MANUAL DE ESCATOLOGIA
DE
LAS IMÁGENES GENERALES
Por: Juan Alberto Galva
HERRAMIENTAS
Y RECURSOS DE INTERPRETACION BIBLICA VI
LAS
IMÁGENES SU VALOR Y SU INTERPRETACION
En la actualidad
tenemos a nuestra disposición la técnica de la captura de imágenes en tiempo
real. A mí en lo particular, me encanta
hacer imágenes y videos de los chicos, -dicen que recordar es vivir-. Usted
toma una foto y es como si sacara un segmento del tiempo y lo tuviera bajo su
control. En cierto sentido esa imagen generada tecnológicamente es una parte de
la historia humana bajo su poder y dominio. Si al examinarla le presta la
atención de un detective, inclusive puede que vea en la foto cosas que el común
de la gente no pueda ver; si tiene algún conocimiento de la conducta humana,
quizá hasta discierna el estado de ánimo de las personas que aparecen en la
fotografía; si tiene la sensibilidad de un artista, entonces reparará en un raudal
de detalles relacionados con la luz, inclinación y perspectiva; pero si quiere saber exactamente
lo que pasó antes, durante, y después de
que la imagen fuera capturada, usted necesitará más que una foto; necesitaría
probablemente abundantes imágenes o idealmente un video. O, también puede
recurrir cuidadosamente a la imaginación y sacar muchas conclusiones. Pero
recuerde, si escoge el camino de la especulación debe tener sumo cuidado, no sea que usted y los que le
escuchan queden convencidos de sus teorías y no de la realidad de los hechos.
Este mismo
principio debemos aplicarlo también a la Biblia, y muy especialmente a la
profecía, y a la profecía apocalíptica mucho más. Debemos aprender a deslindar
con sabiduría lo que el texto afirma, de aquello que puede ser deducido
razonablemente del texto. Después que se han agotado estas dos posibilidades
que proporciona cualquier texto, usted ya sabe lo que queda; si el pasaje no lo
afirma, o no hay una forma sencilla de que se pueda extraer alguna idea del
texto, lo más probable es que, ya, sin darnos cuenta, hayamos caído en el campo
de la mera especulación.
Recuerdo que el
Discovery Channel, presentó una serie muy interesante llamada: “Reescribiendo La Historia”, el programa
procuraba poner a prueba los relatos históricos, que se daban por un hecho a la
luz de las herramientas modernas de investigación y usando tecnología de punta,
a fin de verificar la veracidad o no de las historias bajo escrutinio. Una
historia que concitó mucho interés fue la del asesinato del presidente John F. Kennedy; los investigadores
reunieron toda la evidencia fotográfica de la época y cortos filmes a
disposición, pero a pesar de haber hecho un trabajo muy minucioso, no pudieron
llegar a una conclusión distinta de la que ya se conocía, no pudieron, con la
evidencia que tenían, aventurarse a afirmar categóricamente que el presidente Kennedy fue víctima de un complot
perpetrado por la clase política de su propio país. Algo muy distinto pasó en
el juicio seguido al taxista Rodney King
en California. Las autoridades tenían evidencia fílmica más que suficiente para
determinar la veracidad o no de los hechos que se le imputaban. Aquí tenemos
dos casos famosos, pero uno de ellos no ha podido dilucidarse concluyentemente
y no se aclarará sino hasta que algún día los propios autores saquen a luz las
interioridades del complot o el gobierno desclasifique tales documentos, en otras
palabras hasta que la fuente revele la verdad de los acontecimientos. El otro
caso fue tan evidente debido a las claras y explicitas fílmicas que el
veredicto no sorprendió a casi nadie.
PREPÁRESE PARA EL MINISTERIO CRISTIANO
En la más
Sólida Institución Teológica y Vocacional
De estos tiempos
Partiendo de estos
dos ejemplos creo que los siervos de Dios, debemos estar conscientes de las
limitaciones que tenemos y actuar responsablemente alertando a nuestra
audiencia cuando estamos navegando sobre el firme respaldo de la Escritura y
cuando estamos meramente teorizando. A este respecto bien deberíamos prestar
atención a las inspiradas palabras del apóstol Pedro:
“[…] Si alguno habla, hable conforme a las
palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea
Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de
los siglos. Amén”. (I P. 4:11, VRV 1960, SBU).
Así mismo Pablo
argumenta:
“[…] Pero esto, hermanos, lo he
presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en
nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa
de uno, os envanezcáis unos contra otros”. (I. Co. 4:6).
Por tanto no son
nuestras humanas especulaciones las que se harán realidad, sino la palabra
registrada, no lo que se dice de la palabra, sino lo que la palabra dice o lo
que esta quiera decir, sea que ahora lo entendamos plenamente o no.
En palabras llanas. Al entregarnos imágenes y no un
video, Dios nos da potencialmente todo, pero si uno lo piensa bien, al mismo
tiempo no nos da demasiado, porque ese solo momento frisado en el tiempo no nos
deja sacar conclusiones infalibles que nos impulsen a tomar decisiones que
vayan más allá de lo que Dios requiere de su pueblo. Lo que Dios revela no es
suficiente para satisfacer la curiosidad humana, o las expectativas humanas
sobre lo que suponemos deberíamos saber o no, lo que proveen las imágenes que
el nos da, son una muestra de su control. Quizá no sea todo lo que quisiéramos
saber, pero según el criterio divino es todo cuanto necesitamos conocer. Las
imágenes de los acontecimientos finales no están diseñadas como un oráculo
mágico o portal del futuro, para saber si es correcto invertir en Wall Street,
o si mudarnos o no a alguna ciudad de algún país bajo el miedo de que esa
ciudad termine siendo la sede del gobierno del Anticristo.
Esto es porque
claramente Dios no considera que sea provechoso para sus planes, ni para el
beneficio del hombre, el comunicar tales conocimientos en detalle. Así que una
sola imagen no te deja construir la historia completa, pero muchas fotos donde
veas elementos similares sí te permitirán ver
un patrón, nos dejarán observar una tendencia,
y en este campo, como en el campo de las encuestas, lo que importa no es una
única encuesta en un determinado momento, sino la suma de las encuestas en todo
el periodo que se mide, es la suma del todo, lo que nos permite tener una idea
más o menos adecuada de su plan macro. Por tanto teniendo nosotros en un
sentido amplio toda la profecía escrita, estamos en condiciones óptimas para, a
partir del registro bíblico, mirar todavía por espejo oscuro, pero
indudablemente que con más luz que nuestros predecesores, el panorama general
hacia donde se mueve el plan divino.
Por: Juan Alberto Galva
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