UNA RESPONSABILIDAD INELUDIBLE

LAS CUENTAS CLARAS

CONSERVAN LAS AMISTADES



Juan Alberto Galvá



Como vimos, Nehemías se vio en la penosa necesidad de iniciar una reforma que no se limitaba a la mera reconstrucción de las murallas sino que tocaba un amplio espectro de situaciones que ameritaban solución. Como pueblo ya hemos visto que los israelitas solían adolecer de muchas deficiencias en cuanto al cabal cumplimiento de la ley de su Dios, por ello la situación a la que se tiene que enfrentar Nehemías  es a la manifiesta injusticia de los príncipes de la casa de Judá, quienes están abusando de su condición privilegiada  como hombres adinerados.

Ante el clamor del pueblo pobre Nehemías, que, también había prestado, —aunque no con interés como los príncipes—, después de escuchar las quejas, Reprende fuertemente a los príncipes; Nehemías 5:7-8. A renglón seguido, él mismo da el primer paso, dando el ejemplo, perdonando las deudas que tenían algunos israelitas quienes les habían tomado prestado a él y a la gente que le asistía. Nehemías 5:10-11.

Pero Nehemías  sabe que aunque la respuesta del pueblo fue  como música a los oídos:

“Está bien respondieron ellos, haremos todo lo que nos has pedido” Nehemías 5:12,

No era menos cierto que Nehemías, como líder experimentado sabía que aquella declaración de labios había que formalizarla a fin de que la medida tuviera real cumplimiento, porque una “solución a medias, es en potencia un completo problema”.

En primer lugar les explica sin sombre de duda, que es específicamente lo que quiere que hagan:

A-     Devolver: LAS TIERRAS, VIÑAS, OLIVARES Y CASAS

B-     Devolver: La centésima parte del dinero (del interés cobrado sobre el dinero prestado), así como de la centésima parte impuesta como rédito a las cosechas hechas por los deudores, ya fueran de: granos, de vino o de aceite.

UNA INTERVENCION JUSTICIERA NO UN MODELO DE COMUNISMO

Nehemías no está proponiendo una condonación total de las deudas, eso era algo muy difícil de conseguir, y en parte injusto, porque ciertamente el que presta no es siempre necesariamente un villano, de hecho, al desesperado por dinero, el prestamista le es lo mismo que es el salvavidas al que se está ahogando. Lo que sí demanda es que la situación de injusticia en que degeneraron estas prácticas abusivas y usureras, volvieran a un estado aceptable y manejable para los deudores.

Por ello, llama a los sacerdotes y les pide que legalicen el acuerdo de condonación de deuda con una ceremonia pública, a fin de que después de aquel día, nadie pudiera alegar ignorancia e intentara volver a reclamar las propiedades devueltas y las deudas perdonadas.

Cabe notar en este punto, que la lectura que ofrece RV60 se presta para confusión pues dice literalmente: “entonces convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que harían conforme a esto”  Nehemías 5:12b. Como se ve, la forma en que la RV60 vierte le haría a uno pensar que los sacerdotes también estaban involucrados en el pecado de la usura, pero no es así, veamos como traducen este mismo versículo otras versiones:

“entonces llamé a los sacerdotes, y ante éstos les hice jurar que cumplirían su promesa” Nehemías 5:12b, NVI.

“Un por ciento al mes era un interés muy elevado que podría ser impagable para el pueblo pobre. La ley prohíbe el cálculo con intereses a los hermanos, a los pobres del pueblo (Ex. 22:24, Lev 25:36s.) Cuando los acreedores hubieran asegurado esto. Nehemías llamó a los sacerdotes y los hizo jurar (a los acreedores) conforme a esta palabras, i,e. a cumplir con sus promesas. Nehemías llamó a los sacerdotes para hacer jurar a los usureros solemnemente y para poder usar legalmente esta promesa ante los sacerdotes.”. Comentario al texto hebreo del Antiguo Testamento, Keil  &  Delitzsch, editorial clie2008.

NUNCA DEJE UN ACUERDO MEDIO RESUELTO

Así que Nehemías, aun corriendo el riesgo de ser mal visto o mal interpretado por los involucrados en el pecado de la usura, lleva el asunto a un nivel superior de formalidad, lo cual debería de ser un buen ejemplo para nosotros, acerca de cual debería ser nuestra actitud al; asumir, o al intentar que otros asuman compromisos, aunque se ofendan, es preciso llevarlos a un punto en que comprendan, que, la mejor manera de demostrar que sus intenciones son serias es que acepten algún tiempo de acuerdo en el que haya algo que perder, ya sea, dinero, tiempo o reputación, a fin de que estos elementos sean un poderoso disuasivo para las manifestaciones superficiales de colaboración y arrepentimiento.

Pero no solo esto, Nehemías realiza además un acto simbólico muy corriente en Israel, la palabra griega para este término es ektinasso, y denota sacudir afuera, los pies o la ropa. Lo que Nehemías hizo fue tomar su manto y estremecerlo con violencia mientras pronunciaba fuertes palabras imprecatorias:

 “así sacuda Dios de su casa y de su trabajo a todo hombre que no cumpliere esto, y así sea sacudido y vacio” Nehemías 5:13.

Afortunadamente el ánimo de pueblo fue favorable, no siempre es así, pero cuando Dios está en el asunto, aun a los enemigos hace estar con nosotros, hubo vítores de alegría, Nehemías se había anotado una victoria más.

  

Por último en esta sección, Nehemías hace con bastante énfasis algo que le es característico en todo el libro, habla de si mismo, de su fe, de su devoción, de lo que ha hecho por el pueblo que ama, y de seguro que estos puede llamarnos en algún momento a la atención negativamente, llegando a considerar a Nehemías un hombre busca gloria o muy alabancioso, pero no lo veamos así. Lo que la palabra nos manda es:

“nadie tenga mayor concepto de si mismo que el que deba tener” Romanos 12:3. 

La verdadera humildad debe ser un constante y buque insignia en la actitud y proceder del pueblo de Dios, pero, esto no significa, que uno no pueda verse así mismo, y reconocer la buena conducta que uno, como humano observa sobre todo frente a Dios y su pueblo santo. Notemos además, que lo que Nehemías exhibe, lo exhibe mas bien frente a Dios, pues el sabe bien que Dios es quien da la buena paga, y la Escritura afirma que el es galardonador de los que le buscan.

Hebreos 11:6