Golden beach es una zona residencia exclusiva en el sur de la Florida. Muchas personas adineradas y muchos famosos pasan las temporadas invernales hasta abril en aquella localidad. Pero cuando llega el verano y la temperatura se torna exageradamente calurosa, suelen dejar la ciudad. Entonces contratan guardias de seguridad para proteger sus casas mientras están ausentes.
Pero toda esa seguridad no obstante no fue suficiente para detener la osadía de un joven de 19 años quien se introdujo en la casa de un adinerado hombre de negocios el año pasado. Esto ocurrió un domingo, precisamente 17 de enero antes de las 7 de la noche.
El muchacho escaló y dobló las barras de la ventana del baño del segundo piso de la casa, miró a su alrededor y le gustó lo que vio, así que, permaneció en la casa por los próximos 3 meses. El joven nunca fue descubierto, a pesar de los guardias de seguridad, las muchachas del servicio, y los jardineros quienes trabajaban a diario en la casa y en el jardín.
Mientras permaneció en la casa, el delincuente se comió todo lo que halló en el refrigerador y en la despensa, generó una factura telefónica que ascendió a los $7,000 dólares, y utilizó o vendió la mayoría de la ropa del closet del dueño de la casa.
Cuando el dueño de la casa retornó al final de abril su propiedad se encontró con un invitado no deseado acurrucado durmiendo plácidamente como un oso en su cama.
Baste decir, que el joven ahora es el invitado de honor en una prisión del estado de Florida.
Fragment from success communicating in English part 3 1995, Addison Wesley Publishing Company.