Haití desde donde se trasladó a los Estados Unidos. Poco tiempo después regresó clandestinamente por Monte Cristi, tomando parte en el levantamiento de Sabaneta en 1863.
Derrotados los insurrectos, se retiró a las montañas y desde ellas buscó refugio en La Vega, fomentando clandes­tinamente la rebelión, hasta que, después del Grito de Capotillo se uniera al sitio de Santiago, dándosele la jefatura de un Cantón y poco después el rango de General.

Hombre de un "valor fabuloso" como fue calificado siempre, descolló de inmediato de entre sus compañeros, por su acendrado patriotismo y por su combatividad iniciativa en la acción. Reconocidos sus méritos por el Gobierno de Santiago, se le designó Jefe Superior de Operaciones en la Provincia de Santo Domingo, donde debía enfrentar al grueso del ejército español, comandado por Pedro Santana.
Las grandes dotes de guerrero de Luperón fueron puestas de manifiesto en la campaña que llevó a cabo contra el poderoso y disciplinado ejército español, puesto que en inferioridad de hombres, de armas y de medios, supo desarrollar una guerra de guerrillas que desgastó a la poderosa fuerza española.

Independiente en la forma de llevar la guerra se malquistó con sus superiores por lo que se le relevó del mando. Regresó a Santiago, donde aceptó el cargo de Vicepresidente de la Junta Gubernativa. Restaurada la República regresa a su pueblo rodeado de la admiración y el cariño del pueblo dominicano que reconoce en él, al más firme paladín de los ideales patrios. Desde allí se opone al regreso al poder de Báez y es expulsado del país, pero a los pocos meses está nuevamente de regreso integrando el movimiento llamado del Triunvirato que en poco tiempo derroca a Báez y se hace gobierno.
Disuelto el Triunvirato en 1866 en favor de la constitucionalidad, asume la Presidencia de la República el General José María Cabral.

Derrocado el gobierno de Cabral en 1868, Luperón se ve obligado a salir de la República, desde donde despliega una intensa campaña de oposición a las pretensiones anexionistas de Báez y logra preparar una expedición, llamada del Telégrafo, por el nombre del barco que se utilizó para la misma. Fracasada la expedición revolucionaria por la intervención de los Estados Unidas, tuvo que alejarse de las costas dominicanas. Sin embargo, ante la inminencia de la posible anexión a los Estados Unidos, Luperón no desmaya en su lucha contra Báez y los anexionistas, recabando el apoyo de la opinión pública latinoamericana y enviando protesta tras protesta al Senado de los Estados Unidos.

Expulsado Báez del poder por la Revolución Unionista en 1873, pudo Luperón retirarse a Puerto Plata, aunque manteniéndose siempre alerta, para defender la integridad de la República y la libertad ciudadana. Al ascender al poder Ulises Espaillat, Luperón accede a desempeñar el cargo de Ministro de Guerra y Marina por entender que debía cooperar con un gobierno respetuoso de los derechos ciudadanos, presidido por un patriota esclarecido como Don Ulises Espaillat. A pesar del decidido apoyo de Luperón, el Presidente Espaillat se vio obligado a renunciar.

Nuevamente exilado, Luperón debe esperar más de dos años, que sus antiguos enemigos González y Báez se alternen en el poder para regresar nuevamente a la patria.
Al ser derrocado el gobierno de Cesáreo Guillermo, se establece un gobierno Provisional presidido por Luperón, con sede en Puerto Plata, que, durante los catorce meses de su ejercicio, trajo la paz, la libertad y el progreso al pueblo dominicano, llevando al país a unas elecciones limpias en 1880 en que fue electo Presidente de la República el Presbítero Fernando Arturo de Meriño, respaldado por Luperón, que más tarde se retiró a Europa siendo designado Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario. Regresado al país es nombrado Delegado del Gobierno en el Cibao durante el régimen de Francisco Gregorio Billini y así al renunciar éste en 1885, se encuentra del lado del Vicepresidente Alejandro Woss y Gil.

Al estallar la revolución en 1886, desde su cargo Luperón se enfrenta a ésta en Puerto Plata contribuyendo al triunfo de Ulises Hereaux y la ascensión de este a la Presidencia en 1887. Arrepentido, tempranamente, al darse cuenta del carácter y las intenciones dictatoriales de Lilís, se va al exterior a combatirlo, pero no pudo realizar una campaña efectiva, por la falta de apoyo del Gobierno Haitiano. Enfermó de gravedad en Saint Thomás y fue buscado por el mismo Ulises Hereaux, muriendo en su pueblo natal el 21 de mayo de 1897.




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