Juan Alberto Galvá ®
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2013.
Orientación & Difusión
Cristiana Internacional.
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Juan Alberto Galvá |
1. En el mes séptimo,
a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo,
diciendo:
El profeta irrumpe dejando en claro que el mensaje
que va a transmitir, tiene el sello de la incuestionable autoridad de Dios, a
quien presenta, solo con su nombre, sin uno de sus muchos apellidos. Quiere a
demás, dar a conocer la fecha en que está escribiendo, ya que, por costumbre
aprendida, por la experiencia de otros profetas que fueron antes que él,
Daniel, Ezequiel, Jeremías etc. Sus escritos deben ser preservados para
edificación del pueblo y preservación del legado espiritual de la nación, así
como para comunicar a las generaciones venideras los tratos de Dios
para con los hombres. A fin de que sea más fácil la verificación histórica de
su profecía, el profeta provee el periodo político en el que le ha tocado
ministrar, y nos da el nombre del monarca de turno, identificado como Darío,
rey de Persia.
2. Habla ahora
a Zorobabel hijo de Salatiel,
gobernador de Judá, y a
El mensaje está
dirigido en primer lugar a las autoridades legalmente constituidas, léase, el
gobernador, (Zorobabel, descendiente de David). La política de los reyes persas
era mayormente de tolerancia. Permitían que los pueblos conquistados se “auto
gobernasen” y se les daba casi total libertad religiosa, así que los pueblos
gozaban de paz y estabilidad, siempre que cumplieran con sus obligaciones
impositivas y no hubiera algún intento de insurrección, así que, en aquella
coyuntura, Zorobabel, no podía mas que, acariciar la idea de llegar a ser algún
día, un rey al estilo de los antiguos reyes de Judá, y no hablar, de disfrutar
del esplendor de los reinados emblemáticos de David y Salomón. Pero una parte
del pueblo, albergaba esperanzas de que Zorobabel fuera el mesías, de hecho, en
parte, esta esperanza se veía un tanto alentada por la profecía de Hageo: 2: 20. Vino
por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo
mes, diciendo:
21. Habla a
Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra;
22. y
trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las
naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los
caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano.
23. En aquel
día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel,
siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te
escogí, dice Jehová de los ejércitos.
Josué hijo de Josadac, sumo
sacerdote,
El Sumo Sacerdote era la segunda autoridad, en el
periodo de los Jueces, de hecho, no había diferencia entre la autoridad
espiritual y la autoridad política, hombres como Eli y Samuel lideraron a
Israel en ambas funciones. Aquí el Sumo Sacerdote es Josué. A quien
aparentemente las cosas no le iban muy bien espiritualmente hablando, esta
conclusión no nos viene del mismo libro de Hageo, sino que se extrae del libro
de Zacarías, quien fue profeta contemporáneo de Hageo, veamos lo que sobre el
profetizo Zacarías:
Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba
delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle.
3:2 Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio?
3:3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel.
3:4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
3:5 Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.
3:6 Y el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo:
3:7 Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar.
3:8 Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo.
3:9 Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.
3:10 En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros convidará a su compañero, debajo de su vid y debajo de su higuera.
diciendo:
3. ¿Quién ha
quedado entre vosotros que haya visto esta casa
en su gloria primera?,
El Señor llama la atención de todos los hombres
adultos y ancianos de Israel, a los que tienen memoria de los acontecimientos
antiguos, de los que fueron testigos de lo que fue la antigua gloria del reino
de Israel y sobre todo de la Casa de Jehová.
¿y cómo la veis ahora?
¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
Breve descripción del Templo, extraída de la
Wikipedia.
El Templo propiamente dicho, según la
descripción de la Biblia, era un edificio
largo y bastante estrecho, orientado sobre un eje longitudinal en dirección
Este-Oeste. El edificio debió tener una longitud interior de aproximadamente 27
metros, 9 metros de ancho y una altura de también 13,5 metros (60×20×30 codos).
Sus dimensiones, por tanto, eran más bien las de una capilla palatina, ya que
el culto se hacía desde su exterior. A ambos lados de su entrada se erigieron
dos columnas, llamadas Yajin yBoaz. Los sacerdotes y el rey
entraban en el Templo a través de una gran puerta chapada de oro, de
aproximadamente 10 metros de alto y 4 de ancho. Tras de esa puerta se
encontraba el vestíbulo de entrada, el Ulam. Después de este vestíbulo, se encontraba la estancia
principal, el Heijal o
Santo, iluminado a través de unas ventanas altas. La anchura y longitud
guardaban una proporción de 1:2, lo que significa que la planta del Heijal estaba compuesta por un
doble cuadrado. El forjado de piedra se cubrió con un solado de madera de
cedro. Las paredes del «Hejal» se cubrieron con láminas de cedro, traídas de
las montañas del Líbano, el mismo material de las vigas del forjado.
El objetivo de la comparación es que la
respuesta haga destacar lo obvio, que la reconstrucción o restauración
del templo de ese entonces, era bastante modesta y que la parte física de dicho
templo había perdido la impresionante lucidez del tiempo antiguo, lo cual
constituía un orgullo tal para Israel, que, en su momento se había convertido
hasta en un fetiche, cuando el pueblo declaraba: “Templo de Jehová, Templo
de Jehová, Templo de Jehová, es éste” 18. Jeremías 7:4 dando a entender
que por el simple hecho de haber sido erigido este santuario en el nombre del
Señor, el lo preservaría a pesar del comportamiento de su pueblo, lo cual quedó
claramente desmentido, cuando Nabucodonosor invadió Judá y le prendió fuego y
se llevo los objetos sagrados de la casa de Jehová.
4. Pues ahora,
Zorobabel,
esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también,
Josué hijo de Josadac,
sumo sacerdote;
y
cobrad ánimo, pueblo
todo de la tierra,
dice Jehová, y trabajad;
Hageo, quien ha
tenido la inusual oportunidad de predicarle a un pueblo cuyo oído esta
presto al llamado del Señor, fortalecido con la buena acogida que
tuvo su primer mensaje, el cual publico apenas un mes antes, ahora se dirige
nuevamente a las autoridades y al pueblo con un mensaje esperanzador. La tónica
de dicho mensaje viene
porque yo
estoy con vosotros,
dice Jehová de los ejércitos.
5. Según el
pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu
estará en medio de
vosotros, no temáis.
6. Porque así
dice Jehová de los ejércitos:
De aquí a poco yo
haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca;
7. y haré
temblar a todas las naciones,
y vendrá el
Deseado de todas las naciones;
y llenaré de
gloria esta casa, ha dicho Jehová de
los ejércitos.
8. Mía es
la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
9. La gloria
postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehováde los ejércitos; y daré paz en este
lugar, dice
Jehová de los ejércitos.
Juan Alberto Galvá CONTACTO: albertogalvac@hotmail.com institutointesand@gmail.com 1-829-333-3981 |