Prof. Juan Alberto Galva Fundador Instituto Teológico de Santo Domingo |
LIBRO DE DANIEL
ANALISIS DEL TEXTO DE MUESTRA
II
Explicación de la visión de Daniel 9.
(EL TIEMPO DE LAS SEMANAS)
Ï Siete (7) semanas y sesenta y dos semanas (62), en suma 69 semanas.
Gabriel continúa:
vr. 26 Después
de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí. Y el
pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el Santuario, pero
su fin será como una inundación, y hasta el fin de la guerra han sido
decretados asolamientos.
Gabriel viene explicando un orden que se irá
cumpliendo dentro del esquema de tiempo que el ha ido revelando, primero siete
años, y luego sesenta y dos años más. Nótese, que esto es una forma hebrea de
arreglar el tiempo en conjuntos de “sietes” lo cual era algo muy común en
Israel, debido a los años sabáticos y los jubileos cada cincuenta años5 obsérvese también, que dentro
de estos eventos hay una consecución sin entrar en especificaciones, porque, el
único evento que suponemos sucedió en el inicio de los primeros siete años fue
el decreto de Ciro, pero tampoco se puede dudar que haya sucedido en el ultimo
de esa serie. Después de ahí, nadie sabe
específicamente que habría de pasar en cual año de los siete que eran a su vez
parte del primer grupo de sietes, el arreglo lo dice todo, pero
específicamente no dice nada, como es muy habitual en el modo de revelación de
Dios, el arreglo de estos “sietes” marca hitos en el camino, pero no define el
momento especifico dentro de las series para su realización eso está en marcado
dentro de la elasticidad del plan de Dios expresado en la profecía.
No obstante, los eventos principales se debían
cumplir siempre dentro del plazo establecido de cuatrocientos noventa años. Es
obvio que si Gabriel ya ha descrito lo que ha de acontecer en las primeras
sesenta y nueve semanas, y él mismo ha anunciado que hay setenta determinadas
para su pueblo, y además añade:
“Después de las sesenta y dos semanas”
La única conclusión plausible es, que esté hablando
de la semana septuagésima. De otro modo, estaríamos poniendo a Gabriel a
explicar un plan incoherente, donde él ha anunciado una serie de eventos que
deben suceder dentro de ese lapso de tiempo, pero, de hecho, hay eventos que se
saldrían del programa si no entendemos esta frase como referida a la semana
setenta esto implicaría que:
Ì
El Mesías vendría
fuera del plan
Ì
Se quitaría la vida
al Mesías fuera del programa
Ahora debemos reexaminar qué hizo el Mesías, y
verificar si su ministerio cumplió con las expectativas proféticas que le
fueron anunciadas a Daniel que son:
DIAGRAMA
5
Todas las expectativas proféticas
expresadas en esta declaración fueron cabalmente cumplidas en Jesús. La
iniquidad, heb. avón, 6Strong
traduce: perversidad, delito, falta,
pecado, transgresión. Por tanto en labios del ángel transgresión, pecado, e iniquidad, tienen una relación inseparable,
son solo distintos estadios del mal, sería parecido a decir: “leyes, estatutos,
decretos y ordenanzas, cada una tiene su ligera distinción, pero la más de las
veces son usadas deforma sinónima y todas juntas son la ley y la voluntad de
Dios. Así mismo, transgresión, pecado, e
iniquidad son todas las manifestaciones de la maldad. Las palabras que
acompañan esta declaración tienen también la misma función: terminar, poner fin, expiar todas juntas
forman un superlativo para acentuar la contundencia y la eficacia que Dios se
propone hacer contra el pecado:
Lado negativo
de la declaración:
PECADO,
en grado
superlativo
ANIQUILACION,
del pecado y de lo que lo
origina.
De igual forma las expresiones: Justicia perdurable, visión y profecía,
Santo de los santos, forman el conjunto de conquistas más caras para el
pueblo hebreo y todas pudieran ser resumidas en la idea del reino de los
cielos, el reino de los santos del altísimo, en el lenguaje de Daniel. Lo que
ha de ocurrir con estas aspiraciones se expresa como: traer, sellar y ungir palabras todas que expresan determinación en
la obtención de un resultado.
Lado positivo
de la declaración:
EL
REINO ETERNO
SU INSTAURACION
Tiene gran significación que el Mesías
terminara su ministerio con su muerte expiatoria justo cuando se completaron
las setenta semanas, ni antes ni después. Cuando el Mesías nació, Gabriel
anunció a María, “el librará al pueblo de sus pecados” (Mt. 1:21) esto es porque la solución del problema del pecado no
estribaba solo en que Israel abandonara la idolatría o en lograr la
purificación del templo, ninguna de estas cosas fue suficiente para que la
profecía se cumpliera. Era preciso que el Mesías príncipe muriera más no por
sí, en propiciación por los pecados de toda la humanidad. Por tanto, si estas
acciones eran parte del plan narrado por Gabriel, no cabe duda de que todas
fueron cumplidas en Jesús cabalmente.
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