viernes, 14 de junio de 2013

HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMERICA




Los Padres Fundadores es el nombre colectivo que reciben los líderes que hicieron posible la Independencia de los Estados Unidos. Su participación pudo ser en la elaboración y firma de la Declaración de Independencia o de la Constitución o incluso por su participación en la Guerra de la Independencia como militares, estrategas e incluso banqueros.

Quiénes son los Padres Fundadores
No hay una lista definitiva sobre quiénes deben ser incluidos dentro de la categoría de Padres Fundadores. Sin embargo, hay acuerdo entre todos los historiadores que los siguientes líderes deben sin lugar a dudas ser considerados como tales:
George Washington: Líder militar de la Guerra de la Independencia frente a las tropas británicas y primer presidente de los Estados Unidos. Uno de los miembros más ricos de las colonias debido a su matrimonio, poseía esclavos.

John Adams: Abogado de Boston que jugó un papel primordial en todo el proceso que concluyó en la independencia americana. Colaboró con Thomas Jefferson en la redacción de la Declaración de la Independencia y durante la Guerra fungió como diplomático en Europa de las tropas rebeldes consiguiendo importantes apoyos y préstamos. Fue el segundo presidente de los Estados Unidos y padre del sexto: John Quincy Adams.

Thomas Jefferson: Tercer presidente de los Estados Unidos. Jugó un papel fundamental como redactor principal de la Declaración de Independencia, aprobada el 4 de julio de 1776. Conocido por su inmenso intelecto e interés por materias de lo más diverso, fue el fundador de la prestigiosa Universidad de Virginia y representó diplomáticamente en Europa a los Estados Unidos. Poseía en Virginia una plantación donde había esclavos. Parace probado que tuvo una relación sentimental larga con la esclava Sally Hemings, con quien tendría varios hijos.

James Madison: Cuarto presidente de los Estados Unidos. Ha pasado a la historia por ser uno de los principales redactores de la Constitución y por ser el autor de la Ley de Derechos (Bill of Rights). Son las primeras diez enmiendas de la Constitución donde se recogen derechos sagrados para los estadounidenses, como el de libertad de religión, prensa, opinión , el de no declarar en contra de uno mismo o el de portar armas. Pero ha pasado a la historia por ser uno de los principales autores de los Papeles Federalistas, un grupo de artículos que interpreta la Constitución y que sirvió en su momento para encontrar apoyos para su ratificación.
Alexander Hamilton: Ayudante y confidente de George Washington durante la Guerra de Independencia, Hamilton fue el primer Secretario del Tesoro de la nueva nación. Hamilton fue junto con Madison y John Jay uno de los autores de los Papeles Federalistas, posiblemente siendo Hamilton el más destacable. Hamilton, a diferencia de otros Padres Fundadores, no nació en ninguna de las colonias que acabaría siendo Estados Unidos, sino que provenía de una isla del Caribe. Hijo ilegítimo y huérfano, Hamilton recibió una ayuda económica para ir a estudiar a NY debido a su brillanted intelectual. Y allí se quedó.

John Jay: Tras haber servido como diplomático en Europa durante la Guerra de la Independencia donde consiguió importantes apòyos para la causa independentista en España y Francia, Jay participó con Hamilton y Madison en la redacción de los Papeles Federalistas. Pero su gran importancia reside en haber sido el primer presidente de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Benjamin Franklin: Inventor, político, editor, diplomático, gobernador y encargado del servicio de Correos de las colonias. Franklin fue eso y mucho más. Se le considera como la representación humana de todas las virtudes a las que aspiraba Estados Unidos como nación y un gran defensor de la unidad de las colonias frente a los ingleses. Fue, entre otras cosas, el inventor del pararrayos.
Características comunes de los Padres Fundadores
No cabe duda de que existían importantísimas diferencias entre los padres fundadores. Por ejemplo, Washington, Jefferson y Madison poseían esclavos, aunque los dos últimos consideraban que no era precisamente una cosa buena. Por el contrario Adams y Jay se opusieron radicalmente a la esclavitud.
Pero lo cierto es que hay importantes notas comunes entre todos los Padres Fundadores: en general provenían de familias acomodadas –excepto Hamiltion-, tenían estudios aunque de diversa calidad y poseían experiencia política o legal.

Los deseos de independencia de las Trece Colonias estadounidenses, que se fraguaron durante años de conflicto con los británicos por sus medidas impositivas y monopolistas con levantamientos como el Motín del té, estallaron el 18 de abril de 1775 cuando se produjo el incidente de Lexington: un grupo de soldados británicos que viajaba de Boston a Concord para confiscar municiones disparó contra un grupo de milicianos de la población de Lexington, haciendo así saltar la chispa que dio comienzo a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos.

El desarrollo de la contienda
Tras el incidente, los británicos se vieron obligados a replegarse hacia Boston, donde contaban con los cerca de 4.000 "casacas rojas" enviados para apaciguar los ánimos en la región. Los sublevados, por su parte, habían reclutado ya un ejército popular entre los partidarios de la independencia y, en Mayo, los británicos fueron sitiados en Boston por un grupo de milicianos que superaba ya las 10.000 personas. Los británicos pidieron refuerzos y en su ayuda fueron enviados unos 6.000 soldados. Massachusetts se encontraba bajo la ley marcial.

Al mismo tiempo, se había reunido en Filadelfia el llamado Segundo Congreso Continental, compuesto por representantes de las Trece Colonias y que hacía las veces de gobierno provisional nacional. Entre sus acciones se incluye el nombramiento como comandante de George Washington, quien en julio se dirigió hacia Boston para organizar el ejército y dotarlo de uniformes y armamento. El Asedio de Boston continuó hasta marzo de 1776, cuando los británicos se vieron obligados a retirarse al mar en sus cerca de 120 buques, tras tomar conciencia del alcance real del conflicto y aceptar que se encontraban sumidos en una auténtica guerra.
El 4 de julio de 1776, el Congreso Continental firmó la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, redactada por Thomas Jefferson sobre la base de la Declaración de Derechos de Virginia, firmada apenas un mes antes. Entre los 56 congresistas presentes se encontraban también George Washington, John Adams y Benjamin Franklin.
El Congreso fue asimismo responsable de la creación en 1777 de la primera bandera de Estados Unidos, compuesta de 13 franjas y 13 estrellas en representación de las Trece Colonias.
Tras abandonar Boston, los buques británicos, por su parte, se habían dirigido hacia Nueva York, donde se les habían unido nuevas tropas enviadas desde Inglaterra al mando del comandante William Howe. Las fuerzas británicas contaban ya unos 30.000 hombres.
El conflicto se fue desarrollando en forma de guerra de guerrillas hasta octubre de 1777, momento en el que las tropas británicas se vieron obligadas a rendirse tras la Batalla de Saratoga, en el estado de Nueva York. El hecho sirvió para levantar el ánimo de los colonos, que se encontraron de este modo en posición de lanzar una ofensiva contra el ejército británico, así como para despertar el interés en la contienda de las otras grandes potencias de la época: Francia y España.
Ambas potencias se encontraban enfrentadas a Inglaterra, por lo que vieron en el conflicto una oportunidad para resarcirse. En febrero de 1778 Francia entró formalmente en la guerra y España comenzó a colaborar con los colonos enviando dinero y armamento. Un año más tarde España declaró la guerra a Inglaterra.

Con la participación de estas potencias, Inglaterra se vio obligada a desviar tropas hacia Europa, donde sus territorios se encontraban amenazados. Ante el avance contra Inglaterra, Holanda se decidió asimismo a tomar parte en la contienda, con la esperanza de poder sacar provecho en relación a sus posiciones de ultramar.

El final de la contienda
Los colonos fueron avanzando hasta que las tropas inglesas quedaron reducidas a Virginia donde, en 1781, un ejército compuesto por unos 16.000 hombres franceses y estadounidenses dirigido por George Washington asedió en Yorktown a unos 8.000 soldados británicos, que se vieron obligados a rendirse. Tras este hecho, Gran Bretaña no tuvo más remedio que pedir la paz.

El 3 de septiembre de 1783 se firmó el Tratado de París, que puso fin a la contienda. El tratado, entre otras cosas, reconocía la independencia de las Trece Colonias, que pasarían a llamarse los Estados Unidos de América y ocuparían los territorios comprendidos entre Florida y Canadá, llegando por el este hasta el río Misisipi.

Alcance
Aparte de las ganancias territoriales obtenidas por las potencias que intervinieron en el conflicto y de suponer el comienzo de la pérdida de la hegemonía británica, la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, así como los hechos que la precedieron, se han considerado la primera de las Revoluciones Liberales Burguesas, puesto que las bases legales del Estado Nacional estadounidense, que habían comenzado a fraguarse con la Declaración de Derechos de Virginia y posteriormente con la Declaración de Independencia, se asentaban sobre los principios de la Ilustración.
Dichas bases fueron desarrollándose durante el conflicto, y sobre todo tras su finalización, hasta culminar en 1786 con la firma de la Constitución de los Estados Unidos, que ha permanecido como ley suprema del país hasta la actualidad.

El poder del inglés en la cultura



ASPECTO FLOKLORICO DE LA CULTURA NORTEAMERICANA
Madonna. Britney Spears. Nombres de cantantes conocidas en las calles de Paris y los salones de Buenos Aires, símbolos de la música esta-dounidense. Pero antes que estas chicas se hicieran famosas, más antes de que ellas nacieran, en esas calles de Paris y de Buenos Aires, se hablaba de otros astros, otros símbolos: Los Beatles en la década del 60, Elvis Presley en los 50, Frank Sinatra durante la Segunda Guerra Mundial, y Bing Crosby en los 30.
Sin duda, la música de Estados Unidos se oye en los pueblos pequeños de América Latina, en las montañas de los Alpes, y los desiertos de áfrica. Por muchas décadas, el ritmo, el tono, el sonido de Estados Unidos ha estado presente en la vida cotidiana de todos, hasta creando palabras y términos nuevos, tales como:
  Charleston (charlston)
  Jazz (yaz, “y” con pronunciación de Argentina)
  Rock and roll (rok and rol)
  The blues (de bluz)
  Rap (rap)

El cine y la televisión

A la música le podemos añadir el cine y la televisión. Las películas de Hollywood atraen multitudes en Moscú, Paris, y São Paulo. En Cuba, donde el gobierno considera a las producciones que vienen de Estados Unidos como decadentes y contra la política revolucionaria, miles de aficionados esperan horas delante de la taquilla para ver una película de Hollywood, sea reciente o vieja.
El inglés es uno de los idiomas utilizados en las instrucciones que se dan para crear un sistema de telecomunicación, para reparar computadoras, para crear una red de información en una oficina.
La televisión inglesa y la estadounidense también ejercen cierto hipno-tismo, fanatismo. Hace muchos años en España cuando se veía las aven-turas del detective privado conocido como The Saint, El Santo — interpretado por el muy inglés Roger Moore — los miércoles por la noche no aparecían peatones en las calles. Todo el mundo estaba tras puertas, sentado frente a un televisor.
El resultado es que cualquier actor de Hollywood es reconocido tanto en las tiendas de Los ángeles como en las tiendas de Madrid. Y un muchacho en Asunción, Paraguay, puede estar más al tanto de las traves-uras de la farándula estadounidense que los artistas de su propio país. ¿Y qué significa esto? Que el inglés es el idioma de la cultura popular y del entretenimiento.

Las causas de la Independencia de Estados Unidos

Agravios detrás de la Guerra de la Independencia

Por Adriana Collado, Guía de About.com
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CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS UNIDOS

Entre las causas de la Independencia de Estados Unidos destaca el motín del té
Archivos Nacionales de los Estados Unidos.

contribuyeron a la Independencia de Estados Unidos de Gran Bretaña en un hecho histórico conocido como la Revolución Americana.

Las causas de la independencia son de distinta naturaleza, pero en todas es común que producen un sentimiento entre las colonias de que la metrópoli los está tratando injustamente. Cuando sucedieron no necesariamente ninguna de las partes creía que el resultado iba a ser la independencia de las colonias. Pero la suma de todas ellas contribuyó a forjar un proceso del que ya no habría marcha atrás y que culminó con el nacimiento de los Estados Unidos de América en 1776.

Entre las causas de la independencia destacan las siguientes:

Un mayor control británico sobre los asuntos coloniales
Tras la Guerra de los Siete Años el Parlamento de Londres comienza a interferir en asuntos coloniales, produciendo malestar entre los colonos.

Como ejemplo de ello destacan la anulación de leyes promulgadas por las colonias de Carolina del Sur y Virginia, el establecimiento de un mayor control sobre las cortes de justicia y la autorización para que las autoridades aduaneras entrasen sin autorización judicial en almacenes y viviendas donde se sospechase que podría haber bienes introducidos en las colonias mediante contrabando.
Pero la medida que realmente soliviantó a los colonos fue el despliegue en 1763 de seis mil soldados a lo largo de la cordillera de los Apalaches, separando a colonos de las tribus nativas y poniendo fin al comercio entre ambos grupos y a la expansión blanca a nuevos territorios indígenas.
Se oyeron fuertes protestas, especialmente por parte de comerciantes y de especuladores de tierras. Estos últimos pretendían abrir el Valle del Ohio a la colonización de origen europeo. Esta expansión hacia el Oeste se acabaría produciendo más tarde causando grandes perjuicios a los indios de las praderas.

La Ley del Azúcar
Gran Bretaña pretendía que las colonias colaborasen a los gastos de mantenimiento de la burocracia imperial. Mientras que los colonos, que se veían a sí mismos como ingleses, consideraban que el Parlamento no podía obligarles a pagar impuestos si ellos mismos no consentía a ello o sus representantes. O lo que es lo mismo, el principio de que sin representación, no puede haber impuestos.

En 1764 se aprobó la Ley del Azúcar que imponía impuestos en bienes como el azúcar, el vino, el café, el potasio, la seda y el hierro y que fue recibida con gran malestar en las colonias.

La Ley de la Estampilla
Esta ley de 1766, conocida en inglés como Stamp Act, imponía un impuesto sobre toda clase de material impreso. Por ejemplo, sobre anuncios en un periódico, contratos legales como un testamento e incluso sobre barajas de cartas.
Las protestas de los colonos no tardaron en dejarse oír. Se organizaron formando organizaciones irregulares como los Hijos de la Libertad que llegaron a acometer actos violentos y de saqueo. Al mismo tiempo, comenzaron a aceptarse documentos sin el correspondiente sello oficial, dejando en la práctica a la ley sin efecto.

Las protestas llevaron a que la Ley fuera derogada en 1766. Pero ya se había creado en las colonias el sentimiento de que los británicos aspiraban a privar a los colonos de los derechos que le correspondían como ingleses.

La Ley Declaratoria
Esta ley, aprobada por el Parlamento británico en 1766 establecía que las colonias estaban subordinadas a Gran Bretaña y que el Parlamento podía aprobar cualquier ley y que ésta sería de obligado cumplimiento en las colonias y para los colonos.
El reacción en América fue de absoluto rechazo.

Las Leyes Townshend de 1767
En un contexto de gran necesidad por parte de los británicos de encontrar ingresos para sus arcas públicas, el Parlamento inglés aprobó estas leyes que imponen impuestos en la importación por parte de las colonias de artículos como el papel, el cristal, el plomo, las pinturas y el té. Los ingleses además impusieron unas cortes de aduanas para garantizar que se cumpliera la ley que resultaron ser notablemente corruptas.
La respuesta de las colonias fue boicotear los productos británicos y acelerar la producción propia de los bienes sobre los que se creaba un impuesto, cuando ello fuera posible. Asimismo, la cámara legislativa de Massachusetts una Carta Circular a las otras cámaras coloniales en la que específicamente se aludía a que las Leyes Townshend eran una violación de sus derechos naturales y constitucionales.
La cámara sería disuelta por los británicos que además enviaron tropas de la frontera en los Apalaches a Boston. Como consecuencia de esta medida, en una ciudad de apenas 16.000 habitantes había cuatro mil soldados británicos, con el consiguiente malestar. Ya era claro que había problemas en las colonias y que cada vez más colonos creían que Gran Bretaña tenía como último fin quitarles sus derechos.


La Masacre de Boston
El 5 de marzo de 1770 un grupo incontrolado y numeroso de gente comenzó a tirar bolas de nieve –algunas con piedras de considerable tamaño dentro- a los soldados británicos que custodiaban la Oficina de Aduanas de Boston. Los soldados reaccionaron disparando y matando a cinco colonos.

Mientras que revolucionarios como Samuel Adams pedía agitación, otros, como John Adams, uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, intervino para que la calma no se perdiese y llegó a defender en corte a los soldados británicos, que fueron declarados inocentes o castigados a pequeñas condenas.

En este punto la tensión entre los colonos y la metrópoli era ya manifiesta y Londres reaccionó evitando tensar más las relaciones y derogando los impuestos creados por las Leyes Townshend, excepto la establecida sobre la importación de .

El motín del té
En 1773 se le permitió a la empresa British East India vender en exclusividad té directamente en las colonias americanas, pero manteniendo el impuesto creado sobre este producto por las Leyes Townshend.

Aunque esto suponía un ahorro considerable a la hora de comprar té al tratarse de una transacción directa sin tener que pasar por Inglaterra y abonar impuestos extra, los colonistas percibieron que esta medida, a la larga, podía perjudicarse. En realidad puso de manifiesto que los ingleses, si así lo querían podían conceder en exclusividad todo o parte del comercio colonial a quien quisieran.
En este contexto, la British East India Company envió barcos con té a diversos puertos. En Nueva York y Filadelfia se les obligó a regresar a Inglaterra sin descargar el cargamento. Sin embargo en Boston se le permitió amarrar para proceder a descargar.
En diciembre de 1773, varios colonos, arengados por Samuel Adams y disfrazados de indios americanos, subieron a bordo de tres barcos y tiraron al mar los cofres con el té.
Ahora le tocó el turno a los británicos de ponerse furiosos cuando oyeron las noticias del evento conocido como el motín del té. El rey Jorge III llegó a decir que “debemos dominarlos o dejarlos que se gobiernen solos”.
Consecuencias
A partir del motín del té ya no hubo marcha atrás. Los ingleses aprobaron las Leyes Coercitivas y los colonos americanos dejaron de un lado la resistencia para pasarse a la revolución.
En 1774, con la celebración del Congreso Continental se inició la Revolución Americana que culminó con la creación de Estados Unidos en 1776 a partir de las trece colonias originales.


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