Los Padres Fundadores es el nombre colectivo que reciben
los líderes que hicieron posible la Independencia de los Estados Unidos. Su
participación pudo ser en la elaboración y firma de la Declaración de
Independencia o de la Constitución o incluso por su participación en la Guerra
de la Independencia como militares, estrategas e incluso banqueros.
Quiénes son los Padres Fundadores
No hay una lista definitiva sobre quiénes deben ser
incluidos dentro de la categoría de Padres Fundadores. Sin embargo, hay acuerdo
entre todos los historiadores que los siguientes líderes deben sin lugar a
dudas ser considerados como tales:
George
Washington: Líder militar de la Guerra de la
Independencia frente a las tropas británicas y primer presidente de los Estados
Unidos. Uno de los miembros más ricos de las colonias debido a su matrimonio,
poseía esclavos.
John Adams:
Abogado de Boston que jugó un papel primordial en todo el proceso que concluyó
en la independencia americana. Colaboró con Thomas Jefferson en la
redacción de la Declaración de la Independencia y durante la Guerra fungió como
diplomático en Europa de las tropas rebeldes consiguiendo importantes apoyos y
préstamos. Fue el segundo presidente de los Estados Unidos y padre del sexto: John
Quincy Adams.
Thomas Jefferson:
Tercer presidente de los Estados Unidos. Jugó un papel fundamental como
redactor principal de la Declaración de Independencia, aprobada el 4 de julio
de 1776. Conocido por su inmenso intelecto e interés por materias de lo más
diverso, fue el fundador de la prestigiosa Universidad de Virginia y representó
diplomáticamente en Europa a los Estados Unidos. Poseía en Virginia una
plantación donde había esclavos. Parace probado que tuvo una relación
sentimental larga con la esclava Sally Hemings, con quien tendría
varios hijos.
James Madison:
Cuarto presidente de los Estados Unidos. Ha pasado a la historia por ser uno de
los principales redactores de la Constitución y por ser el autor de la Ley de
Derechos (Bill of Rights). Son las primeras diez enmiendas de la Constitución
donde se recogen derechos sagrados para los estadounidenses, como el de
libertad de religión, prensa, opinión , el de no declarar en contra de uno
mismo o el de portar armas. Pero ha pasado a la historia por ser uno de los
principales autores de los Papeles Federalistas, un grupo de artículos que
interpreta la Constitución y que sirvió en su momento para encontrar apoyos
para su ratificación.
Alexander
Hamilton: Ayudante y confidente de George
Washington durante la Guerra de Independencia, Hamilton fue el primer
Secretario del Tesoro de la nueva nación. Hamilton fue junto con Madison y John
Jay uno de los autores de los Papeles Federalistas, posiblemente siendo
Hamilton el más destacable. Hamilton, a diferencia de otros Padres Fundadores,
no nació en ninguna de las colonias que acabaría siendo Estados Unidos, sino
que provenía de una isla del Caribe. Hijo ilegítimo y huérfano, Hamilton
recibió una ayuda económica para ir a estudiar a NY debido a su brillanted
intelectual. Y allí se quedó.
John Jay:
Tras haber servido como diplomático en Europa durante la Guerra de la
Independencia donde consiguió importantes apòyos para la causa independentista
en España y Francia, Jay participó con Hamilton y Madison en la redacción de
los Papeles Federalistas. Pero su gran importancia reside en haber sido el
primer presidente de la Corte Suprema de
Estados Unidos.
Benjamin
Franklin: Inventor, político, editor, diplomático,
gobernador y encargado del servicio de Correos de las colonias. Franklin fue
eso y mucho más. Se le considera como la representación humana de todas las
virtudes a las que aspiraba Estados Unidos como nación y un gran defensor de la
unidad de las colonias frente a los ingleses. Fue, entre otras cosas, el
inventor del pararrayos.
Características comunes de los Padres
Fundadores
No cabe duda de que existían importantísimas
diferencias entre los padres fundadores. Por ejemplo, Washington, Jefferson y
Madison poseían esclavos, aunque los dos últimos consideraban que no era
precisamente una cosa buena. Por el contrario Adams y Jay se opusieron
radicalmente a la esclavitud.
Pero lo cierto es que hay importantes notas
comunes entre todos los Padres Fundadores: en general provenían de familias
acomodadas –excepto Hamiltion-, tenían estudios aunque de diversa calidad y
poseían experiencia política o legal.
Los
deseos de independencia de las Trece Colonias estadounidenses, que se fraguaron
durante años de conflicto con los británicos por sus medidas impositivas y
monopolistas con levantamientos como el Motín del té, estallaron el 18
de abril de 1775 cuando se produjo el incidente de Lexington: un grupo de
soldados británicos que viajaba de Boston a Concord para confiscar municiones
disparó contra un grupo de milicianos de la población de Lexington, haciendo
así saltar la chispa que dio comienzo a la Guerra de Independencia de los
Estados Unidos.
El desarrollo de la contienda
Tras el incidente, los británicos se vieron
obligados a replegarse hacia Boston, donde contaban con los cerca de 4.000
"casacas rojas" enviados para apaciguar los ánimos en la región. Los
sublevados, por su parte, habían reclutado ya un ejército popular entre los
partidarios de la independencia y, en Mayo, los británicos fueron sitiados en
Boston por un grupo de milicianos que superaba ya las 10.000 personas. Los
británicos pidieron refuerzos y en su ayuda fueron enviados unos 6.000
soldados. Massachusetts se encontraba bajo la ley marcial.
Al mismo tiempo, se había reunido en Filadelfia el
llamado Segundo Congreso Continental, compuesto por representantes de las Trece
Colonias y que hacía las veces de gobierno provisional nacional. Entre sus
acciones se incluye el nombramiento como comandante de George Washington, quien en julio se dirigió hacia Boston para
organizar el ejército y dotarlo de uniformes y armamento. El Asedio de Boston
continuó hasta marzo de 1776, cuando los británicos se vieron obligados a
retirarse al mar en sus cerca de 120 buques, tras tomar conciencia del alcance
real del conflicto y aceptar que se encontraban sumidos en una auténtica
guerra.
El 4 de julio de
1776, el Congreso Continental firmó la Declaración de Independencia de los
Estados Unidos, redactada por Thomas Jefferson sobre la base de la Declaración
de Derechos de Virginia, firmada apenas un mes antes. Entre los 56 congresistas
presentes se encontraban también George Washington, John Adams y Benjamin Franklin.
El Congreso fue
asimismo responsable de la creación en 1777 de la primera bandera de Estados
Unidos, compuesta de 13 franjas y 13 estrellas en representación de las Trece
Colonias.
Tras abandonar
Boston, los buques británicos, por su parte, se habían dirigido hacia Nueva
York, donde se les habían unido nuevas tropas enviadas desde Inglaterra al
mando del comandante William Howe. Las fuerzas británicas
contaban ya unos 30.000 hombres.
El conflicto se
fue desarrollando en forma de guerra de guerrillas hasta octubre de 1777,
momento en el que las tropas británicas se vieron obligadas a rendirse tras la
Batalla de Saratoga, en el estado de Nueva York. El hecho sirvió para levantar
el ánimo de los colonos, que se encontraron de este modo en posición de lanzar
una ofensiva contra el ejército británico, así como para despertar el interés
en la contienda de las otras grandes potencias de la época: Francia y España.
Ambas potencias se
encontraban enfrentadas a Inglaterra, por lo que vieron en el conflicto una oportunidad
para resarcirse. En febrero de 1778 Francia entró formalmente en la guerra y
España comenzó a colaborar con los colonos enviando dinero y armamento. Un año
más tarde España declaró la guerra a Inglaterra.
Con la participación de estas potencias, Inglaterra
se vio obligada a desviar tropas hacia Europa, donde sus territorios se
encontraban amenazados. Ante el avance contra Inglaterra, Holanda se decidió
asimismo a tomar parte en la contienda, con la esperanza de poder sacar
provecho en relación a sus posiciones de ultramar.
El final de la contienda
Los colonos fueron avanzando hasta que las tropas
inglesas quedaron reducidas a Virginia donde, en 1781, un ejército compuesto
por unos 16.000 hombres franceses y estadounidenses dirigido por George Washington
asedió en Yorktown a unos 8.000 soldados británicos, que se vieron obligados a
rendirse. Tras este hecho, Gran Bretaña no tuvo más remedio que pedir la paz.
El 3 de septiembre de 1783 se firmó el Tratado de París, que puso fin a la contienda. El tratado,
entre otras cosas, reconocía la independencia de las Trece Colonias, que pasarían a llamarse los Estados Unidos de
América y ocuparían los territorios comprendidos entre Florida y Canadá,
llegando por el este hasta el río Misisipi.
Alcance
Aparte de las ganancias territoriales obtenidas por
las potencias que intervinieron en el conflicto y de suponer el comienzo de la
pérdida de la hegemonía británica, la Guerra de Independencia de los Estados
Unidos, así como los hechos que la precedieron, se han considerado la primera
de las Revoluciones Liberales Burguesas, puesto que las bases legales del
Estado Nacional estadounidense, que habían comenzado a fraguarse con la
Declaración de Derechos de Virginia y posteriormente con la Declaración de
Independencia, se asentaban sobre los principios de la Ilustración.
Dichas bases
fueron desarrollándose durante el conflicto, y sobre todo tras su finalización,
hasta culminar en 1786 con la firma de la Constitución de los Estados Unidos,
que ha permanecido como ley suprema del país hasta la actualidad.
El poder del inglés en la
cultura
ASPECTO FLOKLORICO DE LA CULTURA NORTEAMERICANA
Madonna. Britney Spears. Nombres de cantantes conocidas
en las calles de Paris y los salones de Buenos Aires, símbolos de la música
esta-dounidense. Pero antes que estas chicas se hicieran famosas, más antes de
que ellas nacieran, en esas calles de Paris y de Buenos Aires, se hablaba de
otros astros, otros símbolos: Los Beatles en la década del 60, Elvis Presley en
los 50, Frank Sinatra durante la Segunda Guerra Mundial, y Bing Crosby en los
30.
Sin duda, la música de Estados Unidos se oye
en los pueblos pequeños de América Latina, en las montañas de los Alpes, y los
desiertos de áfrica. Por muchas décadas, el ritmo, el tono, el sonido de
Estados Unidos ha estado presente en la vida cotidiana de todos, hasta creando
palabras y términos nuevos, tales como:
Charleston (charlston)
Jazz (yaz,
“y” con pronunciación de Argentina)
Rock and roll (rok and rol)
The blues (de bluz)
Rap (rap)
El cine y la televisión
A la música le
podemos añadir el cine y la televisión. Las películas de Hollywood atraen
multitudes en Moscú, Paris, y São Paulo. En Cuba, donde el gobierno considera a
las producciones que vienen de Estados Unidos como decadentes y contra la
política revolucionaria, miles de aficionados esperan horas delante de la
taquilla para ver una película de Hollywood, sea reciente o vieja.
El inglés es uno de los idiomas utilizados en las
instrucciones que se dan para crear un sistema de telecomunicación, para
reparar computadoras, para crear una red de información en una oficina.
La televisión
inglesa y la estadounidense también ejercen cierto hipno-tismo, fanatismo. Hace
muchos años en España cuando se veía las aven-turas del detective privado
conocido como The Saint,
El Santo — interpretado por el muy inglés Roger Moore — los miércoles por la
noche no aparecían peatones en las calles. Todo el mundo estaba tras puertas,
sentado frente a un televisor.
El resultado es
que cualquier actor de Hollywood es reconocido tanto en las tiendas de Los ángeles
como en las tiendas de Madrid. Y un muchacho en Asunción, Paraguay, puede estar
más al tanto de las traves-uras de la farándula estadounidense que los artistas
de su propio país. ¿Y qué significa esto? Que el inglés es el idioma de la
cultura popular y del entretenimiento.
Las causas de la
Independencia de Estados Unidos
Agravios detrás de la
Guerra de la Independencia
Por Adriana Collado, Guía de About.com
Ads:
·
Ley las
CAUSAS DE LA INDEPENDENCIA DE LOS ESTADOS
UNIDOS
Entre las causas de la Independencia de
Estados Unidos destaca el motín del té
Archivos
Nacionales de los Estados Unidos.
contribuyeron a la Independencia de Estados Unidos de
Gran Bretaña en un hecho histórico conocido como la Revolución Americana.
Las causas de la independencia son de distinta
naturaleza, pero en todas es común que producen un sentimiento entre las
colonias de que la metrópoli los está tratando injustamente. Cuando sucedieron
no necesariamente ninguna de las partes creía que el resultado iba a ser la
independencia de las colonias. Pero la suma de todas ellas contribuyó a forjar
un proceso del que ya no habría marcha atrás y que culminó con el nacimiento de
los Estados Unidos de América en 1776.
Entre las causas de la independencia destacan las
siguientes:
Un mayor control británico sobre los asuntos coloniales
Tras la Guerra de los Siete Años el
Parlamento de Londres comienza a interferir en asuntos coloniales, produciendo
malestar entre los colonos.
Como ejemplo de ello destacan la anulación de leyes
promulgadas por las colonias de Carolina del Sur y Virginia, el establecimiento
de un mayor control sobre las cortes de justicia y la autorización para que las
autoridades aduaneras entrasen sin autorización judicial en almacenes y
viviendas donde se sospechase que podría haber bienes introducidos en las
colonias mediante contrabando.
Pero
la medida que realmente soliviantó a los colonos fue el despliegue en 1763 de
seis mil soldados a lo largo de la cordillera de los Apalaches, separando a
colonos de las tribus nativas y poniendo fin al comercio entre ambos grupos y a
la expansión blanca a nuevos territorios indígenas.
Se oyeron fuertes protestas, especialmente por parte de
comerciantes y de especuladores de tierras. Estos últimos pretendían abrir el
Valle del Ohio a la colonización de origen europeo. Esta expansión hacia el
Oeste se acabaría produciendo más tarde causando grandes perjuicios a los indios de las praderas.
La Ley del Azúcar
Gran Bretaña pretendía que las colonias colaborasen a los
gastos de mantenimiento de la burocracia imperial. Mientras que los colonos,
que se veían a sí mismos como ingleses, consideraban que el Parlamento no podía
obligarles a pagar impuestos si ellos mismos no consentía a ello o sus
representantes. O lo que es lo mismo, el principio de que sin representación,
no puede haber impuestos.
En 1764 se aprobó la Ley del Azúcar que imponía impuestos
en bienes como el azúcar, el vino, el café, el potasio, la seda y el hierro y
que fue recibida con gran malestar en las colonias.
La Ley de la Estampilla
Esta ley de 1766, conocida en inglés como Stamp Act,
imponía un impuesto sobre toda clase de material impreso. Por ejemplo, sobre
anuncios en un periódico, contratos legales como un testamento e incluso sobre
barajas de cartas.
Las protestas de los colonos no tardaron en dejarse oír.
Se organizaron formando organizaciones irregulares como los Hijos de la
Libertad que llegaron a acometer actos violentos y de saqueo. Al mismo tiempo,
comenzaron a aceptarse documentos sin el correspondiente sello oficial, dejando
en la práctica a la ley sin efecto.
Las protestas llevaron a que la Ley fuera derogada en
1766. Pero ya se había creado en las colonias el sentimiento de que los
británicos aspiraban a privar a los colonos de los derechos que le
correspondían como ingleses.
La Ley Declaratoria
Esta ley, aprobada por el Parlamento británico en 1766
establecía que las colonias estaban subordinadas a Gran Bretaña y que el
Parlamento podía aprobar cualquier ley y que ésta sería de obligado
cumplimiento en las colonias y para los colonos.
El reacción en América fue de absoluto rechazo.
Las Leyes Townshend de 1767
En un contexto de gran necesidad por parte de los
británicos de encontrar ingresos para sus arcas públicas, el Parlamento inglés
aprobó estas leyes que imponen impuestos en la importación por parte de las colonias
de artículos como el papel, el cristal, el plomo, las pinturas y el té. Los
ingleses además impusieron unas cortes de aduanas para garantizar que se
cumpliera la ley que resultaron ser notablemente corruptas.
La
respuesta de las colonias fue boicotear los productos británicos y acelerar la
producción propia de los bienes sobre los que se creaba un impuesto, cuando
ello fuera posible. Asimismo, la cámara legislativa de Massachusetts una Carta
Circular a las otras cámaras coloniales en la que específicamente se aludía a
que las Leyes Townshend eran una violación de sus derechos naturales y
constitucionales.
La
cámara sería disuelta por los británicos que además enviaron tropas de la
frontera en los Apalaches a Boston. Como consecuencia de esta medida, en una
ciudad de apenas 16.000 habitantes había cuatro mil soldados británicos, con el
consiguiente malestar. Ya era claro que había problemas en las colonias y que
cada vez más colonos creían que Gran Bretaña tenía como último fin quitarles
sus derechos.
La Masacre de Boston
El 5 de marzo de 1770 un grupo incontrolado y numeroso de
gente comenzó a tirar bolas de nieve –algunas con piedras de considerable
tamaño dentro- a los soldados británicos que custodiaban la Oficina de Aduanas
de Boston. Los soldados reaccionaron disparando y matando a cinco colonos.
Mientras que revolucionarios como Samuel Adams pedía
agitación, otros, como John Adams, uno de los Padres Fundadores de Estados
Unidos, intervino para que la calma no se perdiese y llegó a defender en corte
a los soldados británicos, que fueron declarados inocentes o castigados a
pequeñas condenas.
En este punto la tensión entre los colonos y la metrópoli
era ya manifiesta y Londres reaccionó evitando tensar más las relaciones y
derogando los impuestos creados por las Leyes Townshend, excepto la establecida
sobre la importación de té.
El motín del té
En 1773 se le permitió a la empresa British East India
vender en exclusividad té directamente en las colonias americanas, pero
manteniendo el impuesto creado sobre este producto por las Leyes Townshend.
Aunque esto suponía un ahorro considerable a la hora de
comprar té al tratarse de una transacción directa sin tener que pasar por
Inglaterra y abonar impuestos extra, los colonistas percibieron que esta
medida, a la larga, podía perjudicarse. En realidad puso de manifiesto que los
ingleses, si así lo querían podían conceder en exclusividad todo o parte del
comercio colonial a quien quisieran.
En
este contexto, la British East India Company envió barcos con té a diversos
puertos. En Nueva York y Filadelfia se les obligó a regresar a Inglaterra sin
descargar el cargamento. Sin embargo en Boston se le permitió amarrar para
proceder a descargar.
En
diciembre de 1773, varios colonos, arengados por Samuel Adams y disfrazados de
indios americanos, subieron a bordo de tres barcos y tiraron al mar los cofres
con el té.
Ahora
le tocó el turno a los británicos de ponerse furiosos cuando oyeron las
noticias del evento conocido como el motín del té. El rey Jorge III llegó a
decir que “debemos dominarlos o dejarlos que se gobiernen solos”.
Consecuencias
A partir del motín del té ya
no hubo marcha atrás. Los ingleses aprobaron las Leyes Coercitivas y los
colonos americanos dejaron de un lado la resistencia para pasarse a la
revolución.
En
1774, con la celebración del Congreso Continental se inició la Revolución
Americana que culminó con la creación de Estados Unidos en 1776 a partir de las
trece colonias originales.