LA IGLESIA IGLESIA IDEAL, Y LA MECÁNICA DEL PODER A) El que tiene el bautismo del Espíritu Santo (bautismo de poder) B) Los que no tienen tal bautismo.

LA IGLESIA IGLESIA IDEAL,

Y LA MECANICA DEL PODER

Ahora bien, si como creo, Dios sigue obrando, vale la pena preguntarnos: ¿es  acaso lo que habitualmente vemos en nuestras congregaciones la manifestación de su poder o simplemente una serie de actos y declaraciones ridículas que tratan desesperadamente de hacer realidad a la fuerza algo que no está ocurriendo en los hechos? Si hubiera algún obrador de milagros “objetivo” si es que tal cosa existe, yo le haría una serie de preguntas que desearía que me contestara transparente y honestamente. He intentado hacer esto con algunas personas y he obtenido resultados diversos. Por ejemplo: en las iglesias pentecostales, (de donde yo vengo) la mayoría de ellas, basadas en el libro de los Hechos, sostienen —al menos en la práctica— que hay dos tipos de creyentes:

A)   El que tiene el bautismo del Espíritu Santo (bautismo de poder)

B)   Los que no tienen tal bautismo.

Igualmente señalan que la evidencia de haber recibido tal bautismo es el acto de hablar nuevas lenguas, al menos una vez. Otros autores han tratado exhaustivamente la cuestión del don de lenguas, para los que deseen profundizar más sobre este tópico les remito a la obra de Wayne Grudem, Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica. Miami Florida. Editorial Vida, 2007. Pág. 1071-1039). Mientras tanto baste señalar sobre este tema, que las lenguas como las demás habilidades que el Espíritu otorga no son una concesión universal como el perdón ante el arrepentimiento o la regeneración ante la genuina conversión. Sino que es Dios quien determina y reparte convenientemente quien lo tiene y quién no Cf. I Co. 12:11. 

Ahora bien, bíblicamente es correcto decir que el bautismo con el Espíritu Santo es una concesión universal a todos los creyentes. Jesús los llama la promesa del Padre (Hch. 1:4: 2:33; Ga 3:14) y su recepción no está supeditada a ningún requisito excepto haber creído en el Hijo de Dios genuinamente. El apóstol Pablo enseña que al instante una persona cree, es sellada con el Espíritu Santo (de la promesa) ¿Cuál promesa? Obviamente la promesa que Jesús hizo a sus discípulos de que les enviaría al consolador que estaría con ellos y en ellos, y que los dotaría de poder de lo alto para que pudieran llevar a cabo eficazmente la tarea de evangelización. (Jn. 14: 1 y ss). Por tanto una iglesia ideal debe estar compuesta de un liderazgo convertido, gente nacida de nuevo, personas sensibles a la voz del Espíritu Santo, que vivan en el espíritu.

Dentro de una iglesia ideal podrán haber, y habrán sanidades, milagros, maravillas y Satanás y sus demonios deberán mantenerse a raya, pues, potencialmente todos los creyentes estarán revestidos de poder individual, los dones, y de poder sinergético el poder de una asamblea vibrante en el Espíritu Santo. El poder de Dios es real y está garantizado; para comprobarlo notemos que ni una sola de las veces en que Jesús, o sus apóstoles, ejercieron el poder, obtuvieron un resultado no deseado:

CUADRO I. RESULTADO DE JESUS Y SUS DISCIPULOS EN EL USO DEL PODER

	MATEO	RESULTADO	MARCOS	RESULTADO	LUCAS	RESULTADO	JUAN	RESULTADO	HECHOS	RESULTADO
SANIDADES	8:3				5:13		5:9		3:6
EXPULSION DE DEMONIOS	8:16		1:34		4:35				16:16 y ss
RESURRECCION DE MUERTOS			5:41		7: 11 y ss.		11:43		9:40
OMNISCIENCIA					11:17; 5:22		1:48
MILAGROS	14:25 y ss		6:38 y ss		8:24		18:6

Yo creo en la honestidad de las Escrituras y en la perspicacia de la misma.  Y no hay ejercicio ni maniobra hermenéutica capaz de escaparse a la enseñanza apostólica relativa a la acción milagrosa, al poder dinámico que le es propio al contenido del mensaje evangélico:

Mateo 17:20: Jesús les dijo: Por vuestra poca fe; porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible.

En el primer pasaje, Jesús instruye a sus discípulos quienes acababan de ser ridiculizados por un demonio que se rehusó a salir de un muchacho que, además, era presumiblemente epiléptico. Jesús les explica a los discípulos las razones de su fracaso. Esencialmente les dijo que ejercieron un exceso de confianza en sí mismos, cuando lo que debieron hacer fue o esperarlo a él, o clamar al Padre en oración, en otras palabras les faltaba dirección de lo alto y esta se obtiene mediante la comunión con Dios a través del vinculo de la oración.  Este pasaje no da la impresión de ser el tipo de enseñanza que solo puede tener una aplicación factual y que no debe ser extrapolada a otros fuera del circulo en que ha sido recibida, antes bien, Jesús al responder a sus discípulos estableció principios generales aplicables a cualquier caso de la misma naturaleza a saber:

a-     Los discípulos de Cristo tienen poder inicial básico

b-    Los demonios tienen poder y jerarquía

c-     Debido a dicha jerarquía, los discípulos, en ciertos casos, necesitan un poder superior

d-    Este poder superior está disponible

e-     Este poder no es discrecional

f-      Este poder se obtiene mediante la dirección de Dios a través de la oración.

¿QUE SIGNIFICA ENTONCES QUE LOS DONES CESARAN?

1 Corintios 12:9: a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu.

En este pasaje el apóstol Pablo aparece dando una enseñanza general a la iglesia (bien podemos afirmar que se la daba a las iglesias, ya que es de todos sabido que estas cartas eran leídas de iglesia en iglesia (Cf. Col. 4:16; II P.3: 16). Pablo esta disertando sobre los dones, está convencido que Dios, mediante su Santo Espíritu repartió libremente estos dones para la obra del ministerio, para edificar al cuerpo de Cristo. El apóstol Pablo tenía gran deseo y expectativa de una II Venida en sus días, por tanto, aunque es de esperarse que él no creyera que la vigencia de los dones milagrosos fuera muy prolongada, no es menos cierto que, por encima de su criterio personal velaba el Espíritu Santo. Así que, es muy posible que, al hablar de cesación de dones Pablo tuviera muy en mente este criterio de inmediatez sobre la II Venida; todos sabemos sin embargo que las expectativas de Pablo estaban fuera de perspectiva, por tanto, el criterio de cesación de los dones no sigue a Pablo y su criterio humano-personal, sino que sigue, por fuerza de necesidad, al Espíritu Santo.

Ya en la postrimería de la era apostólica, Jacobo (Santiago) establece un principio para el trato con los casos de enfermedad. Para el tiempo en que Santiago escribe las grandes manifestaciones de milagros y sanidades del principio, sin duda son cosa del pasado:

Santiago 5:15: Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

El autor de hebreos lo pone en estas palabras:

Hebreos: 2:3

¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,
2:4 testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.

Pero no se desanime, ni piense que ha sido estafado en cuanto a las expectativas que quizá le crearon o las que usted se creó por sí solo respecto a la disponibilidad y la discrecionalidad para el ejercicio del poder divino. Así son siempre las inauguraciones, mucha efusividad y actividad inusitada, algo así como los primeros años de los matrimonios inexpertos, pero, con el pasar del tiempo las aguas desbordadas del rio empiezan a tomar su cauce y viene la estabilización, esto es completamente normal.

Ahora bien la “estabilización” de la fe cristiana no significó la cesación de los dones, porque Jacobo no nos recomienda llevar a los hermanos al médico si se enferman, ni los alienta con una esperanza futura en los cielos; Santiago plantea un tratamiento de fe comunitaria del problema de salud. Pide que los más consagrados y comprometidos con las cosas del espíritu (los ancianos) (Cf. 5:14) sean los primeros en evaluar al enfermo abordándolo desde una perspectiva espiritual; esto es, se requiere ahora una inspección de la vida espiritual, para que saber si la raíz del problema radica en un desajuste de la comunión con Dios, lo cual  no era infrecuente en el tratamiento que Jesús daba a quienes se acercaban a él veamos:

Mateo 9:2: Y sucedió que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados.

2. Marcos 2:5: Al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.

3. Marcos 2:9: ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?

4. Lucas 5:20: Al ver él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.

5. Lucas 5:23: ¿Qué es más fácil, decir: tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?

6. Lucas 7:48: Y a ella le dijo: tus pecados te son perdonados.

Igualmente Santiago amplia el espectro un poco más al conceder a toda la asamblea y a cada discípulo en particular la posibilidad de seguir este mismo procedimiento (Cf. 5:16).

1 Corintios 13:8: El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Así, es de notarse, que  parte de este único pasaje del Nuevo Testamento indicando de forma muy vaga una cesación en las manifestaciones de los carismas, no hay ningún otro pasaje que indique una inactividad, desierto, o desaparición del poder de Dios en lo milagroso, ni de forma explícita ni implícita, por tanto, ni es correcto poner un énfasis desmedido en los milagros ni tampoco es justo desterrarlos del escenario de la iglesia, como si Dios, después de la era apostólica haya guardado silencio, dejando cancha libre a Satanás (que tiene poder demoníaco activo comprobable) para manifestar poder sobrenatural.

En otras palabras, es poco sabio pensar que mientras Satanás manifiesta diaria y constantemente el poder de su acción demoníaca; mientras, la iglesia sería  desprovista de poder dinámico para actuar. No es ni bíblico, ni lógico pensar que Dios nos pone a “competir” con los ministros de las tinieblas solo atenidos a una esperanza futura de auxilio, y que la manifestación de la presencia del Dios vivo  ha sido desterrada del escenario a la espera de la II Venida.

Si bien de otras maneras, con mucho menos aparataje, sin duda con un énfasis muy especial sobre todo en la Palabra de Dios y la obediencia a esta, Jesucristo sigue siendo: […] el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. Hebreos 13:8:

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