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jueves, 7 de agosto de 2014

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA LOS ACONTECIMIENTOS FINALES


Prof. Juan Alberto Galva
Fundador 
Instituto Teológico de Santo Domingo




APOCALIPSIS
ANALISIS DEL TEXTO DE MUESTRA IV
IDENTIFICACION POSITIVA DE LOS DOS TESTIGOS
Apocalipsis 11:1-12.

 “y me fue dada una caña semejante a una vara, diciendo: Levántate y mide el santuario de Dios, y el altar, y a los que adoran en él; pero el atrio del santuario déjalo fuera y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
Y daré mis dos testigos, y profetizarán durante mil doscientos sesenta días vestidos de saco.
Estos son los dos olivos, y los dos candelabros que están en pie delante del Señor de toda la tierra.
Si alguno procura dañarlos, un fuego procede de sus bocas que devora a sus enemigos: si alguno procura dañarlos, debe morir de la misma manera.
Estos tienen la potestad de cerrar el cielo, para que no caiga lluvia durante los días de su profecía; también tienen potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
Cuando terminen su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad, que espiritualmente se llama Sodoma, y Egipto, donde también fue crucificado el Señor de ellos.
Y los de los pueblos, y tribus, y lenguas y naciones, contemplan sus cadáveres durante tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en un sepulcro.
Y los que habitan en la tierra se regocijan sobre ellos y lo celebran, y se enviarán regalos unos a otros, porque ellos atormentaron a los que habitan sobre la tierra.
Pero después de los tres días y medio, entró en ellos un aliento de vida procedente de Dios, y se pusieron sobre sus pies, y un gran temor cayó sobre quienes los contemplaban.
Y oyeron una gran voz procedente del cielo, que les decía: ¡Subid acá! Y subieron al cielo en la nube, y los contemplaron sus enemigos”.  BTX.

En el versículo 1 Juan recibe una caña para que haga el trabajo simbólico de medir a los adoradores del templo. Esta imagen recibe muchas interpretaciones. Juan recibe una encomienda en lenguaje simbólico:

Ì Se le da una vara.
Ì Se le ordena que tome acción (levántate).
Ì El debe medir el templo y también a los que están en él.
Ì Hay una parte del santuario que no debe medir, porque ha sido entregado a los gentiles, quienes profanarán la ciudad por un tiempo limitado.
Ì […] Durante el mismo tiempo que los gentiles tendrán preeminencia Dios levantará dos testigos.
Ì Los testigos son identificados como: siempre delante de Dios, dos olivos, dos candelabros.
Ì Los testigos llevan un distintivo de humildad y penitencia  en su porte.
Ì Los testigos están revestidos de poder espiritual.
Ì Sufrirán persecución, pero serán dotados de poder para mantener su misión hasta el fin de su ministerio.
Ì La bestia (el Anticristo) les hará la guerra y los derrotará y los aniquilará, y se burlara de ellos.
Ì El mundo hará fiesta, cuando vea que ellos habrán sido eliminados.
Ì Pero Dios al final de su ministerio los reivindica haciéndolos subir a su presencia.

Daría la impresión, en principio, que no hay relación directa entre lo que se le ordena hacer a Juan y lo que van a hacer los testigos. La estructura del discurso experimenta un cambio de tema o de enfoque muy abrupto cuando se pasa de: “ellos (los gentiles) pisotearán la ciudad cuarenta y dos meses” a: “y daré (ordenaré RV95) a mis dos testigos”. Aunque se le ha pedido que tome acción, Juan nunca aparece realizando la obra que le es encomendada hacer, sino que parece darse por sobreentendida su realización, él, en su narración, se muestra febrilmente interesado en pasar a lo referente al testimonio de los testigos. En este pasaje tenemos un asunto importante que considerar. Juan es más críptico en algunos pasajes más que en otros, por eje:

[…] “Y vi, y oí un águila volando en medio del cielo, que decía a gran voz.
¡AY! ¡Ay! ¡Ay de los que moran en la tierra, por causa de las otras voces de la  trompeta de los tres ángeles que están a punto de tocar!” (Apoc. 8:13-14).
 
El parece notar a veces, que su lenguaje simbólico puede llegar a ser difícil de decodificar para sus destinatarios, así que, cuando lo considera pertinente suple la interpretación del código:

[…] “Y hace que a todos, a los pequeños y a los grandes, a los ricos y a los pobres, y a los libres y a los esclavos, les pongan una marca en su mano derecha o en su frente, y que ninguno pueda comprar ni vender, sino el que tiene la marca; el nombre de la bestia o el numero de su nombre.
Aquí está la sabiduría. El que tiene entendimiento, deduzca el numero de la bestia, porque es número de hombre; y su número es: seiscientos sesenta y seis.” (Apoc. 13:16-18).

Pero este pasaje en particular (Apoc. 11:1-14) está estructurado en forma figurada y en una estructura de cierto paralelismo sinónimo; Juan no hace ninguna interpretación del pasaje; sus destinatarios son las iglesias cristianas que luchan en medio de la persecución; por tanto, o Juan da por sentado que la iglesia entenderá fácilmente las alusiones simbólicas de este pasaje, o no tiene preocupación sobre si sus destinatarios han de entender o no. Siendo que este mensaje fue escrito para ser usado a beneficio del pueblo de Dios, la iglesia de Cristo, que era su destinatario inmediato, de buena gana me inclino a pensar que él asumió confiadamente que los siervos de Dios de su tiempo entenderían las alusiones a las que hacía referencia esta revelación sobre los dos testigos. Al mismo tiempo, se me hace difícil pensar que la iglesia del tiempo de Juan bien formada en las imágenes del A.T., y en principio no muy dada a las alegorías interpretaría estas alusiones como referidas a la Iglesia y a Israel. Esta es una admisión que debo hacer en honor al buen método. Claro, no quiere esto decir, que el hecho de que los destinatarios de Juan pudieran hacer tal identificación indica por fuerza de necesidad que ellos estarían en lo correcto. Esto es así, porque los ejemplos de identidad equivocada y malas interpretaciones en la Biblia no son pocos, y por tanto, este no es un argumento decisivo a favor de los dos individuos como heraldos. Cf: (Jn. 1:19-27), (I Co 5:9-13), (Jn. 20:20-23).

Ahora bien, siendo que todo el lenguaje usado para describir esta sección es simbólico en su integridad, insertado en un libro simbólico, considerando que Juan mismo no nos da una explicación más clara del pasaje, tomando en cuenta que el pasaje ofrece solo dos interpretaciones posibles: la literal y la figurada, y habiendo considerado seria y exhaustivamente las posibilidades de una interpretación literal y todos los trastornos que genera su asimilación como tal, pasamos a considerar la interpretación figurada como la más armónica con el libro y con la Escritura en su conjunto. Así que con el mayor cuidado, dentro de un marco de viabilidad y posibilidad veamos estos dos testigos como más que solo dos individuos.


 ISRAEL Y LA IGLESIA, LOS DOS TESTIGOS

Veamos ahora bíblicamente hablando por cuáles razones creo que la iglesia e Israel pueden ser los dos testigos más viables:

Y daré mis dos testigos, y profetizarán durante mil doscientos sesenta días vestidos de saco.
Estos son los dos olivos, y los dos candelabros que están en pie delante del Señor de toda la tierra. Vr.3-4. BTX.

1-Ambos, Israel y la iglesia son y han sido históricamente testigos naturales de Dios:

I S A R E L    T E S T I G O

[…] “Vosotros sois mis pruebas, dice Yavé; mi siervo, a quien yo elegí, para que aprendáis y me creáis y comprendáis que soy yo. Antes de mi no fue formado dios alguno, ninguno habrá después de mí. Yo, yo soy Yavé, y fuera de mí no hay salvador. Soy yo el que he anunciado, he salvado y he hecho oír; vosotros sois mis testigos4, dice Yavé”. (Is. 43:9-11).  BNC.

[…] “Miren, yo les he enseñado los preceptos y las normas que me ordenó el Señor mi Dios, para que ustedes los pongan en práctica en la tierra que ahora van a tomar en posesión.
Obedézcanlos y pónganlos en práctica; así demostrarán su sabiduría e inteligencia ante las naciones. Ellas oirán todos estos preceptos, y dirán: “En verdad, este es un pueblo sabio e inteligente; ¡Esta es una gran nación!”. (Dt. 4:5-6). NVI.

Es obvio por este y por muchos otros pasajes, que Dios quería que Israel fuera su pueblo misionero, su pueblo modelo, su testigo ante las naciones ignorantes.

[…] “Ustedes me serán un reino de sacerdotes, un pueblo consagrado para mi”. […](Ex. 19:6). BDHH.

L A    I G L E  S I A     T E S T I G O

“Y les dijo: no os toca a vosotros saber los tiempos o las ocasiones que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, y en Samaria y hasta lo último de la tierra”. (Hch. 1:7-8). RV95.

[…] “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable5” […] (IP. 2:9). BA.

1-      Surgen, sin embargo, algunas interrogantes:
FIGURA 4.

A)  Si fueran dos individuos, o Israel y la iglesia; y si para ese tiempo el mundo estará a punto de acabarse, ¿Qué propósito pueden tener estos dos testigos?
B)  Si los dos testigos fueran Israel y la Iglesia, ¿En qué sentido se suple a dos testigos que de hecho ya están en acción?

 

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA


Prof. Juan Alberto Galva
Fundador 
Instituto Teológico de Santo Domingo





APOCALIPSIS
ANALISIS DEL TEXTO DE MUESTRA  III
CONTEXTO VETEROTESTAMENTARIO DEL TEXTO


DOS INSTITUCIONES
Bien, ya hemos examinado de forma exhaustiva la posibilidad de que el texto esté haciendo referencia a literalmente dos personas, realmente el nivel de complicación que plantea este escenario debería, al menos, permitirnos considerar con cabeza fría la posibilidad de un escenario que alcance el propósito que deben conseguir los dos testigos, sin que implique que solo dos hombres en medio de la Gran Tribulación se dedicarían a hostigar al mundo con su mensaje de barricada.

LOS DOS OLIVOS DE ZACARIAS
El olivo es una árbol emblemático (Sal. 52:1-8) en Palestina, su madera se usaba para la construcción. En la región del mediterráneo eran abundantes y en Israel, de hecho, había un monte que tenía un jardín muy famoso, el jardín de los olivos o del olivar (II Sm. 15:30). Durante la construcción del templo de Salomón, éste ordenó la fabricación de dos querubines de gran tamaño que fueron puestos en el santuario (I R. 6:23 y ss) (el arca del pacto tenía también dos querubines de oro) estos dos grandes querubines fueron hechos de madera de olivo, igualmente las dos puertas del santuario estaban hechas de la madera de este árbol. El olivo es además un árbol frondoso, (I R. 6:3-34) y su aceite se usaba para sanar heridas, para la unción religiosa, para la cocina y fundamentalmente para mantener iluminadas todas las casas de Palestina.

Por todo esto es muy comprensible que, en la imaginería judía este árbol y su fruto estuvieran siempre muy presentes: (Gn. 8:11, Dt. 8:8, 28:40, Is. 17:6, Jer. 11:6) etc. De ahí que este árbol y su fruto son simbólicos, representativos de bendición, permanencia, provisión, iluminación y partiendo de este último símbolo (la iluminación) se convierte en un símbolo perfecto de testimonio. Pero, de todos los usos figurados que la Biblia hace de esta palabra tenemos al menos dos pasajes que son dignos de tomar en cuenta:

Zacarías 4

El pasaje tiene una estructura simbólica opaca. Zacarías ve una visión, pero es guiado a obtener interpretación de lo que ve, un ángel que él no identifica1 le anima a preguntar lo obvio para suscitar la acción:

--¿Qué ves? –Le pregunta el ángel. El profeta responde que vio:

Ì UN CANDELABRO HECHO DE ORO
(hebr. Menoráh). Con siete extensiones o brazos donde colocar una luz y con un tazón de aceite que le servía de alimentación a cada extensión.

El profeta vio además:

Ì DOS RAMAS DE OLIVO.
Una a la derecha y otra a la izquierda.

El profeta pregunta que cuál es la interpretación, de la visión, pero el ángel no da una respuesta directa, sino que responde:

Esto es la palabra de YHVH a Zorobabel:

“No con ejercito, ni con fuerza,
Sino con mi Espíritu, dice YHVH Sebaot”. BTX.

Luego el ángel identifica lo que se interpreta como un obstáculo o adversario que tiene Zorobabel:

“¿Quién eres tú gran monte?
¡Ante Zorobabel serás aplanado!

A renglón seguido el ángel parece identificar la fragosa misión que enfrenta Zorobabel:

“Él sacará la piedra principal
Con aclamaciones de:
¡Gracia, gracia a ella!”

El versículo 8, es la continuación de la conversación, el profeta parece sugerir que la segunda parte de la revelación se hizo tiempo después, o que el ángel se fue y regresó, o simplemente que hizo una breve pausa y continuó su plan didáctico. Da la impresión de que el ángel asume que Zorobabel entendió la identificación en base a sus palabras y continua explicándole bajo esa premisa, en otras palabras; el obstáculo para Zorobabel es la edificación del palacio, la casa el templo del Señor, eso es lo que lo atemoriza o lo que lo agobia, es aquello para lo cual él parece cree necesitar abundantes recursos y para lo cual Dios le ha advertido a través del profeta que no se preocupe porque él está presente velando y vigilando por su obra y que él mismo será su fuerza. Así que si esta percepción es atinada tenemos al ángel continuando su enseñanza, su mensaje de aliento partiendo de este entendimiento:

“Las manos de Zorobabel
Han puesto los cimientos de esta casa,
Y sus manos la concluirán.
Entonces conocerás
Que YHVH Sebaot me envió a vosotros. BTX.

Aquí el ángel revela claramente que el candelabro representa la presencia del Señor vigilante sobre su pueblo al declarar (vr. 10b), éstas, (las siete lámparas o brazos) son los siete ojos de YHVH que recorren toda la tierra, como sabemos el número siete simboliza plenitud, lo perfecto y acabado, mientras que los ojos representan la sabiduría, el conocimiento y la vigilancia de Dios.

Se ve que Zacarías entendió esa parte, por cuanto no pregunta por el candelabro, pero, los dos olivos aún le inquietan, así que le insiste al ángel sobre su significado (Vr. 11-12) a lo que el ángel responde (Vr. 14).

Estos son los dos ungidos
Que están delante del Señor
De toda la tierra.

Aquí tenemos un trabajo interesante para armonizar los elementos y obtener una imagen, los elementos son:
           
CANDELABRO:                             
Se usaba para alumbrar, representaba la continua presencia de Dios.
EL OLIVO:   
Se usaba para proporcionar aceite para el candelabro, también como ya hemos visto, como símbolo de prosperidad y firmeza.
DOS:  
Aquí el número tiene importancia simbólica, pues hace referencia a dos personas, que representan la totalidad del pueblo, de dos instituciones señeras que había conservado la nación y según la ley el testimonio de dos era cosa firme.


Tenemos pues, que, hacer una interpretación que armonice con la continuidad de las Escrituras, sin exigirle a los símbolos más allá del propósito con que fueron usados. Resulta evidente que una interpretación estricta del pasaje terminaría indicando que los olivos son la fuente de sustentación del candelabro, pero, el candelabro, en este caso no representa solo la presencia de Dios, sino que representa  Dios mismo, pues el (Vr. 14), dice que, los dos olivos, son los dos ungidos, es decir, Zorobabel (el gobernador) y Josué (el sumo sacerdote) están delante del Señor de toda la tierra. Así que es posible, solo posible, que el hecho de que el ángel haya identificado al candelabro con el mismo Señor, dificultara a Zacarías identificar a los olivos con cualquier otra cosa.

Aquí pues, el mensaje es; Dios está firme velando a favor de su pueblo, él anima a los dos líderes emblemáticos del pueblo quienes ostentan sus ministerios por mandato divino, quienes tienen la unción y la provisión de Dios para su pueblo a que estén confiados en la vigilancia y el cuidado de Dios quien garantiza el éxito de la obra.
En el pasado como bien apunta el comentario de la Biblia Nácar-Colunga2“el sacerdocio y la monarquía se habían confabulado para llevar a la ruina al pueblo, y ahora Josué, el sumo sacerdote y Zorobabel el gobernador, príncipe de la dinastía davídica se ponían de acuerdo para llevar a cabo la tarea de restauración”.

Ahora, trayendo  este pasaje al caso que nos ocupa ya que es más que evidente que una de las referencias principales que hace Juan con relación a los dos testigos tiene su conexión con este pasaje, tenemos que ver lo que en definitiva comunica el texto de origen, para llegar a una conclusión aceptable, sobre que comunica el pasaje acerca de estos dos olivos.

En primer lugar ellos están recibiendo afirmación de parte de Dios. ¿Por qué esta afirmación era necesaria? Lo era, y mucho, en primer lugar porque las dos instituciones principales del pueblo habían fracasado catastróficamente llevando al pueblo a la destrucción. Ahora, unos pocos exiliados liderados por estos hombre regresan a una patria arruinada, con una libertad relativa, con obstáculos aparentemente infranqueables, y con mucha oposición, si a eso le añadimos, algún sentimiento de falta de legitimidad para el ejercicio de sus funciones, es más que obvio que el mensaje de aliento para cada uno de esos olivos o testigos ante el pueblo, era a muy necesario. Nótese que esta necesidad de que los testigos sepan que cuentan con Dios va de la mano con una exhortación a mantener un corazón dispuesto a servir con integridad (Cf. 3:1-10) resulta sumamente significativo el hecho de que la afirmación que Dios da a los dos olivos, a los dos líderes, se da en un contexto de tribulación y de gran apostasía.

Una vez más hay que considerar a los dos en cuanto a su función y lo que ellos representaban. Recuérdese que Zorobabel debía edificar la casa de Jehová, pero, cabe preguntar: ¿Zorobabel  la edificaría él solo? ¿Sólo él proporcionaría los recursos? ¿O necesitaría la ayuda de todo el pueblo para llevar a cabo tan ardua tarea?, y la reforma espiritual, ¿La llevaría a cabo únicamente Josué? ¿O igualmente tendría que auxiliarse de todos los levitas, sacerdotes y la gente dispuesta de corazón para llevar a cabo esta misión?

Así que, ciertamente, aquí hay un mensaje que tiene como protagonistas3  a Josué y a Zorobabel, como representantes, pero que concita la unión de todo el pueblo, y que de hecho va dirigido a todo el pueblo, pues, nótese en cuáles términos se dirige Dios a los mismos líderes en palabras del profeta Hageo4 (520 a.C.), Contemporáneo del profeta Zacarías: (Hag. 1:2, 1:12-14, 2:2, 4, 14). Zacarías tiene la encomienda de apuntalar el liderazgo de los dos olivos, mientras que Hageo tiene la misión de arengar al pueblo y conminarlo a poner manos a la obra.


PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA


Prof. Juan Alberto Galva
Fundador 
Instituto Teológico de Santo Domingo
APOCALIPSIS
ANALISIS DEL TEXTO DE MUESTRA  II
¿DOS HOMBRES O DOS INSTITUCIONES?
TAN SOLO DOS HOMBRES


En cuanto a la identificación, como ya hemos visto hay fundamentalmente dos posibilidades, se trata de dos individuos, o se trata de dos entidades. Pudimos apreciar que ni Millos, ni Carballosa, ni Lockyer dan crédito a la posibilidad de que se trate de instituciones, a ellos les parece que la identificación con individuos encaja mejor en el entramado orgánico del pasaje. Ahora, analicemos las posibilidades desde dos puntos de enfoque; primero no tanto desde el punto de vista de una atención rígida a la litera, sino a la intención de Dios, al espíritu del legislador y a la posibilidad intrínseca de cada candidato. Después abordaremos lo que el texto está planteando.

Recordemos la ambientación. El escenario es algún tiempo en el futuro durante o después del año 2013 (momento en que escribo este libro), la población mundial será más de siete mil millones de personas y todos los problemas que hoy existen están agudizados. En esa época más que ninguna, para poder captar la atención del mundo, y que lo tomen en cuenta seriamente durante tres años y medio usted necesitará algo más que un video viral en Youtube. Tenga bien presente el mundo en que vivimos hoy. La forma en cómo una noticia da paso a la otra, de tal manera que todo el que desea hacer opinión pública debe competir en una carrera desenfrenada por lograr titulares, es realmente feroz.

Recuerde también que la Internet, la televisión, los parques de diversiones, video juegos, así como el cine de ciencia ficción ya están a la orden del día y que la capacidad de asombro de la humanidad está en su mínima expresión. En otras palabras; un par de individuos predicando y haciendo señales con un poco más de éxito que los predicadores carismáticos de hoy día claro que van a llamar la atención. La pregunta es, ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo tardará la gente en empezarlos a ver como cirqueros y como simplemente más de lo mismo? El fenómeno de la banalización es muy común al ser humano, por lo mismo, históricamente, Dios nunca “ha corrido el riesgo” de permitir que su poder y majestad en su manifestación milagrosa caigan en esa fosa. Recordemos lo que querían los judíos, ellos deseaban justamente eso:

“¿Qué señal haces tú pues, para que veamos y te creamos?” (Jn. 6:30).

Esta osada petición la hacen los judíos después que Jesús les ha alimentado el estomago milagrosamente. Jesús se negó a complacerlos. En el capítulo 11 de Juan, Jesús vuelve a Lázaro a la vida, un grupo cree, otro grupo, ante el mismo milagro, va a los fariseos en Jerusalén a instarles a conspirar contra el Señor por los milagros que estaba manifestando (11:46 y ss).

Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre, durante las guerras de Irak, Afganistán y las incursiones de Israel en Gaza y el Líbano, en la primera década del año dos mil, hubo partes de prensa constantemente. Las estaciones trasmitían al principio de forma ininterrumpida, hasta que se dieron cuenta de dos cosas: primero, que estaban afectando sus intereses económicos al dejar de pasar los comerciales, y segundo, que realmente la gente no estaba constantemente fija en el televisor mirando esas trasmisiones ininterrumpidas. En otras palabras, la vida seguía su curso, a pesar de que cientos de personas eran masacradas en el ínterin. De este modo las emisoras poco a poco volvieron a su programación regular, y jamás han vuelto, sin importar el conflicto del que se trate, a dar una cobertura ininterrumpida a situación alguna. Pero aquí tenemos a estos dos profetas al estilo del Antiguo Testamento, ¿se los imagina usted en la Jerusalén rural del los tiempos de Juan de Patmos pregonando el mensaje?; de seguro que tendrían una audiencia parecida a la que concitaron Jesús y Juan el bautista, porque en ese tiempo no había cines, ni casinos, ni Internet, ni televisión, ni bares ni restaurantes ni nada parecido a la atrayente, pecaminosa y rutilante sociedad actual. Ni siquiera pienso que a muchos ministerios en la actualidad les sea posible mantener una campaña evangelística exitosa por todo un mes, como fue el caso de Billy Graham1, en la ciudad de los Ángeles para el año 1949, en donde estadísticas fiables dicen que predicó más de sesenta y cinco sermones y dio centenares de conferencias…  imaginémonos que sólo dos individuos intenten llamar la atención del mundo durante tres años y medio. ¿Será esa realmente la estrategia que el sabio Dios ha de utilizar? Puede ser. Pero es muy improbable.

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA




Prof. Juan Alberto Galva
CAPITULO V

APOCALIPSIS
ANLISIS DEL TEXTO DE MUESTRA I
Apocalipsis 11:1-12.

 “y me fue dada una caña semejante a una vara, diciendo: Levántate y mide el santuario de Dios, y el altar, y a los que adoran en él; pero el atrio del santuario déjalo fuera y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles, y ellos hollarán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
Y daré mis dos testigos, y profetizarán durante mil doscientos sesenta días vestidos de saco.
Estos son los dos olivos, y los dos candelabros que están en pie delante del Señor de toda la tierra.
Si alguno procura dañarlos, un fuego procede de sus bocas que devora a sus enemigos: si alguno procura dañarlos, debe morir de la misma manera.
Estos tienen la potestad de cerrar el cielo, para que no caiga lluvia durante los días de su profecía; también tienen potestad sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.
Cuando terminen su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá, y los matará. Y sus cadáveres yacerán en la plaza de la gran ciudad, que espiritualmente se llama Sodoma, y Egipto, donde también fue crucificado el Señor de ellos.
Y los de los pueblos, y tribus, y lenguas y naciones, contemplan sus cadáveres durante tres días y medio, y no permiten que sus cadáveres sean puestos en un sepulcro.
Y los que habitan en la tierra se regocijan sobre ellos y lo celebran, y se enviarán regalos unos a otros, porque ellos atormentaron a los que habitan sobre la tierra.
Pero después de los tres días y medio, entró en ellos un aliento de vida procedente de Dios, y se pusieron sobre sus pies, y un gran temor cayó sobre quienes los contemplaban.
Y oyeron una gran voz procedente del cielo, que les decía: ¡Subid acá! Y subieron al cielo en la nube, y los contemplaron sus enemigos”.  BTX.


A continuación veamos la interpretación que autores de diferentes corrientes teológicas dan a este pasaje:

Herbert Lockyer, Sr.

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA



Prof. Juan Alberto Galva



CAPITULO IV
SEGUNDA SECCION: ANALSIS DEL LIBRO DE APOCALIPSIS

EL GÉNERO DE LA APOCALIPTICA

“Miré y, a los cuatro lados
(alrededor) del Señor de los espíritus,
vi cuatro rostros…
Y oí las voces de aquellos cuatro rostros
que pronunciaban alabanzas ante el Señor de la gloria.
(I Hen 40:2-3).




E
l género apocalíptico es un estilo narrativo  bien definido y vinculado primordialmente a la tradición judeo-cristiana. Surge como respuesta al desánimo y la deserción del pueblo de Dios en épocas difíciles1 donde la persecución y los sufrimientos de toda índole amenazan la integridad de las costumbres y la identidad de la nación judía. Es evidente que los periodos comprendidos entre la persecución desatada por Antíoco IV Epífanes, la conquista de Palestina por medio de Pompeyo a favor de Roma, y la destrucción del templo de Jerusalén en el 70 D.C. figuran como momentos en los que se registró una producción significativa de literatura de este tipo:

[…] “(1)[los libros del género apocalíptico] fueron escritos en tiempos de grandes crisis (época de los Macabeos y de la destrucción del templo por Tito). (2) El mensaje pretende haber sido escrito por algún profeta o patriarca del pasado (por lo que reciben el nombre de pseudoepigráficos). (3) Pretenden formar parte de un grupo de libros redactados en un pasado remoto, y limitados a un grupo escogido de iniciados, que solamente podrían difundirlos al llegar al fin de los tiempos. Por lo general centran su mensaje en los temas de los profetas acerca de los últimos tiempos, por lo que presentan grandes dosis de verdad mezcladas con interpretación, devoción, y también una gran cantidad de fantasía. Ejemplos de esta literatura lo tenemos en el libro de Enoc, libro de los jubileos, Testamento de Job, Apocalipsis de Baruc, IV de Esdras,2 etc.”

A continuación un pequeño fragmento del libro de Enoc, en donde podremos apreciar muchas de las características antes mencionadas.

CAPITULO 71

“1 Y ocurrió entonces que mi espíritu fue trasladado y ascendió a los cielos y vi a los hijos de Dios. Ellos caminaban sobre llamas de fuego, sus ropas eran blancas y su cara resplandecía como el cristal.
2 Vi dos ríos de fuego, la luz de este fuego brillaba como el jacinto y caí sobre mi rostro ante el Señor de los espíritus.
3 El ángel Miguel me tomó de la mano derecha, me levantó y me condujo dentro de todos los misterios y me reveló los secretos de los justos;
(Dn. 12:1)
4 me reveló los secretos de los límites del cielo y todos los depósitos de las estrellas, de las luminarias, por donde nacen en presencia de los santos.
5 El trasladó mi espíritu dentro del cielo de los cielos y vi que allí había una edificación de cristal y entre esos cristales, lenguas de fuego vivo.
(Ac 2:34)
6 Mi espíritu vio un círculo que rodeaba de fuego esta edificación y en sus cuatro esquinas había fuentes de fuego vivo.
(Ap. 21:11)
7 Al rededor de ella había Serafines, Querubines y Ofanines, estos son los que no duermen y vigilan el trono de su gloria.
8 Vi innumerables ángeles, miles y miles, miríadas y miríadas rodeando esa edificación
9 y a Miguel, Rafael, Gabriel y Sariel y a una multitud de santos incontable.
10 Con ellos estaba la cabeza de los Días, su cabeza era blanca y pura como la lana y sus vestidos eran indescriptibles.
11 Caí sobre mi rostro, todo mi cuerpo desmayó, mi espíritu fue trasfigurado, grité con voz fuerte, con espíritu de poder y bendije, alabé y exalté.
12 Estas bendiciones que salieron de mi boca fueron  consideradas agradables ante esta Cabeza de los Días.
13 Y esta Cabeza de los Días vino con Miguel, Gabriel, Rafael y Sariel y una multitud innumerable de ángeles.
14 Vino a mí, me saludó con su voz y me dijo: "Este es el Hijo del Hombre que ha sido engendrado por la justicia, la justicia reside sobre él y la Cabeza de los Días no le abandonará".
(Dn 7:13; Za 6:12)
15 Me dijo: "Él proclamará sobre ti la paz, en nombre del mundo por venir, porque desde allí ha provenido la paz desde la creación del mundo y así la paz estará sobre ti para siempre y por toda la eternidad.
(Is 9:5)
16 Todo andará por su camino y mientras, la justicia no lo abandonará jamás, con Él vivirá, con Él su herencia y de Él no será separada nunca ni por toda la eternidad.
(Sal 85:11-14)”
                                                                 
Para la tarea que nos ocupa, un conocimiento de este género literario y sus características más señeras es de suma importancia porque una parte importante de la información al respecto se nos ha presentado en este estilo. Todo judío mínimamente instruido de los tiempos de Jesús de seguro estuvo en contacto con uno o más de los libros apocalípticos.  De hecho, parece muy obvio que Pedro o Judas o ambos están citando como Escritura fragmentos del libro pseudoepigráfico de Enoc, lo cual da cuenta del auge y la influencia que había ganado este género para la época de los apóstoles, lo cual también explicaría, en parte, la maestría que muestra Juan de Patmos al escribir su Apocalipsis, pues el estilo no es una creación suya, sino que está simplemente andando, en cuanto al estilo, en los pasos de otros.

El hecho de que el estilo tenga un trasfondo histórico es una pista importante, porque nos provee información valiosa que cuidadosamente podemos utilizar a fin de entender muchas de las imágenes que utiliza Juan y el posible significado de frases que pueden parecer oscuras para el lector moderno. Al mismo tiempo vale destacar que, el hecho de que Juan siguiera un estilo ya establecido, para nada desmerita el carácter inspirado de su libro, sino que, al contrario, esto hace que sus escritos se enmarquen en la dinámica divino-humana habitual mediante la cual Dios genera su revelación. Consideremos el interesante comentario que sobre esto hace David Lozano Medina:

“miré y, a los cuatro lados (alrededor) del Señor de los espíritus. Vi cuatro rostros… Y oí las voces de aquellos cuatro rostros que pronunciaban alabanzas ante el Señor de la gloria3” I Hen 40:2-3:

El parecido entre la visión de Juan y la descrita en 1 Hen (Henoc) es sorprendentemente igual: el trono, los santos, o justos con los veinticuatro ancianos, el número siete o las miríadas, los espíritus, cuatro rostros o cuatro seres vivientes, el trisagio, etc., no dejan duda de que Juan conocía muy bien la literatura apocalíptica y que esta fue la base para su redacción.”

El hecho de que el estilo tenga un trasfondo histórico es una pista importante, porque nos provee información valiosa que cuidadosamente podemos utilizar a fin de entender muchas de las imágenes que utiliza y el posible significado de frases que pueden parecer oscuras para el lector moderno; al mismo tiempo vale destacar que, el hecho de que Juan siguiera un estilo ya establecido, para nada desmerita el carácter inspirado de su libro, sino que, al contrario, esto hace que sus escritos se enmarquen en la dinámica divino-humana habitual mediante la cual Dios genera su revelación. Consideremos el interesante comentario que sobre esto hace David Lozano Medina:

“miré y, a los cuatro lados (alrededor) del Señor de los espíritus. Vi cuatro rostros… Y oí las voces de aquellos cuatro rostros que pronunciaban alabanzas ante el Señor de la gloria3” I Hen 40:2-3:

El parecido entre la visión de Juan y la descrita en 1 Hen (Henoc) es sorprendentemente igual: el trono, los santos, o justos con los veinticuatro ancianos, el número siete o las miríadas, los espíritus, cuatro rostros o cuatro seres vivientes, el trisagio, etc., no dejan duda de que Juan conocía muy bien la literatura apocalíptica y que esta fue la base para su redacción.”

El lenguaje de símbolos parece ser una constante en la literatura apocalíptica; el uso de figuras rupestres, híbridos de animales salvajes que dan como resultado figuras de ciencia ficción; la atribución de actividad sobrenatural a figuras terrenales; y el uso caprichoso de nombres de ciudades atribuidas a personas o lugares que geográficamente no tienen que ver con la alusión original son muy comunes. La apelación a esta forma de comunicación y la forma de interpretarla es el dolor de cabeza más grande para los lectores comunes y los exegetas de todas las corrientes. Por un lado están los que apelan al llamado método: “normal, natural, contextual, que sigue las normas de una hermenéutica histórico-gramatical”5   que, aparentemente no es otra cosa que atribuir siempre sentido literal al cumplimiento de lo que está detrás de los símbolos, (premilenialistas), y la llamada escuela alegórica o (amilenialistas) la cual, según los premilenialistas, ve los símbolos solo como una referencia velada a eventos diferentes de los que sugieren esos símbolos, o sea se trata de la escuela alegórica de interpretación.

Pero, en el fondo, da la impresión de que cada corriente usa ambos métodos, pero simplemente los aplica arbitrariamente guiados por sus preferencias teológicas. La cuestión es que, cuando se aplica esta regla inflexiblemente, muchas veces nos lleva a conclusiones que a veces favorecen nuestra doctrina y otras veces favorecen a quienes sostienen una posición diferente a la nuestra y se precisa mucha madurez cristiana y  gran valor y humildad para admitir que nuestras investigaciones, en sana exégesis nos han llevado por un sendero diferente del cual habíamos sostenido con tanto ahínco. También a veces tratar de seguir esta regla tozudamente puede llevarnos a a tener que inventar una interpetación que encaje con una regla, que está bien, para los hombres, pero en la que no podemos pretender encajonar a Dios. En otras palabras, la hermenéutica no es palabra de Dios, ni las reglas de gramática, en cambio el Espiritu Santo que es Dios nos ha sido provisto a fin de que hallemos la interpretación correcta en aquellas areas en que el referido método no nos conduzca a una interpretación armoniosa.

José Grau, citando a Wickenhauser, L. Morris, M. Boissmard y A. Feuillet, nos dice acerca del lenguaje de símbolos del Apocalipsis:

     “Hay que estudiar los símbolos del Apocalipsis desde un punto de vista intelectual, sin detenerse en estas figuras como si su literalidad o sus contornos reales fuesen lo verdaderamente importante. Se trata de un lenguaje ideológico, transmitido por medios simbólicos. El numero 7 indica plenitud; los siete cuernos y los siete ojos significan que el Cordero posee la plenitud del poder (cuerno) y de la inteligencia (ojo). Así mismo, hay que examinar desde el punto de vista ideológico cuanto atañe a colores: blanco, rojo, escarlata, etc. Todo tiene su particular significación simbólica (en algunos casos no) solo interpretando así la relación entre la visión y la configuración literaria se comprende también la disposición del libro, en el que desempeñan un papel importante las hebdómadas o series de sietes (subdivididas a menudo en 4 más 3).
     Este simbolismo es lo que perturba a muchos lectores modernos, y, en particular, la dificultad de representarse las complicadas piezas de la imaginería del vidente. Además, se tiene la impresión de que, plásticamente, unas piezas no encajan con otras. Es importante recordar que Juan es aquí un artista que emplea las palabras y que se sirve de un género literario específico; Juan no es un pintor, ni se sirve de materiales plásticos. Tenemos, pues, que buscar el significado literario de cada símbolo, no al tratar de representárnoslo en un espectáculo visual. El propósito del libro es comunicar ideas.4  […]” (las negritas dentro de la cita son mías).

En palabras llanas. El premilenialismo insiste en no alegorizar los pasajes de la Escritura, (estamos de acuerdo en no hacer de la alegoría una práctica, es cierto el método “normal, natural, contextual, que sigue las normas de una hermenéutica histórico-gramatical debe ser la norma) pero tampoco hay que satanizar la alegorización o espiritualización de algunos pasajes. ¿O no es cierto que en un sentido amplio todo el libro de Levítico, sea, en esencia, una especie de alegoría de la muerte vicaria de Cristo? Hay varios pasajes bíblicos en los que la alegoría es usada lejitimamente dentro de un cierto marco de prudencia (Ga. 4:21-31; Jn. 15: 1 y ss, Apoc. 12). La alegoría no es la tendencia predominante en los autores sagrados, pero espiritualizar eventos ocurridos en la antigüedad y atribuirles un significado distinto al original, es una práctica, si bien, infrecuente,  aceptada (I Co. 10:4). Referencias tales como, los capítulos (40-46) de Ezequiel suelen citarse como un ejemplo de pasajes que no pueden tener otra función que una alegoría estructurada, que no puede hacer alusión directa al objeto original señalado (Israel) sino que debe tener su cumplimiento en la iglesia, dados los terribles trastornos doctrinales que provocaría una interpretación literal de los mismos. 6   

Por ultimo, en este trabajo procuraremos diferenciar  entre símbolo y simbología o imagen simbólica, porque por ejemplo,  sabemos que la cruz es símbolo de redención. Pero, el letrero en la cruz, ¿simbolizaba algo?, ¿los clavos que atravesaron las manos de Jesús y horadaron la cruz, simbolizaban alguna cosa?, ¿la cruz colocada en un lugar alto, simbolizaba alguna otra cosa?, ¿tres cruces en la crucifixión, tal vez simbolizarían que el Padre el Hijo y el Espíritu Santo participan del evento de una manera mística?, como usted ve, el asunto puede seguir y seguir, y se pueden desenterrar cosas sorprendentes, algunas tan sorprendentes que estremecen por lo absurdo. Por lo mismo en las demás secciones explicaremos como distinguir entre la imagen general extraída de la simbología que a su vez se forma a partir de los símbolos individuales.


1-       (D. Brent Sandy. Traducido por Raimundo J. Ericsson. Editores: Cevallos Carlos Juan, Cevallos Luisa María, Zorzoli Alicia. Profecía Bíblica y literatura apocalíptica, cómo entender las profecías y la literatura apocalíptica. Pág. 126-130.  El Paso Texas, EE.UU. Editorial Mundo Hispano. 2004).
2-       (Escuain Vila, Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado, pág. 66, APOCALIPTICA, (LITERATURA). Editorial Clie, 1985.)
3-       (Medina Lozano David, Rabinismo y exégesis judía, un acercamiento al pensamiento de los escritores del N.T. Págs. 98, 99. Editorial Clie, 1999).
4-       (Grau José, Curso de formación teológica evangélica. Tomo VII. Escatología Final de los tiempos. Terrasa (Barcelona) España. Págs. 278, 279. Editorial Clie,  1977).  
5-       (Carballosa, Evis L, Apocalipsis, la consumación del plan eterno de Dios. Pág. 410.  Grand Rapids, Michigan. EE.UU. Editorial Portavoz, 1997).
6-       (Archer L. Gleason . Reseña critica de una introducción al Antiguo Testamento (Ezequiel) Págs. 410, 411, 412. Traducido por: A. Edwin Sipowicz  y M. Francisco Liévano R. Editorial Portavoz, Grand Rapids, Michigan EE.UU. 1987).


Preguntas y proyectos de investigación


1-       Acuda al internet e investigue acerca de los siguientes libros apocalípticos: Enoc, Baruc, el apocalipsis de Pedro, los oráculos sibilinos, jubileos. Y haga un cuadro estableciendo todas las coincidencias de lenguaje e imágenes entre estos libros y el apocalipsis de Juan.



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