martes, 7 de abril de 2015

CONCEPTOS CLAROS ACERCA DE LA PLANIFICACIÓN APLICADOS A LA IGLESIA

La IGLESIA IGLESIA
Vs
LA IGLESIA NO IGLESIA

Por. Prof. Juan Alberto Galvá
Director Académico del Instituto Teológico De Santo Domingo (INTESAND)


PARAMETROS CLAROS
PARA DECIDIR BIBLICAMENTE
DÓNDE CONGREGARSE
Y DONDE NO CONGREGARSE
Para quienes asisten a una iglesia, pero albergan serios cuestionamientos contra ella.

Este libro se escribió pensando en ustedes.

Juan Alberto Galvá

Ministerio de Orientación & Difusión Cristiana (O&DC)
(Iglesia Cristiana Ejemplar (ICE))
En asociación con
Unidad de Recursos Didácticos del (INVITI-INTESAND)
Santo Domingo Rep. Dominicana.
Año 2014
Prof. Juan Alberto Galvá
Clasifíquese: Eclesiología/Evangelismo Personal/Misiones.
Ninguna parte de esta obra podrá ser reproducida para fines comerciales sin la debida autorización de sus editores.
1-829-333-3981
albertogalvac@hotmail.com

Si suted desea una copia completa del libro del cual fue desprendido este articulo hágalo escribiendo a una de las direcciones de correo vertidas más arriba.



 CONSIDERANDO LA BUSQUEDA DE UNA NUEVA IGLESIA IGLESIA



La maduración hasta el concepto real de IGLESIA IGLESIA no surge de la noche a la mañana. Sino que entraña un proceso que toma tiempo. Podemos comparar este asunto, en parte, solo en parte, al tiempo que le habría tomado al Jesús hombre madurar hasta aceptar en sí mismo, que él no era un ser humano común y corriente. Claro Jesús ya habría recibido oportuna instrucción por parte de sus padres acerca de su origen y de su misión, pero una cosa es que te digan que eres el elegido, y otra muy distinta es que tú, llegada la edad de la conciencia te lo creas y lo asumas.

Para tratar de clarificar mejor esta idea de IGLESIA IGLESIA vamos a examinar algunos términos que puedan arrojar luz sobre el concepto que deseamos dejar plasmado y así sepa usted claramente detrás de qué andamos y qué cosa hallaremos al final de este viaje.

UN CONCEPTO LLAMADO “IDEAL”
El concepto  IGLESIA IGLESIA, halla cierta similitud en la noción generalmente aceptada de

“lo ideal”

Pero, a su vez, el problema con este otro concepto es que, “lo ideal”, es a menudo confundido con lo  

“lo idealizado2,

Un extravío parecido resulta haber también entre las palabras:

“plan”, “sueño e  ilusión”.

Me explico. Alguien de forma muy entusiasta nos dice que tiene un plan y basta sentarse cinco minutos y hacerle las preguntas que alguien que sabe realmente lo que es un plan haría, para darse cuenta que esta persona está confundiendo la palabra plan con la palabra que popularmente usamos para expresar los deseos que querríamos llevar a realidad, es decir, sueños o ilusiones.

PLANIFICACION VS ILUSIONES
Pero Un     v e r d a d e r o      plan       es algo muy concreto; detallista, enfocado y con proyecciones que toman en cuenta todos los factores posibles para que lo planeado tenga realización. Pero aún la misma palabra plan, es susceptible de adquirir la connotación de “intención o deseo” por tanto, para obtener un contenido semántico  más específico tendríamos que declinar la palabra y hablar de

“planificación”

Solo al recurrir a una terminología clarificadora como ésta, es cuando llegamos al quid del asunto. He aquí una idea de planificación según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española:

“Plan general, metódicamente organizado y frecuentemente de gran amplitud, para obtener un objetivo determinado, tal como el desarrollo armónico de una ciudad, el desarrollo económico, la investigación científica, el funcionamiento de una industria, etc.”3 El énfasis es nuestro.

Así que, solo cuando el concepto detrás del término queda clarificado, uno está preparado para tener alguna expectativa, demanda o juicio correcto sobre el asunto en cuestión. Por tanto, tener los conceptos debidamente aclarados viene a ser de vital importancia en ciertas áreas de la vida, porque por fuerza de necesidad, como es el pensamiento del hombre, así es su proceder (Cf. Pr. 26:6-7).

Así que andamos tras una definición apropiada de lo que es y debe ser la iglesia, porque es crucial un entendimiento claro de su significado y misión, para poder decir cuándo una iglesia es una legítima iglesia, y cuándo no lo es.

Para ilustrar los problemas que surgen cuando las definiciones son difusas o cuando simplemente no hay definiciones, relataré que hace unos años participaba en una reunión de pastores donde varias delegaciones de creyentes de distintas comunidades protestaban contra algunos de los obispos4 porque según los hermanos de esas delegaciones estos nunca hacían acto de presencia en sus comunidades. La discusión parecía hallarse en un punto muerto porque los obispos se justificaban diciendo que ellos estaban muy ocupados con las iglesias que pastoreaban como para dedicarse también a visitar otras iglesias que, de hecho, tenían sus pastores. Recuerdo haber pedido la palabra y haberles sugerido que tal vez el problema podría resolverse si, simplemente definían cuáles eran las funciones de los obispos y que, si después de definirlas se acordaba que una de ellas era visitar a las demás iglesias o no, los obispos actuales podían entonces decidir si estaban en capacidad o no de cumplir su rol a cabalidad o ceder el paso a personas idóneas que pudieran ejercer la función de obispo a plena capacidad. Según recuerdo dicha propuesta puso punto final a la discusión.

La anterior resultó ser una cuestión relativamente simple, pero existen otras controversias más sutiles y potencialmente destructivas por las cuales tenemos la responsabilidad de llegar a una definición de consenso de lo que es y debe ser bíblicamente una IGLESIA, su rol en la tierra, y el de sus representantes autorizados; para que, a partir de un entendimiento de lo que debe ser tal institución nos hallemos en capacidad de hacer en muchas IGLESIAS NO IGLESIAS de hoy día los ajustes necesarios para devolverle a la asamblea de los santos el cauce apropiado por donde deba fluir su rio de gracia.

Esto es también necesario dado el hecho de que por mucho tiempo hemos militado en IGLESIAS IGLESIAS e IGLESIAS NO IGLESIAS y al no tener un criterio de consenso podemos fallar en identificar una IGLESIA IGLESIA calificándola de IGLESIA NO IGLESIA esto por haber hecho juicios de valor errados y a su vez por carecer de un nítido  marco conceptual.

¿Mareado? ¡No es para menos! Pensaría lo mismo en su lugar. Pero no se desanime. Respire despacio y cuente hasta diez: 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10 ¡Ya! Ok. Seguimos….

CUIDADO CON LOS FALSOS POSITIVOS
Cualquier iglesia ideal (IGLESIA IGLESIA) en algún momento puede, por diversas razones hacer algo impropio de una iglesia ideal, si desafortunadamente usted llega a esa iglesia ese justo día, quizá se marche decepcionado de esa congregación pero no porque esa iglesia no cumpla las demandas de Cristo, sino porque usted  hizo un juicio a la ligera, partiendo de una situación aislada y coyuntural. Voy incluso un poco más lejos; una iglesia ideal puede pasar por un periodo breve marchando como una iglesia NO IGLESIA. Si usted llega durante este periodo descalificará las credenciales de esta iglesia injustificadamente, todo debido a un criterio de análisis o de juicio defectuosos. Pero, si, en cambio, ciertamente ese momento o ese período no eran una situación coyuntural, ¿cómo diferenciar lo uno y lo otro? Obviamente por eso necesitamos un claro concepto de lo que debe ser una IGLESIA IGLESIA, una iglesia bíblica, una iglesia ideal, no una iglesia idealizada.
LA BUSQUEDA



A veces, por circunstancias de la vida, se ve uno en la obligación de visitar una nueva iglesia. Extrañamente esa “aventura” espiritual se puede volver una experiencia tristemente desconcertante. Como todo buen cristiano al buscar una iglesia lo ideal es que la misma quede cerca de nuestro domicilio, de tal manera que eventualmente podamos llegar a ella caminando, si hubiera necesidad para que la distancia no se convierta en un obstáculo para una asistencia regular, sobre todo en países y comunidades donde se vive o se sobrevive paupérrimamente, porque muchas veces el costo de traslado puede tornarse en un serio obstáculo.

Otra razón para tener una iglesia cerca es que además podemos hacer parte del trabajo que la iglesia desarrolla en la comunidad en la que está asentada. Pero como ya he dicho antes, hallar una iglesia en la misma comunidad donde uno habita, extrañamente, no siempre es cosa fácil, y no precisamente porque en los alrededores falten templos rotulados “IGLESIA”; en realidad lo shay de sobra, por lo mismo, muchas veces nos vemos en la imperiosa necesidad de iniciar una búsqueda.

LA TRAVESIA

Así “después de haber orado” comenzamos el difícil y extenuante recorrido para poner en práctica nuestra capacidad de “catadores” espirituales. ¡Y pensar que la razón por la que salimos en búsqueda de esa iglesia fue solo para adorar al Señor, para serles útiles en su obra, para tener comunión con Dios y propiciar que él nos responda! ¡Vaya, para hacer las cosas, como Dios manda!

También iniciamos el recorrido porque teníamos sed de su palabra debido a la aguda desnutrición a la que posiblemente estuvimos sometidos en iglesias anteriores. Pero no en pocas ocasiones al llegar a las puertas de las primeras congregaciones visitadas solo hallamos ruido y más de lo mismo. ¡Y pensar que andábamos en busca de una enseñanza sólida y consistente, pero en cambio no fue eso lo que encontramos; lo que nos esperaba era una cátedra universitaria, anecdótica, pedante, humanista, larga y aburrida!

Así que seguimos nuestro emocionante viaje y al domingo siguiente llegamos a aquella congregación que se veía, al menos desde afuera, tan idónea que nos inspiró visitarla, pero, esta vez, al menos por un breve tiempo, queriendo pasar desapercibidos para tener tiempo de explorar el ambiente. Pero, no bien llegamos querían exhibirnos a todos y darnos cargos, títulos, responsabilidades y cargas que ellos no querían tocar ni con un dedo. ¡Qué difícil!

Así pasaron los meses, buscando esa iglesia ideal, probando todos los sazones  religiosos, —algunos muy picantes por cierto—, otros bastante desabridos y algunos completamente insípidos. Así que cuando ya nos fuimos acostumbrando a casi cualquier iglesia; entonces, sin darnos cuenta, caímos en aquella otra iglesia que ya no sabíamos ni cómo encasillarla: allí no cantaban mucho, ni oraban en voz alta, ni nos preguntaban nada, ni hablaban de dinero, y los cultos no eran muy largos ni muy cortos, era una comunidad de gente viviente, pero, como que no tenían vida. Estaban vivos pero, ¡qué decir!, pareciera que no tenían alma, ellos no sentían ni padecían. Llegamos y estuvimos allí un tiempito y nos fuimos durante otro tiempito, pero, nadie se enteró que estuvimos allí, y si se enteraron, al menos nosotros no nos dimos cuenta.

Nos quedamos algo perplejos con lo que estábamos observando, así que, ya para probar o para comprobar, nos retiramos nuevamente otro tiempito y volvimos a esta misma congregación y el ciclo se repetía inexorablemente. En el mismo lugar donde vimos la basura la última vez que estuvimos allí, en ese mismo sitio se encontraba cuando volvimos, y absolutamente todo el programa era predecible, los saludos, los anuncios y así cada cosa. Para mucha gente, una iglesia así es perfecta, para otros es insufrible, para muchos las anteriormente relatadas están fuera de la gracia y viceversa, ¿dónde está y cómo debería ser la IGLESIA IGLESIA? La iglesia ideal, ¿existe?, y si existe ¿cómo identificarla?











































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