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viernes, 1 de agosto de 2014

PAUTAS PARA LA INTERPRETACION PROFETICA ESCATOLOGICA VII



MANUAL DE ESCATOLOGIA 
DE LAS IMÁGENES GENERALES
Por: Juan Alberto Galva




HERRAMIENTAS Y RECURSOS DE INTERPRETACION BIBLICA II
LOS PROFETAS, LA PROFECIA Y LA FORMA APROPIADA DE ABORDAR SU
LENGUAJE DE IMÁGENES Y SU INTERPRETACION

LOS PROFETAS

Israel no era el único pueblo que tenía profetas2 o personas que hacían un trabajo más o menos similar; los casos de Balaam en el A.T.  Epiménides citado por Pablo quien dice de los cretenses que este era “su propio profeta”. Son un buen ejemplo, a pesar de que los profetas de Israel realmente eran usados por Dios para anunciar los acontecimientos futuros su principal función era la de ser heraldos del mensaje de Dios para la gente de su tiempo. Los profetas inicialmente prepararon sus mensajes para ser proclamados a voz e cuello en el templo, en las plazas y a todo lugar en donde el Señor les dirigiera. Más adelante ya por mandato directo de Dios, o por la vía de un amanuense.  (Jer. 36:4) personal o en muchos casos los discípulos sobrevivientes del profeta, movidos por el Espíritu Santo y por el aprecio y valor espiritual que tenían a la palabra proclamada por el profeta desaparecido, se encargaban de poner por escrito sus mensajes y de velar por su preservación.

Fueron quizá esas proclamaciones que los profetas hicieron en vida y que no tuvieron cumplimiento inmediato, y aquellas que no tenían una clara definición en su tiempo de cumplimiento, las que motivaran a los discípulos de los profetas y a las escuelas de profetas (I S. 10.15) a preservar los escritos ya que ellos sabían que la palabra de Jehová tendría cumplimiento tarde o temprano. Los profetas realizaban una labor socio espiritual de suma importancia, ellos eran por así decirlo “los defensores del pueblo”, aunque hay que admitir que su defensoría fue no pocas veces rechazada. (Jer. 7:27-28, 11:18-23) (Am. 7:10-17).

Los profetas vivieron en épocas muy distintas a la nuestra y sus escritos están impregnados de su tiempo y de su cosmovisión. Su mensaje les fue dado para los hombres de aquellas edades y para las generaciones venideras hasta el fin. Si esto es así, es de suma importancia conocer la idiosincrasia de estos hombres para poder tener un acercamiento aceptable a su mensaje. Existen barreras, en algunos casos, infranqueables, que impiden una comprensión exacta de todas las ideas que los profetas nos comunicaron, valiéndose de su idioma, del género literario y del estilo que escogieron usar para comunicarse originalmente con sus destinatarios inmediatos.  Y si tomamos en cuenta el hecho de que los receptores inmediatos de los profetas en algunas ocasiones no entendieron su mensaje, ¿qué entonces nos queda a nosotros que estamos separados por milenios y por una cultura e idiosincrasia diametralmente distinta a la de ellos? Lo único que afortunadamente compartimos sin variación, y esto ayuda bastante, es la naturaleza humana; el hombre, sus necesidades y sus motivaciones. Es por ello que debemos abordar el tema de la profecía sin separarlo de los profetas como generadores del producto final, ya que están íntimamente ligados. Al mismo tiempo, sin dejar de conocer los elementos que tenemos en común los hombres de todas las generaciones debemos tener el cuidado de no acercarnos a los profetas y su profecía con nuestras premisas y expectativas modernas condicionadas por nuestras previas preferencias teológicas.

En palabras llanas, esforcemos primero no tanto por descubrir lo que ellos nos quieren comunicar, sino desentrañar lo que ellos efectivamente comunicaron a sus destinatarios y asimilar el estilo y la forma en que ellos solían hacer eso. Es después que usted aprenda a conocer a los profetas, su cultura y su stilo de comunicación, y que sepa bien sus motivaciones, y “conozca” a sus destinarios, cuando usted apenas estará listo para empezar a entender como ese mensaje nos afecta a nosotros. A eso se le suele llamar, empatía.

Algo para ilustrar este punto. Cuando empecé a aprender inglés (no he terminado de aprender) habían cosas que se me hacían muy difíciles de asimilar. Recuerdo el comentario de Sandra, una hermana en la fe, que ilustraba bien mi frustración, ella decía: “¡Caramba, que bueno fuera acostarse a dormir, y amanecer sabiendo unglés!”. Resulta que, por ejemplo, asimilar frases tan simples como: What do you do? O what are you talking about? Me daba trabajo. Eso es porque mi mente estaba cerrada en tratar de entender este idioma desde la perspectiva de mi cosmovisIón de hablante de lengua española. Mi mente luchaba por analizar las frases y entender su lógica, claro desde mi perspectiva, por lo mismo el resultado era un bloqueo:

what    are                  you      talking                        about?
¿Qué   son/est’as        tú         hablando                    acerca?

¡Así no hay forma! Eso fue así hasta que alguien me miró fijamente y me dijo, “no trates de que el idioma cuadre con lo que tú conoces, simplemente acepta que esa es su forma de hablar, así es como ellos se expesan y así se entienden ellos perfectamente bien, así que, ve tú y has lo mismo”.

Después de asimilar este enfoque, indudablemente mi comprensión mejoró significativamente. Sin este entendimiento de fondo, suele ocurrir que cuando se aborda la lectura sistemática de los profetas, es casi inevitable, por ejemplo, que exista un momento en el que se perciba cierto recurrente “melodrama” en la pena que siente Jehová por su pueblo que lo abandona, expresada a través de sus heraldos, y al mismo tiempo, el cansancio creciente de parte del pueblo al ser confrontado por los profetas:


PREPÁRESE PARA EL MINISTERIO CRISTIANO
En la más Sólida Institución Teológica y Vocacional
De América Hispana.



DIOS “LLORANDO”
[…](Is.44:20-21) “De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?  Acuérdate de estas cosas, oh Jacob, e Israel, porque mi siervo eres. Yo te formé, siervo mío eres tú; Israel, no me olvides”. 

 […] (Is.43:22-24) “Y no me invocaste a mí, oh Jacob, sino que de mí te cansaste, oh Israel.
No me trajiste a mí los animales de tus holocaustos, ni a mí me honraste con tus sacrificios; no te hice servir con ofrenda, ni te hice fatigar con incienso.  No compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados, me fatigaste con tus maldades”. 

[…] (Jer.15:-6) “Porque ¿quién tendrá compasión de ti, oh Jerusalén? ¿Quién se entristecerá por tu causa, o quién vendrá a preguntar por tu paz? Tú me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de arrepentirme”. 


EL PUEBLO HASTIADO DE DIOS
[…] (Os. 2:7-8) “Seguirá a sus amantes, y no los alcanzará; los buscará, y no los hallará. Entonces dirá: Iré y me volveré a mi primer marido; porque mejor me iba entonces que ahora.  Y ella no reconoció que yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro que ofrecían a Baal”. 

[…] (Is. 22:12-13) “Por tanto, el Señor, de los ejércitos, llamó en este día a llanto y a lamentación, a raparse el cabello y a vestir ropas ásperas.
Más hubo gozo y alegría matando vacas y degollando ovejas, comiendo carne, bebiendo vino y diciendo: “¡comamos y bebamos, porque mañana moriremos!”  R.V.95.

[…] (Jer. 18:11-12) “Ahora, pues, habla a todo hombre de Judá y a los habitantes de Jerusalén, diciendo: “Esto ha dicho Jehová: Yo dispongo el mal contra vosotros, y contra vosotros trazo planes; conviértase ahora cada uno e su mal camino, y mejore sus caminos y sus obras”. Pero dirán: “Es inútil, porque en pos de nuestros ídolos andaremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón”.

[…] (Mal.1:6-8)
El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre? En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.  Y cuando ofrecéis el.” 


Cuando se llega al libro de Malaquías después de hacer un recorrido serio a través de todos los profetas, el hastío de ambas partes llega a ser parte de la experiencia personal del lector, debido al lenguaje intenso que usan estos pregoneros de justicia. Pero recuerde una vez más que estos mensajes no fueron predicados en un mismo día, ni siempre ante exactamente la misma audiencia.

Tome en cuenta que los Profetas eran atalayas, y por tanto debían recurrir a los medios que tenían al alcance (la palabra expresada tan dramáticamente como fuera posible) para llamar la atención del pueblo. No olvide, que los profetas eran los portavoces de Dios, pero no tenían poder político. Aunque, a algunos, como a Elías y a Eliseo, no les hacía falta. Dios pudo haber hablado mediante el sumo sacerdote, como en los tiempos pasados o usar al rey para disciplinar al pueblo como en los tiempos de David, pero las instituciones oficiales que debían velar por el orden y la pureza moral se habían confabulado con el mal, (Jer. 2:26, 5:31, 6:13, 8:10, 23:11,) así que los profetas genuinos vinieron a ser la última línea de fuego contra el mal y a favor del pueblo ignorante. Los profetas no tenían poder coercitivo, la única capacidad de coerción que podían ejercer era la del lenguaje punzante y urticante. Pero, por supuesto, aún los mensajes más profundos y virulentos tienen sus límites, llenan su medida. Cuando lo mensajes de los profetas ya habían demostrado no estar surtiendo efecto, la suerte del pueblo estaba echada; el poder coercitivo que no tenían los profetas para hacer volver al pueblo a la rectitud ahora sería usado por uno que sí tenía tal poder: Dios. Lo que las palabras hirientes y penetrantes no habían podido hacer, lo que las amenazas no habían conseguido, lo que los mensajes melodramáticos y suplicantes no habían logrado, sería ahora alcanzado mediante el cruel y despiadado látigo de Nabucodonosor II, rey de Babilonia.

Por todo esto es de vital importancia para el lector moderno estar familiarizado con este estilo de comunicación, porque las posibilidades de no captar plenamente la dinámica comunicacional propia de esa cultura contribuirá sinduda, a que dejemos de percibir gran parte del mensaje, pero además traerá como consecuencia muchas ideas equivocadas sobre lo que en realidad está pasando.  Hay dos buenos ejemplos acerca de esta dinámica comunicacional que encuentro útil compartir:

Quien lee Génesis 23, tiende a confundirse un poco ante el acentuado “baile verbal”, exceso de amabilidad y la aparente insinceridad de Efrón el heteo, quien, ante las gestiones de Abraham para que le venda una propiedad para enterrar a su esposa fallecida, en principio, le dice que él se la regala (Cf. 23:11). Sin embargo, Abraham da la impresión de no aceptar la manifestación de tanta generosidad, antes, hace una reverencia e insiste en pagarle el precio justo de la propiedad, (vrs. 12-13), entonces Efrón, sutilmente, le dice el precio a Abraham, pero le insiste en que no se preocupe por eso, el (vr. 16) es la clave para entender por qué tanto “baile”;  sin más rodeos, después que Efrón da el precio, termina el tango.

Hay que entender que Abraham era riquísimo. (Gn. 13:1-3, 24:1). Sus vecinos lo sabían. Pero Abraham es nómada,  no posee tierra y ahora necesita una finca para destinarla como sepulcro familiar, así que, en medio de su luto, Abraham tiene que seguir haciendo lo que ha hecho toda su vida y lo que mejor sabe hacer, esto es, negociar. Pero lo primero que Abraham necesita es que consientan en venderle la tierra, los habitantes podrían haber tenido razones para impedir que un extranjero tuviera propiedades inmobiliarias (23:4, 8, 9) entre ellos, así que Abraham no hace esa gestión él mismo, sino que se sirve de mediadores (Cf. 23:3). Pero el ofrecimiento de Efrón ni era insincero ni era generoso, era simplemente la manera habitual de iniciar una negociación, una frase estereotipada, algo así como: “hasta la mitad de mi reino de daré” (Cf. Gn. 30:25-32, II Sm. 24:18-24).

 Observemos otro ejemplo de la necesidad de conocer los elementos culturales que rodean la comunicación citado por Jonatán P. Lewis:

“Uno de los principales antropólogos cristianos de la actualidad es el doctor Paul Hiebert. El siguiente es un resumen de un artículo escrito por él titulado: “las diferencias culturales y transculturales.”
Quienes estudian antropología han descubierto que existen diferencias profundas entre las culturas. Esas diferencias no sólo se notan en lo superficial, como el vestido, la comida, el idioma, y las acciones sino que resultan muy marcadas en cada uno de los distintos niveles. Los valores las creencias y su mundo varían significativamente de una cultura a otra.
Esto puede ser ilustrado gráficamente por la confusión y el conflicto que se hacen evidentes cuando individuos de culturas diferentes se ponen de acuerdo reunirse. Cuando un norteamericano concerta una cita a las diez en punto, espera que la otra persona llegue a esa hora, o dentro de los cinco minutos. Si llega a las diez y cuarto, con una disculpa todo queda en orden; si lo hace media hora después, más vale que tenga una buena excusa y si se demora cuarenta y cinco minutos, comete una seria ofensa a la otro, pues pudo muy bien no concurrir a la cita.
En algunas partes de Arabia, la gente tiene un concepto diferente del tiempo. Cuando se fija una cita para las diez en punto, sólo se puede esperar que llegue a esa hora un criado en obediencia a su amo. El tiempo apropiado, en otros casos, puede ser de las 10.45 a las 11.15, para demostrar igualdad e independencia. Este sistema funciona bien ya que las personas de igual importancia esperan que la reunión se concrete alrededor de las 10.45. El problema surge cuando un norteamericano hace una cita con un árabe y ninguno de los dos entiende el concepto del tiempo del otro. Si el norteamericano se queda esperando se ofenderá. Al mismo tiempo, es probable que el árabe piense que aquel está actuando como un sirviente.3

Si nos figuráramos a los profetas como soldados de Dios enviados a amenazar para persuadir a su pueblo con sus armas, —en este caso, las palabras—  y asumimos que cada profeta tiene armas diferentes, de distintos calibres y alcances, después de una lectura consecutiva, la impresión de “presenciar y escuchar” a todos estos profetas lanzar y disparar sus saetas, hachas, trabucos y cañones, resultaría en mucho humo, ruido, y no poca confusión. Pero, una vez más, los profetas no dispararon todos al mismo tiempo, ni descargaron todo su arsenal en un solo día. El lenguaje rudo y descarnado de los profetas era el arco, y el mensaje que ellos efectivamente comunicaban, eran las flechas. Por tanto los lectores modernos deben ser menos sensibles a la literalidad del mensaje profético, y más abiertos a entender lo que Dios quiere comunicar con el uso de semejante lenguaje. Los convencionalismos culturales les permitían a los profetas comunicarse  así, y sus contemporáneos los entendían bien porque usaban los mismos mecanismos de comunicación.



EL LENGUAJE FUGURADO, LA HIPERBOLE, METAFORA EL ESTILO PREDILECTO DE LOS PROFETAS


El lenguaje metafórico y la hipérbole parecen ser la columna vertebral de la prosa y de la poseía  hebrea, la cual para el propósito que perseguían los profetas, como denunciadores o fiscales de Dios, funcionaba perfectamente, en muchos casos el propósito principal de los profetas era apelar a la sensibilidad de un pueblo completamente desensibilizado ante las cosas que a Dios le molestaban, como bien apunto Brent D. Sandy:

[…] “Hay otros ejemplos en los que la intención de un profeta puede ser el expresar emoción más que exactitud; es decir, hablar con licencia poética a fin de conmover a los oyentes. Cuando Jeremías pensó acerca de la inutilidad de su rol como profeta, maldijo el día en que había nacido. Maldijo al que llevó las noticias de su nacimiento. Lamentó que no hubiera muerto mientras aun estaba en la matriz. Aún deseó que su madre no hubiera sido bendecida y que el portador de las noticias viviera constantes problemas (Jer. 20:14-18). Cuando Dios resumió su frustración frente a la pecaminosidad de su pueblo, dijo que no había nada en toda la historia de Israel y de Judá que no lo llevara al enojo4 (Jer. 32:30, 31).

En este punto, la herramienta de comunicación elegida por Dios y sus características particulares juegan un papel de primer orden; Entender la configuración del idioma de los profetas y la forma en cómo ellos usaban las imágenes verbales de dicho idioma será de vital y determinante importancia para asimilar y utilizar con eficacia, este mensaje que Dios nos invita a entender y a integrar a nuestras vidas, este mensaje ya dado, ya dicho, ya escuchado, ya contestado; Dios ha querido que sea la herramienta que nos siga hablando hoy después de tantas idas y venidas de la historia de la humanidad.

En palabras llanas. Nuestro compromiso para entender pues este mensaje desde la perspectiva de espectadores muy lejanos y desconectados casi totalmente de las realidades de aquel pueblo es un verdadero desafío. Pero, hay dos elementos que siguen constantes, Dios es el mismo ayer hoy y siempre, y su palabra igual que su autor, no cambia, igualmente, la naturaleza caída del hombre es “inmutable”, y la maldad del hombre es la misma de siempre, de modo pues, que siempre habrán puntos de identificación ente el mensaje de ayer y la sociedad humana de hoy. (Is. : 40:8).

Las notas acerca de las características distintivas del idioma hebreo, en una reseña de Edesio Sánchez Cetina, citando a su vez al biblista francés Georges Auzou, serán de mucha utilidad para un entendimiento al menos somero, sobre la principal herramienta de comunicación de nuestros hermanos los profetas:

“Esta lengua es ruda y vigorosa. Predominan en ella las consonantes duras y graves, los sonidos guturales, sordos, y enfáticos. El hebreo tiene más pasión que armonía, más energía que gracia. Es más adecuado para lo sagrado que para la estética; es más cultual que cultural. Pero tiene también sus bellezas y no carece de solemnidad y grandeza. Es una lengua muy a propósito para “clamar a voz en cuello” (Is. 58:1), como harán muchos profetas, puesto que ellos oían también “rugir” YAHWE (Am.1:2; Jer. 25:30). La rustica lengua hebrea es capaz de cantar cánticos vigorosos e impresionantes,  es capaz de expresar brillantemente la alegría y profundamente el dolor. Por lo demás, no le resulta imposible expresar sentimientos delicados. El fino genio israelita supo hacer tañer de múltiples maneras, a veces maravillosamente delicadas, el rudo instrumento de la lengua hebraica.

El hebreo es sencillo y pobre. Su vocabulario es reducido. Tiene pocos nombres o verbos compuestos. Muy pocos adjetivos. Sus medios de sintaxis son mediocres: el hebreo tiene algunas partículas de subordinación; pero siente especial predilección por utilizar el recurso más sencillo, la coordinación. Frecuentísimamente, las oraciones están yuxtapuestas y van unidas por una “y” que se repite y se repite sin cesar, y que reemplaza a nuestras conjunciones de subordinación y coordinación. El traductor deberá preguntarse a menudo si debe contentarse con mantener esa serie de oraciones independientes o si deberá construirlas según las leyes y con los medios, más complejos, de nuestras lenguas modernas…

La lengua hebrea, finalmente, es concreta y dinámica. Esto se lo debe, sobre todo, al genio hebraico. Aunque todas las lenguas, en sus comienzos, fueron un lenguaje de los sentidos, el hebreo lo ha seguido siendo de manera muy vigorosa. De ahí la viveza y carácter directo de todo lo que se dice en hebreo. Predominan, los verbos de movimiento. No existe el verbo “haber”. El verbo “ser” es activo y significa “existir eficazmente”.

Los tiempos de los verbos no son tanto verdaderos tiempos cuanto “aspectos” de la acción, según que esta sea única o reiterada, según que sea instantánea se prolongue. La distinción no se hace tanto entre el pasado, el presente y el futuro, cuanto entre lo “acabado” (perfecto) e “inacabado” (imperfecto).

El hebreo, lengua rica en imágenes animadas, lengua de orden mucho más auditivo que visual, carece –más que ninguna otra lengua- de términos abstractos y es radicalmente inepta para expresar ideas generales. El hebreo es un magnífico instrumento para traducir la percepción sensible. Tienes cualidades admirables para la expresión poética. Pero s insuficiente para analizar y exponer una reflexión, para definir y explicar.5



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1-       (Descubre la Biblia. Manual de ciencias bíblicas. Tomo I. La Crítica Textual Y La Biblia Hebrea. Edesio Sánchez Cetina, Bascon Roberto. Págs. 121-136.   Sociedades Bíblicas Unidas. 1998).2(Robertson Archibald Thomas, Imágenes Verbales en el Nuevo Testamento/Comentario Al Texto Griego Del Nuevo Testamento. Pág. 592. Adaptada al castellano y anotada por Santiago Escuain. Viladecavalls (Barcelona) España. Editorial Clie 2003).
2-       (El vocablo tiene un posible cognado en acádico. Se encuentra unas 309 veces en el hebreo bíblico, en todos los períodos. nabî` quiere decir “profeta”, ya sea verdadero o falso (cf. Dt 13.1-5). Los verdaderos profetas eran portavoces del Dios verdadero […] Los términos que se traducen “vidente” subrayan el medio por el que el “profeta” se comunicaba con Dios, pero no nos explican en qué se diferenciaban de los otros profetas (cf. I S 9.9.) […] El segundo caso de nabî` si aclara el significado del término: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Mira yo te he constituido dios para Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta” (Ex 7.1). […] Queda bien claro que un “profeta” equivale a uno que habla en nombre de otro, que actúa como su “boca”.
(Vine, E. W. Diccionario Expositivo De Palabras Del Antiguo Y Del Nuevo Testamento Exhaustivo. Pág. 267. Nashville, T.N. Editorial Caribe, 1999).
3-       (Jonatán P. Lewis, Misión Mundial, un análisis del movimiento cristiano mundial. Consideraciones culturales Tomo 3, segunda edición. Pág. 31. Editorial Unilit, 1990).
4-       (D. Brent Sandy, Profecía Bíblica y literatura apocalíptica, cómo entender las profecías y la literatura apocalíptica. Pág. 49.  Editorial Mundo Hispano. 2004).
5-       (Véase Edesio, Sánchez Cetina/Manuel, el hebreo, Descubra La Biblia II, la Biblia, su formación, su contexto y su interpretación, SBU, 2006, págs. 20 y 21).

Preguntas y proyectos de investigación

1-       ¿De algunos ejemplos bíblicos de las maneras en como Dios adapta el lenguaje a nuestras capacidades de comprensión?
2-       ¿Cuáles son los métodos y la forma en la que Dios comúnmente se comunica con su los profetas?
3-       ¿Eran los profetas un fenómeno exclusivo de la tierra de Israel?
4-       ¿investigue en la literatura antigua y procure hallar al menos ejemplos de tres profetas paganos o sus equivalentes?
5-       ¿Mayormente en qué estilo fue declarada la profecía bíblica?
6-       Investigue las definiciones de metáfora, símbolo, lenguaje simbólico, lenguaje figurado y alegoría y establezca las diferencias y las similitudes.















PAUTAS PARA LA INTERPRETACIÓN PROFÉTICA V



MANUAL DE ESCATOLOGIA 
DE LAS IMÁGENES GENERALES


Por: Juan Alberto Galva












Hagamos un ejemplo con la doctrina de la Trinidad.

DEFINICION:

Según el credo Niceno:
“Creo en un solo Dios Padre Todopoderoso: Creador del cielo y la tierra, y e todas las criaturas visibles e invisibles; Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo Unigénito de Dios, engendrado del Padre antes de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, verdadero Dios de Dios verdadero, engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre; por el cual todas las cosas fueron hechas;” […]2

FUNDAMENTO BIBLICO DE LA DOCTRINA:
(Jn. 1:1 y ss.), (Heb. 1:1 y ss), (Col. 2:8-10), (Mt. 28:16-20), (Jn. 5:19:23).

OBJECIONES A LA DOCTRINA:
Se trataría de una doctrina falsa, debido a que la Biblia enseña que Jesús no es divino pues tuvo origen (Sal. 2:7), además, la Biblia da muchas citas en las que claramente dice que Jesús es inferior (Jn. 14:28) y reconoce que hay cosas que él ignora (Mt. 24:36), (Apo. 1:1). La Biblia dice que él es el primogénito de todas las criaturas de Dios (Col. 1:15). Decir que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, son Dios, y que al mismo tiempo no estamos hablando de tres dioses, (Is. 43:10)  es un juego mental para confundir el sano razonamiento. Esta doctrina atenta contra el arraigado y fundamentado monoteísmo planteado en el A.T. (Dt. 6:4).                              

DIAGRAMA1                                                        LA TRINIDAD AFECTA:
LA ADORACION
LA UNIDAD DE DIOS
LA INERRANCIA DE LAS ESCRITURAS
NIVEL DE RELEVANCIA DE LA DOCTRINA 1-A
Al Señor adorarás y solo a él servirás. Mt. 4:10. Y no daré a otro mi gloria. Is. 42:8.
Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Dt. 6:4.
El ser e Dios es uno y único, pero es además indivisible.
Fuera de mí no hay Dios. Is. 45:22.
Jehová, el Padre es una sola persona, y no hay en su persona más que una sola persona. Mt. 3:17.
La palabra no puede ser quebrantada. Jn. 10:35.
No soy hombre para mentir, ni hijo de hombre para que me arrepienta. Nm. 23:19.
Atrae la desaprobación y el juicio de Dios. Se trata del tipo de mandamiento y enseñanza que puede generar o una ofensa grave contra Dios si se aplica mal, o un agrado especial por su parte si se hace bien, a tal punto que cualquiera que viole este mandamiento de manera consciente y continuada pierde la salvación. Ap. 14:9.





Análisis de posibilidades, alternativa I: (SI CRISTO ES UN SER CREADO)
No puede recibir adoración. Is. 42:8.
No puede ser la misma persona de Dios
La palabra no puede ser quebrantada
NIVEL DE LA OFENSA
EN LOS HECHOS:
Cristo recibió adoración
Mt. 2:2, 28:17. Jn. 9:38.
EN LOS HECHOS:
Cristo no es la misma persona del Padre, la escena del bautismo prueba claramente que el Padre, Jesús y el Espíritu Santo son tres entidades personales diferentes. Mt. 3:16, Mr. 1:10. Lc. 3:22. Jn. 1:32.
No es la misma persona de Dios, es la segunda persona, del ser de Dios que es indivisible, por tanto Cristo también es Dios. Si hubiera una cuarta o quinta persona en la Deidad, esta también fuera plenamente Dios.
EN LOS HECHOS:
La palabra estaría siendo quebrantada. Ya que Jesús estaría recibiendo adoración en franca desobediencia a la palabra. Is. 42:8.
EN LOS HECHOS:
Ofensa del más alto nivel.
Mt. 4:10.

Análisis de posibilidades, alternativa II: (CRISTO ES DIOS)
Puede recibir adoración
No puede ser la misma persona de Dios
La palabra no puede ser quebrantada
NIVEL DE LA OFENSA
Cristo recibió adoración
No era la misma persona de Dios
La palabra no estaría siendo quebrantada
No habría ningún tipo de ofensa
Este simple diagrama puede servirnos bastante a los fines de fortalecer nuestras bases doctrinales. El principio de coherencia de las Sagradas Escrituras es vital para una sana exégesis, por tanto servirnos de una herramienta sencilla para comprobar las demandas de una pretendida doctrina puede ser muy útil.

CONSTRUYENDO UNA GUIA
Por supuesto que la otra razón por la que estoy ofreciéndoles estas herramientas, es porque este manual pretende ser eso, una guía de estudio y no simplemente un libro sobre el milenio” temporal”/eterno, el Rapto de la iglesia o el Anticristo. ¡No se asuste, todos estos temas serán debidamente tratados en este manual! Pero usted no simplemente leerá una opinión más al respecto, sino que tendrá la oportunidad de tomar conciencia de la manera adecuada en cómo es apropiado, y de qué manera no es adecuado abordar estos temas.

En este trabajo he elaborado algunas tesis sobre la interpretación escatológica, y así mismo estoy siguiendo las tesis de otros buenos y experimentados autores en cuanto al método correcto para abordar la profecía en lo tocante a la escatología, así que al tocar cada tema procuro que las conclusiones  respondan a estas premisas.

Pero lo verdaderamente importante es que usted adquiera las herramientas que le permitan estar capacitado para llegar por usted mismo a las conclusiones correctas, usted debe probar estas teorías y comprobar si se ajustan a una interpretación acorde con la Biblia. Así el objetivo de este libro será enseñarle no solo a consumir escatología sino también a procesar la información que recibe desde otras fuentes y a deslindar lo que es bíblico y lo que es especulación, lo que es una inferencia aceptable desprendida naturalmente del texto, y lo que es una interesante especulación que procura apoyarse en las Escrituras y para todo ello la hermenéutica es una herramienta muy útil. ¿Cuál es la mejor forma de defender la verdad? la respuesta no es esquiva, la mejor forma de luchar por la verdad es conocer esa verdad, por tanto debo insistirle en que haga un compromiso serio durante esta lectura en cuanto a volver a revisar y afirmar los fundamentos de su fe cristiana, para que tenga siempre pendiente que es lo que está en juego cuando se asume una postura una otra.


PREPÁRESE PARA EL MINISTERIO CRISTIANO
En la más Sólida Institución Teológica y Vocacional
De América Hispana.


PREMISAS ADICIONALES PARA NUESTRA INTERPRETACION
Ì (I) Nunca trate de mantener una postura doctrinal a contrapelo de lo que la Biblia sostiene de manera consistente. Aun cuando alguna parte aislada de la Escritura plantee una posición contraria.
No se puede negar por ejemplo la doctrina del Castigo Eterno, por dura que esta pueda parecer, ya que esta doctrina aparece muy clara y consistentemente registrada en la Biblia. Aun cuando pueda aparecer algún pasaje aislado enseñando algo aparentemente distinto. La vía segura es regirnos por lo que la Escritura ha enseñado consistentemente, asumiendo que Dios en su tiempo nos aclarará aquellas partes en la Escritura que ahora parecen conflictivas.
Ì (II En algunos casos el mensaje de “acción” o cumplimiento solo será entendido cabalmente por los “actores” escogidos que vivan durante ese cumplimiento.
El mensaje contenido en los libros de la Biblia se diseñó para que sea asimilado por sus destinatarios, pero no siempre quienes comunicaron el mensaje, ni sus oyentes inmediatos fueron los destinatarios “activos” o la generación que sería afectada con la transmisión de dicho mensaje. En otras palabras, el mensaje siempre tiene un significado claro y pertinente. Pero solo sus destinatarios más directos quienes podrán entenderlo a cabalidad. (Cf. Is. 53:1 y ss..).
Ì (III) Tenga el debido cuidado con las interpretaciones extremadamente complicadas y ostensiblemente artificiosas, no importando de cuántas citas bíblicas parezcan estar respaldadas, sobre todo si estas interpretaciones están relacionadas con la profecía. Queremos dar a entender por artificioso, lo que requiere un tipo de análisis inconsecuente con el estilo sencillo de las Escrituras, lo que lleva a conclusiones antibíblicas y cuyos resultados son el producto de complejas asociaciones de ideas muchas veces inconexas, que jamás pudieron estar en la cabeza de los autores originales, y a las que nadie llegaría por un método natural de investigación. Una doctrina, es cierto, no necesita más que una declaración de Dios para que sea creída u obedecida3, pero hay que ser cuidadosos, porque en la Biblia hay un claro patrón de consistencia en la enseñanza, las doctrinas fundamentales poseen un peso Escritural considerable lo cual las saca de la posibilidad de caer en el ámbito de lo meramente  coyuntural.  De este modo la doctrina de la elección esta entretejida en la Biblia de Génesis a Apocalipsis, lo mismo pasa con el pecado, y la redención.
Los saduceos, por ejemplo, pretenden demostrar a Jesús  el aparente error de creer en la resurrección de los muertos basados en una historia popular4,   alrededor de la cual ellos habían construido un conveniente y hasta cándido argumento que fue, sin embargo,  fácilmente refutado por Jesús con el uso de un pasaje elemental de la Escritura. (Mt 22:23-33).

Ì (IV) En sentido general Las Escrituras siguen un patrón de diáfana sencillez en la exposición de su enseñanza doctrinal.
Una explicación que pueda ser considerada didácticamente provechosa deberá procurar ajustarse a este mismo principio de sencillez, sin importar la complejidad del tema de que se trate. (Cf. Mt. 13: 3 y ss).

Ì (V) Al obrar, Dios suele valerse de los elementos físicos que él ya ha creado a fin de conseguir el éxito de sus propósitos:
Dios, por ejemplo, destruyó el mundo con un diluvio y con la confusión de las lenguas perturbó la obra en Babel. Libertó a Israel de manos de los Egipcios a través de diez plagas  donde casi cada una de ellas involucraba un elemento ya existente en la creación, castigó a Canaán a través de Israel, y después castigó a Israel a través de Nabucodonosor II, cuando sana a un enfermo o echa fuera un demonio lo hace mediante la voz audible, la palabra comprensible, etc.…Nunca o casi nunca vemos que Dios utilice elementos ajenos a la creación observable para llevar a cabo sus planes.
Ì  (VI) Preste profunda atención a la coherencia en la continuidad e hilaridad de los temas generales de la Escritura, la Biblia es consistente en mostrar un esquema de progresión.

Ì  (VII) La Biblia es enteramente la palabra de Dios, cada parte de ella es inspirada por su Santo Espíritu, pero la palabra pronunciada por la deidad sobrepuja por encima de cualquier otra declaración, por tanto los asuntos en disputa sobre los cuales la deidad se haya pronunciado deberán interpretarse a la luz del espíritu manifiesto en las declaraciones hechas por Dios.
No se trata aquí de autoridad, toda la Escritura inspirada tiene la misma autoridad, se trata más bien de relevancia. El antiguo testamento es igual de inspirado que el Nuevo Testamento, pero no cabe duda que la relevancia del Nuevo Testamento es de primer orden, pues es la guía actualizada para el pueblo de Dios por así decirlo, y claramente entraña el cumplimiento de las promesas de Dios y la consumación final de sus planes. Y Jesús mismo manifiesta enfáticamente que el testimonio de su palabra esta por encima de la de todos los demás:

[…] “Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación y la condenarán; porque se arrepintieron ante la predicación de Jonás. Y he aquí algo más que Jonás en este lugar” [….] (Mt. 12:41).

[….] “La reina del Sur será levantada en el juicio con esta generación y la condenará; porque vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón. Y he aquí algo más que Salomón en este lugar”. [….] (Mt. 12:42).

[….] “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que mate quedará expuesto al juicio. Pero Yo os digo que cualquiera que se enfurezca contra su hermano quedará expuesto al juicio; y cualquiera que diga a su hermano ¡Raca! Quedará expuesto ante el Sanedrín, y cualquiera que diga: ¡Moré! Quedará expuesto al fuego del infierno” [….]. el énfasis es añadido. (Mt. 5:21-22).

Ì (VIII) Dios es inmutable en su naturaleza y atributos morales. Los mandamientos decretados por Dios contenidos en la Biblia, únicamente pueden ser sustituidos, cambiados o extendidos por otros mandamientos que él mismo, en cualquiera de las personas de la Trinidad haya expresado en la Biblia.
Pablo, Santiago, muy especialmente el autor de hebreos y conclusivamente el Señor Jesucristo conciertan en que la ley antigua ha sido cumplida en él, y que ha dado paso a una nueva ley, una nueva ley que sin embargo es una ampliación y mejora de la anterior, cumpliendo así los principios de coherencia y de continuidad.
Ì  (IX) Ninguna doctrina o especulación humana puede subvertir de forma alguna las claras doctrinas sostenidas históricamente por los siervos de Dios registradas en la Escritura.
Jesús enseña que en el reino venidero no habrá relación conyugal, nadie puede por tanto proponer algo que contradiga su enseñanza. la Biblia sostiene la resurrección corporal Cristo, nadie puede tratar de imponer una resurrección espiritual para este suceso o doctrinas similares. (Cf. Heb. 7:12. Heb. 10:9), y consideraciones sobre el cambio del día ceremonial del sábado al domingo.
Ì  (X) Ningún modelo doctrinal puede representar un cambio que trastorne el principio de la coherencia y la progresión de Dios en sus tratos con el hombre.
La salvación, por ejemplo, siempre ha sido por gracia y por medio de la fe (Ef. 2:8 y ss.) llegado Cristo se produjo una revelación que introdujo al hombre a la plenitud, a la cima de los tratos de Dios para con el hombre, pero no hubo un cambio en cuanto al principio, el principio se mantuvo inalterable.

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Para una profundización en el tema de la hermenéutica le recomiendo la consulta de las siguientes fuentes5:

1-       (D. Brent Sandy. Traducido por Raimundo J. Ericsson. Editores: Cevallos Carlos Juan, Cevallos Luisa María, Zorzoli Alicia. Profecía Bíblica y literatura apocalíptica, cómo entender las profecías y la literatura apocalíptica. Pág. 187.  El Paso Texas, EE.UU. Editorial Mundo Hispano. 2004).
2-       (Virkler Henry, Hermenéutica Principios y procedimientos de interpretación bíblica, Pág. 52. Editorial Vida 1994).
3-       3 (“Grudem, respondiendo al postulado que enseña que un solo pasaje de la Biblia no debe formar una doctrina, argumenta con mucha inteligencia: […]“La Biblia solo necesita decir algo una vez a fin de que esto sea verdadero y algo en que debamos creer. La historia de la confusión de las lenguas en la torre de Babel, por ejemplo, solo se enseña en Génesis 11:1-9, pero creemos que ella es verdad porque la Escritura la enseña”. […] Pero, aunque es cierto que la palabra de Dios es autoritativa no dependiendo del numero de veces que ésta repita  algo, es evidente que a menos que consideremos que las repeticiones y reiteraciones de una enseñanza son solo parte del estilo redundante de los autores, tendremos que admitir el hecho de que, 1- La Escritura frecuentemente apela al apoyo de las Escrituras para sostener el peso de una enseñanza, (Cf. Lc. 24.27), 2- Todas las doctrinas fundamentales poseen un respaldo impresionante de parte de las Escrituras, 3- Y que también hay enseñanzas que se dan una sola vez, y sin embargo históricamente la iglesia ha considerado prudente no darles carácter (Jn. 13:5-14) de obligatoriedad o sencillamente no las ha considerado como tal.
En efecto, solo hay que revisar la obra de Grudem para ver en los hechos la importancia que éste le da a un respaldo copioso de la Escritura a una determinada enseñanza:
[...]  “Según un conteo, Jesús y los autores del Nuevo Testamento citan varias partes de las Escrituras del Antiguo Testamento como divinamente autoritativas, más de 295 veces, pero ni una sola vez citan como divinamente autoritativa alguna afirmación de los libros apócrifos ni de ningún otro escrito”,
[…] “La frase que se traduce “todas las cosas” (ta panta) Pablo la usa frecuentemente para referirse a todo lo que existe y todo lo que hay en la creación (vea, por ejemplo, Ef. 1:10, 23; 3:9; 4:10; Col. 1:16 [dos veces], 17; Ro. 11:36; I Co.8:6 [dos veces] 15:27-28 [dos veces]).
[…]“La palabra que traduce “esto que” en este versículo es un pronombre relativo plural en griego (ja) que se podría traducir más literalmente: “las cosas que les escribo”. De este modo Pablo afirma que sus directivas a la iglesia de Corinto no son meramente de su propia cosecha sino un mandamiento del Señor. Más adelante, al defender su oficio apostólico Pablo dice que les dará a los corintios “una prueba de que Cristo habla por medio de mí” (2 Co. 13:3). Otros versículos similares se podrían mencionar (por ejemplo: Ro. 2:16; Ga. 1:8-9; 1 Ts. 2:13; 4:8, 15; 5:27; 2 Ts. 3:6, 14).
Es claro entonces que lo que persigue este principio es proveer una alerta a los creyentes a la hora de evaluar la consistencia, la coherencia de una doctrina a fin de mantener el preciado principio de la de               las Escrituras
Grudem Wayne, Teología Sistemática, una introducción a la doctrina bíblica. Miami Florida. Editorial Vida, 2007. Pág. 1178).
4-        (Cf. Tobit. 3:7-8. BDHH).
HERMENEUTICA E ITERPRETACION
  (Véase, Sproul. R. C. Cómo estudiar e interpretar la Biblia. Contiene un estudio programado por la Facultad Latinoamericana de Estudios Teológicos (FLET) Un texto eficaz para poner en práctica el mandato de Jesucristo: “escudriñad las Escrituras”.  Miami Florida. EE. UU. Editorial Unilit, 2004).    
  (Virkler A. Henry, Hermenéutica, Principios y procedimientos de interpretación bíblica. Editorial Vida, 1994).
  (Berkhof Louis, Normas y procedimientos de interpretación bíblica. Editorial Tell).
  (Descubre la Bíblia. Manual de ciencias bíblicas. Tomo I. Sociedades Bíblicas Unidas. 1998).
  (Cetina Sánchez Edesio. Descubre la Biblia. Manual de ciencias bíblicas. La Biblia: Su Formación, sus contextos, y su interpretación. Tomo II. Sociedades bíblicas Unidas. 2006.
  (Medina Lozano David. Rabinismo y exégesis judía. Un acercamiento al pensamiento del N.T. Documento Histórico  Teológico. Editorial Clie, 1999).
  (Zaldívar Raúl. Crítica Bíblica, un enfoque evangélico a las técnicas de investigación del texto sagrado. Editorial Clie, 1994).
(Sandy Brent D. Profecía bíblica y literatura apocalíptica. Cómo entender las profecías y la literatura apocalíptica. Editorial Mundo Hispano, 2004).





Preguntas y proyectos de investigación

1-       Haga un estudio de los libros de Jonás, Nahum, Habacuc y Hageo y siguiendo la premisa de los dos temas centrales de la escatología determine si hay contenido escatológico es estos libros.
2-       ¿Qué importancia tiene determinar con exactitud la forma en cómo los autores de los libros y secciones proféticas están usando el lenguaje para una correcta interpretación?
3-       ¿Cuáles son los límites naturales para la comprensión de un texto escatológico?
4-       ¿Qué importancia tienen las reglas de hermenéutica?
5-       Mencione al menos 4 de las reglas más importantes de la hermenéutica.  







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