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jueves, 7 de agosto de 2014

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA IX



Prof. Juan Alberto Galva



CAPITULO III

INTRODUCCION A LA GUIA GENERAL DE ESTUDIO ESCATOLOGICO

“Que acerquen y anuncien lo que está por venir.  Que manifiesten las cosas pasadas,
para que las tengamos en cuenta  y conozcamos el fin de ellas,
o hacednos oír las cosas venideras.  Anunciadnos lo por venir
para que sepamos que soy dioses.  Veamos: haced bien o haced mal,
para que nos admiremos  y lo veamos de  una vez” 
(Is. 41:22-23). BNC.


H
ay una serie de temas que a menudo tratan los manuales de escatología que usted notará, aquí no son examinados. El espacio que normalmente ocupan temas como: la antropología, la muerte, el estado intermedio, el concepto de reino y temas similares se ha dedicado al estudio de las normas de interpretación, y las características de la dinámica de la comunicación hebrea. He decidido hacerlo así porque sé que muchos de los que caminan por estos senderos difícilmente no hayan leído ya algún buen manual de teología bíblica y sistemática donde haya ha examinado estos temas. Si no es su caso, de todos modos, al final de esta sección dejaré alguna bibliografía que usted pueda consultar para empaparse más sobre estas cuestiones.

LA ESCATOLOGIA.
Escatología del Gr. Eskahtos, es el tratado de las cosas finales. El uso de la palabra estaba asociado en principio a la especulación sobre las cosas que debía acontecerles a las personas después de su muerte. En la teología y doctrina cristiana está circunscrita al estudio de la consumación de los planes de Dios, y por lo mismo investiga todos los grandes temas que conforman dichos planes, así como las áreas relacionadas que toca.

La escatología está íntimamente asociada a otras disciplinas bíblicas tales como: la teología sistemática, la hermenéutica especialmente en lo referente al género profético y al uso del lenguaje metafórico, a la apocalíptica,  y el estudio de canon, la historia bíblica y del cristianismo.



¿ESCATOLOGIA AMILENIALISTA O PREMILENIALISTA?


En escatología aparentemente uno tiene que ser o Demócrata o Republicano, y si no, hay un tercer partido; el de los indiferentes. Pero, ¿qué pasa cuando uno no desea estar en ninguno de los tres, sino, conservar lo mejor de cada uno de los dos primeros?

Como sabemos, en este campo hay dos escuelas muy bien definidas: el Amilenialismo, acusado de alegorizar o espiritualizar las profecías y el Premilenialismo, convicto de utilizar un literalismo a ultranza y a conveniencia. La tercera vía es una doctrina considerada prácticamente en extinción, el postmilenialismo, a tal punto que en las librerías uno prácticamente solo  tiene posibilidad de hallar libros sobre el amilenialismo o el premilenialismo.

Sin embargo, en este volumen no nos concentraremos ni en lo uno ni en lo otro, sino que procuraremos despejar la senda y dejar que el camino, que siempre ha estado ahí, surja por sí mismo. Así que a esta corriente la llamaremos “Escatología De Las Imágenes Generales”.

Por supuesto, como tanto los amilenialistas y los premilenialistas tienen puntos convergentes y también unos y otros enarbolan posiciones que a mi juicio están cónsonas con mi tesis, usted hallará en este libro coincidencias de concepto ligeramente modificadas, o profundamente ampliadas. En otras palabras, obviamente la rueda ya fue inventada y básicamente pretendo usar el cincel para quitarle algunos accesorios especulativos añadidos con el paso de los años para que los lectores vean qué cosa está diciendo la Biblia sobre el tema y cuáles cosas estamos especulando los teólogos.
…. Una pequeña pregunta señor autor… ¿usted, en definitiva, de cuál corriente es? Responderé a esa lejitima pregunta diciendo que es muy posible que los lectores lleguen a tener la impresión de que estoy claramente inclinado del lado amilenial, a esto he de responder que, ni la imparcialidad ni la objetividad absoluta existen, todos, de una u otra forma tenemos inclinación y predilección por algún sistema, eso es inevitable. Con todo, usted debe evaluar a qué se debe su predilección por el sistema que escogió, porque detrás de cada escogencia hay también involucrada mucha pasión, temperamento, y formas de ver la espiritualidad, la evangelización y la santidad. Por tanto examine los sistemas vigentes, a ver cuál es aquel que procura con mayor ahínco la exaltación de Cristo, la santidad y la unidad de su pueblo y la perseverancia en la fe, independientemente de la situación que se esté viviendo. Si su sistema satisface ampliamente estas nobles aspiraciones usted debe haber hecho una buena elección sea cual esta fuera.


AMILENIALISMO, POSTMILENIALISMO, PREMILENIALISMO


AMILENIALISMO


Veamos la definición de Wayne Grudem sobre los amilenialistas:

“[…] de acuerdo con esta posición el pasaje de Apocalipsis 20:1-10 describe la presente era de la iglesia. Esta es una era en la que la influencia de Satanás sobre las naciones ha sido reducida bastante de manera que se pudiera predicar en todo el mundo el evangelio. Aquello que se dice que reinaban con Cristo durante mil años son cristianos que han muerto y ya reinan con Cristo en el cielo Cristo reina en el milenio, de acuerdo con este punto de vista, no es un reino corporal aquí sobre la tierra sino el reino celestial del cual habló cuando dijo: “Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra” (Mt. 28:18). Este punto de vista se llama “amilenario” porque mantiene que no hay futuro milenio por venir.1 […]”
                                                   

PREMILENIALISMO

Igualmente Charles C. Ryrie comenta:

     “En general, el sistema premilenial se puede caracterizar de la siguiente manera: los premilenialistas creen que la suya es la fe histórica de la iglesia. Aferrándose a una interpretación literal de las Escrituras, creen que las promesas hechas a Abraham y a David son incondicionales y que han tenido o tendrán su cumplimiento literal. En ninguna manera estas promesas hechas a Israel han sido abrogadas o cumplidas en la iglesia, la cual constituye un cuerpo distinto de esta edad, poseyendo promesas y un destino diferente del de Israel. Al final del esta edad, creen los premilenialistas que Cristo volverá por su iglesia, encontrándose con ella en el aire (no se trata de la Segunda Venida de Cristo) para establecer Su reino sobre la tierra por mil años, durante los cuales se cumplirán las promesas dadas a Israel.
     Los opositores al sistema premilenial han tratado de oscurecer los principales puntos inventando distinciones entre los premilenialistas históricos, los pretribulacionistas, los dispensacionalistas, y los ultradispensacionalistas.tales distinciones carecen de justificación, dado que las diferencias involucradas son tan pequeñas, y dado que las raíces del premilenialismo son mucho más profundas”2


POSTMILENIALISTAS

Así mismo veamos la definición vertida por Roy A. Stewart sobre el postmilenialismo:

“Clase de teología optimista que predice una “edad de oro”, un milenio cristianizado de realizaciones predominantemente humanas antes del Segundo Advenimiento y el subsiguiente reino eterno.4 […]”

Por último observemos la definición del Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado Vila Escuain:

 “Los Premilenialistas admiten que Jesucristo vendrá antes del Milenio. Es patente que la humanidad ha fracasado; ningún esfuerzo de las naciones ni de las iglesias puede conseguir el establecimiento de Dios (o era de oro) en el mundo (Cf. Dn. 2:34, 44) su venida cumplirá el plan divino aparentemente frustrado por la caída del hombre en Edén3 […]”.





1-        (Grudem Wayne, Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica. Miami Florida. Editorial Vida, 2007. Pág. 1232).
2-       (Ryrie C. Charles. Las Bases de la fe Premilenial. Ampliado por Homer Payne. Págs. 17 .traducido por Santiago Escuain. Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Publicaciones Portavoz Evangélico, división de Kregel Publications. 1984).
3-       (Escuain Vila, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Pág. 763. (Barcelona) España, Viladecavalls.  Editorial Clie 1985). (Grudem Wayne, Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica, Editorial Vida, 2007, pág. 1171).
4-        (Stewart A. Roy, diccionario de historia de la iglesia, Wilton M, Nelson, Editorial Caribe, 1989,  pág. 860).
(Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado Vila Escuain, Editorial Clie, 1985. págs.  762, 763).




Preguntas y proyectos de investigación

1-       ¿Cuáles son a su juicio las causas que han determinado el que la doctrina posmilenaria desaparecido de la escena de la interpretación escatológica?
2-       Haga una investigación iniciando en la iglesia primitiva y siguiendo por los padres apostólicos, padres de la iglesia y hasta nuestros días de los orígenes del premilenialismo como del amilenialismo como doctrina.
3-       Diga cuáles puntos considera errados en el amilenialismo y diga por qué

4-       Escriba cuáles punto considera errados en el premilenialismo y diga por qué

viernes, 1 de agosto de 2014

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA VII



MANUAL DE ESCATOLOGIA 
DE LAS IMÁGENES GENERALES
Por: Juan Alberto Galva




HERRAMIENTAS Y RECURSOS DE INTERPRETACION BIBLICA II
LOS PROFETAS, LA PROFECIA Y LA FORMA APROPIADA DE ABORDAR SU
LENGUAJE DE IMÁGENES Y SU INTERPRETACION

LOS PROFETAS

Israel no era el único pueblo que tenía profetas2 o personas que hacían un trabajo más o menos similar; los casos de Balaam en el A.T.  Epiménides citado por Pablo quien dice de los cretenses que este era “su propio profeta”. Son un buen ejemplo, a pesar de que los profetas de Israel realmente eran usados por Dios para anunciar los acontecimientos futuros su principal función era la de ser heraldos del mensaje de Dios para la gente de su tiempo. Los profetas inicialmente prepararon sus mensajes para ser proclamados a voz e cuello en el templo, en las plazas y a todo lugar en donde el Señor les dirigiera. Más adelante ya por mandato directo de Dios, o por la vía de un amanuense.  (Jer. 36:4) personal o en muchos casos los discípulos sobrevivientes del profeta, movidos por el Espíritu Santo y por el aprecio y valor espiritual que tenían a la palabra proclamada por el profeta desaparecido, se encargaban de poner por escrito sus mensajes y de velar por su preservación.

Fueron quizá esas proclamaciones que los profetas hicieron en vida y que no tuvieron cumplimiento inmediato, y aquellas que no tenían una clara definición en su tiempo de cumplimiento, las que motivaran a los discípulos de los profetas y a las escuelas de profetas (I S. 10.15) a preservar los escritos ya que ellos sabían que la palabra de Jehová tendría cumplimiento tarde o temprano. Los profetas realizaban una labor socio espiritual de suma importancia, ellos eran por así decirlo “los defensores del pueblo”, aunque hay que admitir que su defensoría fue no pocas veces rechazada. (Jer. 7:27-28, 11:18-23) (Am. 7:10-17).

Los profetas vivieron en épocas muy distintas a la nuestra y sus escritos están impregnados de su tiempo y de su cosmovisión. Su mensaje les fue dado para los hombres de aquellas edades y para las generaciones venideras hasta el fin. Si esto es así, es de suma importancia conocer la idiosincrasia de estos hombres para poder tener un acercamiento aceptable a su mensaje. Existen barreras, en algunos casos, infranqueables, que impiden una comprensión exacta de todas las ideas que los profetas nos comunicaron, valiéndose de su idioma, del género literario y del estilo que escogieron usar para comunicarse originalmente con sus destinatarios inmediatos.  Y si tomamos en cuenta el hecho de que los receptores inmediatos de los profetas en algunas ocasiones no entendieron su mensaje, ¿qué entonces nos queda a nosotros que estamos separados por milenios y por una cultura e idiosincrasia diametralmente distinta a la de ellos? Lo único que afortunadamente compartimos sin variación, y esto ayuda bastante, es la naturaleza humana; el hombre, sus necesidades y sus motivaciones. Es por ello que debemos abordar el tema de la profecía sin separarlo de los profetas como generadores del producto final, ya que están íntimamente ligados. Al mismo tiempo, sin dejar de conocer los elementos que tenemos en común los hombres de todas las generaciones debemos tener el cuidado de no acercarnos a los profetas y su profecía con nuestras premisas y expectativas modernas condicionadas por nuestras previas preferencias teológicas.

En palabras llanas, esforcemos primero no tanto por descubrir lo que ellos nos quieren comunicar, sino desentrañar lo que ellos efectivamente comunicaron a sus destinatarios y asimilar el estilo y la forma en que ellos solían hacer eso. Es después que usted aprenda a conocer a los profetas, su cultura y su stilo de comunicación, y que sepa bien sus motivaciones, y “conozca” a sus destinarios, cuando usted apenas estará listo para empezar a entender como ese mensaje nos afecta a nosotros. A eso se le suele llamar, empatía.

Algo para ilustrar este punto. Cuando empecé a aprender inglés (no he terminado de aprender) habían cosas que se me hacían muy difíciles de asimilar. Recuerdo el comentario de Sandra, una hermana en la fe, que ilustraba bien mi frustración, ella decía: “¡Caramba, que bueno fuera acostarse a dormir, y amanecer sabiendo unglés!”. Resulta que, por ejemplo, asimilar frases tan simples como: What do you do? O what are you talking about? Me daba trabajo. Eso es porque mi mente estaba cerrada en tratar de entender este idioma desde la perspectiva de mi cosmovisIón de hablante de lengua española. Mi mente luchaba por analizar las frases y entender su lógica, claro desde mi perspectiva, por lo mismo el resultado era un bloqueo:

what    are                  you      talking                        about?
¿Qué   son/est’as        tú         hablando                    acerca?

¡Así no hay forma! Eso fue así hasta que alguien me miró fijamente y me dijo, “no trates de que el idioma cuadre con lo que tú conoces, simplemente acepta que esa es su forma de hablar, así es como ellos se expesan y así se entienden ellos perfectamente bien, así que, ve tú y has lo mismo”.

Después de asimilar este enfoque, indudablemente mi comprensión mejoró significativamente. Sin este entendimiento de fondo, suele ocurrir que cuando se aborda la lectura sistemática de los profetas, es casi inevitable, por ejemplo, que exista un momento en el que se perciba cierto recurrente “melodrama” en la pena que siente Jehová por su pueblo que lo abandona, expresada a través de sus heraldos, y al mismo tiempo, el cansancio creciente de parte del pueblo al ser confrontado por los profetas:


PREPÁRESE PARA EL MINISTERIO CRISTIANO
En la más Sólida Institución Teológica y Vocacional
De América Hispana.



DIOS “LLORANDO”
[…](Is.44:20-21) “De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?  Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides”. 

 […] (Is.43:22-24) “Y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te cansaste, oh Israel.
No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso.  No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades”. 

[…] (Jer.15:-6) “Porque ¿quién tendrá compasión de ti, oh Jerusalén? ¿Quién se entristecerá por tu causa, o quién vendrá a preguntar por tu paz? Tú me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de arrepentirme”. 


EL PUEBLO HASTIADO DE DIOS
[…] (Os. 2:7-8) “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.  Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal”. 

[…] (Is. 22:12-13) “Por tanto, el Señor, de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a lamentación, a raparse el cabello y a vestir ropas ásperas.
Más hubo gozo y alegría matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne, bebiendo vino y diciendo: “¡comamos y bebamos, porque mañana moriremos!”  R.V.95.

[…] (Jer. 18:11-12) “Ahora, pues, habla a todo hombre de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: “Esto ha dicho Jehová: Yo dispongo el mal contra vosotros, y contra vosotros trazo planes; conviértase ahora cada uno e su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras”. Pero dirán: “Es inútil, porque en pos de nuestros ídolos andaremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón”.

[…] (Mal.1:6-8)
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.  Y cuando ofrecéis el.” 


Cuando se llega al libro de Malaquías después de hacer un recorrido serio a través de todos los profetas, el hastío de ambas partes llega a ser parte de la experiencia personal del lector, debido al lenguaje intenso que usan estos pregoneros de justicia. Pero recuerde una vez más que estos mensajes no fueron predicados en un mismo día, ni siempre ante exactamente la misma audiencia.

Tome en cuenta que los Profetas eran atalayas, y por tanto debían recurrir a los medios que tenían al alcance (la palabra expresada tan dramáticamente como fuera posible) para llamar la atención del pueblo. No olvide, que los profetas eran los portavoces de Dios, pero no tenían poder político. Aunque, a algunos, como a Elías y a Eliseo, no les hacía falta. Dios pudo haber hablado mediante el sumo sacerdote, como en los tiempos pasados o usar al rey para disciplinar al pueblo como en los tiempos de David, pero las instituciones oficiales que debían velar por el orden y la pureza moral se habían confabulado con el mal, (Jer. 2:26, 5:31, 6:13, 8:10, 23:11,) así que los profetas genuinos vinieron a ser la última línea de fuego contra el mal y a favor del pueblo ignorante. Los profetas no tenían poder coercitivo, la única capacidad de coerción que podían ejercer era la del lenguaje punzante y urticante. Pero, por supuesto, aún los mensajes más profundos y virulentos tienen sus límites, llenan su medida. Cuando lo mensajes de los profetas ya habían demostrado no estar surtiendo efecto, la suerte del pueblo estaba echada; el poder coercitivo que no tenían los profetas para hacer volver al pueblo a la rectitud ahora sería usado por uno que sí tenía tal poder: Dios. Lo que las palabras hirientes y penetrantes no habían podido hacer, lo que las amenazas no habían conseguido, lo que los mensajes melodramáticos y suplicantes no habían logrado, sería ahora alcanzado mediante el cruel y despiadado látigo de Nabucodonosor II, rey de Babilonia.

Por todo esto es de vital importancia para el lector moderno estar familiarizado con este estilo de comunicación, porque las posibilidades de no captar plenamente la dinámica comunicacional propia de esa cultura contribuirá sinduda, a que dejemos de percibir gran parte del mensaje, pero además traerá como consecuencia muchas ideas equivocadas sobre lo que en realidad está pasando.  Hay dos buenos ejemplos acerca de esta dinámica comunicacional que encuentro útil compartir:

Quien lee Génesis 23, tiende a confundirse un poco ante el acentuado “baile verbal”, exceso de amabilidad y la aparente insinceridad de Efrón el heteo, quien, ante las gestiones de Abraham para que le venda una propiedad para enterrar a su esposa fallecida, en principio, le dice que él se la regala (Cf. 23:11). Sin embargo, Abraham da la impresión de no aceptar la manifestación de tanta generosidad, antes, hace una reverencia e insiste en pagarle el precio justo de la propiedad, (vrs. 12-13), entonces Efrón, sutilmente, le dice el precio a Abraham, pero le insiste en que no se preocupe por eso, el (vr. 16) es la clave para entender por qué tanto “baile”;  sin más rodeos, después que Efrón da el precio, termina el tango.

Hay que entender que Abraham era riquísimo. (Gn. 13:1-3, 24:1). Sus vecinos lo sabían. Pero Abraham es nómada,  no posee tierra y ahora necesita una finca para destinarla como sepulcro familiar, así que, en medio de su luto, Abraham tiene que seguir haciendo lo que ha hecho toda su vida y lo que mejor sabe hacer, esto es, negociar. Pero lo primero que Abraham necesita es que consientan en venderle la tierra, los habitantes podrían haber tenido razones para impedir que un extranjero tuviera propiedades inmobiliarias (23:4, 8, 9) entre ellos, así que Abraham no hace esa gestión él mismo, sino que se sirve de mediadores (Cf. 23:3). Pero el ofrecimiento de Efrón ni era insincero ni era generoso, era simplemente la manera habitual de iniciar una negociación, una frase estereotipada, algo así como: “hasta la mitad de mi reino de daré” (Cf. Gn. 30:25-32, II Sm. 24:18-24).

 Observemos otro ejemplo de la necesidad de conocer los elementos culturales que rodean la comunicación citado por Jonatán P. Lewis:

“Uno de los principales antropólogos cristianos de la actualidad es el doctor Paul Hiebert. El siguiente es un resumen de un artículo escrito por él titulado: “las diferencias culturales y transculturales.”
Quienes estudian antropología han descubierto que existen diferencias profundas entre las culturas. Esas diferencias no sólo se notan en lo superficial, como el vestido, la comida, el idioma, y las acciones sino que resultan muy marcadas en cada uno de los distintos niveles. Los valores las creencias y su mundo varían significativamente de una cultura a otra.
Esto puede ser ilustrado gráficamente por la confusión y el conflicto que se hacen evidentes cuando individuos de culturas diferentes se ponen de acuerdo reunirse. Cuando un norteamericano concerta una cita a las diez en punto, espera que la otra persona llegue a esa hora, o dentro de los cinco minutos. Si llega a las diez y cuarto, con una disculpa todo queda en orden; si lo hace media hora después, más vale que tenga una buena excusa y si se demora cuarenta y cinco minutos, comete una seria ofensa a la otro, pues pudo muy bien no concurrir a la cita.
En algunas partes de Arabia, la gente tiene un concepto diferente del tiempo. Cuando se fija una cita para las diez en punto, sólo se puede esperar que llegue a esa hora un criado en obediencia a su amo. El tiempo apropiado, en otros casos, puede ser de las 10.45 a las 11.15, para demostrar igualdad e independencia. Este sistema funciona bien ya que las personas de igual importancia esperan que la reunión se concrete alrededor de las 10.45. El problema surge cuando un norteamericano hace una cita con un árabe y ninguno de los dos entiende el concepto del tiempo del otro. Si el norteamericano se queda esperando se ofenderá. Al mismo tiempo, es probable que el árabe piense que aquel está actuando como un sirviente.3

Si nos figuráramos a los profetas como soldados de Dios enviados a amenazar para persuadir a su pueblo con sus armas, —en este caso, las palabras—  y asumimos que cada profeta tiene armas diferentes, de distintos calibres y alcances, después de una lectura consecutiva, la impresión de “presenciar y escuchar” a todos estos profetas lanzar y disparar sus saetas, hachas, trabucos y cañones, resultaría en mucho humo, ruido, y no poca confusión. Pero, una vez más, los profetas no dispararon todos al mismo tiempo, ni descargaron todo su arsenal en un solo día. El lenguaje rudo y descarnado de los profetas era el arco, y el mensaje que ellos efectivamente comunicaban, eran las flechas. Por tanto los lectores modernos deben ser menos sensibles a la literalidad del mensaje profético, y más abiertos a entender lo que Dios quiere comunicar con el uso de semejante lenguaje. Los convencionalismos culturales les permitían a los profetas comunicarse  así, y sus contemporáneos los entendían bien porque usaban los mismos mecanismos de comunicación.



EL LENGUAJE FUGURADO, LA HIPERBOLE, METAFORA EL ESTILO PREDILECTO DE LOS PROFETAS


El lenguaje metafórico y la hipérbole parecen ser la columna vertebral de la prosa y de la poseía  hebrea, la cual para el propósito que perseguían los profetas, como denunciadores o fiscales de Dios, funcionaba perfectamente, en muchos casos el propósito principal de los profetas era apelar a la sensibilidad de un pueblo completamente desensibilizado ante las cosas que a Dios le molestaban, como bien apunto Brent D. Sandy:

[…] “Hay otros ejemplos en los que la intención de un profeta puede ser el expresar emoción más que exactitud; es decir, hablar con licencia poética a fin de conmover a los oyentes. Cuando Jeremías pensó acerca de la inutilidad de su rol como profeta, maldijo el día en que había nacido. Maldijo al que llevó las noticias de su nacimiento. Lamentó que no hubiera muerto mientras aun estaba en la matriz. Aún deseó que su madre no hubiera sido bendecida y que el portador de las noticias viviera constantes problemas (Jer. 20:14-18). Cuando Dios resumió su frustración frente a la pecaminosidad de su pueblo, dijo que no había nada en toda la historia de Israel y de Judá que no lo llevara al enojo4 (Jer. 32:30, 31).

En este punto, la herramienta de comunicación elegida por Dios y sus características particulares juegan un papel de primer orden; Entender la configuración del idioma de los profetas y la forma en cómo ellos usaban las imágenes verbales de dicho idioma será de vital y determinante importancia para asimilar y utilizar con eficacia, este mensaje que Dios nos invita a entender y a integrar a nuestras vidas, este mensaje ya dado, ya dicho, ya escuchado, ya contestado; Dios ha querido que sea la herramienta que nos siga hablando hoy después de tantas idas y venidas de la historia de la humanidad.

En palabras llanas. Nuestro compromiso para entender pues este mensaje desde la perspectiva de espectadores muy lejanos y desconectados casi totalmente de las realidades de aquel pueblo es un verdadero desafío. Pero, hay dos elementos que siguen constantes, Dios es el mismo ayer hoy y siempre, y su palabra igual que su autor, no cambia, igualmente, la naturaleza caída del hombre es “inmutable”, y la maldad del hombre es la misma de siempre, de modo pues, que siempre habrán puntos de identificación ente el mensaje de ayer y la sociedad humana de hoy. (Is. : 40:8).

Las notas acerca de las características distintivas del idioma hebreo, en una reseña de Edesio Sánchez Cetina, citando a su vez al biblista francés Georges Auzou, serán de mucha utilidad para un entendimiento al menos somero, sobre la principal herramienta de comunicación de nuestros hermanos los profetas:

“Esta lengua es ruda y vigorosa. Predominan en ella las consonantes duras y graves, los sonidos guturales, sordos, y enfáticos. El hebreo tiene más pasión que armonía, más energía que gracia. Es más adecuado para lo sagrado que para la estética; es más cultual que cultural. Pero tiene también sus bellezas y no carece de solemnidad y grandeza. Es una lengua muy a propósito para “clamar a voz en cuello” (Is. 58:1), como harán muchos profetas, puesto que ellos oían también “rugir” YAHWE (Am.1:2; Jer. 25:30). La rustica lengua hebrea es capaz de cantar cánticos vigorosos e impresionantes,  es capaz de expresar brillantemente la alegría y profundamente el dolor. Por lo demás, no le resulta imposible expresar sentimientos delicados. El fino genio israelita supo hacer tañer de múltiples maneras, a veces maravillosamente delicadas, el rudo instrumento de la lengua hebraica.

El hebreo es sencillo y pobre. Su vocabulario es reducido. Tiene pocos nombres o verbos compuestos. Muy pocos adjetivos. Sus medios de sintaxis son mediocres: el hebreo tiene algunas partículas de subordinación; pero siente especial predilección por utilizar el recurso más sencillo, la coordinación. Frecuentísimamente, las oraciones están yuxtapuestas y van unidas por una “y” que se repite y se repite sin cesar, y que reemplaza a nuestras conjunciones de subordinación y coordinación. El traductor deberá preguntarse a menudo si debe contentarse con mantener esa serie de oraciones independientes o si deberá construirlas según las leyes y con los medios, más complejos, de nuestras lenguas modernas…

La lengua hebrea, finalmente, es concreta y dinámica. Esto se lo debe, sobre todo, al genio hebraico. Aunque todas las lenguas, en sus comienzos, fueron un lenguaje de los sentidos, el hebreo lo ha seguido siendo de manera muy vigorosa. De ahí la viveza y carácter directo de todo lo que se dice en hebreo. Predominan, los verbos de movimiento. No existe el verbo “haber”. El verbo “ser” es activo y significa “existir eficazmente”.

Los tiempos de los verbos no son tanto verdaderos tiempos cuanto “aspectos” de la acción, según que esta sea única o reiterada, según que sea instantánea se prolongue. La distinción no se hace tanto entre el pasado, el presente y el futuro, cuanto entre lo “acabado” (perfecto) e “inacabado” (imperfecto).

El hebreo, lengua rica en imágenes animadas, lengua de orden mucho más auditivo que visual, carece –más que ninguna otra lengua- de términos abstractos y es radicalmente inepta para expresar ideas generales. El hebreo es un magnífico instrumento para traducir la percepción sensible. Tienes cualidades admirables para la expresión poética. Pero s insuficiente para analizar y exponer una reflexión, para definir y explicar.5



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1-       (Descubre la Biblia. Manual de ciencias bíblicas. Tomo I. La Crítica Textual Y La Biblia Hebrea. Edesio Sánchez Cetina, Bascon Roberto. Págs. 121-136.   Sociedades Bíblicas Unidas. 1998).2(Robertson Archibald Thomas, Imágenes Verbales en el Nuevo Testamento/Comentario Al Texto Griego Del Nuevo Testamento. Pág. 592. Adaptada al castellano y anotada por Santiago Escuain. Viladecavalls (Barcelona) España. Editorial Clie 2003).
2-       (El vocablo tiene un posible cognado en acádico. Se encuentra unas 309 veces en el hebreo bíblico, en todos los períodos. nabî` quiere decir “profeta”, ya sea verdadero o falso (cf. Dt 13.1-5). Los verdaderos profetas eran portavoces del Dios verdadero […] Los términos que se traducen “vidente” subrayan el medio por el que el “profeta” se comunicaba con Dios, pero no nos explican en qué se diferenciaban de los otros profetas (cf. I S 9.9.) […] El segundo caso de nabî` si aclara el significado del término: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Mira yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta” (Ex 7.1). […] Queda bien claro que un “profeta” equivale a uno que habla en nombre de otro, que actúa como su “boca”.
(Vine, E. W. Diccionario Expositivo De Palabras Del Antiguo Y Del Nuevo Testamento Exhaustivo. Pág. 267. Nashville, T.N. Editorial Caribe, 1999).
3-       (Jonatán P. Lewis, Misión Mundial, un análisis del movimiento cristiano mundial. Consideraciones culturales Tomo 3, segunda edición. Pág. 31. Editorial Unilit, 1990).
4-       (D. Brent Sandy, Profecía Bíblica y literatura apocalíptica, cómo entender las profecías y la literatura apocalíptica. Pág. 49.  Editorial Mundo Hispano. 2004).
5-       (Véase Edesio, Sánchez Cetina/Manuel, el hebreo, Descubra La Biblia II, la Biblia, su formación, su contexto y su interpretación, SBU, 2006, págs. 20 y 21).

Preguntas y proyectos de investigación

1-       ¿De algunos ejemplos bíblicos de las maneras en como Dios adapta el lenguaje a nuestras capacidades de comprensión?
2-       ¿Cuáles son los métodos y la forma en la que Dios comúnmente se comunica con su los profetas?
3-       ¿Eran los profetas un fenómeno exclusivo de la tierra de Israel?
4-       ¿investigue en la literatura antigua y procure hallar al menos ejemplos de tres profetas paganos o sus equivalentes?
5-       ¿Mayormente en qué estilo fue declarada la profecía bíblica?
6-       Investigue las definiciones de metáfora, símbolo, lenguaje simbólico, lenguaje figurado y alegoría y establezca las diferencias y las similitudes.















PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFÉTICA III




MANUAL DE ESCATOLOGIA 
DE LAS IMÁGENES GENERALES

Por: Juan Alberto Galva




PRIMERA SECCION: RECURSOS DE INTERPRETACION BIBLICA-PROFETICA

CAPITULO I
“ARTILLERIA, BATERIAS ANTIAEREAS,
Y RADARES DE ALTO ESPECTRO”


[…] “Pero Jesús respondió y les dijo:
Estáis equivocados por no comprender
las Escrituras ni el poder de Dios” […]
(Mt. 22:29). BA.



CUIDADO CON LOS PREJUICIOS

L
a cuestión de los prejuicios no se circunscribe sin duda al tema escatológico sino que trasciende toda la Biblia. Creo que es justo hacer una breve reflexión que agregue algo de beneficio a la madurez espiritual y a la tolerancia ante las diversas opiniones.

Como sabemos los prejuicios nacen fundamentalmente de la falta de conocimiento, la estrechez de mente y la ausencia de tacto al procurar vivir guiados por conceptos basados en fragmentos de información, es decir, fundamentados en un conocimiento defectuoso. Lo peor de todo es la tendencia a tratar de imponer nuestro endeble criterio a otros, cuando en el fondo no estamos debidamente empapados de un determinado tema o más importante aún ignorando que no importa cuanto sepamos de una materia, en cuanto a la Biblia, jamás llegaremos a dominar cada detalle. El otro problema que suele pasar inadvertido con relación a los prejuicios es el peligro potencial que entrañan; pues en base a ideas y conceptos de los que no siempre estamos plenamente informados podemos fácilmente hallarnos tomando decisiones que pueden afectar seriamente nuestra vidas o las vidas de los demás. Quienes no manejan apropiadamente la tentación de ceder a los prejuicios, fácilmente terminan dañando sus relaciones interpersonales y no sin causa son acusados de intolerantes, pedantes y todo un rosario de otros calificativos nada halagüeños. Permítaseme ilustrar lo que vengo explicando:

Cuando Jonás toma la decisión de huir hacia Tarsis1, lo hace bajo el prejuicio arraigado en su cultura de que los extranjeros eran personas de segunda clase, y si esos extranjeros eran además ninivitas, ¡Ay! Un pueblo odiado por los judíos por su cruel trato contra Israel, entonces estábamos hablando de lo peor de lo peor;  por tanto, no había nada que hacer a favor de ellos.
Alguien podría argüir que Jonás tenía motivos para estar enojado, por las atrocidades cometidas por Asiria contra Israel; es cierto, pero es muy cuestionable el que la animadversión contra alguien llegue a un punto tal, en que cerremos la puerta totalmente a cualquier oportunidad de perdón o reconciliación. Cuando hemos llegado a tal punto, se hace evidente que una fuerza destructiva llamada “prejuicio” se ha apoderado de nosotros.

De este modo vemos el prejuicio de Jonás llegar a estar tan inflado, que se volvió incapaz inclusive de aceptar la opinión, ya no de algún compatriota espiritual y conciliador, sino ¡del mismo Dios! En otras palabras, Jonás estaba tan obnubilado por su prejuiciado odio, que llegó al colmo de considerar que hasta Dios estaba equivocado en su trato con los ninivitas. ¡Imagínese!


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En el Nuevo Testamento, hallamos una historia similar, Pedro, quien ya ha escuchado en innumerables ocasiones que el mensaje de salvación es para todos los seres humanos sin distinción de nacionalidad (Cf. Hch. 1:8, Mr. 16:16 y ss, Jn. 10:6). Es guiado por el Espíritu Santo a aceptar, asimilar, e integrar esta verdad en su mente. Mediante una interesante visión en la que Pedro evidencia diáfanamente lo arraigado que estaba su prejuicio contra los gentiles, pues aun mirando que el lienzo se desenrolla desde el cielo, y escuchando la voz celestial, que él identificó como viniendo del Señor, (Cf. Hch. 10:14), que le ordenaba comer de los animales del lienzo, rehúsa enfáticamente tres veces obedecer la orden divina. Al final Dios tiene que completar el propósito mediante una orden directa:

“levántate, baja y ve con ellos sin dudarlo, porque yo los he enviado” (Hch. 10:19).

Son muchos los ejemplos en la Biblia que ilustran el problema del prejuicio: Se ve en los discípulos contra los niños, (Mr. 10:14), la mujer de samaria (Jn. 4:27), contra el hombre enfermo (Jn. 9:2), Natanael sobre el origen de Jesús (Jn. 1:46), los judíos contra Jesús y su enseñanza (Jn. 7:15), y por último los fariseos y saduceos contra el Señor a quien desde que tuvieron oportunidad “asesinaron”.

Así que el tema del prejuicio no debe ser marginado, se trata en verdad de un asunto muy serio que pone a prueba nuestra sensibilidad. Mirando lo que hasta ahora han hecho muy buenos autores al citarse unos a otros, a veces de forma no muy elegante, es que uno entiende el calor que genera este tema[1]. Se necesita madurez cristiana para disentir con gracia ante los que no opinan igual que nosotros. Por otro lado, es muy común ser calificado de hereje, o espetar al que sostiene en cuanto a escatología una postura diferente la categoría de falsa doctrina. Hay falsas doctrinas sobre algunos temas de la escatología, por ejemplo la que espiritualiza la resurrección para dar una respuesta espiritualizada a la Segunda Venida, la que niega que Cristo vendrá físicamente por segunda vez, la que niegue la resurrección, esas son herejías. Pero creer que Jesús viene una o dos veces, o creer que habrá una o más resurrecciones o uno o  más juicio, no es una herejía, a lo sumo se puede tratar de lo que Grudem llama una doctrina defectuosa, son más bien diferentes puntos de vista o formas de entender una doctrina que en la medula es sostenida por todos. Por tanto, mal hacen los que en su celo, impiden la exposición de las ideas ortodoxas de quienes difieren de ellos y peor hacen, quienes califican a sus hermanos de predicar falsas doctrinas. Esa mentalidad debe cambiar, por el bien del crecimiento del cuerpo de Cristo y para evitar la proscripción del tema escatológico como agente de disensión entre los hermanos, un buen ejemplo de una discusión madura sobre el tema escatológico fue una reunión sostenida por los ministros Jhon Piper, Jim Hamilton, Doug Wilson y Sam Storms,8 en dicha reunión cada ministro pudo plantear su punto de vista abiertamente en un ambiente de mucho respeto en un evento abierta y de gran edificación para los asistentes, ese es precisamente el tipo de foros que debemos fomentar.  En la bibliografía de esta sección les proporciono el enlace en internet para que los interesados puedan apreciar el foro.

BUENO….. HABRIA QUE CONSULTAR EL ORIGINAL GRIEGO…..
¿Ha escuchado antes esta expresión? ¡Yo también! sobre todo suele aparecer cuando estamos debatiendo una cuestión sobre la cual nuestro enfoque del significado del texto de la Biblia está prevaleciendo, pero, como un recurso de último minuto, como una medida desesperada, alguien esgrime el argumento de la desconfianza en la exactitud de la traducción o de la versión de la Biblia que estamos usando.

Resulta ser un argumento de lo más odioso, yo lo calificaría hasta de Infantil, a no ser por el hecho desafortunado, de que algunas veces el argumento termina teniendo cierta validez. Nuestras versiones de la Biblia adolecen de algunos desaciertos en la traducción, no hay traducción perfecta. La doctrina de la inspiración garantiza la fidelidad de los originales, pero no garantiza un milagro permanente en la transmisión del mensaje a los diferentes idiomas. Con todo, algo muy similar a un milagro ha ocurrido en el asombroso proceso de preservación del texto Sagrado3

Los referidos errores se deben a diversas razones, las cuales explicar resultaría extenso y sumamente técnico exponer, y no teniendo el espacio ni siendo materia de este libro, no podemos abordar como se debiera; pero también es justo decir que nuestras versiones de la Biblia en sentido general y en materia de doctrina fundamental son perfectamente confiables, sin embargo, en ciertos casos para cuestiones en disputa, y sabemos que la escatología es materia de mucha controversia, no siempre la traducción habitual funciona.

UN MOMENTO…….
No me mal interpreten, no estoy quitándole valor al conocimiento de las lenguas originales, creo de hecho que estas herramientas y habilidades son de suma importancia, de hecho, he tenido gratificantes experiencias en mi estudio personal valiéndome de estas herramientas, por ejemplo, fue mucha bendición ahondar en el episodio de la resurrección de la hija de Jairo relatado en Marcos 5:21 y s.., pues la versión RV60 traduce:

no temas, solo cree

Mientras que el original dice literalmente:

Más Jesús, no haciendo caso de la palabra que estaba siendo hablada, dice al jefe de la sinagoga: Cesa de temer, solo sigue creyendo”4.

Como podrá apreciarse el original aporta color a la narración, agrega un énfasis interesante, pero no modifica el mensaje central en modo alguno, ya sea de una u otra forma Jesús seguía demandando a Jairo que mantuviera su fe en él.

Pero si bien es cierto que hay bastante disponibilidad de recursos, pues vivimos, por así decirlo, la era de la “democratización del conocimiento”, no obstante, el buen juicio y la sabiduría no han alcanzado necesariamente el mismo desarrollo. Hay mucha información disponible y al mismo tiempo creo que nunca antes hubo tanta superficialidad e ignorancia en cuanto a la esencia y práctica cristiana. Los creyentes conocen mucho de fechas y de descubrimientos arqueológicos, pero demuestran mucha superficialidad en la comprensión de la doctrina fundamental y de la vida que debe vivir un creyente que entiende tales doctrinas.

Por otro lado están esos hombres y mujeres respetables quienes sí saben usar las herramientas, pero como ya he señalado, algunos de los que tienen, esta pericia, han mostrado en algunos casos estar dispuestos a hacer tabla rasa de las reglas en que se fundamenta su campo de estudio para justificar su postura teológica.5. En otras palabras, las mismas herramientas que pueden ser usadas para amparar una sana exégesis, son muchas veces usadas arbitrariamente, o en el mejor de los casos inadvertidamente,  para defender lo indefendible.

Con más frecuencia de lo que quisiéramos la influencia y la solidaridad con una determinada postura teológica llega a ser tan fuerte y a estar tan firmemente arraigada que somos inconscientes de los sacrificios intelectuales en los que incurrimos para sostenerla. Es por ello que a menudo se vuela la cerca que marca los límites hermenéuticos que enseñamos y defendemos ante los casos en donde la Biblia no nos apoya, con demasiada frecuencia se recurre a subterfugios o suposiciones para construir sobre hojarasca, sobre heno y sobre madera ignorando voluntariamente que ninguno de estos materiales aguanta el fuego de la prueba.

CAMINO SINUOSO
[…] EN “SANA” EXEGESIS  Y  “CORRECTA” HERMENEUTICA
De seguro usted ha leído muchas veces una expresión como la anterior. Desde que advierto a un escritor colocándola antes de explicar o descalificar la opinión de otro autor, me pongo en guardia. La razón de esto es que esta frase la usamos los escritores de temas teológicos mayormente para condicionar la mente de los lectores. Lo que implícitamente estamos diciendo es que, quien no esté de acuerdo con lo que vamos a exponer; o no conoce las reglas de hermenéutica o las aplica mal. Vale decir, que, la mayoría de los creyentes no conocen las reglas de hermenéutica. Pero resulta que infelizmente la hermenéutica según su definición más aceptada es ciencia y arte, reconocemos que tiene que serlo, pero, eso, que es una realidad propia de la materia, es a su vez su punto débil.  

Que la hermenéutica sea entonces arte, pasa a ser, un mal necesario, porque es precisamente cuando hay que utilizar la “habilidad artística” cuando se pierde la objetividad y se introduce el relativismo, pues cada persona, aun haciendo hermenéutica, puede poner ideas divorciadas o enfoques inconsecuentes en el texto. Yo me he descubierto haciendo eso. Por tanto, en vez de sugestionar a los creyentes debemos hacer un esfuerzo consciente y dirigido por tener una audiencia edificada en estas labores. Un buen erudito en materia escatológica, debe ser un amante de las Escrituras, un hombre devoto de Dios, una persona empapada culturalmente hablando y equipada con al menos las herramientas básicas de la interpretación. Con todo esto como base, debe entonces proceder con sumo cuidado sobre todo en el campo de la apocalíptica y la profecía, para descubrir no solo lo que el texto está diciendo sino lo que Dios está queriendo decir a través de las declaraciones figuradas y simbólicas a través de las cuales nos está dando su mensaje.


PROPUESTA PARA UN TEXTO NORMATIVO
Por todo lo anterior hallo de muy poco provecho alentar la práctica de poner en entredicho la integridad de la Biblia que usamos. De hecho, esta inusitada apelación a poner en duda la exactitud del texto sagrado es peligrosa, y de hecho, no tiene precedente en la historia interpretativa de la iglesia primitiva ni antecedente bíblica que la sustente.

Como sabemos en los días de nuestro Señor Jesucristo en la tierra, había más de una versión de las Escrituras hebreas. Sabemos que en Principio la versión más aceptada de la Biblia hebrea fue la LXX o más comúnmente llamada Septuaginta que originalmente contenía íntegramente la Torá o el Pentateuco, pero además sabemos que en cuanto a los demás libros de la Biblia hebrea había más de una versión que también había ganado aceptación entre los judíos6. De igual modo sabemos que Jesús confrontó varios debates sobre cuestiones de interpretación de las Escrituras (Cf. (Mt. 12:3 y ss..., Mt. 22:43 y ss…, Mr. 17:27), es decir, disputas orientadas a precisar lo que decía el texto y lo que éste significaba, lo mismo hizo el apóstol Pablo. No obstante, en ningún caso, ni Jesús ni sus oponentes esgrimieron el argumento de la poca fiabilidad de su traducción o apelaron al original hebreo para hacer valer sus puntos de vista. Aun cuando todos sabían que había notables diferencias entre el texto original y la traducción con que se contaba lo cual era y sigue siendo una realidad muy común en las traducciones, véase por ejemplo el prologo del autor del eclesiástico:

[…] “todos, pues, están invitados a leer este libro con atención y buena voluntad. Al traducirlo, he puesto todo el empeño posible. Si a pesar de esto, les parece que no he acertado en la traducción de algunas frases, deben disculparme, porque las cosas dichas en hebreo pierden mucho de su fuerza al ser traducidas a otra lengua. Y esto no es cierto solo en este caso: también en la ley y los profetas, y en los otros libros, no es pequeña la diferencia que se nota cuando se leen en el original”.7

Sin de ninguna manera desechar el valioso y extraordinario trabajo del estudio de los idiomas originales y su vasta contribución, yo especulo que menos de un tres por ciento de los creyentes sabe absolutamente nada de tales idiomas, y para todo fin de enseñanza, guía y vivencia están sujetos a lo que dicen sus versiones ordinarias, lo que sus Biblias les dice es Palabra de Dios, así que, cuando haya que discutir sobre asuntos en materia de fe, no encuentro nada provechoso apelar a los idiomas originales, porque es claro, que ninguna postura será sostenida en la escuela dominical, ni en la reunión de oración familiar, ni en una campaña evangelística ni en la mayoría de las prédicas basados en lo que dice el original griego o hebreo, sin que a su vez esto acrescente la controversia y levante suspicacias en los hermanos sobre la fiabilidad de las Escrituras. Creo que nuestras traducciones aceptadas son suficientes en lo esencial y que ninguna discusión debe ser dilucidada apelando a tal recurso.

Por tanto sugiero, que nos pongamos de acuerdo como comunidad cristiana en cuanto tener una versión protestante que sea tan normativa como sea posible8. Y si esto resulta mucho pedir, o para algunos acusa algún peligro, al menos las distintas comunidades de fe cristianas, individualmente, pueden ponerse de acuerdo después de estudiar varias versiones y escoger alguna para que sea el texto oficial para fines de la lectura pública, la enseñanza oficial y la dilucidación de conflictos doctrinales. Por supuesto, no propongo ninguna versión en particular, pero si manifiesto, que en este trabajo, he hecho referencia con mucha frecuencia a la Biblia Textual, traducida por la Sociedad Bíblica Iberoamericana, ya que después de haberla estudiado concienzudamente y haber consultado los fundamentos en que se basó su comité de traducción, el profundo cuidado mostrado en la conservación y preservación del mensaje original mediante la llamada disciplina textual, han arrojado como fruto una traducción que en sentido general me genera bastante confianza.

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1-       (Tarsis en aquel entonces era una colonia fenicia en el sur oeste de España, o una refinería de cobre en la isla de Cerdeña. De todos modos era el lugar más lejos adonde una nave podía llevarlo de Jope. Véase Wyatt Roy, Wyatt Joyce, Carro Daniel, Cevallos Carlos Juan, Poe Tomas José, Zorzoli O. Rubén. Comentario Bíblico Mundo Hispano, Tomo 13, Oseas-Malaquías. Pág. 174. El Paso, Texas. EE.UU.  Editorial Mundo Hispano)
2-       (Véase por ejemplo: (Lacueva Francisco, citando en nota marginal como traductor a Matthew Henry Comentario Bíblico Matthew Henry, traducido y adaptado al castellano por Francisco Lacueva Pág. 965. Editorial Clie 1999).
(Lacueva Francisco, aludiendo a José Grau, Curso de Formación Teológica Evangélica, Escatología II, Pág. 17. Editorial Clie, 2004).
(Grau José, Curso de Formación Teológica Evangélica, Escatología Final de los tiempos. Págs. 27, 105, 106, 108, 116, Editorial Clie 1977.etc.)
3-       (Véase: McDowell Josh. Nueva Evidencia Que Demanda Un Veredicto. En un solo volumen completamente actualizada, respuestas a preguntas desafiantes para los cristianos de hoy. Los argumentos a favor de la Biblia. Págs. 3-141. El Paso Texas. EE.UU. Editorial Mundo Hispano, 2010).
4-        (Lacueva Francisco,  Nuevo Testamento Interlineal griego-español. Pág. 158. Editorial Clie, 1984).
5-       (Cf. W.E. Vine “TEMPLO”
6-        (Edesio, Sánchez Cetina/Manuel. M. Jimbachian, Descubra La Biblia II, la biblia, su formación, su contexto y su interpretación, SBU, 2006. Pág. 51)
7-       Autor del libro Eclesiástico, Biblia Dios Habla Hoy con Deuterocanonicos.
8-       *An Evening of eschatology (noche de escatología) Jhon Piper, Jim Hamilton, Doug Wilson and Sam Storms: www.youtube.com/watch?=45rIXIHYIOQ.



Preguntas y proyectos de investigación

1-       Haga una investigación entrevistando a por lo menos 5 pastores y maestros de la palabra de Dios y pregúnteles con cuánta frecuencia predican sobre temas escatológicos y cuándo fue la última vez que realizaron un estudio sistemático sobre los temas del fin.
2-       Con mente crítica consulte los diferentes puntos de vista sobre los temas escatológicos de manera desapasionada y objetiva  fundamentalmente para adquirir un conocimiento general sobre estos puntos de vista.
3-       A su juicio ¿Qué importancia tiene el estudio de la escatología?
4-       ¿Por cuál de estas razones cree usted se enseña tan poco sobre este tema?: a) ignorancia, b) falta de dominio por parte de los maestros, c) el tema genera divisiones, d) muy complicado, e) los hermanos no retienen la enseñanza, f) no es un tema importante ni crucial.    






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