CAPÍTULO
VIII
¿LA
TORTURA ETERNA
O
EL LUGAR DE CASTIGO ETERNO?
[…] “Y el que no se
encontraba inscrito
en el libro de la vida
fue arrojado al lago
de fuego.”
[…]. (Apoc. 20:15).
LBA.
Y
|
a sé que hemos sinonimado el infierno con el
lugar de tormento, pero, arriesgándome a pasar por puntilloso o quererle hallar
la quinta pata al gato, procuraré demostrar con sencillez que estas dos ideas
aunque relacionadas no son o no deberían
ser sinónimas. Conforme vayamos avanzando en este tema estableceremos el
significado inequívoco que tiene en la mente de la gente común “el infierno” y
veremos que esta palabra es solo una de varias imágenes que son usadas para
hacer referencia al lugar o destino final de los réprobos, y aunque parezca
superficial de primera mano esta distinción, muy pronto veremos cuán importante
puede llegar a ser para un tratamiento más objetivo, bíblico y compasivo del
tema.
NUESTRO
INELUDIBLE PRECONDICIONAMIENTO CULTURAL
La influencia que ejercen los medios de
comunicación es muchísimo más determinante de lo que la mayoría de nosotros,
sobre todo, como creyentes, estamos dispuestos a admitir. El alcance y la
versatilidad de esos medios han cambiado pero su trabajo básico sigue siendo
esencialmente el mismo, transmitir ideas, entretener, informar y…. moldear y
por ende trazar los paradigmas de nuestras vidas en todos los órdenes.
Hay una esfera que no elegimos, y por tanto,
a la que prácticamente no podemos oponer resistencia. En este ámbito todos
somos modelados pasivamente, estoy hablando de la cultura en que nacemos.
Desde que venimos al mundo estamos cautivos
en una cosmovisión cultural determinada que lo permea casi todo. Cada individuo
llega a una parte del mundo a vivir donde ya otros escogieron para él. No
elegimos el país, ni tampoco la casa o la posición económica, adquirimos una
lengua y somos iniciados en una cierta categoría moral y religiosa; el que nace
en Irán, hablará iraní y casi seguro será musulmán; el que nace en Japón se
comunicará en japonés y casi seguro será sintoísta o budista, si se nace en
México, hablará español y seguramente será cristiano católico, en otras
palabras, la cultura que nos rodea determina en mucho nuestra formación humana.
Así tenemos una fuerte combinación entre el pasivo cultural adquirido propio de la
edad de la no determinación de la cultura y su cosmovisión, que uno no elige, sino que lo elige a
uno; y la cultura y la cosmovisión en la que uno ya ha crecido, pero que cuando
llega el tiempo en que uno ya puede discernir ha hecho tales estragos en
nuestra manera de pensar y actuar que es muy difícil no moverse según los
dictámenes de ese prolongado pasivo
cultural heredado.
Resulta pues que la cultura del Siglo XXI, la
cual todos hemos heredado, es una cultura fundamentalmente carente de pilares
ideológicos, es una mezcolanza de residuos de ideas fallidas; ella es, las
cenizas de lo que quedó cuando todas las ideologías humanas fracasaron. Así que
esta cultura está hecha mayormente de retazos y partes inconexas de conceptos y
esperanzas en bancarrota o en vías de extinción pero que han sido
reempaquetados como la harina de maíz que se vende en los supermercados,
increíblemente el envase en el que viene la harina cuesta más que el mismo
producto.
Cada persona cree tener su verdad y desea
hacerla tan válida como las demás, pero cuando se pregunta a alguien no por su
verdad particular, sino por la verdad pura, en realidad nadie sabe responder a
esa pregunta ya que el resultado de esta cultura presente es la trivialización
de todo. Nada es absoluto y falsamente todo es relativo.
En este mundo se hacen esfuerzos titánicos
para salvar especies en extinción (yo estoy de acuerdo con esos esfuerzos) pero
se priva de la vida a millones de personas por causas desconcertante y
vergonzosamente evitables. Todas estas son claras manifestaciones de la
influencia de una cultura decadente de la que todos de una u otra manera
formamos parte.
EN
MATERIA DE FE, ÉTICA Y CONDUCTA,
LA
BIBLIA TIENE LA ULTIMA PALABRA
Es esa misma cultura en bancarrota la que
ahora determina los valores y se cree con derecho de cuestionar a Dios y de
decidir, de las cosas que Dios ha dicho, cuáles son aceptables para sus oídos
delicados y cuáles no. Y es aquí donde entra el tema del infierno infernal, una frase o una palabra que
ofende a mucha gente.
Como es práctica habitual entre nosotros el
evitar la confrontación a toda costa, hemos inventado un idioma o jerga
paralela; se trata del idioma de los eufemismos, así no hablamos directamente
de lo que nos molesta o puede molestar a otros, de esa forma hablamos de matrimonios entre personas del mismo sexo,
o sea (homosexuales y lesbianas queriendo vivir juntos bajo un marco legal), al
aborto en circunstancias injustificables, (el
asesinato de nonatos) y las relaciones prematrimoniales (la fornicación), estas expresiones
generan mucho rechazo entre la sociedad enraizada en la cultura actual.
Pero con el tema del castigo eterno, por tratarse para la mayoría, incluso
para muchos cristianos de un tema que aparentemente no hace referencia a una
realidad que tendrá lugar o sitio real, simplemente ya dimos el siguiente paso,
sencillamente eliminamos el tema de la charla. Poco a poco se va propagando una
regla no escrita que dice que lo mejor es que del infierno no se diga ni una
palabra, por tratarse, para la mayoría, de un tema absurdo e hiriente. Pero en
realidad: ¿A quién le estamos diciendo eso?
Por todo esto creo que el tema del castigo
eterno, que es el verdadero tema y no el infierno, debe ser tratado, porque
está en la médula de la Sagrada Escritura y no hay forma de evadirlo
conscientemente sin al mismo tiempo ponerse en contubernio con el reino de las
tinieblas. No será pues esta sociedad famélica de alimento espiritual, ni una
iglesia apóstata y comprometida con lo terrenal las que decidan qué papel deben
jugar las doctrinas cardinales del evangelio pues él dijo:
“el cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no
pasarán”
Muchos buenos autores han disertado sobre
este delicado asunto, veamos brevemente
algunas de las opiniones de estos
hombres de Dios:
[…] “Algunos no serán redimidos. No hay doctrina alguna
que con mayor gusto eliminaría yo del cristianismo, si ello dependiera de mí.
Pero cuenta con el pleno respaldo de la Escritura y, especialmente, de las
propias palabras nuestro Señor; además
siempre ha sido sostenida por la cristiandad y finalmente, cuenta con el apoyo
de la razón. Si hay que jugar un partido, siempre hay la posibilidad de
perderlo.”1
[…]
“La evidencia para la existencia del infierno no es
cuestión de dos o tres o aun diez textos probatorios en la Biblia. La realidad
del infierno como lugar de tormento para las almas incorpóreas de los malvados
está entretejida en la estructura de la Biblia, pero no solo en la estructura
de la Biblia; está entretejida en la estructura de la existencia terrenal. Las
palabras mismas utilizadas en la Biblia para describir la condición en la que
entramos al morir son palabras que nos recuerdan que la muerte es un juicio
divino. Seol puede significar el sepulcro, pero significa eso porque apunta a
lo opuesto de todo lo que es divino y bienaventurado, y así también significa
el infierno. La existencia terrenal, con sus esquelas mortuorias, funerarias y
cementerios, es un constante recordatorio de que toda la humanidad vive bajo la
constante amenaza de la ira divina. Nunca superamos nuestra necesidad de tales
recordatorios. Por el contrario, al envejecer y convertirse la muerte en un
lugar común, lo necesitamos más y más.2”
Veamos igualmente el atinado comentario de
don Samuel Vila:
“Son muy lamentables las burlas y los denuestos que los
impíos han levantado contra Dios a causa de la doctrina cristiana del infierno
eterno, naturalmente porque no han parado atención en las enseñanzas de la
Sagrada Escritura acerca del juicio en su total amplitud.3”
“LAS
TINIEBLAS DE AFUERA”
Habiendo sido corroborado por Samuel Vila en
mi opinión de que no debemos dejar a un lado este tema, debo igualmente apelar
a no caer en el otro extremo, el cual consiste en poner un énfasis desmedido en
esta doctrina y exponerla de tal manera que los oyentes piensen que uno
interiormente se goza en el resultado de los que se van allí, tal vez sin
reparar en que muchos familiares cercanos y amigos entrañables posiblemente
terminarán en este horrendo lugar. Tampoco debemos trivializar esta enseñanza.
Realmente esta doctrina genera mucha insatisfacción en creyentes realmente
comprometidos, pero que no pueden entender
a cabalidad las terribles implicaciones de esta doctrina cuando analizan
que esta proviene de un Dios de justicia, de un Dios amoroso. Procuraremos pues
mostrar las imágenes que la Biblia usa para hablar de este tema y ponerlas en
el contexto de una interpretación compasiva pero sin contubernio con el error
ni la falsedad.
HABLEMOS
CRUDAMENTE
Prácticamente no hay, ni ha habido explicación ni
aliciente filosóficamente convincente, al menos para mí, acerca del perturbador
tema del castigo eterno. Todavía en el caso de que estemos magnificando el
tema, por el mismo proceso de hiperidealización
la idea del infierno es pavorosa. Parece no haber manera de lograr ver ese
lugar de una forma más “benévola” o quizá menos “infernal” de lo que uno
imagina, todavía no hay explicación suficiente como para asimilar en este siglo
presente la idea de semejante lugar donde el castigo sencillamente es
inacabable.
Quisiera sin embargo al iniciar este delicado
tema partir de una guía de premisas que nos permitan ver al sabio, justo y
amoroso Dios como artífice del lugar de castigo; que hallemos en las Escrituras
una explicación al menos aceptable de porqué él decidió crear semejante lugar y
no permitir que sea la morbosidad humana la que desdibuje el plan perfecto de
Dios con respecto a este tema:
PRIMERA PREMISA: DIOS ES CREADOR
Como creador Dios tiene derecho sobre todas
sus criaturas para hacer con ellas cuanto quiera.
SEGUNDA PREMISA: DIOS ES JUEZ EL JUEZ, DEL
COSMOS
Por derecho de creación.
TERCERA PREMISA: DIOS ES JUSTO
La justicia de Dios garantiza que ninguna
cosa o criatura que no esté acorde con su santidad será dejada sin aplicación
de la necesaria disciplina corrección y/o castigo y que él siempre obrará
acorde con la ética más elevada en todas sus acciones.
CUARTA PREMISA: DIOS ES SANTO
Apartado de todo mal o error. Es decir, Dios
es el único ser intrínseca y verdaderamente puro que existe, por tanto su
satisfacción y gozo se hallan en sí mismo, y no precisa de buscar gozo fuera
del él, ya que también es absolutamente feliz.
QUINTA PREMISA: DIOS ES BUENO
Por tanto ninguna conducta desequilibrada, o
manifestaciones propias de seres caídos o psíquica o químicamente o
medioambientalmente influenciables hay en él, tales como: manías, hostigamiento
abusos, o mostrar deleite en el sufrimiento de sus criaturas.
SEXTA PREMISA: DIOS ES INMUTABLE
En su carácter moral y en sus perfecciones
éticas, por tanto hay garantía total de que ninguna de las premisas anteriores
será jamás violentada o pasada por alto.
(Lewis C.S. El
problema del dolor, un análisis compasivo y realista del intelectual que
suscita el sufrimiento humano, Págs. 117, 118. Editorial Caribe, 1977).
2- (Waldron E. Samuel,
Exposición de la confesión bautista de fe de 1689, Pág. 401. Evangelical Press
1997)
3- (Vila Samuel,
Manual De Teología Y Apologética, respuesta a los “supuestos” de las teorías
modernistas. Pág. 351. Editorial Clie, 1983).
4-
(Strong James, LL.D., S.T.D.,
Nueva Concordancia Strong Exhaustiva. Concordancia Exhaustiva de la Biblia.
Pág. 15 del diccionario de palabras hebreas. Palabra hebrea No. 928. Editorial
Caribe. Inc. Nashville, T.N. —Miami, FL, EE.UU.)
5-
(Vine, E. W. Diccionario Expositivo De Palabras Del
Antiguo Y Del Nuevo Testamento Exhaustivo. Pág. 99. Nashville, T.N. Editorial
Caribe, 1999).
PRIMERA SERIE DE IMÁGENES:
EL ESTADO DE CASTIGO TENEBROSO Y EXCLUYENTE
EL GÉLIDO Y OSCURO INFIERNO DONDE EL VIENTO NUNCA
DEJA DE SOPLAR Y EL CUERPO NUNCA DEJA DE TEMBLAR
Mateo 8:12: mas los hijos del reino
serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir
de dientes.
Mateo 22:13: entonces el rey dijo a
los que servían: atadle de pies y manos, y echadle en las tinieblas de afuera;
allí será el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 24:51: y lo castigará
duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir
de dientes.
Mateo 25:30: y al siervo inútil
echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
Lucas 13:28: allí será el llanto y el
crujir de dientes, cuando
veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de dios, y
vosotros estéis excluidos.
Jesús usó la imagen de “las tinieblas de
afuera” era aterradora y fácilmente asimilable para sus primeros receptores. Pero
hoy día esa imagen solo puede comunicar su propósito con efectividad en pueblos
y aldeas donde no hay iluminación. Las personas que viven en poblaciones
remotas donde solo la llama del fogón del patio de la casa, y alguna antorcha
de madera o lámpara de aceite o kerosén, en el mejor de los casos les alumbra;
estos sí que comprenden bien las implicaciones de estar en las más densas
tinieblas.
Imagínese tener que viajar de noche en lugar
y circunstancias semejantes; en donde el más leve crujido de las ramas secas al
pasar genera un ansiedad descontrolada, o el movimiento de algún animal
desconocido le puede hacer entrar en pánico. En la absoluta oscuridad de la
noche el campo cobra vida, y todos los animales nocturnos salen a hacer “vida
social” el sonido de los grillos, o el llamado de lobos pueden hacer que
aguardar las pocas horas de una noche sea un infierno. Y ni hablemos de cómo se
agravan las cosas si el clima se torna hostil ya sea con una nevada abundante o
con una tormenta eléctrica y lluvias copiosas.
En la época de Jesús obviamente no había
electricidad, es decir, no había alumbrado público ni privado, ni en las casas
ni en las calles y todas las actividades quedaban circunscritas a las horas de
luz solar (Jn. 9:4). Si salías a
hacer alguna actividad o diligencia y atardecía, la única alternativa posible
era, o amanecer en el lugar donde estabas o arriesgarse a hacer un viaje muy
peligroso (Jue. 19:10 y ss. Cf. Gn 28:10-11).
La mayoría de las personas optaban por esperar al día siguiente, o por
marcharse en la esperanza de hallar alguna posadera donde pernoctar hasta el
próximo día.
Desde esta perspectiva la imagen de las
“tinieblas de afuera” que era una imagen de hecho arraigada en la cosmovisión y
cultura hebrea cumplía perfectamente su función persuasiva:
Proverbios 20:20: al que maldice a su
padre o a su madre,
se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.
se le apagará su lámpara en oscuridad tenebrosa.
Jeremías 13:16: dad gloria a Jehová dios
vuestro, antes que haga venir tinieblas, y antes que vuestros pies tropiecen en
montes de oscuridad, y
esperéis luz, y os la vuelva en sombra de muerte y tinieblas.
2 Pedro 2:17: estos son fuentes sin
agua, y nubes empujadas por la tormenta; para los cuales la más densa oscuridad está reservada para
siempre.
Judas 1:6: y a los ángeles que no
guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado
bajo oscuridad, en
prisiones eternas, para el juicio del gran día;
Así que lo que Jesús comunica en esta serie
de pasajes bíblicos es una imagen que advierte de un estado, más que de un
lugar. Así pues, caer o ser echado en
las tinieblas de afuera, implicaba andar a sus propias expensas, intentar
caminar en un lugar incierto, caer bajo el más absoluto desamparo, sentir la profunda
pena y el constante acoso de la conciencia que minuto a minuto te recuerda que
hay una multitud que está disfrutando de la luz y tú no. Es por lo mismo un
estado donde solo queda llorar, pero inclusive llorar, es inútil, ya que no hay
posibilidad de consuelo. Pues no importa lo que hagas, cuánto grites o cuánto
lo intentes, sencillamente no te dejarán salir de allí, ni tampoco te dejarán
entrar allá.
Por tanto a partir de esta imagen, el
infierno bien pudiera ser cualquier lugar del universo en donde no haya
posibilidad de sentir, ni obtener confianza, seguridad o consuelo de ninguna
clase. Nótese que en ninguno de estos pasajes el énfasis es puesto en el fuego,
de hecho el pasaje de Lucas es clave para el presente argumento:
Lucas 13:28: allí
será el llanto y el crujir de dientes,
cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de
dios, y vosotros estéis excluidos.
Así, el lugar de castigo puede ser un lugar
frío, o puede ser un lugar caliente, la cuestión no está en el elemento
quemante o congelante, la idea plasmada es la ausencia de toda seguridad,
protección o posibilidad de ellas. Uno podría estar vivo y sintiendo
permanentemente los efectos de la congelación y eso sería en sí mismo un
infierno frío. Yo creo firmemente en la doctrina del castigo, ahora bien, la
forma de ese castigo es expresado a través de imágenes, una de las imágenes que
Lucas presenta da la impresión de que el gran sufrimiento sucederá cuando desde
afuera quizá de un palacio, una multitud de harapientos indigentes esté
llorando haciéndeles las boca agua contemplando los goces y deleites de una
multitud presidida por los patriarcas que gozan y comen a su antojo mientras
ellos la pasan muy mal.
Esas cosas han pasado y pasan temporalmente
en esta presente era, pero ¿será verdad que la crueldad también está asociada
con el castigo eterno? De ninguna manera. Donde hay crueldad ni hay justicia,
ni estarían en acción las perfecciones del sabio y santo Dios. Donde hay
crueldad también hay venganza y maldad.
El termino venganza en la Biblia usado con
referencia a Dios se refiere precisamente a la ejecución de sus justos juicios.
En otras palabras la palabra, venganza, aplicada a Dios, no tiene relación con
el significado que los seres humanos le atribuimos a la misma. Desquitarse no
es cosa de Dios, es cosa de los hombres, Dios no guarda rencor, porque no es
humano, Dios simplemente ejecuta su santa y amorosa justicia. Los versículos
anteriores a este pasaje (Lc.13:23-27)
enfatizan esta idea: hay que esforzarse por entrar, porque cuando se acabe la
oportunidad, todo intento de ser admitido en el reino de los cielos será ruda y
firmemente negado. Así que la imagen infernal, la imagen de castigo eterno que
se forma a partir de estos pasajes es la de la irremediable y vergonzosa
exclusión.
La palabra griega utilizada para atormentar es bejalá (Strong)4 y significa: pánico,
destrucción, maldición, terror, tribulación. Vine5 tiene gr. basanizo, haciendo referencia la misma
palabra y No. de Strong. Y comenta: […] (c) “de
los juicios retributivos sobre la humanidad impenitente al final de esta era”
[…]. Es muy obvio que el termino también sugiere afligir con tormento, incluso,
la raíz de esta palabra sugiere la tortura (básanos)
lo que de ninguna forma sugiere el termino en el contexto en que aparece es la
acción personal de Dios, o de sus ángeles en un acto que pueda ser considerado
como sadismo. Una cosa es la ejecución del juicio, que causa un tormento y otra
cosa, es atormentar perse. Los impíos
y los demonios, son atormentados en el sentido de estar sufriendo, en estado de
condenación las consecuencias de su propio pecado, como es atormentado el
hombre que después de robar un banco sufre en la cárcel el haberlo perdido
todo, pero no por el hecho de que el carcelero lo haga pasar por una sesión
diaria de tortura.
EL
METÁLICO Y ARDIENTE INFIERNO QUE ENCENDIDO FLAMEA CON INFERNAL E INEXTINGUIBLE
LLAMA
Pero además de las frías tinieblas de afuera,
Jesús también hace referencia al castigo eterno con la que es quizá la figura
más inquietante, molestosa y pavorosa de todas. El fuego, la quemante llama. El
fuego es uno de los llamados cinco elementos fundamentales del mundo material y
tiene muchos y variados usos benignos: sirve para alumbrar, para calentar, para
cocer los alimentos, para transformar la materia en estado líquido entre muchas
otras cosas.
La creación entera le debe su equilibrio a la
incandescente llama de los billones y billones de soles que arden en todo el
universo y nosotros le debemos muy especialmente gratitud a Dios por nuestro
cercano y benigno sol. Pero el fuego,
como todos los elementos de la creación puede también tener usos no deseables o
incluso letales. La capacidad destructiva del fuego es sorprendente, la
avasallante e indetenible manera en como un pequeño fuego puede hacer arder por
días y hasta semanas enteras y dejar una deprimente estela de destrucción y
muerte son aterradoras. Los habitantes del estado de California son quizá los
ciudadanos que peores experiencias han vivido por las pérdidas de vidas y
propiedades a causa de incendios muchas veces provocados.
Quien ha tenido la triste experiencia de ver
el drama de una o más familias con las manos en la cabeza bajo un inconsolable
llanto ante la pérdida de todas sus posesiones y frente a los restos calcinados
de su propiedad, sabe que el fuego puede acabar en cuestión de minutos lo que
pudo haber costado construir toda una vida. El que ha estado en una sala de
atención de quemados sabe que se necesita de una preparación especial para
estar allí, uno, que no está chamuscado, llega a pensar que el solo hecho de
estar en ese lugar y ver el resultado del fuego en la piel humana y el sufrimiento
expresado en espasmos, retorcijones incontrolables y alaridos desgarradores es
suficiente para tener una idea clara de la aterradora capacidad destructiva del
fuego y que, por tanto, la sola idea de
seres de carne y hueso quemándose y nunca incinerándose o consumiéndose
definitivamente en el infierno sería mínimamente comparable a que a uno lo
obliguen, amarrado de una silla, y sin posibilidad de cerrar los ojos, a ver
una película de “Chucky1 el muñeco diabólico”
una y otra vez por los siglos de los siglos.
Mirando pues el rechazo que tiene esta
doctrina hoy día y examinando la naturalidad con la que los autores sagrados la
exponían sin hacer comentarios accesorios condescendientes, llega uno a tener
la impresión de que aquella generación o era demasiado ruda, o nuestra
generación presente es demasiado sensible. Si abordamos el tema desde esta
cosmovisión heredada y probablemente mal aplicada muchos terminarán pensando
que Hitler y Napoleón, al final eran más buenos que el mismo Dios. Porque cualquier
ser humano ante quien pongan un criminal a quemarse, llegado cierto punto
consideraría conveniente detener el sufrimiento, o tal vez disminuirlo, o
procurar aniquilar y terminar el asunto y en última instancia hasta
consideraría que el sufrimiento ha sido bastante y que el reo merece ser
liberado o pasar a un castigo menos extremo.
Entonces ante tal razonamiento ¿qué tiene la
Biblia que decir? No la cristiandad, porque la cristiandad es precisamente la
que ha creado este problema filosófico. Analicemos pues lo que Jesús dice para
que reevaluemos fríamente o calientemente las opciones bíblicas que tenemos:
Mateo 13:42: y los echarán en el horno de fuego; allí será
el lloro y el crujir de dientes.
Mateo 13:50: y los echarán en el horno de fuego; allí será
el lloro y el crujir de dientes.
Marcos 9:44: donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Marcos 9:44: donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Marcos 9:46: donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se
apaga.
Marcos 9:48: donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Apocalipsis 20:10: y el diablo
que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la
bestia y el falso profeta; y serán atormentados día
y noche por los siglos de los siglos.
Las imágenes presentes tienen los siguientes
elementos o acciones:
1-
Un horno
2-
Fuego que nunca se apaga
3-
Lloro
4-
Hay gusanos inmortales y resistentes al fuego
5-
Fuego y azufre mezclados
6-
Elementos de tormento, posiblemente los
gusanos
¿Cómo se llega a ese lugar?, se llega de
forma compulsiva y vergonzosa, te empujan:
7-
Te echan
8-
Te lanzan
9-
Te arrojan
¿Qué te ocurre en ese lugar?
10- Tienes
tormentos y angustias indescriptibles
11- Eres
atormentado, el tormento no es auto infligido mentalmente, también hay agentes
que se encargan de provocarlo
12- Se
experimenta sed
¿Qué comunican literalmente estas imágenes?:
En palabras simples, que Dios ha preparado un
lugar parecido a un volcán, donde hay lava fundida burbujeante y viscosa, un lugar
con un fuerte olor a sulfuro de azufre y un resplandor rojizo y radiactivo, con
vientos ardientes y corrosivos que recorren todas las sinuosidades del macabro
lugar a más de quinientos kilómetros por hora, un calor diabólicamente
sofocante y una sensación de pánico que funciona como el ritmo de una
parturienta, pero que se repite una y otra vez, para ejecutar su castigo por los siglos de los
siglos. ¡Ya! ¿Satisfechos? Se desprende de estas expresiones que las personas
son arrojadas, es decir, no hay delicadeza ninguna en este proceso, la gente es
desechada, lanzada, arrojada como un desecho a aquel lago. La interpretación
literal partiendo de lo que el texto plantea de que el sufrimiento es por los
siglos de los siglos, implica que, o los cuerpos serán transformados en
inmortales, es decir, será imposible que se derritan, o que los cuerpos se
incinerarán, pero el espíritu inmaterial de los condenados será capacitado para
experimentar la agonía física biológica resultante de la acción del fuego sobre
la materia. Y por último, sugiere, aunque es dudoso, que habrá algún elemento
consciente que generará más perturbación a los condenados, pues se dice que
serán atormentados, no pocos suponen que será el mismo Satanás y sus demonios,
pero esto está desmentido por la Escritura, el mismo fuego y los gusanos
parecen ser una posibilidad más viable.
Que elementos exige una interpretación
literal de estas imágenes:
13- Que
los cuerpos de los condenados sean transformados de tal manera que se vuelvan
ignífugos, y que toda su anatomía sea capaz de soportar el sufrimiento del
fuego de manera ininterrumpida sin colapsar.
14- Que
los gusanos que estarán atormentando a los condenados tengan las mismas
características; inmortalidad, y físicamente indestructibles, para que, a pesar
del fuego continúen haciendo su labor.
15- En
caso de que lo que quede sea el espíritu y descartemos la idea del cuerpo
ignífugo, entonces los gusanos también tendrían que ser espíritus de gusanos
con características igualmente parecidas a las de los cuerpos de los
condenados.
16- Que
en un lugar que da la impresión de ser un foso, un abismo encendido con lava
ardiente, haya en ese lugar día y noche, o sea, este lugar debe estar en la
superficie de un planeta que tenga rotación y esté cercano a una estrella que genere
la transición entre el día y la noche.
Después de hacer este análisis sencillo, que
está en su punto básico, pero informe y sin arreglo en la mente de muchos
creyentes y quizá también en la de muchos religiosos e inconversos no es
extraño que esta doctrina genere tanto rechazo. Es obvio que el morbo humano ha
hecho su parte en difundir esta idea preferida del lugar de castigo, ya que los
pasajes que plantean el asunto desde la perspectiva de la oscuridad y la
exclusión están casi parejos, no obstante nadie habla del infierno como de un
lugar de amarga soledad y penosa angustia. Además, por alguna razón el infierno
nunca es figurado como lugar de exclusión sino como sala de sadismo. Veamos
pues de qué forma la cultura ha contribuido a asentar esta idea por encima de
cualquier otra:
[…] “Estas palabras de color oscuro
vi escritas en lo
alto de una puerta;
y yo: «Maestro, es
grave su
sentido.»
12
Y, cual persona
cauta, él me repuso:
«Debes aquí dejar
todo recelo;
debes dar muerte
aquí a tu
cobardía.
15
Hemos llegado al
sitio que te he dicho
en que verás las
gentes doloridas,
que perdieron el
bien del
intelecto.»
18
Luego tomó mi mano
con la suya
con gesto alegre,
que me confortó,
y en las cosas
secretas me
introdujo.
21
Allí suspiros,
llantos y altos ayes
resonaban al aiire
sin estrellas,
y yo me eché a
llorar al
escucharlo.
24
Diversas lenguas,
hórridas blasfemias,
palabras de dolor,
acentos de ira,
roncos gritos al
son de
manotazos,
27
un tumulto
formaban, el cual gira
siempre en el
aiire eternamente oscuro,
como arena al
soplar el
torbellino.
30
Con el terror
ciñendo mi cabeza
dije: «Maestro,
qué es lo que yo escucho,
y quién son éstos
que el dolor abate?» 2
33
Estos son algunos versos del famoso libro
escrito por Dante Alihieri, la divina
comedia. Dante procura figurar en su libro, que no tenía principalmente una
orientación religiosa sino política, su concepto teológico sobre el lugar de
castigo. Por su puesto, él no se inventó ese concepto, el más bien plasmó las
ideas que eran muy comunes en su tiempo y que incluso en la pintura, el juicio
final de Miguel Ángel, está magistralmente plasmada.
De este modo, en un tiempo en el que la gente
era mayormente analfabeta, y no conocía la Biblia, el concepto de estos dos
artistas influyentes surgió, se difundió; y llegó para quedarse. Se ha
enquistado en nuestras mentes de manera sempiterna. Así que, el concepto que
hay, aún en la cristiandad acerca del infierno, no es el concepto bíblico
surgido del delicado y paciente acto de escudriñar su contenido. Realmente, el
aparente apoyo que tiene esta concepción plástica de ese lugar a bastado para
que no haya forma de abordar este tema sin que lo morboso ceda paso a la
justicia y al amor del sabio Dios.
1-
(Chucky es un personaje ficticio de la saga de películas de terror Child's Play creado
por Don Mancini.1 Chucky es un muñeco que fue poseído por medio de magia vudú por el
asesino en serie Charles Lee Ray).
2- (Alihieri Dante,
Canto III, http://www.ciudadseva.com/textos/poesia/ita/dante/dc1.htm)
EL
INFIERNO, ¿ES FRÍO O CALIENTE?
Vistas las cosas así vale preguntarse
válidamente, ¿es el infierno frío o caliente?, ¿está iluminado o es oscuro?,
¿es un lugar atemporal o hay día y noche? ¿Es un lugar con dimensiones de:
arriba, abajo y a los lados o es una especie de forma informe? Sea cual fuera
la respuesta que usted tenga al respecto debe saber que Jesús habla del
infierno en términos de frío y caliente, iluminado y oscuro. Por tanto ¿Qué
entonces nos estará queriendo comunicar el Señor?
El infierno no está descrito para que sus
consecuencias sean tema de una película. El infierno está descrito en lenguaje
humano y coloquial, usa imágenes de identificación directa: OSCURIDAD común en
aquel tiempo en que el hombre no había conquistado el misterio y el peligro de
la noche, y el FUEGO del infierno o Gehena, que hacía referencia al despeñadero
de Ben Hinom, el basurero de Jerusalén, un lugar de todos conocido, en donde se
lanzaban los cadáveres de animales muertos y de personas que no tenían
dolientes, donde la basura era quemada y por tanto, como pasa en muchos
basureros del mundo hoy día, la fetidez y el humo que emana de ellos nunca
cesa, por eso el gusano nunca muere, es decir, en un basurero activo siempre
hay abundante cantidad y variedad de gusanos, y como se quema basura
constantemente, el fuego, nunca se apaga. Un lugar siempre impuro y maldito debido
a las leyes ceremoniales de los judíos y por tanto símbolo perfecto para el
destino de los réprobos y rechazados.
Pero no se le puede atribuir un literalismo a
ultranza a las palabras de Jesús, pues es precisamente ese el reclamo que él le
hace a Nicodemo:
“¡Caramba! Como podría comunicarte realidades
celestiales, si tú no entiendes hablándote en lenguaje terrenal sobre asuntos
muy básicos”
(Paráfrasis libre del autor).
De estas imágenes, no sale una imagen
unificada, lo único que se obtienen son conceptos-resultado:
DIAGRAMA
21. EL RESULTADO DEL JUCIO
A)
|
EXCLUSION
|
Por siempre
|
B)
|
ALIENACION
|
Para siempre
|
C)
|
DEGRADACION
|
Eternamente
|
D)
|
VENGANZA (juicio)
|
perpetua
|
Son ciertamente conceptos que expresan una
realidad muy probablemente más intensa que las imágenes retratadas, pero no es
posible formarnos una idea mental apropiada a partir de ellas, sin que al mismo
tiempo uno no termine asociando el justo castigo del Dios soberano y
misericordioso, con la saña venenosa y vengativa con que los hombres aplican
“justicia”, o con la que se desquitan su furia borrascosa e injusta en la
venganza.
Pero estos son conceptos para que los
manejemos nosotros y los experimenten los condenados, en otras palabras; en un
lugar real, y en una existencia, que C.S. Lewis en realidad, atinadamente llama, no existencia, estos deberán
experimentar por los siglos de los siglos. Quizá alguien sienta que este
análisis sea tendencioso por parecer más benévolo con los condenados de lo que
la Biblia parece plantear, pero nada está más lejos de la realidad. Este es un
análisis bíblico que reivindica la sabiduría, el amor y la plena justicia de
Dios, sin diluir en un ápice la terrible realidad del lugar de tormento. Ponga
a alguien que ame los libros en un lugar donde no haya nada escrito y a nadie
más le guste la lectura, ponga al amante de alabanzas en un lugar donde todos
sean como él, y así en cada caso, y esto por la eternidad. El infierno no puede
ser literalmente frío y caliente al mismo tiempo, nuestro Señor se valió de los
elementos de comunicación que estaban a nuestro alcance para transmitir una
realidad que escapaba a nuestro entendimiento en su intensidad y nos formáramos
una idea fundamental: que el lugar de castigo; no nuestro concepto del infierno, es un lugar terrible, indeseable
al que Dios alerta insistentemente a los hombres de su infinito amor para que
no lleguen. Hagamos todo lo posible por
no llegar allí.
Y por ultimo añadiré, que, conociendo lo buen
comunicador que es Dios, y su total preconocimiento de los resultados exactos
que se devendrían de la manera en como permitió que fuera registrado su mensaje
en la Biblia, me pregunto profundamente si el concepto estereotipado que
tenemos de Dios con relación a su método de castigo eterno, no ha sido dejado ahí
de hecho por él para que evaluemos a profundidad la clase de concepto que
tenemos de su persona y sobre su genuino amor por la humanidad (Cf. Jn. 3:16). Digo esto porque
resulta muy interesante la forma en cómo de manera muy natural ponemos
rápidamente en lenguaje figurado expresiones tales como: “si tu ojo, tu, mano, tu pie te hace pecar, córtalo de ti […] será
porque allí el mensaje no va dirigido a los inconversos, sino a los creyentes.
¿O es que en realidad a Dios solo le tenemos un miedo pavoroso e irracional
pero no lo respetamos? (temor de Dios), ¿O será que estamos abotagados de un
soporífico sueño?, ¿Será que nuestros ojos están cargados y nuestras mentes
embotadas para no ver toda la mala fama que hemos comunicado sobre la
desdibujada justicia, la caricatura de amor y la necia sapiencia que estamos
transmitiendo acerca del Dios sempiterno?
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