EL PODER INVISIBLE
Mas algunos están envanecidos,
como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.
Pero iré pronto a vosotros,
Pero iré pronto a vosotros,
si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras,
sino el poder de los que andan envanecidos.
Porque el reino de Dios no consiste en palabras,
Porque el reino de Dios no consiste en palabras,
sino en poder.
I Corintios. 4.18-20.
LEA BIEN PARA QUE ENTIENDA BIEN
Cuando alguien se convierte a Cristo,
bien puede hacerlo:
·
Llorando
·
O
riéndose,
·
O
puede no haber ningún cambio en la expresión de su rostro.
Esto es porque el nuevo nacimiento es
una obra del Espíritu Santo, que es operada sin alterar la personalidad del
individuo. Es una obra interna, y no hay manera de que pueda ser externalizada
o comprobada como genuina al ciento por ciento pues únicamente la persona de Dios,
y quien recibe el beneficio de esta obra de gracia, están plenamente
conscientes de lo que ha ocurrido en el individuo. Por la misma razón, no
debería haber un estereotipo infalible
del creyente regenerado, aunque sí creo que debe haber características
distintivas (fruto) conectadas directamente con las demandas y expectativas de
la Escritura, y no de los estereotipos humanos.
Pero, dado que, desafortunadamente, sí
hay estereotipos del creyente regenerado, personas no regeneradas pueden
confundir sus emociones y llegar a pensar que están experimentando en su
interior algo que por la “sintomatología” exhibida, hemos llegado a identificar
como “la obra del Espíritu Santo” en ellos. Igualmente, personas maliciosas, y
en algunos casos agentes de Satanás pueden hacerse pasar como hijos de la luz
siguiendo el estereotipo comúnmente aceptado atribuido a los regenerados, quizá
por eso, para descubrir la realidad de la experiencia de Simón el Mago hubo que
atenerse no al hecho probable de que al convertirse haya hablado en lenguas y
que se haya unido a los discípulos, sino a sus palabras y sus actos que
revelaban su ser interior (Cf. Hch. 8:1 y ss; Mt. 7:20):
2 Corintios 11:15: Así
que, no es extraño si también sus ministros
se disfrazan como ministros de
justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
La razón para hacer hincapié en esto que
para muchos es consabido, es el hecho de que de no ser por este “milagro ininterrumpido” este “poder invisible” obrado por Dios durante
más de dos mil años la iglesia ya no existiría. Así que, el poder “invisible” despreciado, marginado e
incluso ridiculizado, debe ser redescubierto, revalorizado, integrado en
nuestra canasta de tesoros espirituales y ser fuente constante de acción de
gracias a Dios por su don inefable.
No me mal interprete. Entienda bien lo
que voy a decir a continuación. Sencillamente no es posible que un movimiento
meramente humano haya podido pervivir durante dos milenios, atravesando
persecuciones, sacrificando su comodidad, bienes, arraigo étnico o familiar y en
muchísimos casos significando la perdida de la vida de estos seguidores por la
defensa de una doctrina basada en la creencia irrestricta a un hombre que no conocieron,
al que nunca vieron, al que, además, en cada generación, hasta su venida,
existe la posibilidad de morir sin verlo, de quien se enseña que murió como un
criminal en una cruz bajo un juicio romano injusto, y de quien se da testimonio
de que resucitó de entre los muertos, pero que jamás hizo una aparición
multitudinaria ante su nación, sino que se apareció casi exclusivamente a
quienes confiaban en él. Todo este sufrimiento ha sido soportado por
generaciones, bajo la promesa nada específica de que ese líder regresará desde los cielos con sus ángeles en poder
algún día, nada más y nada menos que……. P R O N T O. (Cf. Apoc. 3:11; 22:7; 22:12).
Hay que preguntarse ¿De qué manera? Sin
poder real, un movimiento no importa cuál, habría podido sostener semejantes
creencias. Ciertamente no pocas creencias y prácticas inconsecuentes han
sobrevivido hasta nuestros días, pero su rango de influencia es y ha sido
limitado, regional, y en muchos casos impuesto.
En cambio, el cristianismo, que, si
bien no tiene nada de inconsecuente, si sostiene una esperanza humanamente
imposible de sobrellevar. Este mensaje es, y tiene que ser sobrenatural, porque
fluye por amor y por entrega sacrificial. ¿Cómo, semejante movimiento, con
semejante doctrina, ha podido influenciar al mundo entero al punto tal de
dividir su historia en antes y después del nacimiento de su líder, todo esto sin poder real? La doctrina cristiana no
es absurda, pero vista desde casi todo punto de análisis meramente humano —No
sé si para los humanos haya otra manera de analizarlo— parece caprichosa, poco atractiva, extraña y
poco razonable. Analicemos sumariamente, descarnada y desapasionadamente
nuestra preciosa religión: